Mi hija de 3 años toma casenlax porque se hizo una pequeña fisura anal de pequeña. No está estreñida
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Mi hija de 3 años toma casenlax porque se hizo una pequeña fisura anal de pequeña. No está estreñida pero hace caca cada 5-6 días porque se aguanta las ganas por miedo. Este año comenzó el colegio y le está poniendo a hacer caca en el WC pero no quiere y a veces se la hace en la braguita en el cole. La profesora le ha reñido le dijo que los pañales se los llevaron los Reyes y ya no consiente que se le ponga pañal. No sé qué hacer para que vaya haciendo caca en el WC y no se aguante la caca
Gracias por compartir lo que estáis viviendo. Lo primero que quiero transmitirte es tranquilidad: lo que le ocurre a tu hija es relativamente frecuente en niños pequeños que han tenido experiencias dolorosas al defecar, como fue la fisura anal. En estos casos, el miedo al dolor puede mantenerse aunque ya no exista estreñimiento ni molestia física, y el niño aprende a aguantarse la caca como forma de protección.
A los 3 años, el control de esfínteres todavía está en proceso y no debe abordarse desde la presión, el castigo ni el enfado, ya que eso suele aumentar la ansiedad y el bloqueo. El inicio del colegio, los cambios de rutina y la exigencia de hacer caca en el WC pueden haber incrementado su inseguridad. Cuando se siente forzada o regañada, es más probable que se aguante aún más o que acabe haciéndoselo encima sin poder controlarlo.
Es importante entender que no lo hace por desobediencia ni por “pereza”, sino porque tiene miedo. Por eso, reñirla, retirarle el pañal de forma brusca o utilizar mensajes como que “los pañales ya no existen” puede ser vivido como una amenaza y reforzar el problema.
Algunas pautas que pueden ayudaros:
- Recuperar un clima de seguridad y comprensión, tanto en casa como en el colegio.
- Evitar cualquier regañina o comentario negativo cuando ocurra un escape.
- Establecer rutinas relajadas (por ejemplo, sentarla un ratito después de las comidas, sin obligación de hacer nada).
- Reforzar positivamente cualquier pequeño avance (sentarse en el WC, avisar de que tiene ganas, etc.), sin premios excesivos ni presión.
Si lo necesita, permitir temporalmente el uso del pañal para la caca como paso intermedio; no es un retroceso, sino una estrategia para reducir el miedo.
Sería muy recomendable hablar con la profesora para que adopte una actitud comprensiva y coordinada con vosotros, ya que el colegio juega un papel clave en este proceso.
Si la situación se mantiene, una intervención breve con un/a psicólogo/a infantil puede ayudar mucho a trabajar el miedo, normalizar la experiencia y acompañar el proceso de retirada del pañal de forma respetuosa y progresiva.
Estáis haciendo lo mejor que podéis y, con el enfoque adecuado, este problema suele resolverse favorablemente.
A los 3 años, el control de esfínteres todavía está en proceso y no debe abordarse desde la presión, el castigo ni el enfado, ya que eso suele aumentar la ansiedad y el bloqueo. El inicio del colegio, los cambios de rutina y la exigencia de hacer caca en el WC pueden haber incrementado su inseguridad. Cuando se siente forzada o regañada, es más probable que se aguante aún más o que acabe haciéndoselo encima sin poder controlarlo.
Es importante entender que no lo hace por desobediencia ni por “pereza”, sino porque tiene miedo. Por eso, reñirla, retirarle el pañal de forma brusca o utilizar mensajes como que “los pañales ya no existen” puede ser vivido como una amenaza y reforzar el problema.
Algunas pautas que pueden ayudaros:
- Recuperar un clima de seguridad y comprensión, tanto en casa como en el colegio.
- Evitar cualquier regañina o comentario negativo cuando ocurra un escape.
- Establecer rutinas relajadas (por ejemplo, sentarla un ratito después de las comidas, sin obligación de hacer nada).
- Reforzar positivamente cualquier pequeño avance (sentarse en el WC, avisar de que tiene ganas, etc.), sin premios excesivos ni presión.
Si lo necesita, permitir temporalmente el uso del pañal para la caca como paso intermedio; no es un retroceso, sino una estrategia para reducir el miedo.
