Hola me gustaría hacer una pregunta, mi pareja y yo llevamos 4 años pero antes de estar juntos tuve
11
respuestas
Hola me gustaría hacer una pregunta, mi pareja y yo llevamos 4 años pero antes de estar juntos tuve un perro 12 años pero murió de repente, al mes de morir adopto a otro y hay viene mi preocupación no sale para nada si no es con el perro no se relaciona con nadie, si alguna vez se relaciona con alguien es porque tienen perros, no sale por no dejar al perro solo, no a educado bien al perro se porta fatal y no le riñe nunca.
Yo estoy preocupada porque no sé si está desarrollando algun tipo de obsesión o nose.
Algunas veces discutimos por el perro y el siempre siempre lo defiende.
Le he propuesto de pedir ayuda y que valla a terapia.
Que puedo hacer?
Yo estoy preocupada porque no sé si está desarrollando algun tipo de obsesión o nose.
Algunas veces discutimos por el perro y el siempre siempre lo defiende.
Le he propuesto de pedir ayuda y que valla a terapia.
Que puedo hacer?
Hola, gracias por tu consulta. Parece que hay una pregunta latente en ti: ¿qué le ocurre a mi pareja? Antes de proponerle ir a terapia es necesario que tú y, sobre todo, él sepáis qué está ocurriendo en su vida. Si se está cerrando a la vida poco a poco, ésa es la clave. El perro puede estar sirviendo de apoyo o de distracción evitativa, pero lo fundamental es saber si hay algo que está provocando que tu pareja no se relacione relacione o casi no salga. Hablar entre vosotros de manera abierta, con una comunicación empática y sana es el paso fundamental para ir abordando el tema. Quizá en este primer momento sea más preciso que tú vayas a terapia para ordenar un poco las ideas y ver cómo afrontar esta conversación. Ánimo
Hola, entiendo que esta situación es muy dolorosa y confusa para ti. Lo que planteas es muy comprensible. Es normal que ante una situación así sientas frustración. La actitud y emociones de otras personas es algo que no depende de nosotros y que no podemos controlar. No tengo conocimiento del contexto que rodea a tu pareja, pero es posible que no se encuentre bien y necesite ese espacio para escucharse así mismo o para encontrarse mejor. Entiendo que te resulte complicado ver que la persona que quieres no sale, no se relaciona y prioriza a su perro continuamente.
Una forma de ayudarlo, seria facilitarle esa introspección: dar espacio, mostrar tu disposición a hablar de como se siente, preguntar si necesita algo de ti, pero sin insistir demasiado; De esta forma se sentirá comprendido y es muy posible que lo comparta contigo y juntos busquéis la solución. Está bien que le muestres la posibilidad de ir a terapia como una opción, sin presionar. Además es importante que puedas expresarle como te sientes tu ante esta situación ya que el ver que no puedes ayudarlo puede hacer que te sientas muy frustrada e indefensa y no se estén cubriendo tus necesidades en la relación.
Una forma de ayudarlo, seria facilitarle esa introspección: dar espacio, mostrar tu disposición a hablar de como se siente, preguntar si necesita algo de ti, pero sin insistir demasiado; De esta forma se sentirá comprendido y es muy posible que lo comparta contigo y juntos busquéis la solución. Está bien que le muestres la posibilidad de ir a terapia como una opción, sin presionar. Además es importante que puedas expresarle como te sientes tu ante esta situación ya que el ver que no puedes ayudarlo puede hacer que te sientas muy frustrada e indefensa y no se estén cubriendo tus necesidades en la relación.
Hola. Lo que cuentas es totalmente comprensible. Tú tuviste tu perro durante 12 años, y ahora lo que te preocupa no es tu duelo, sino que tu pareja actual ha adoptado un perro y se ha vuelto excesivamente dependiente de él.
Que no quiera separarse del perro, que solo salga si lo lleva, que se aísle socialmente y que lo defienda siempre aunque se porte mal, son señales de que el perro está funcionando como refugio emocional para él.
Esto puede deberse a:
• Falta de habilidades sociales o ansiedad.
• Necesidad de controlar algo seguro.
