¿Son los mismo las rumiaciones que los pensamientos obsesivos intrusivos? Aún así, ¿qué técnica pued

No le puedes pedir a tu cerebro que deje de pensar. Hay técnicas para el cambio del foco atencional. También formulas de gestión emocional para cuando aparecen esos pensamientos... Pero necesitamos analizar un poco más todo lo que te pasa y porqué para que juntos/as busquemos la solución más apropiada para ti. Si quieres contarme un poco más, estoy a tu disposición.

Hola! Gracias por compartir.
Entiendo que el tener de manera reiterada pensamientos intrusivos y/o rumiaciones causen tristeza y en ocasiones enfado.
Si bien, el mecanismo automático cuando esto nos sucede es intentar echar de nuestra cabeza esos pensamientos. De manera paradójica ocurre lo contrario, cuanto más intentamos echar esos pensamientos más recurrentes son.
Te propongo realizar la técnica de parada del pensamiento. Se trata de un procedimiento muy sencillo que se basa en los conocimientos de la atención humana. Es decir, dado que nuestra atención tiene una capacidad limitada, si aparece un estímulo lo suficientemente potente (p.e un ruido intenso) atraerás la atención que estabas depositando en esas intrusiones y/o rumiaciones quedando así bloqueados. En la detención del pensamiento se pretende eso.
Es importante, antes de hacer nada, que verbalices en voz alta qué pensamientos son los que te asaltan, después establecer el estímulo que cortará esa cadena de pensamientos, por ejemplo una palmada, una palabra p.e "stop" "basta" (este estímulo tiene que ser intenso) y por ultimo y muy importante hacer una tarea para concentrar la atención en otra cosa durante aproximadamente 1 minuto.
Es importante un entrenamiento en la técnica y para ello es interesante que si persisten las rumiaciones acudas a un profesional de la psicología.
Ánimo!

Buenos días, y gracias por consultar con nosotros. Se trata de dos cosas distintas, las rumiaciones hacen referencia a pensamientos a los que dedicamos mucho tiempo, le damos muchas vueltas a los mismos, llegando a ser poco productivos porque continuar pensando en ellos ya no aporta nada nuevo. Los pensamientos intrusivos, en cambio, tienen que ver con pensamientos que aparecen en nuestra mente sin que los provoquemos nosotros mismos, a veces son casi cómo imágenes, y tienen que ver más con situaciones que nos causan altos niveles de ansiedad. Puede tratarse también de flashbacks, que son imágenes que aparecen también en nuestra mente con contenido traumático de alguna situación que hayamos experimentado. Te animaría a practicar alguna técnica que te ayude a reducir tus niveles de ansiedad, relajación, respiración, ejercicio físico, tranquilizar tus pensamientos, y si no te funciona lo mejor sería que acudieras al psicólogo que sin duda te ayudará con ello. Un saludo.

Cuando aparece actividad mental frecuente que causa este tipo de emociones puede ser un indicativo de que algo no está funcionando bien: quizá exista un elevado grado de estrés. En los casos en los que aparece sufrimiento y no se sabe cómo abordar la situación, es útil asistir a un buen profesional de la psicología con el que poder trabajarlo.

Lo más recomendable es que acudas a un profesional para poder gestionar estas dificultades, ya que cuando aparecen solemos perder una parte de lo que consideramos importante y valioso. A más luches por dejar de pensar, más pensarás.

Buenos días, tanto los pensamientos rumiativos como los obsesivos, tienen una misma base ansiosa, una técnica que seguro te ayudará, es el enfrentarte contigo mismo, es decir poner nombre a dichos pensamientos y el truco está en, cuestionarlos. Por su puesto si este cuestionamiento, lo haces de la mano de un profesional, conllevaría a un mejor pronóstico. Mucho ánimo.

