Soy Nicoleta Casangiu, psicóloga general sanitaria con especialización en psicología clínica para adultos. Mi enfoque en el proceso terapéutico es acompañarte, comprenderte y guiarte en tu camino personal de autodescubrimiento, curación y conexión con lo que realmente eres, siempre respetando tus deseos, principios y valores.
Tengo una curiosidad innata que me lleva a seguir formándome continuamente y a buscar nuevos desafíos profesionales. Me he especializado en trauma complejo y disociación, utilizando el método EMDR, así como en trastornos de la alimentación y en la psicología de la infertilidad. Recientemente, también he incorporado la arteterapia centrada en el trauma a mi práctica. Mi orientación es integradora, lo que significa que me adapto a las necesidades de cada persona, pareja o familia con flexibilidad, creatividad y una apertura constante.
Actualmente, en mi consulta privada, acompaño principalmente a adultos que han vivido traumas complejos o que atraviesan momentos delicados, como dificultades de adaptación, ansiedad, depresión, estrés postraumático o trastornos de somatización. Además de mi trabajo con adultos, también acompaño a niños y adolescentes y sus familias, ayudándolos a gestionar diversas problemáticas emocionales y relacionales. Trabajo con ellos para fomentar una comunicación más abierta y una mayor conexión emocional, proporcionando herramientas que les permitan superar dificultades y promover un ambiente familiar saludable y equilibrado.
En mi enfoque de terapia de pareja, me baso en la Terapia Focalizada en las Emociones (EFT) de Susan Johnson, que busca fortalecer los vínculos emocionales y promover la conexión entre los miembros de la pareja. A través de este enfoque, ayudo a los miembros de la pareja a reconocer y expresar sus emociones de manera segura, promoviendo un cambio profundo en la relación y facilitando la creación de un entorno afectivo más saludable.
Además, colaboro con dos clínicas internacionales de reproducción asistida, donde acompaño a las parejas a enfrentarse a los desafíos emocionales que surgen durante el tratamiento, como la ansiedad, la incertidumbre, el estrés y la presión que estos procesos pueden generar en la relación. También les ayudo a gestionar el duelo genético, que puede surgir cuando deben recurrir a técnicas como la donación de gametos o embriones, facilitando un espacio para que puedan procesar la pérdida de la herencia genética propia y acepten nuevas formas de construir su familia. Juntos, trabajamos en la aceptación de sus emociones y en cómo mantener una conexión emocional saludable durante estos momentos difíciles, ayudándolos a mejorar la comunicación, expresar sus sentimientos de manera honesta y a fortalecer su vínculo en medio de la adversidad. Además, también ofrezco apoyo en la gestión de otras problemáticas relacionales, como la expresión emocional o los desafíos relacionados con la separación.
En cuanto a la arteterapia, me inspiro en el enfoque de Cathy Malchiodi, quien la define como «una forma de psicoterapia que utiliza el proceso creativo para mejorar y fortalecer el bienestar físico, mental y emocional de las personas de todas las edades». La arteterapia no solo es una herramienta para la expresión artística, sino una vía para procesar y comunicar experiencias difíciles o emociones profundas que a menudo no pueden expresarse fácilmente con palabras. A pesar de lo que se pueda pensar, la arteterapia no es una terapia alternativa, sino un enfoque psicoterapéutico reconocido, respaldado por un cuerpo sólido de investigación, que se utiliza tanto en el diagnostico como en el tratamiento de trastornos mentales.
En mis sesiones de arteterapia, utilizo el arte como un medio para expresar y comunicar las experiencias y conflictos internos. El proceso creativo no solo fomenta el bienestar emocional y espiritual, sino que también es una herramienta poderosa para el autoconocimiento, la búsqueda de identidad y el empoderamiento personal. A medida que la persona se adentra en su potencial artístico, empieza a identificar y construir sus propios recursos internos, lo que facilita un camino hacia la libre expresión, tanto a nivel verbal como no verbal.
Las dificultades que trato en arteterapia son muy variadas: desde la falta de autonomía y autoestima, hasta problemas relacionales en el ámbito familiar o laboral, así como dificultades adaptativas en personas afectadas por enfermedades crónicas como el cáncer o el VIH, procesos de pérdida y duelo, trastornos de ansiedad, trastornos de la personalidad, adicciones, depresión y trastornos de la alimentación.
Para mí, lo más importante en cualquier proceso terapéutico es crear un espacio de confianza y seguridad, donde la relación con el terapeuta se convierta en una parte fundamental del proceso de sanación.
Creo profundamente en el poder de una presencia empática y cercana en el proceso de terapia. Como decía el psicólogo humanista Carl Rogers:
«La compañía gentil y sensible de una postura empática proporciona iluminación y curación. En tales situaciones, la comprensión profunda es el regalo más precioso que se puede dar a otro.»