• Miedo a la soledad o a separarse del perro.
• Carencias afectivas que vuelca en el animal.
No significa que esté “obsesionado”, pero sí que la relación con el perro está sustituyendo otras áreas de su vida, y eso sí es preocupante.
¿Qué puedes hacer?
• Hablarle desde la preocupación, no desde la crítica:
“Me preocupa que dependas tanto del perro que estés dejando de lado tu vida, tus relaciones y nuestra relación.”
• Dejar claro que el perro no es el problema, sino la falta de equilibrio.
• Insistir en la idea de pedir ayuda profesional para trabajar la ansiedad, el aislamiento y poner límites sanos al vínculo con el perro.
Si él no quiere acudir a terapia, tú también puedes recibir orientación para manejar esta situación sin que te desgaste.
Si quieres, puedo ayudarte a prepararlo mejor o acompañarte en cómo hablarlo. También puedes pedir una cita online conmigo si deseas profundizar.
Que no quiera separarse del perro, que solo salga si lo lleva, que se aísle socialmente y que lo defienda siempre aunque se porte mal, son señales de que el perro está funcionando como refugio emocional para él.
Esto puede deberse a:
• Falta de habilidades sociales o ansiedad.
• Necesidad de controlar algo seguro.
• Miedo a la soledad o a separarse del perro.
• Carencias afectivas que vuelca en el animal.
No significa que esté “obsesionado”, pero sí que la relación con el perro está sustituyendo otras áreas de su vida, y eso sí es preocupante.
¿Qué puedes hacer?
• Hablarle desde la preocupación, no desde la crítica:
“Me preocupa que dependas tanto del perro que estés dejando de lado tu vida, tus relaciones y nuestra relación.”
• Dejar claro que el perro no es el problema, sino la falta de equilibrio.
• Insistir en la idea de pedir ayuda profesional para trabajar la ansiedad, el aislamiento y poner límites sanos al vínculo con el perro.
Si él no quiere acudir a terapia, tú también puedes recibir orientación para manejar esta situación sin que te desgaste.
Si quieres, puedo ayudarte a prepararlo mejor o acompañarte en cómo hablarlo. También puedes pedir una cita online conmigo si deseas profundizar.
Gracias por compartir lo que estás viviendo. Entiendo que esta situación te genere preocupación, porque no solo afecta a vuestra relación sino también al bienestar de tu pareja y del propio perro.
Cuando una persona pierde a un animal con el que tenía un fuerte vínculo, es habitual que aparezcan procesos de duelo complicados. A veces, después de una pérdida tan intensa, el nuevo animal se convierte en una especie de “refugio emocional”. Buscar su compañía constantemente o evitar separarse de él puede ser una forma de manejar la ansiedad o el miedo a otra pérdida. Esto no significa necesariamente que haya un problema grave, pero sí puede indicar que la persona está utilizando la relación con el perro para regular emociones difíciles.
Algunas de las cosas que comentas —no salir sin el perro, evitar relacionarse con otras personas, dificultades para poner límites al animal, discusiones frecuentes por este tema— pueden ser señales de que tu pareja necesita apoyo para entender lo que le está pasando y encontrar un equilibrio más sano.
Lo importante aquí es que tú ya has dado un paso clave: hablarlo y proponer ayuda. Puedes seguir acompañándolo desde un lugar respetuoso, por ejemplo:
Expresando cómo te sientes tú, sin juzgarle, validando su vínculo con el perro e invitándolo a explorar lo que hay detrás. Recordándole que ir a terapia no significa que esté haciendo algo mal, sino que es una forma de cuidarse.
Tú, por tu parte, puedes marcar también tus propios límites en relación a la convivencia y a las discusiones sobre el perro. Es importante que cuides tu bienestar y que no cargues tú sola con la responsabilidad del cambio.
Cuando una persona pierde a un animal con el que tenía un fuerte vínculo, es habitual que aparezcan procesos de duelo complicados. A veces, después de una pérdida tan intensa, el nuevo animal se convierte en una especie de “refugio emocional”. Buscar su compañía constantemente o evitar separarse de él puede ser una forma de manejar la ansiedad o el miedo a otra pérdida. Esto no significa necesariamente que haya un problema grave, pero sí puede indicar que la persona está utilizando la relación con el perro para regular emociones difíciles.
