Hola soy un joven de 23 años, siempre me han llamado la atención los hombres pero de momento no he t

Hola, gracias por compartir tu experiencia con tanta honestidad. Lo que describes genera un nivel de sufrimiento muy alto y es comprensible que te sientas desbordado.

En muchos casos, después de vivir rechazo, miedo a expresarse y una represión emocional prolongada, la ansiedad puede empezar a manifestarse mediante pensamientos intrusivos sobre la identidad, una vigilancia constante de uno mismo y una sensación de pérdida de espontaneidad. Estos pensamientos no aparecen porque sean verdades ocultas, sino como intentos de la mente ansiosa de buscar certeza y control.

Las crisis, el miedo al espejo, a los pronombres, a hablar “en automático”, la comparación constante y la pérdida del disfrute suelen mantener un mismo ciclo: cuanto más se analiza o se intenta comprobar quién se es, más se activa la ansiedad. Esto no define a la persona, sino el estado emocional en el que se encuentra.

El hecho de que estos pensamientos se redujeran cuando bajó la ansiedad es una señal importante: cuando el sistema nervioso se regula, la duda pierde fuerza. Por eso, el trabajo terapéutico no se centra en responder a la duda, sino en comprender por qué aparece, cómo se mantiene y cómo recuperar la conexión con uno mismo sin miedo.

Desde un acompañamiento psicológico adecuado es posible reducir la ansiedad, disminuir la rumiación mental y recuperar la sensación de identidad y autenticidad, sin forzarse a aceptar etiquetas ni luchar contra los pensamientos.

Si sientes que esta situación te está superando, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Trabajar este tipo de malestar de forma adecuada puede marcar una diferencia importante en tu bienestar.

Hola, gracias por confiar y escribir. Lo que estás viviendo es muy angustiante y genera una sensación de pérdida de control que puede llegar a ser desesperante.

Es importante que sepas que la ansiedad puede volverse muy invasiva y centrarse justo en aquello que más miedo produce o más valor tiene para uno mismo. En esos casos, la mente genera dudas constantes, hipervigilancia y miedo a las propias reacciones, sin que eso signifique que exista una verdad oculta detrás de esos pensamientos. La ansiedad no busca coherencia, busca seguridad, y cuando no la encuentra, insiste.

Las experiencias de rechazo y la falta de un espacio seguro para expresarte pueden haber dejado una huella emocional que ahora se reactiva en forma de crisis. No es algo que se resuelva forzándote a aceptar nada ni analizándote sin descanso. Al contrario, cuanto más se intenta controlar o comprobar, más fuerza toma el malestar.

El hecho de que hayas mejorado con tratamiento indica que este sufrimiento es abordable y que puedes volver a sentirte tú mismo, pero para eso es importante hacerlo acompañado, con un trabajo terapéutico adecuado que te ayude a recuperar calma, confianza y espontaneidad.

Te recomiendo que cojas cita online para poder valorar tu situación con calma y acompañarte de manera profesional en este proceso.

Un saludo

Entiendo la angustia que describes y la confusión que generan esos pensamientos.

Es importante diferenciar entre la vivencia de la identidad y los síntomas de ansiedad que la acompañan.

Cuando aparecen crisis de pánico, miedo al espejo o dudas constantes, lo recomendable es un abordaje psicológico que ayude a reducir la ansiedad, ordenar las ideas y recuperar seguridad en tu forma de expresarte.

El tratamiento siempre debe ser individualizado y, en casos donde ya existe medicación, coordinado con el especialista médico.

Un psicólogo sanitario puede acompañarte en este proceso, ofreciéndote un espacio seguro para explorar tus dudas y trabajar en tu bienestar emocional.

Hola. Quizás estés atravesando una crisis de identidad, y en esa búsqueda de quién eres, también te replanteas tu atracción o deseo sexual. Tu mencionas por un lado cierta atracción por los hombres, pero ello entra en conflicto con la autoridad paterna o tus mandatos, y, automáticamente lo reprimes. Esa conflicto psíquico dispara emociones encontradas, pensamientos y temores. Será necesario trabajar en ello, para encontrar quién eres y que deseas.

Hola, entiendo tu sufrimiento. Tienes un conflicto interno y dudas sobre tu identidad. Eres muy joven y es habitual tener dudas, aunque en tu caso te está afectando mucho, llegando a tener esa ansiedad. Para "volver a ser tú" primero tienes que conocerte y aceptarte. Parece que hay sentimientos que tienes y/o dudas que temes tener por posibles consecuencias (papá?). Para poder estar bien con los demás primero tienes que estar bien contigo mismo. El conflicto que tienes puede ser entre lo que quieres ser y lo que crees que debes ser. Posiblemente tengas que experimentar para poder estar más seguro de lo que quieres. Vas a tener que llegar a acuerdos contigo mismo para poder reconciliar ambas partes. Para ello me parece imprescindible que tengas un acompañamiento profesional con un psicólogo que te ayude en este proceso.

Por lo que describes, el cuadro es compatible con un trastorno de ansiedad con pensamientos intrusivos de tipo obsesivo (TOC rumiativo), activado sobre un tema altamente sensible para ti (identidad/sexualidad) tras experiencias de rechazo y represión emocional, y no con una vivencia estructural de identidad de género; los pensamientos aparecen de forma brusca, son egodistónicos, generan pánico, hipervigilancia y conductas de comprobación (pronombres, voz, gestos, comparaciones), no producen alivio al “aceptarlos” y remitieron de manera significativa con fluoxetina, lo cual es un dato clínico clave; la ansiedad mantiene el bloqueo de la espontaneidad, la anhedonia y la sensación de “no ser uno mismo”, y hace que cualquier referencia identitaria actúe como disparador, por lo que el abordaje indicado es psicoterapia especializada en ansiedad/TOC (exposición sin comprobación, manejo de rumiación) y revisión psiquiátrica para valorar tratamiento farmacológico, sin necesidad de tomar decisiones identitarias mientras el sistema nervioso esté en alarma.

