Me gustaría saber qué criterios tener en cuenta para decidir cambiar de terapeuta. Muchas gracias
12
respuestas
Me gustaría saber qué criterios tener en cuenta para decidir cambiar de terapeuta. Muchas gracias
Cambiar de terapeuta es una decisión muy personal. Si sientes que no avanzas, no confías o el enfoque no encaja contigo, podrían ser motivos para considerarlo. Sin embargo, es normal sentir incomodidad o frustración en terapia, y hablarlo abiertamente con tu terapeuta puede ser clave para entender si es parte del proceso o si realmente necesitas un cambio. Un saludo.
¡Hola! Cambiar de terapeuta puede ser una buena idea si sientes que no estás avanzando, si no conectas bien con él/ella o si el enfoque no se adapta a lo que necesitas. También es importante que te sientas cómodo/a y comprendido/a en las sesiones. A veces, solo es cuestión de buscar a alguien con quien te sientas más en sintonía. ¡Mucho ánimo!
Si no sientes conexión con tu terapeuta o no te sientes comprendido/a, es un motivo válido para considerar un cambio. La relación terapéutica debe ser un espacio seguro donde te sientas escuchado/a y apoyado/a. Si esto no ocurre, podría dificultar tu progreso. Recuerda que encontrar al terapeuta adecuado puede marcar una gran diferencia en tu proceso, por lo que vale la pena seguir buscando hasta dar con alguien con quien te sientas cómodo/a.
¡Hola!
Es una pregunta muy interesante y, al mismo tiempo, un paso importante reflexionar sobre ello. El simple hecho de que te lo plantees puede ser una señal de que algo no está funcionando como esperabas, o quizá un mecanismo de tu mente para evitar abordar aspectos difíciles en terapia. A veces, cuando un terapeuta nos ayuda a entrar en terrenos incómodos o desafiantes, nuestra mente puede reaccionar intentando alejarnos, lo que no siempre significa que sea el momento de cambiar, sino más bien una oportunidad para reflexionar.
Hacerse las preguntas adecuadas puede ayudarte a discriminar si la terapia está siendo útil o no. Por ejemplo, ¿cuántas sesiones llevas con tu terapeuta? ¿Has notado algún cambio en tu vida, incluso pequeños, desde que comenzaste las sesiones? ¿Te sientes escuchado, comprendido y valorado en el espacio terapéutico? ¿Tu experiencia con este terapeuta te genera una sensación de avance o de estancamiento? Es útil también observar qué te dice tu experiencia directa (cómo te sientes, si tus necesidades están siendo atendidas) y qué contenido te da tu mente (si hay críticas, dudas o evitación).
Personalmente, considero muy importante que cada paciente desarrolle la capacidad de discernir si la terapia está siendo efectiva para ellos. Esto no solo les ayuda a tomar decisiones en este contexto, sino también en otros aspectos de su vida. Si descubres que este terapeuta no puede ayudarte a avanzar, cambiar puede ser una decisión válida y valiente. Por otro lado, si las dudas vienen más de una incomodidad natural del proceso terapéutico, quizás explorar esas emociones dentro de la terapia pueda ser el primer paso hacia el cambio que buscas.
Cualquiera que sea tu decisión, recuerda que el objetivo siempre es tu bienestar. Cambiar de terapeuta no significa que hayas fallado ni que el proceso esté roto, sino que estás buscando lo que necesitas en este momento. Sea cual sea el camino que elijas, tu reflexión es un buen indicador de que estás comprometido con tu crecimiento personal, y eso ya es algo valioso en sí mismo.
Es una pregunta muy interesante y, al mismo tiempo, un paso importante reflexionar sobre ello. El simple hecho de que te lo plantees puede ser una señal de que algo no está funcionando como esperabas, o quizá un mecanismo de tu mente para evitar abordar aspectos difíciles en terapia. A veces, cuando un terapeuta nos ayuda a entrar en terrenos incómodos o desafiantes, nuestra mente puede reaccionar intentando alejarnos, lo que no siempre significa que sea el momento de cambiar, sino más bien una oportunidad para reflexionar.
Hacerse las preguntas adecuadas puede ayudarte a discriminar si la terapia está siendo útil o no. Por ejemplo, ¿cuántas sesiones llevas con tu terapeuta? ¿Has notado algún cambio en tu vida, incluso pequeños, desde que comenzaste las sesiones? ¿Te sientes escuchado, comprendido y valorado en el espacio terapéutico? ¿Tu experiencia con este terapeuta te genera una sensación de avance o de estancamiento? Es útil también observar qué te dice tu experiencia directa (cómo te sientes, si tus necesidades están siendo atendidas) y qué contenido te da tu mente (si hay críticas, dudas o evitación).