Algunas de las cosas que comentas —no salir sin el perro, evitar relacionarse con otras personas, dificultades para poner límites al animal, discusiones frecuentes por este tema— pueden ser señales de que tu pareja necesita apoyo para entender lo que le está pasando y encontrar un equilibrio más sano.
Lo importante aquí es que tú ya has dado un paso clave: hablarlo y proponer ayuda. Puedes seguir acompañándolo desde un lugar respetuoso, por ejemplo:
Expresando cómo te sientes tú, sin juzgarle, validando su vínculo con el perro e invitándolo a explorar lo que hay detrás. Recordándole que ir a terapia no significa que esté haciendo algo mal, sino que es una forma de cuidarse.
Tú, por tu parte, puedes marcar también tus propios límites en relación a la convivencia y a las discusiones sobre el perro. Es importante que cuides tu bienestar y que no cargues tú sola con la responsabilidad del cambio.
Hola. Sería interesante preguntar si para él esto se ha convertido en un problema. Por lo que dices, a tí te perjudica. Quizás sería bueno hacerle saber si está afectando a la relación. Pero él debería poder escuchar lo que sientes para intentar llegar a acuerdos consensuados.
Yo intentaría vendérselo desde la posición de que vais a hacer algo para mejorar la calidad del vida del perro. Un perro bien educado es menos nervioso y sufre menos
Hola, tu preocupación es perfectamente entendible.
Para poder comprender mejor lo que está pasando, me gustaría preguntarte si has notado un cambio significativo en él en estos últimos cuatro años y cómo era antes, tanto a nivel emocional como en su manera de relacionarse. A veces la forma en la que una persona se vincula con su mascota puede estar conectada con experiencias previas de pérdida o con momentos difíciles que han marcado su vida.
También sería importante saber cómo es la comunicación entre vosotros:
¿Podéis expresaros con calma, desde la amabilidad, la curiosidad y la comprensión? ¿O suele ser complicado hablar de estos temas sin que aparezca tensión? Trabajar la comunicación es clave para que ambos podáis sentiros escuchados y entendidos.
Los animales, los perros en particular, representan algo muy importante para las personas especialmente sensibles y suelen convertirse en un apoyo muy profundo: acompañan, no juzgan y ofrecen una presencia constante. Esto no tiene por qué ser negativo en sí mismo, pero cuando empieza a limitar la vida diaria o las relaciones, puede ser una señal de que la persona necesita apoyo.
La terapia podría darle un espacio seguro para entender mejor qué está ocurriendo, manejar la ansiedad por separarse del perro y fortalecer otras áreas de su vida.
Para poder comprender mejor lo que está pasando, me gustaría preguntarte si has notado un cambio significativo en él en estos últimos cuatro años y cómo era antes, tanto a nivel emocional como en su manera de relacionarse. A veces la forma en la que una persona se vincula con su mascota puede estar conectada con experiencias previas de pérdida o con momentos difíciles que han marcado su vida.
También sería importante saber cómo es la comunicación entre vosotros:
¿Podéis expresaros con calma, desde la amabilidad, la curiosidad y la comprensión? ¿O suele ser complicado hablar de estos temas sin que aparezca tensión? Trabajar la comunicación es clave para que ambos podáis sentiros escuchados y entendidos.
Los animales, los perros en particular, representan algo muy importante para las personas especialmente sensibles y suelen convertirse en un apoyo muy profundo: acompañan, no juzgan y ofrecen una presencia constante. Esto no tiene por qué ser negativo en sí mismo, pero cuando empieza a limitar la vida diaria o las relaciones, puede ser una señal de que la persona necesita apoyo.
La terapia podría darle un espacio seguro para entender mejor qué está ocurriendo, manejar la ansiedad por separarse del perro y fortalecer otras áreas de su vida.
