Llevo un tiempo que me siento sin ganas de nada, muy cansada todo el día, me cuesta coger el sueño y

Hola. Los síntomas que relatas corresponden a los post síntomas de víctimas del maltrato. Tal vez te convendría asistir a un Centro de violencia de género. Primero despejar que las sospechas que tienes se alejen de la realidad, pero si todavía estás en un contexto de riesgo, hará falta proceder con un protocolo realista.
Si ya toca pasar página ( en lo posible), tienes que alegrarte de tener una familia que te quiere y protege y tu hijo espera que seas lo más feliz posible. Oblígate a hacer algo que te gusta, que alguien te acompañe a caminar, ir a la montaña, respirar. Seguramente, sola no vas a poder, pero seguro encontrar amiga/o , vecinos, familiar que te acompañe de momento en tus salidas al aire libre. Las secuelas supongo de lo que has vivido son muy duras pero si estás a salvo, vas a tener que recuperar tu normalidad. Si puedes tener una trabajo y mantenerlo, sería estupendo. Animosl

Hola.
Creo que estas pasando por un trastorno ansioso depresivo y que es hora de actuar para que tu calidad de vida no se deteriore más. Es un estado del que puedes salir a veces solo con intervenciones psicoterapéuticas y a veces también con apoyo suave de alguna medicación.
Habría que evaluarlo. Lo que es seguro que con un proceso terapéutico preciso puedes salir de este túnel.
Mi especialidad son los trastornos depresivos con ansiedad. A tu disposición estoy.
Gracias.

Lo que estás viviendo parece ser una combinación de síntomas de ansiedad, depresión y posiblemente estrés postraumático. Tus dificultades para dormir, el cansancio constante, la evitación de ciertos lugares y el miedo a que tu exmarido se entere de lo que haces sugieren que sigues sintiendo su control de alguna manera, aunque ya no esté físicamente presente.

Desde una perspectiva constructivista, el significado que le das a tu experiencia es clave. No es solo que tengas miedo de encontrarte con él, sino que tu mente y cuerpo siguen reaccionando como si él aún tuviera poder sobre ti. Esto es comprensible después de una relación en la que sufriste daño, pero ahora tu desafío es reconstruir una sensación de seguridad que no dependa de su presencia o ausencia.

El aislamiento social también es una señal importante. Puede que, después de todo lo vivido, hayas aprendido a protegerte evitando el contacto con los demás, especialmente con los hombres. Sin embargo, esto también refuerza la idea de que el mundo no es un lugar seguro. Volver a conectar con personas que te transmitan confianza (aunque sea poco a poco) podría ayudarte a salir de ese estado de retraimiento.

También es fundamental que puedas trabajar en pequeños actos de autonomía. No se trata de hacer grandes cambios de golpe, sino de recuperar la sensación de que tienes derecho a decidir sobre tu vida sin miedo a represalias. Puede ser empezar con algo tan simple como cambiar tu rutina de una forma que él no influya: leer algo nuevo, tomar una ruta diferente, hacer ejercicio en casa, lo que sea que te recuerde que tienes control sobre tu presente.

Si este malestar persiste, considerar apoyo terapéutico especializado en trauma sería un paso importante. No porque estés "rota" o "débil", sino porque mereces vivir sin el peso de su sombra en cada paso que das.

Es completamente comprensible que te sientas así después de todo lo que has vivido, pero quiero que recuerdes algo: tu exmarido ya no tiene poder sobre ti, aunque el miedo aún te lo haga sentir. Poco a poco, puedes ir recuperando tu vida sin que él dicte lo que haces o dejas de hacer. No tienes que enfrentarlo todo de golpe, pero sí dar pequeños pasos, como pedir ayuda profesional, rodearte de personas que te apoyen y permitirte momentos de calma y autocuidado. No estás sola, mereces sentirte segura y libre, y aunque ahora parezca difícil, con ayuda y paciencia puedes lograrlo. Espero haberte ayudado ¡un saludo!

Gracias por compartir tu experiencia con tanta sinceridad. Lo que estás atravesando no es fácil, y ya el hecho de ponerlo en palabras es un paso muy valiente.

Por todo lo que describes —el cansancio constante, el insomnio con pesadillas, el aislamiento, el llanto, el miedo persistente, las palpitaciones, la inseguridad frente a los hombres y el temor a que tu exmarido se entere de tus decisiones— parece que estás viviendo las secuelas de una relación muy dolorosa y posiblemente traumática. No estás sola en esto: muchas personas que han pasado por experiencias similares desarrollan síntomas compatibles con un trastorno de estrés postraumático (TEPT) o un cuadro depresivo, entre otros.

Cuidas a diario de tu hijo, que también necesita mucha atención, y eso te pone aún más presión, especialmente si te estás sosteniendo tú sola. Pero tú también necesitas y mereces cuidado.

Te animo de corazón a que busques apoyo psicológico especializado. Hay salida, y con acompañamiento puedes recuperar la seguridad, la fuerza y las ganas de volver a vivir para ti. Si sientes que podría ayudarte, estaré encantada de acompañarte en este proceso. Puedes contactarme directamente desde mi perfil.

Debes estar atravesando un momento muy difícil, ya que por lo que cuentas la relación con tu ex pareja fue traumática y todavía no has superado el daño que te hizo.