Personalmente, considero muy importante que cada paciente desarrolle la capacidad de discernir si la terapia está siendo efectiva para ellos. Esto no solo les ayuda a tomar decisiones en este contexto, sino también en otros aspectos de su vida. Si descubres que este terapeuta no puede ayudarte a avanzar, cambiar puede ser una decisión válida y valiente. Por otro lado, si las dudas vienen más de una incomodidad natural del proceso terapéutico, quizás explorar esas emociones dentro de la terapia pueda ser el primer paso hacia el cambio que buscas.
Cualquiera que sea tu decisión, recuerda que el objetivo siempre es tu bienestar. Cambiar de terapeuta no significa que hayas fallado ni que el proceso esté roto, sino que estás buscando lo que necesitas en este momento. Sea cual sea el camino que elijas, tu reflexión es un buen indicador de que estás comprometido con tu crecimiento personal, y eso ya es algo valioso en sí mismo.
¡Qué buena pregunta! Ante esto, debes hacerte varias preguntas: ¿Siento que estoy estancadx? ¿Lo que hablamos en sesión me ayuda a gestionar de una forma más saludable mis problemas? ¿Siento que no he avanzado mucho? Y si es así, ¿por qué pasa esto? ¿Es por que no hago las tareas que me manda mi terapeuta o es por que el/la terapeuta en sí solo me escucha o habla y habla, pero no me da herramientas?
Mi recomendación es que primero te sinceres con tu terapeuta. Los psicólogos no somos adivinos y también nos equivocamos! Si tu terapeuta sabe cómo te sientes realmente, le será más fácil ayudarte o, incluso, decidir de forma conjunta derivarte a otro compi más especializado en tu caso.
Espero haberte sido de ayuda!!!
Mi recomendación es que primero te sinceres con tu terapeuta. Los psicólogos no somos adivinos y también nos equivocamos! Si tu terapeuta sabe cómo te sientes realmente, le será más fácil ayudarte o, incluso, decidir de forma conjunta derivarte a otro compi más especializado en tu caso.
Espero haberte sido de ayuda!!!
Entiendo que estás pasando por un proceso de reflexión sobre si cambiar de terapeuta es lo más adecuado para ti en este momento, y me parece que es un paso importante que estás dando. Elegir al terapeuta correcto es clave para que puedas avanzar en tu proceso de sanación y crecimiento personal, y es completamente válido que, a lo largo del tiempo, sientas que necesitas buscar una nueva opción si no estás obteniendo lo que necesitas.
Aquí hay algunas consideraciones que podrían ayudarte a tomar esa decisión:
Conexión y confianza: Como psicóloga, creo firmemente en la importancia de la relación terapéutica. Si sientes que no hay una conexión sólida con tu terapeuta actual, o que no te sientes cómoda o escuchada, esto puede dificultar el avance en el tratamiento. La confianza mutua es fundamental para poder compartir tus pensamientos y emociones de forma abierta.
Progreso en la terapia: A veces, puede que no sientas que estás avanzando tanto como esperabas. El progreso en terapia es gradual y puede llevar tiempo, pero si sientes que no estás alcanzando tus metas o que las sesiones no están resultando útiles, es una señal de que puede ser necesario explorar otras opciones.
Enfoque terapéutico: Si sientes que el enfoque de tu terapeuta no es el que más resuena contigo, o que no te está ayudando de la manera que necesitas, podría ser útil evaluar si otro enfoque terapéutico sería más adecuado. Como psicóloga general sanitaria, ofrezco terapias basadas en enfoques como la terapia de aceptación y compromiso, terapias humanistas y focusing, mindfulness, o trauma y apego, pero también es importante que encuentres a alguien que trabaje de la manera que mejor se adapte a ti.
Respeto por tus valores y necesidades: Un terapeuta debe ser alguien que respete tus valores, tu ritmo y tu proceso. Si sientes que no estás siendo comprendido/a o respetado/a, esto puede crear una barrera emocional para avanzar.
Logística y comodidad: Si las condiciones logísticas, como los horarios, la ubicación o la accesibilidad, están interfiriendo con tu capacidad de asistir a las sesiones o de estar cómodo/a en la consulta, esto también puede afectar la continuidad y efectividad de la terapia. En mi consulta privada, trato de ofrecer un ambiente cómodo y flexible para adaptarme a las necesidades de cada cliente.