Buenas noches. En primer lugar, me gustaría contextualizar un poco la respuesta que te voy a aportar. Cuando hablamos sobre problemas psicológicos, tenemos que analizar el contextos, la historia de vida del paciente y las variables que mantienen el problema. Siendo objetivos, es muy difícil discernir con exactitud qué es lo que le ocurre a tu pareja sin haber realizado previamente ningún tipo de entrevista evaluativa con él. Por eso, la respuesta que te voy a dar a continuación es meramente una hipótesis (algo meramente teórico, recalco esto último para que no haya mal entendidos) y por ello debe de contrastarse mediante una rigurosa evaluación realizada por un profesional.
Por lo que comentas, tu pareja muestra un patrón conductual que puede estar relacionado con el perro, pero no necesariamente eso lo convierte en una "obsesión" en sí misma, sino más bien porque el perro puede haberse convertido en una forma de regular sus emociones después de la pérdida del anterior. Cuando una persona pasa por un duelo tan intenso, es frecuente que puedan aparecer conductas como: no separarse del nuevo animal, evitar salir sin él o reducir mucho las relaciones sociales. Podría ser un modo de evitar el malestar, aunque a largo pueda que le limite en su vida diaria.
Además, es posible que sin darse cuenta, tu pareja esté reforzando ese patrón (si solo sale con el perro, evite malestar o ansiedad, etc; si no le riñe, puede estar evitando sentirse culpable; si discute contigo y defiende al perro, puede estar evitando enfrentar a emociones más difíciles), puede que nada de esto lo haga "a proposito", simplemente puede que esté intentado enfrentar la perdida de su anterior perro de la mejor forma que puede.
Tu preocupación es completamente normal, porque estas conductas están empezando a afectar a la relación y a vuestra vida en común.
En estos casos suele ayudar:
- Validar la situación. Si él siente que "atacas al perro", es posible que tienda a cerrarse. Algo como "sé lo duro que fue perder a tu anterior perro, y entiendo que este perro es muy importante para ti".
- Hablar de cómo esta situación influye en ustedes. No se trata de recriminarle o atacarle con "lo que hace mal", si no de expresar asertivamente cómo esta situación esta influyendo en vuestras vidas. Eje: cuando no podemos hacer planes porque no quieres dejar al perro solo, yo me siento limitada y preocupada por ti y me gustaría que entre los pudieramos encontrar una solución para mejorar la situación.
- Proponer ayuda desde el bienestar, no desde la crítica. Eje: quizás podríamos pedir apoyo profesional para que tengas más libertad y estemos mejor en pareja.
Si ves que la situación empeora y comienzan a aparecer conductas que lo limiten aun más o en más áreas de su vida, sería aconsejable plantear buscar ayuda profesional.
Para finalizar, me gustaría volver a recalcar que todo lo que te he dicho es meramente orientativo y que en ningún caso tiene por qué corresponder con lo que le ocurre a su pareja con exactitud, para ello sería conveniente la realización de una entrevista evaluativa rigurosa y de manos de un profesional.
Espero haber podido ayudarte en algo y que todo vaya a mejor,
Un cordial saludo.
Por lo que comentas, tu pareja muestra un patrón conductual que puede estar relacionado con el perro, pero no necesariamente eso lo convierte en una "obsesión" en sí misma, sino más bien porque el perro puede haberse convertido en una forma de regular sus emociones después de la pérdida del anterior. Cuando una persona pasa por un duelo tan intenso, es frecuente que puedan aparecer conductas como: no separarse del nuevo animal, evitar salir sin él o reducir mucho las relaciones sociales. Podría ser un modo de evitar el malestar, aunque a largo pueda que le limite en su vida diaria.
Además, es posible que sin darse cuenta, tu pareja esté reforzando ese patrón (si solo sale con el perro, evite malestar o ansiedad, etc; si no le riñe, puede estar evitando sentirse culpable; si discute contigo y defiende al perro, puede estar evitando enfrentar a emociones más difíciles), puede que nada de esto lo haga "a proposito", simplemente puede que esté intentado enfrentar la perdida de su anterior perro de la mejor forma que puede.
Tu preocupación es completamente normal, porque estas conductas están empezando a afectar a la relación y a vuestra vida en común.
