Artículos 18 diciembre 2023

Obesidad infantil: síntomas, tratamiento y prevención

María del Mar Silva Rivera Dietista Nutricionista
María del Mar Silva Rivera
Dietista Nutricionista

El estudio ALADINO en el año 2019 indicó que las cifras de obesidad infantil se elevaban al 17,3% y que el 23,3% de los niños de entre 6 y 9 años presentaban sobrepeso. Esto afecta, por tanto, a más del 40% de los niños españoles.

A pesar de que la tendencia desde el 2011 es descendente, lo cierto es que los datos muestran que ya desde 2015 la caída en los porcentajes parece haberse estabilizado, lo que indica que existe una alta probabilidad de que se den la vuelta, volviendo a una situación de incremento en la incidencia de sobrepeso y obesidad infantil.

Qué es la obesidad infantil

Se trata de un aumento de la adiposidad corporal del niño, diagnosticado en base a su peso, talla, IMC y comparando con las curvas de percentiles y Z-score proporcionadas por la OMS 2006-2007.

La importancia de la obesidad infantil radica en que tiene asociada una mayor probabilidad de obesidad (80%), cáncer y discapacidad y muerte prematura en la edad adulta.

Síntomas de la obesidad infantil

Utilizando las tablas, podemos determinar si un niño se encuentra dentro de los valores adecuados a su sexo y edad.

Dentro de esto, se considera muy importante determinar el índice cintura/talla y el perímetro de cintura ya que se considera más peligrosa la obesidad central. Además, se acompaña de la realización de cuestionarios de calidad de alimentación, actividad física y calidad del sueño de los niños.

En casos más avanzados, el niño puede presentar alteraciones en:

  • Analíticas de colesterol.
  • Hipertensión arterial.
  • Hipertrofia ventricular izquierda.
  • Resistencia a la insulina.
  • Problemas psicológicos entre otros y, además, en el caso de las niñas, síndrome de ovario poliquístico.

Causas de la obesidad infantil

Las causas son muy variadas:

  • Sedentarismo.
  • Malos hábitos alimentarios con el abuso de alimentos ultraprocesados (pizzas, hamburguesas, falta de vegetales en las comidas, snacks tipos patatas fritas y otros y consumo excesivo de dulces y bollería, incluida la bollería casera).
  • Alteraciones en los hábitos de sueño.
  • Uso excesivo de aparatos electrónicos…
  • Existen causas genéticas, pero los genes no son determinantes, sino que es más importante el medio ambiente (alimentación, ejercicio, sueño).
  • En cuanto al sexo, el masculino presenta un mayor riesgo que el femenino para desarrollar obesidad o sobrepeso.
  • Por último, el nivel socioeconómico también es importante, bien por nivel educativo bajo, factores de vulnerabilidad o ser migrantes son factores independientes de estas patologías.
niña pelo largo donut manos Lo que se aconseja, a nivel nutricional, es limitar la ingesta de alimentos no saludables de forma habitual.

Cómo prevenir la obesidad infantil

Para prevenir la obesidad infantil debemos investigar las causas de la misma. Es necesario intervenir en todas aquellas que se detecten y que puedan estar causando la obesidad en el niño.

Factores ambientales

  • Parece de perogrullo, porque estamos acostumbrados a ver niños corriendo, jugando… pero en el caso de un niño con sobrepeso u obesidad probablemente necesite mucho más movimiento.
  • Limitar el uso de pantallas a algunas horas los fines de semana, no “aparcar” al niño delante del videojuego para poder hacer las tareas o para que no moleste, es uno de los fundamentos del tratamiento de la obesidad. Así, probablemente necesitemos hacer más actividades en exterior con ellos y repartir las tareas de casa de forma que se pueda adecuar el tiempo de tareas y el de esparcimiento activo.
  • En cuanto a la alimentación, no se aconseja poner a los niños “a dieta”. Y esto es por varias razones, entre las que se encuentran el desarrollo de aversiones a los alimentos saludables, una mayor afición a los alimentos prohibidos o incluso la aparición de trastornos del comportamiento alimentario (anorexia, bulimia…) a medio-largo plazo como consecuencia de la presión sobre los niños.
  • Además, limitar la ingesta calórica podrá, tal y como indica la evidencia, producir alteraciones en el crecimiento o la aparición de deficiencias calórico-proteicas que pueden producir otras patologías, como las que afectan al sistema óseo que se trasladarían a la persona cuando ésta fuera adulta.
  • Lo que se aconseja, a nivel nutricional, es limitar la ingesta de alimentos no saludables de forma habitual. Esto no quiere decir que el niño no pueda nunca comer un dulce o un trozo de pizza. Esto significa que hay que enseñarle que hay momentos en los cuales es aceptable el consumo de estos alimentos y otros momentos en los que no. Por ejemplo, el cumpleaños de un amiguito es un momento para comer un trozo de pastel, pero a diario, si a uno le apetece dulce, se tiene que escoger una pieza de fruta.
  • Con respecto a que si al niño no le gusta la verdura, podemos presentársela de distintas formas y, muy importante, si no hay costumbre en casa para comer verdura y los adultos no la comen, el niño tampoco la comerá. Los niños aprenden a comer por imitación. Por tanto, es muy importante que todos en casa coman de forma correcta, porque no podemos estar nosotros comiendo patatas fritas y decirle al niño que él no puede, que le toca comerse un yogur.

Factores socioeconómicos

Esto le corresponde a la sociedad en su conjunto. Se puede participar en proyectos de educación nutricional, explicar en las escuelas qué es la nutrición y cómo se debe comer. En el caso de familias desestructuradas, ofrecer ayuda, becas de comida… hay muchas maneras de actuar a este nivel.

Ejercicio y sueño

Son las otras dos patas de la salud y la buena composición corporal. Nos debemos asegurar de que los niños sean activos y duerman lo que necesitan. Esto incluye las épocas en las que se suele alterar el sueño como es el verano. Los niños necesitan dormir y no tiene sentido que estén por ahí a las tantas de la noche. Si se acuestan tarde se levantarán tarde y eso hará que sus horarios a lo largo del día estén alterados: comerán tarde o no desayunarán, sus biorritmos tendrán cambios que luego serán difíciles de revertir cuando tengan que incorporarse al colegio en septiembre.

El niño es el proyecto del adulto que será en el mañana. Como padres, somos responsables del bienestar del niño y de su salud, por lo que si tenemos un niño con obesidad/sobrepeso es importante resolverlo cuanto antes.

Si queremos que nuestros hijos sean adultos saludables y evitarles enfermedades serias cuando sean mayores, debemos asegurarnos de que en la infancia estén bien cuidados. Su alimentación, el sueño y el ejercicio son las tres patas en las que se basará la salud del adulto del futuro.

Por último, si queremos tener niños sanos, la casa es el primer lugar donde se tienen que poner en marcha los buenos hábitos y eso significa que todos debemos cuidar nuestra alimentación, hacer ejercicio y dormir las horas necesarias. Esto hará que al niño no le resulte tan difícil hacerlo también. Puedes hablar con un nutricionista si tienes alguna duda.

Referencias

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