Si decides cambiar de terapeuta, mi recomendación es que lo hagas con toda la tranquilidad y claridad posibles, y que busques a alguien con quien te sientas cómodo/a, respetado/a y apoyado/a.
Si te gustaría hablar más sobre tu situación o necesitas más orientación en cuanto a encontrar el tipo de terapia que se adapte a tus necesidades, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Estaré encantada de acompañarte en este proceso.
Aquí hay algunas consideraciones que podrían ayudarte a tomar esa decisión:
Conexión y confianza: Como psicóloga, creo firmemente en la importancia de la relación terapéutica. Si sientes que no hay una conexión sólida con tu terapeuta actual, o que no te sientes cómoda o escuchada, esto puede dificultar el avance en el tratamiento. La confianza mutua es fundamental para poder compartir tus pensamientos y emociones de forma abierta.
Progreso en la terapia: A veces, puede que no sientas que estás avanzando tanto como esperabas. El progreso en terapia es gradual y puede llevar tiempo, pero si sientes que no estás alcanzando tus metas o que las sesiones no están resultando útiles, es una señal de que puede ser necesario explorar otras opciones.
Enfoque terapéutico: Si sientes que el enfoque de tu terapeuta no es el que más resuena contigo, o que no te está ayudando de la manera que necesitas, podría ser útil evaluar si otro enfoque terapéutico sería más adecuado. Como psicóloga general sanitaria, ofrezco terapias basadas en enfoques como la terapia de aceptación y compromiso, terapias humanistas y focusing, mindfulness, o trauma y apego, pero también es importante que encuentres a alguien que trabaje de la manera que mejor se adapte a ti.
Respeto por tus valores y necesidades: Un terapeuta debe ser alguien que respete tus valores, tu ritmo y tu proceso. Si sientes que no estás siendo comprendido/a o respetado/a, esto puede crear una barrera emocional para avanzar.
Logística y comodidad: Si las condiciones logísticas, como los horarios, la ubicación o la accesibilidad, están interfiriendo con tu capacidad de asistir a las sesiones o de estar cómodo/a en la consulta, esto también puede afectar la continuidad y efectividad de la terapia. En mi consulta privada, trato de ofrecer un ambiente cómodo y flexible para adaptarme a las necesidades de cada cliente.
Si decides cambiar de terapeuta, mi recomendación es que lo hagas con toda la tranquilidad y claridad posibles, y que busques a alguien con quien te sientas cómodo/a, respetado/a y apoyado/a.
Si te gustaría hablar más sobre tu situación o necesitas más orientación en cuanto a encontrar el tipo de terapia que se adapte a tus necesidades, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Estaré encantada de acompañarte en este proceso.
Lo más importante en una relación paciente-terapeuta, es el vínculo que sientas, es decir, el nivel de confianza de cara a abrirte para dejarte ayudar, y por supuesto, el sentir que la terapia tiene un desarrollo donde se van logrando objetivos, y no notas estancamiento.
De una forma u otra, lo mejor es comunicarlo con tu terapeuta para que podais tomar la mejor decisión.
Un abrazo y mucha suerte con ello.
De una forma u otra, lo mejor es comunicarlo con tu terapeuta para que podais tomar la mejor decisión.
Un abrazo y mucha suerte con ello.
Hola! Ahí van mis consejos:
En primer lugar, es importante cómo te sientes tú con el/la terapeuta. Debes sentirte cómodo/a y seguro/a para poder abrirte. También es importante sentir que conectas con la persona. Hay profesionales muy buenos pero que no conectan con todas las personas. Por otra parte, si llevas ya un tiempo en terapia, debes ver si has evolucionado o si estás estancado/a, ya que esto podría impulsarte a buscar otro/a profesional. Por último, creo que debes tener en cuenta aspectos como el precio o el lugar donde esté ubicado el gabinete psicológico (aunque esto es ya mucho más personal).
Espero haberte ayudado.
En primer lugar, es importante cómo te sientes tú con el/la terapeuta. Debes sentirte cómodo/a y seguro/a para poder abrirte. También es importante sentir que conectas con la persona. Hay profesionales muy buenos pero que no conectan con todas las personas. Por otra parte, si llevas ya un tiempo en terapia, debes ver si has evolucionado o si estás estancado/a, ya que esto podría impulsarte a buscar otro/a profesional. Por último, creo que debes tener en cuenta aspectos como el precio o el lugar donde esté ubicado el gabinete psicológico (aunque esto es ya mucho más personal).
Espero haberte ayudado.