Buenos días,
En primer lugar gracias por tu pregunta.
Los pensamientos intrusivos y las rumiaciones, como bien te han comentado mis compañeros no son lo mismo. Los pensamientos intrusivos (como su nombre indica) aparecen de golpe sin previo aviso. Sin embargo los pensamientos rumiativos, con ideas que dan vueltas en nuestra cabeza con una gran frecuencia, no paramos de darle vueltas.
Con respecto a las técnicas que puedes usar, te recomiendo pedir cita, hablemos y veamos qué es lo que mejor te viene a ti en función de tus circunstancias.
Un saludo.

¡Hola! Aunque ambas cosas no son lo mismo, pueden llegar a trabajarse de forma similar, mediante técnicas de terapia cognitivo-conductual o terapia integradora, para un mayor éxito. Se trata de, en primer lugar, identificar cuáles son esos pensamientos, en qué momento aparecen, qué haces y qué te gustaría hacer la próxima vez que te enfrentaras a esa misma situación. A partir de ahí, se obtiene un mapa más amplio para poder abordarlos profesionalmente. Pienso que no podemos evitar pensar, o detener dichos pensamientos, no existe ningún "truco", pero sí podemos disminuir el malestar que nos provoca, sobre todo, entendiendo por qué aparecen, para qué, y enfrentándolos, plantándoles cara, argumentando, cuestionando su validez mediante las herramientas facilitadas por un psicólogo. Te recomiendo acudir a una consulta con un profesional que te inspire confianza, ya que buscando alguna solución en internet puede agravar el malestar.

¡ Buenos días ! Ambos pensamientos son los mismo. Ideas extremistas viviéndose como totalmente creíbles. Una de las estrategias es vivir las rumiaciones como ideas que vienen pero que realmente no son reales. Por ello, te recomiendo que acudas a un especialista. Muchas gracias y un saludo.

Debes acudir a un especialista, muchas veces va más allá de una técnica y debemos trabajar la estructura de personalidad para cambiar nuestra forma de trabajar.

Hola, gracias por tu pregunta, porque muchas personas se ven atrapadas en este tipo de pensamientos sin saber muy bien qué les está ocurriendo ni cómo abordarlo.

Desde las Terapias Contextuales, como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), hacemos una distinción menos centrada en “etiquetar” el tipo exacto de pensamiento (rumiación, intrusión, obsesión...) y más en cómo nos relacionamos con ellos.

Lo que tú describes —pensamientos repetitivos, tristes, que generan pasividad— pueden encajar tanto con rumiaciones (dar vueltas a algo del pasado, a lo que fue o no fue) como con pensamientos intrusivos (ideas que irrumpen de forma automática y a veces dolorosa). Aunque no sean lo mismo clínicamente hablando, el impacto suele ser parecido: sufrimiento, bloqueo, agotamiento mental.

En lugar de luchar contra ellos o intentar "controlarlos", en ACT trabajamos con una idea central:
no tienes que eliminar el pensamiento para vivir una vida significativa.
La clave está en aprender a observar esos pensamientos sin fusionarte con ellos, como si fueran nubes que cruzan el cielo, sin dejar que te arrastren.

Algunas estrategias que pueden ayudarte:

-Defusión cognitiva: Aprender a observar tus pensamientos como lo que son —palabras, imágenes, actividad mental— no como verdades absolutas. Ejemplo: en vez de “no valgo para nada”, puedes decir “estoy teniendo el pensamiento de que no valgo para nada”.

-Mindfulness: Entrenar tu atención para anclarte al presente, al cuerpo, a la respiración. No para relajarte, sino para estar más disponible ante la vida aunque haya malestar.

-Reconectar con tus valores: Preguntarte qué tipo de vida te gustaría vivir más allá de esos pensamientos. Porque si esperas a que desaparezcan para empezar a moverte, pueden pasar años. Pero si aprendes a avanzar con ellos ahí, tu vida puede empezar a cambiar hoy.

Si ves que te cuesta aplicar esto por tu cuenta, puede ser muy útil iniciar un proceso terapéutico con un enfoque como este. No para “quitarte” pensamientos, sino para que dejen de tener tanto poder sobre lo que haces o dejas de hacer.

Estoy a tu disposición si quieres dar ese paso.

Un abrazo,
y gracias de nuevo por compartirlo.