Es normal que sientas miedo a encontrártele y que te haga daño si fue una relación en la que te agredió de diversas maneras y te sentiste indefensa ante ello. Por ello temes que se vuelva a reproducir la situación si os encontráis.

Por lo que comentas, fuiste muy valiente y conseguiste salir de la relación, pero el miedo a sufrir una agresión o ataque por su parte sigue: has de saber que el miedo es una emoción protectora, porque nos ayuda a identificar cuando algo es peligroso y nos invita a ponernos a salvo, a huir, o si tenemos fuerzas, a luchar. Ese miedo seguramente fue el que te ayudó a movilizarte y salir de la situación.

Sin embargo, para que el miedo no te paralice, y no bloquee tu avance, es necesario que puedas trabajar en ti, reconocer y potenciar tus fortalezas, e identificar qué inseguridades o miedos específicos son los que aparecen y te atenazan.

 Tras una relación traumática también es aconsejable trabajar mucho en la autoestima, plantear cómo reconstruir la vida y darle un nuevo sentido.  

Si en este momento sientes que todo es una carga demasiado pesada, y no sabes por dónde empezar el cambio que necesites, sería muy recomendable que puedas apoyarte en la ayuda de un profesional que te ayude con la gestión de la ansiedad, el estado de ánimo y la autoestima. La terapia cognitivo-conductual tiene un gran aval científico para intervenir con éxito en este tipo de problemas.

Si lo deseas puedes consultar mi perfil y solicitar una primera visita. 

Buen día,
Lo que estás viviendo suena doloroso. Dadas a las experiencias pasadas que mencionas, noto que tu mundo se ha reducido a lo esencial, y eso puede hacer que el malestar se sienta aún más asfixiante. No es algo que puedas ni debas afrontar sola. ¿Has considerado buscar apoyo psicológico? Podría ayudarte a recuperar poco a poco tu sensación de seguridad y autonomía. Entiendo que sientas que ahora mismo dar ese paso es demasiado pero te animo a que lo intentes.

Hola estas teniendo una respuesta de miedo, post una relacion que al parecer fue agresiva. Primero, debes tener protección legal y policial si esta persona te esta causando problemas. Luego una terapia de repararación del trauma causado por esta relación.

Hola, siento mucho que estés atravesando esta situación. Por lo que explicas, parecen consecuencias de haber estado expuestos a un maltrato continuado. Salir de una relación de violencia no es nada fácil, así que enhorabuena por haberlo conseguido. Sin embargo, el fin de la convivencia no implica el fin del maltrato, porque como cuentas, aún condiciona lo que haces. Te aconsejo que busques ayuda profesional, por ejemplo, todas las comunidades tienen recursos gratuitos para víctimas de violencia de género. Mucha fuerza y ánimo, he visto a muchas mujeres y menores pasar de supervivientes a vivientes, recuperar tu bienestar y el de tu hijo es posible. Un abrazo enorme.

Siento mucho que estés pasando por esto. Todo lo que describes—el agotamiento, el miedo, la ansiedad, el aislamiento—son señales de que tu cuerpo y tu mente siguen en estado de alerta, como si de alguna manera todavía estuvieras protegiéndote de lo que viviste. No es extraño que después de una relación dañina sigan quedando secuelas, especialmente si hubo maltrato.

Es importante que no tengas que enfrentarlo sola. Aunque ahora no sientas ganas de hablar con nadie más allá de tu familia, contar con apoyo puede marcar una gran diferencia. Un profesional podría ayudarte a recuperar poco a poco tu sensación de seguridad, a manejar los miedos y a salir de ese estado de alerta constante. Lo que viviste no fue justo, y no tienes que seguir cargando con las consecuencias en silencio.

Dar el primer paso puede ser difícil, pero incluso pequeñas acciones (como hablar con alguien de confianza o buscar información sobre apoyo psicológico) pueden ayudarte a empezar a salir de este ciclo. No mereces vivir con miedo.

Hola, Lo que describes es una carga emocional inmensa, que combina el miedo, el estrés, la ansiedad, las secuelas de una relación traumática, y la responsabilidad de ser madre en circunstancias difíciles. Te recomendaría iniciar un proceso de terapia en el que priorices tu bienestar y trabajes todos esos eventos que te hicieron daño y pueden estar interfiriendo a día de hoy. Un abrazo.

Hola, gracias por abrirte y compartir cómo te sientes. Lo que describes refleja un gran nivel de sufrimiento y agotamiento, y entiendo lo difícil que debe ser para ti sostener el día a día con tantas cargas emocionales, además de cuidar a tu hijo. Los síntomas que mencionas —el cansancio, la falta de ganas, las pesadillas, el miedo, la inseguridad y las palpitaciones— pueden estar muy relacionados con experiencias traumáticas previas y con la huella que estas dejan en el cuerpo y en la mente.

No estás exagerando: lo que te ocurre tiene sentido si has vivido situaciones dolorosas y en la que no hayas sido tratada con el cariño y respeto que mereces. En estos casos, la terapia psicológica puede ser de gran ayuda, tanto para trabajar el trauma como para recuperar tu seguridad, tu confianza y tu bienestar emocional.

Dar este paso no significa que tengas que enfrentarte sola a todo lo que has vivido, sino que tendrás un espacio seguro en el que ser escuchada, comprendida y acompañada con respeto y sensibilidad.

Un abrazo y mucha fuerza para tu proceso,

Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807