En estos casos suele ayudar:
- Validar la situación. Si él siente que "atacas al perro", es posible que tienda a cerrarse. Algo como "sé lo duro que fue perder a tu anterior perro, y entiendo que este perro es muy importante para ti".
- Hablar de cómo esta situación influye en ustedes. No se trata de recriminarle o atacarle con "lo que hace mal", si no de expresar asertivamente cómo esta situación esta influyendo en vuestras vidas. Eje: cuando no podemos hacer planes porque no quieres dejar al perro solo, yo me siento limitada y preocupada por ti y me gustaría que entre los pudieramos encontrar una solución para mejorar la situación.
- Proponer ayuda desde el bienestar, no desde la crítica. Eje: quizás podríamos pedir apoyo profesional para que tengas más libertad y estemos mejor en pareja.
Si ves que la situación empeora y comienzan a aparecer conductas que lo limiten aun más o en más áreas de su vida, sería aconsejable plantear buscar ayuda profesional.
Para finalizar, me gustaría volver a recalcar que todo lo que te he dicho es meramente orientativo y que en ningún caso tiene por qué corresponder con lo que le ocurre a su pareja con exactitud, para ello sería conveniente la realización de una entrevista evaluativa rigurosa y de manos de un profesional.
Espero haber podido ayudarte en algo y que todo vaya a mejor,
Un cordial saludo.
Gracias por compartir tu preocupación; lo que describes es más frecuente de lo que parece, especialmente cuando una persona ha vivido una pérdida emocional fuerte con un animal anterior. Es comprensible que, después de perder a su perro de 12 años, tu pareja haya creado un vínculo muy intenso con el nuevo perro, pero también es importante observar si ese vínculo está limitando su vida diaria o vuestra relación.
Algunas orientaciones que pueden ayudarte:
1. Diferenciar vínculo sano de dependencia.
Querer y cuidar a un animal es totalmente normal, pero cuando deja de salir solo, evita cualquier plan sin el perro o organiza su vida exclusivamente en torno a él, puede estar apareciendo una forma de dependencia o una respuesta emocional a la pérdida anterior.
2. Hablar desde la calma y la preocupación, no desde el reproche.
En vez de centrar la conversación en “el perro está mal educado”, es más útil expresarle cómo te afecta a ti: la falta de planes como pareja, las discusiones, o la sensación de que él se aísla.
3. Proponer pequeños cambios, no un cambio radical.
Por ejemplo: que deje al perro un rato en casa con entrenamiento progresivo, que haga actividades breves sin él, o que participe en pautas básicas de educación canina. A veces empezar por lo práctico reduce mucha tensión.
4. Tener en cuenta el duelo no resuelto.
Es posible que parte de su apego excesivo sea una forma de evitar volver a sentir la pérdida anterior. En estos casos, la terapia puede ayudarle a elaborar ese duelo y a recuperar equilibrio en su día a día.
Ofrecerle ayuda profesional como ya estás haciendo es un buen paso. Puedes planteárselo como una manera de mejorar su bienestar y la convivencia, no como un juicio hacia él.
Si necesitas orientación más personalizada, estaré encantada de ayudarte.
Algunas orientaciones que pueden ayudarte:
1. Diferenciar vínculo sano de dependencia.
Querer y cuidar a un animal es totalmente normal, pero cuando deja de salir solo, evita cualquier plan sin el perro o organiza su vida exclusivamente en torno a él, puede estar apareciendo una forma de dependencia o una respuesta emocional a la pérdida anterior.
2. Hablar desde la calma y la preocupación, no desde el reproche.
En vez de centrar la conversación en “el perro está mal educado”, es más útil expresarle cómo te afecta a ti: la falta de planes como pareja, las discusiones, o la sensación de que él se aísla.
3. Proponer pequeños cambios, no un cambio radical.
Por ejemplo: que deje al perro un rato en casa con entrenamiento progresivo, que haga actividades breves sin él, o que participe en pautas básicas de educación canina. A veces empezar por lo práctico reduce mucha tensión.