Hola. Lo que describís no define quién sos, describe un estado de ansiedad muy intenso que se enganchó a un tema muy sensible para vos.
El miedo a perder el amor del otro y la culpa a veces reaparecen transformados en pensamientos intrusivos, obsesivos.
Ésta experiencia no te representa. Mi recomendación es que no sigas solo con esto. No tenés que forzarte a aceptar nada. Al contrario ,cuanto más intentás resolver esto desde el pensamiento, más se intensifica el bucle. Hoy tu cuerpo y tu mente están pidiendo trabajar este conflicto interno. Un trabajo psicoterapéutico serio puede ayudarte a trabajar tus inseguridades, recuperar la calma y espontaneidad que te quita hoy la ansiedad . Saludos

Por lo que describes, el malestar parece estar ligado a un cuadro de ansiedad intensa, con pensamientos intrusivos y miedo que pueden generar una fuerte confusión sobre uno mismo. Este tipo de pensamientos no implican necesariamente una cuestión de identidad de género. El hecho de que mejoraran con medicación indica que la ansiedad juega un papel central. Un trabajo psicoterapéutico puede ayudarte a entender el origen de esta angustia y a recuperar la espontaneidad, sin forzarte a conclusiones. Tiene tratamiento.

Gracias por compartir tu experiencia. Lo que describes parece relacionado con ansiedad intensa y pensamientos intrusivos que generan miedo y confusión sobre tu identidad, pero estos pensamientos no cambian quién eres. La ansiedad puede hacer que te sientas inseguro, evites pronombres o espejos, y pierdas interés en tus actividades habituales. Es fundamental buscar apoyo profesional especializado, y en muchos casos la terapia cognitivo-conductual es muy eficaz, ya que ayuda a manejar los pensamientos intrusivos, reducir la ansiedad y recuperar la confianza en uno mismo. Con ayuda, puedes volver a sentirte tú mismo y recuperar la tranquilidad.

Saludos.

Pilar Rapela – psicóloga clínica, tu psicóloga amiga

Desde el análisis de conducta, lo que describes encaja con un ciclo de ansiedad y rumiación, no con una identidad que “deba descubrirse”. El pensamiento (“¿y si…?”) aparece de forma intrusiva, genera miedo intenso y activa conductas de comprobación (compararte, vigilar pronombres, evitar espejos, analizar gustos). A corto plazo esas conductas buscan alivio, pero a largo plazo mantienen la ansiedad.

El hecho de que con fluoxetina el pensamiento casi desapareciera y que no te imagines siendo mujer, sino que lo que predomina es el miedo y la urgencia por “volver a ser yo”, apunta a un problema de ansiedad con pensamientos obsesivos, no a una certeza identitaria. El miedo al pronombre, a “hablar automático” o a “que se note algo” es parte de la hipervigilancia: cuanto más intentas controlarlo, más se intensifica.

La intervención se centra en dejar de comprobar, tolerar la ansiedad sin responderle y recuperar conductas valiosas, no en debatir el contenido del pensamiento. Con tratamiento adecuado, este bucle se puede romper.

Si quieres, puedes escribirme y lo trabajamos paso a paso, con un enfoque claro y sin juicios.

Gracias por compartirlo. Por lo que describes, esto encaja mucho con ansiedad intensa y pensamientos obsesivos, no con una realidad sobre tu identidad.

La aparición brusca del pensamiento, el pánico, la rumiación constante, las comprobaciones (pronombres, espejo, voz) y el hecho de que mejoraras claramente con fluoxetina apuntan a que el problema es la ansiedad, no el contenido del pensamiento.

La ansiedad no se va “aceptando” algo que te genera terror, sino dejando de luchar y comprobar, y trabajando el fondo emocional (rechazo, represión, miedo). Esto tiene tratamiento con terapia adecuada y, si hace falta, apoyo médico.

No estás perdiendo quién eres. Estás en un bucle de ansiedad y puedes salir de ahí con ayuda profesional.

Hola,

Siento mucho lo que estás pasando, se nota que estás sufriendo muchísimo con estas dudas y con la ansiedad que te generan. Lo que describes encaja bastante con procesos obsesivos vinculados a identidad, donde el miedo, la culpa y la hiper-vigilancia sobre cada pensamiento, gesto o sensación terminan alimentando más la ansiedad y la confusión. No significa que “te estés volviendo otra persona”, sino que tu mente se ha quedado enganchada en una pregunta que intenta resolver con compulsiones (revisar, comparar, analizarte, probarte mentalmente), y eso es justo lo que mantiene el malestar.
Lo que suele ayudar es trabajar en terapia estrategias para reducir esa hiper-comprobación, aprender a relacionarte de otra forma con los pensamientos intrusivos, regular la ansiedad y cuidar también el impacto emocional que todo esto está teniendo en ti. No tienes que “aceptar algo que no sientes” para mejorar; muchas veces el trabajo es aprender a tolerar la duda sin que domine tu vida y recuperar poco a poco la calma, el disfrute y tu sensación de identidad.
Si quieres, puedo acompañarte de forma profesional en este proceso: trabajaríamos la ansiedad, las obsesiones, la culpa y también el impacto que ha tenido el rechazo previo, para que vuelvas a sentirte tú y tu cabeza pueda descansar.

Un saludo,
David