Artículos 17 octubre 2023

Operación de desprendimiento de retina: todo lo que necesitas saber

Adrián Hernández Martínez Oftalmólogo
Adrián Hernández Martínez
Oftalmólogo

La retina es la capa más interna de la parte posterior del ojo. El ojo es una estructura hueca con dos partes bien diferenciadas (el segmento anterior y el posterior). El segmento anterior tiene la función de recoger la luz que nos llega del exterior (las imágenes que vemos), ajustar la luminosidad necesaria a través del iris y enfocarlas en el plano correcto de la retina (mediante la córnea y el cristalino).

El segmento posterior del ojo es una cavidad hueca rellena por un gel transparente llamado vítreo y tapizando el interior de esta cavidad se encuentra la retina, que se trata de un tejido nervioso encargado de captar la luz que le llega enfocada y transmitirla en forma de señal nerviosa al cerebro que la analiza y forma la imagen que vemos.

La retina la podemos dividir en dos áreas principales, la central llamada mácula, encargada de la visión central, la visión fina con los detalles y los colores, y por otro lado la retina periférica, encargada del campo visual más periférico, ayudando mucho en la visión nocturna. La parte más externa de esta retina periférica no tiene función visual o influye muy poco.

Qué es el desprendimiento de retina

El desprendimiento de retina consiste en la separación de ésta de las capas subyacentes a las que está adherida, con la consiguiente pérdida de su función y por tanto de la visión. Las causas son múltiples pero la más frecuente es una rotura en la retina periférica provocada por la tracción ejercida por el vítreo cuando se desprende de forma aguda.

El desprendimiento agudo del vítreo es un proceso muy frecuente que provoca la aparición brusca de múltiples manchas flotantes (miodesopsias) así como puntos luminosos o flashes (fosfenos). En la mayoría de las ocasiones, el desprendimiento agudo de vítreo no produce daños en la retina y no precisa tratamiento, pero ante estos síntomas agudos es necesaria la exploración del fondo de ojo por parte de un oftalmólogo para descartarlos.

Hay que diferenciar este proceso agudo de la presencia habitual de algunas miodesopsias, también muy frecuentes, que están siempre presentes en el campo visual, aunque solo se perciben en condiciones de luz y fondo que haga contraste, ya que realmente son sombras provocadas por depósitos en el gel vítreo. Estas miodesopsias presentes de forma habitual no suponen un síntoma de alarma salvo que se produzca un cambio agudo o un aumento significativo de las mismas.

La consecuencia inmediata del desprendimiento de retina es la pérdida de visión del área afectada, y si no es tratado, suele evolucionar hasta hacerse completo con la pérdida total de visión. Cuando la retina está desprendida sus células se van dañando progresivamente hasta hacerse irreversible. Por ello es muy importante la detección precoz del desprendimiento de retina y operarlo lo antes posible. Lo ideal es detectar la rotura de la retina antes de que ésta se desprenda, procediendo a su sellado mediante láser y deteniendo así su evolución.

Cómo es una operación de desprendimiento de retina

Antes y durante

Cuando la retina ya está desprendida, la única solución es la cirugía. Es importante intervenirlo antes de que afecte a la mácula (área de visión central de la retina) y si ésta está desprendida, intervenirlo en el menor tiempo posible, a partir de la semana de evolución, las posibilidades de mejoría visual van disminuyendo progresivamente.

Tipos de cirugía

En cuanto a la cirugía, hay dos tipos fundamentales:

Cirugía escleral

Consiste en suturar un implante bajo la conjuntiva que produzca una indentación en el ojo, apretando así la retina y favoreciendo su curación. Este procedimiento se asocia al sellado con láser o frío de la rotura retiniana y la introducción de un gas expansivo que comprime la retina desde dentro y favorece su reaplicación.