4. Tener en cuenta el duelo no resuelto.
Es posible que parte de su apego excesivo sea una forma de evitar volver a sentir la pérdida anterior. En estos casos, la terapia puede ayudarle a elaborar ese duelo y a recuperar equilibrio en su día a día.
Ofrecerle ayuda profesional como ya estás haciendo es un buen paso. Puedes planteárselo como una manera de mejorar su bienestar y la convivencia, no como un juicio hacia él.
Si necesitas orientación más personalizada, estaré encantada de ayudarte.
Entiendo perfectamente tu preocupación y el desgaste que esta dinámica está generando en vuestra relación. Clínicamente, lo que estás describiendo encaja con un cuadro de duelo no resuelto donde el perro actúa como un refugio emocional.
Al adoptar tan rápido (apenas un mes) tras una pérdida tan significativa (12 años de vínculo), tu pareja no se permitió procesar el vacío y el dolor. En su lugar, ha realizado un desplazamiento afectivo: ha volcado toda su angustia y su necesidad de seguridad en el nuevo animal. Por eso no le pone límites y lo sobreproteje; no es dejadez, es miedo. Tiene un apego ansioso y siente (inconscientemente) que si le riñe o se separa de él, el vínculo se romperá y volverá a sufrir una pérdida. El aislamiento social es su forma de proteger esa "burbuja" donde se siente seguro y no juzgado.
¿Cómo podemos ayudarle si rechaza la psicología tradicional?
Aquí es donde mi experiencia clínica puede ofrecerte una vía distinta. Como profesional que integra el perro dentro de la consulta, te confirmo que la Terapia Asistida con Animales sería la opción más efectiva para él.
Al haber un perro en sesión, o al enfocar la terapia en "mejorar el vínculo y el bienestar de su perro" (y no en "curarle" a él), sus defensas bajarán drásticamente. No sentirá que va al médico, sino a un espacio donde se habla su mismo idioma emocional. El perro actúa como coterapeuta y puente, permitiéndonos trabajar ese duelo congelado y la ansiedad social de una forma mucho menos invasiva y amenazante para él que la terapia verbal clásica.
Es una situación compleja, pero abordándola desde el vínculo que él más valora ahora mismo, tiene un pronóstico muy positivo. Un saludo.
Al adoptar tan rápido (apenas un mes) tras una pérdida tan significativa (12 años de vínculo), tu pareja no se permitió procesar el vacío y el dolor. En su lugar, ha realizado un desplazamiento afectivo: ha volcado toda su angustia y su necesidad de seguridad en el nuevo animal. Por eso no le pone límites y lo sobreproteje; no es dejadez, es miedo. Tiene un apego ansioso y siente (inconscientemente) que si le riñe o se separa de él, el vínculo se romperá y volverá a sufrir una pérdida. El aislamiento social es su forma de proteger esa "burbuja" donde se siente seguro y no juzgado.
¿Cómo podemos ayudarle si rechaza la psicología tradicional?
Aquí es donde mi experiencia clínica puede ofrecerte una vía distinta. Como profesional que integra el perro dentro de la consulta, te confirmo que la Terapia Asistida con Animales sería la opción más efectiva para él.
Al haber un perro en sesión, o al enfocar la terapia en "mejorar el vínculo y el bienestar de su perro" (y no en "curarle" a él), sus defensas bajarán drásticamente. No sentirá que va al médico, sino a un espacio donde se habla su mismo idioma emocional. El perro actúa como coterapeuta y puente, permitiéndonos trabajar ese duelo congelado y la ansiedad social de una forma mucho menos invasiva y amenazante para él que la terapia verbal clásica.
Es una situación compleja, pero abordándola desde el vínculo que él más valora ahora mismo, tiene un pronóstico muy positivo. Un saludo.
Hola, ciertamente parece que le sucede algo, y te sucede a ti que vives con él. parece oportuno que consulte al psicólogo.
¿No has encontrado la respuesta que necesitabas? ¡Envía tu pregunta!
¿Tu caso es similar? Estos profesionales pueden ayudarte:
Todos los contenidos publicados en Doctoralia, especialmente preguntas y respuestas, son de carácter informativo y en ningún caso deben considerarse un sustituto de un asesoramiento médico.