Sería muy recomendable hablar con la profesora para que adopte una actitud comprensiva y coordinada con vosotros, ya que el colegio juega un papel clave en este proceso.
Si la situación se mantiene, una intervención breve con un/a psicólogo/a infantil puede ayudar mucho a trabajar el miedo, normalizar la experiencia y acompañar el proceso de retirada del pañal de forma respetuosa y progresiva.
Estáis haciendo lo mejor que podéis y, con el enfoque adecuado, este problema suele resolverse favorablemente.
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Gracias por compartirlo, entiendo perfectamente tu preocupación. Lo que le ocurre a tu hija es bastante frecuente en niños pequeños, sobre todo cuando ha habido dolor previo al hacer caca. Aunque ahora no esté estreñida, el miedo al dolor hace que se aguante, y eso refuerza el círculo de “me aguanto → pasa más tiempo → más miedo”.
Hay varias cosas importantes a tener en cuenta:
El miedo es el centro del problema, no la desobediencia. Tu hija no se aguanta porque no quiera ir al WC, sino porque su cuerpo recuerda que dolía. Reñirla o forzar la situación suele aumentar ese miedo.
La presión en el cole puede estar empeorándolo. Frases como “los pañales se los llevaron los Reyes” o reñirla cuando se mancha suelen generar vergüenza y más bloqueo. A esta edad todavía necesitan mucha seguridad y acompañamiento.
No es recomendable quitar el pañal de golpe si aún no se siente segura. A veces es mejor permitir que haga caca con pañal (aunque sea sentada en el WC) como paso intermedio. El objetivo ahora no es “que lo haga en el váter sí o sí”, sino que pierda el miedo.
En casa podéis ayudar mucho:
Normalizar el tema de la caca, hablar de ello sin enfados.
Felicitar cualquier pequeño avance (avisar, sentarse, intentarlo).
Evitar castigos, broncas o comparaciones.
Crear rutinas tranquilas (por ejemplo, sentarse después de comer sin obligación).
Sería importante hablar con el colegio, explicarles que no es un tema de conducta sino de miedo, y pedir que no la riñan ni la expongan cuando ocurra. La coordinación familia–escuela es clave.
Si el problema se mantiene en el tiempo, suele ser muy útil un acompañamiento psicológico infantil para trabajar el miedo, la vivencia corporal y dar pautas ajustadas a vuestra situación concreta.
No lo estáis haciendo mal, y tu hija no “va tarde”. Con calma, seguridad y sin presión, lo habitual es que poco a poco pueda ir soltando ese miedo.
Hay varias cosas importantes a tener en cuenta:
El miedo es el centro del problema, no la desobediencia. Tu hija no se aguanta porque no quiera ir al WC, sino porque su cuerpo recuerda que dolía. Reñirla o forzar la situación suele aumentar ese miedo.
La presión en el cole puede estar empeorándolo. Frases como “los pañales se los llevaron los Reyes” o reñirla cuando se mancha suelen generar vergüenza y más bloqueo. A esta edad todavía necesitan mucha seguridad y acompañamiento.
No es recomendable quitar el pañal de golpe si aún no se siente segura. A veces es mejor permitir que haga caca con pañal (aunque sea sentada en el WC) como paso intermedio. El objetivo ahora no es “que lo haga en el váter sí o sí”, sino que pierda el miedo.
En casa podéis ayudar mucho:
Normalizar el tema de la caca, hablar de ello sin enfados.
Felicitar cualquier pequeño avance (avisar, sentarse, intentarlo).
Evitar castigos, broncas o comparaciones.
Crear rutinas tranquilas (por ejemplo, sentarse después de comer sin obligación).
Sería importante hablar con el colegio, explicarles que no es un tema de conducta sino de miedo, y pedir que no la riñan ni la expongan cuando ocurra. La coordinación familia–escuela es clave.
Si el problema se mantiene en el tiempo, suele ser muy útil un acompañamiento psicológico infantil para trabajar el miedo, la vivencia corporal y dar pautas ajustadas a vuestra situación concreta.
No lo estáis haciendo mal, y tu hija no “va tarde”. Con calma, seguridad y sin presión, lo habitual es que poco a poco pueda ir soltando ese miedo.
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