¡Muy buenas! No hay una serie de criterios que determinen exactamente cuándo debe de hacerse un cambio o no pero yo te recomendaría replantearte estas cosas:
1) ¿Qué me lleva a querer hacerlo? ¿Es que no avanzo, es que no me siento cómodo? ¿es que sus técnicas no me ayudan?
2) ¿Lo que me impulsa a plantearme el cambio es algo que mediante el diálogo con mi terapeuta se puede modificar o es algo que él no puede cambiar?
3) ¿Su enfoque de trabajo cuadra conmigo?
4) ¿Me estoy sintiendo presionado por él?
Si la duda te ha surgido por algo es, mi consejo es que tengas una conversación empática con tu terapeuta "oye, me ocurre X y no sé si es algo que juntos podemos solucionar o debería cambiar de profesional". Un buen psicólogo responderá a tus dudas, acogerá tu propuesta y será honesto con si puede ser la persona que te acompañe en este proceso o es mejor derivarte a otro profesional.
1) ¿Qué me lleva a querer hacerlo? ¿Es que no avanzo, es que no me siento cómodo? ¿es que sus técnicas no me ayudan?
2) ¿Lo que me impulsa a plantearme el cambio es algo que mediante el diálogo con mi terapeuta se puede modificar o es algo que él no puede cambiar?
3) ¿Su enfoque de trabajo cuadra conmigo?
4) ¿Me estoy sintiendo presionado por él?
Si la duda te ha surgido por algo es, mi consejo es que tengas una conversación empática con tu terapeuta "oye, me ocurre X y no sé si es algo que juntos podemos solucionar o debería cambiar de profesional". Un buen psicólogo responderá a tus dudas, acogerá tu propuesta y será honesto con si puede ser la persona que te acompañe en este proceso o es mejor derivarte a otro profesional.
Deberías considerar cambiar de terapeuta si, después de un tiempo razonable, no notas avances hacia tus objetivos o te sientes estancado. También es importante evaluar si te sientes cómodo, comprendido y en confianza durante las sesiones, ya que la relación terapéutica es clave para el proceso. Si el enfoque del terapeuta no se ajusta a tus necesidades es momento de buscar un profesional con el que puedas conectar mejor.
Hola! Si sólo "habláis" en terapia y no está siendo práctica en el sentido de dar herramientas, si no hay ningún cambio, si no te está dejando claro los objetivos o qué es lo que vais hacer o estáis haciendo, serían algunas cosas a tener en cuenta. Un saludo.
considero que decidir cambiar de terapeuta es importante si sientes que no hay conexión o confianza en la relación terapéutica. La comodidad para abrirte y sentirte escuchado/@ son aspectos fundamentales. Si no puedes expresar tus emociones libremente o no sientes empatía por parte del terapeuta, puede dificultar el avance en el proceso.
También es clave evaluar el progreso y la claridad en los objetivos. Si después de varias sesiones no notas cambios significativos, las sesiones carecen de estructura o el enfoque no se ajusta a tus necesidades, podría ser momento de buscar otro profesional. Del mismo modo, si hay falta de profesionalismo o te sientes juzgado/a o incomprendido/a, estas son señales claras para reconsiderar la relación terapéutica.
Antes de tomar una decisión definitiva, es útil hablar de tus inquietudes directamente con tu terapeuta, ya que este diálogo podría reorientar el proceso. Sin embargo, si tras intentarlo sientes que no hay mejoras, buscar un terapeuta que se ajuste mejor a tus necesidades y estilo personal es totalmente válido y necesario para tu bienestar emocional.
También es clave evaluar el progreso y la claridad en los objetivos. Si después de varias sesiones no notas cambios significativos, las sesiones carecen de estructura o el enfoque no se ajusta a tus necesidades, podría ser momento de buscar otro profesional. Del mismo modo, si hay falta de profesionalismo o te sientes juzgado/a o incomprendido/a, estas son señales claras para reconsiderar la relación terapéutica.
Antes de tomar una decisión definitiva, es útil hablar de tus inquietudes directamente con tu terapeuta, ya que este diálogo podría reorientar el proceso. Sin embargo, si tras intentarlo sientes que no hay mejoras, buscar un terapeuta que se ajuste mejor a tus necesidades y estilo personal es totalmente válido y necesario para tu bienestar emocional.
¿No has encontrado la respuesta que necesitabas? ¡Envía tu pregunta!
¿Tu caso es similar? Estos profesionales pueden ayudarte:
Todos los contenidos publicados en Doctoralia, especialmente preguntas y respuestas, son de carácter informativo y en ningún caso deben considerarse un sustituto de un asesoramiento médico.