Vitrectomía

Se trata de una cirugía intraocular mediante la cual se elimina el gel vítreo, se reaplica la retina desde dentro y se sella la rotura con láser. Esta cirugía se realiza habitualmente bajo anestesia local y sedación, en algunas ocasiones bajo anestesia general, y de forma ambulatoria.

El acceso al interior del ojo se realiza mediante 3 pequeñas incisiones de apenas 1 milímetro, a través de los cuales se introducen los instrumentos para realizar las maniobras intraoculares. Estas incisiones no siempre precisan de puntos de sutura ya que pueden autosellarse al ser muy pequeñas, aunque en el caso del desprendimiento de retina lo habitual es suturarlas.

Al finalizar la cirugía se deja el ojo relleno de un tamponador que mantenga aplicada la retina mientras cicatriza y se sella de forma permanente. Este tamponador suele ser un gas expansible que se va reabsorbiendo poco a poco, durando entre 3 y 6 semanas, según el tipo y concentración. En casos complicados en los que se sospeche que ese tiempo no es suficiente, se deja aceite de silicona, que hace el mismo efecto pero no se reabsorbe. Tendrá que ser extraído mediante una nueva cirugía cuando se estime oportuno, generalmente entre 2 y 4 meses después.

mujer camilla gorro azul retina operacion La visión final que se alcance dependerá de muchos factores como la gravedad del desprendimiento de retina, el grado de afectación y daño macular.

Preguntas frecuentes

Cómo es el postoperatorio de una operación de desprendimiento de retina

Cuando se utiliza gas como tamponador, lo más habitual en la cirugía de desprendimiento de retina, será necesario un tratamiento postural tras la misma. Este gas tiende a subir, por lo que se le pedirá al paciente que mantenga una postura determinada durante unos días, para que la presión del gas al subir la ejerza sobre la zona que nos interese, generalmente boca abajo para presionar la mácula durante los 2 o 3 primeros días y después en alguna otra postura en función de la localización de la rotura periférica de la retina, durante otros 4 o 5 días.

Tras este tratamiento postural concreto podrá ponerse ya en cualquier posición excepto boca arriba mientras haya gas dentro del ojo, entre 4 y 6 semanas de media, para evitar la formación de catarata inducida por el gas, en el caso de que no esté operado aún de la misma.

Tras la cirugía será preciso realizar reposo absoluto durante una semana y relativo durante 1-2 meses, es decir, evitar esfuerzos y movimientos intensos, pero no se trata de una cirugía ni postoperatorio doloroso en la mayoría de los casos.

¿Es normal ver borroso tras una operación de desprendimiento de retina?

La visión estará muy reducida mientras haya gas dentro del ojo, y por otro lado, la recuperación de la visión en aquellos casos en los que la mácula haya estado afectada será lenta, generalmente sobre los 3 meses se alcanza la mayor parte de la visión que se vaya a recuperar, aunque hasta 6 o 12 meses después puede haber alguna mejoría más.

Uno de los principales problemas de esta cirugía es la posibilidad de recidiva del mismo cuando se reabsorbe el gas y la retina no ha cicatrizado bien o hay retracciones de la misma. Esto es más probable en aquellos desprendimientos graves por causas intrínsecas al ojo, como roturas grandes, algunas localizaciones como la retina inferior, en miopía magna, etc, o en aquellos de larga evolución.

La visión final que se alcance dependerá de muchos factores como la gravedad del desprendimiento de retina, el grado de afectación y daño macular y de factores propios de cada paciente, pero uno de los factores más determinantes será el tiempo que haya estado desprendida la mácula. A partir de los 7 días empeora significativamente el pronóstico visual.

Desde no recuperar nada de visión hasta recuperarla completamente, cualquier caso es posible, siendo lo más frecuente una recuperación importante de la visión pero no completamente.

Quizás lo más importante que se puede hacer es la prevención, acudiendo rápidamente al oftalmólogo si aparecen síntomas de alarma (aparición brusca de sombras o moscas volantes, destellos de luces o pérdida de visión).

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