El síndrome de ovario poliquístico (SOP), es una disfunción endocrino-metabólica caracterizada por producir niveles de hormonas androgénicas o andrógenos muy altos. Por lo que según diversos estudios afecta a mujeres en edad reproductiva, sus cifras oscilan entre el 5% y el 13% de ellas.
El origen del síndrome de ovario poliquístico (SOP) es multifactorial, es decir, que combina varios factores como son los factores genéticos, estos son los que predisponen el desarrollo del trastorno. Por otro lado, también influyen los factores endocrinos, a causa de las alteraciones hormonales que afectan al equilibrio interno. Y por último los factores ambientales, influyendo el estilo de vida, la alimentación y la exposición a estímulos externos que afectan al correcto funcionamiento del organismo.
El síndrome de ovario poliquístico puede manifestarse por diversos síntomas, variando la intensidad de una mujer a otra. Los síntomas más frecuentes son:
Estos son algunos de los síntomas más comunes, pero cada mujer puede padecerlos de una forma u otra, por lo que cada mujer padece unos síntomas particulares. Aunque para disminuir la sintomatología la alimentación y el deporte son un buen aliado.
La alimentación influye de forma directa en el equilibrio hormonal del organismo.La alimentación influye de forma directa en el equilibrio hormonal del organismo. Por lo que en el síndrome de ovario poliquístico la alimentación es muy importante ya que una buena alimentación ayuda a reducir la inflamación, mejorar el sistema hormonal y disminuir la intensidad de los síntomas.
Existen alimentos que son más recomendados para esta patología y otros que deben consumirse de forma ocasional ya que el consumo abusivo puede empeorar los síntomas.
Algunos de los alimentos recomendados son:
Alimentos de consumo ocasional:
En el caso de los lácteos, el consumo en mujeres con SOP, existe controversia en cómo afecta, ya que pueden ser inflamatorios y así empeorar si existen problemas digestivos. Por lo que es recomendable consumirlos de vez en cuando y priorizar el consumo de lácteos de cabra y oveja, y en el caso de los procedentes de vaca escoger opciones como el yogur natural sin azúcar, el kéfir, el queso curado o el requesón.
Las recomendaciones son algo general ya que cada mujer puede necesitar unas adaptaciones en su dieta, por lo que se debe individualizar en cada caso.
El hipotiroidismo es una afección que se produce cuando la glándula de la tiroides trabaja con menos actividad, produciendo una cantidad de hormonas tiroideas insuficiente, provocando que el organismo no funcione correctamente. Los síntomas suelen pasar desapercibidos en un principio.
El hipertiroidismo es una afección que se produce cuando la glándula de la tiroides segrega demasiada cantidad de hormona tiroidea. Por lo que acelera el metabolismo provocando síntomas.
El hipotiroidismo consta de unos síntomas comunes que pueden camuflarse en la vida diaria, estos son: cansancio, aumento de peso, cara inflamada, problemas para tolerar el frío, estreñimiento y mayor riesgo de depresión. Todos estos síntomas son a causa de la ralentización que sufre el metabolismo.
El hipertiroidismo tiene una sintomatología que puede ser muy variable, algunos de estos síntomas son pérdida de peso por el aumento del metabolismo y del gasto energético, existe aumento del apetito, arritmias o pulsaciones cardíacas alteradas, nerviosismo, ansiedad, irritabilidad, insomnio, fatiga, temblor de manos, debilidad muscular, sudoración excesiva o dificultad para tolerar el calor, deposiciones frecuentes en forma de diarrea o heces, tumoración del cuello conocido como bocio.
Para esta patología se debe tener una alimentación saludable como la dieta mediterránea, variada y equilibrada.
Se recomienda:
También se han demostrado algunos alimentos que se deben evitar ya que pueden sufrir alteraciones del mismo tiroides, o interfieren con los tratamientos, estos son:
Existen nutrientes que son esenciales para que la salud del tiroides sea la mejor, suele estar cubierta con la ingesta de los nutrientes, pero en caso de que exista un déficit en analítica el médico planteará la suplementación.
Algunos de estos nutrientes son:
También existen ciertos alimentos desaconsejados para el hipertiroidismo:
La menopausia es el momento en el que aparece la última menstruación y continua con un mínimo de 12 meses de amenorrea. Pero realmente la menopausia se refiere al cambio de la etapa que marca la transición de la etapa reproductiva y la no reproductiva, y se determina por el cese de la actividad ovárica y de la menstruación.
A día de hoy no se ha demostrado a ciencia cierta que exista una dieta específica, pero sí que es verdad que se pueden aportar nutrientes en la dieta que evite que existan carencias, por lo que aumentando el consumo de calcio, de vegetales crucíferas, los fitoestrógenos (como la soja que es reductor de síntomas), aumentar la fibra y el almidón resistente y consumir alimentos ricos en vitamina C. Y por el contrario, evitar dentro de las posibilidades todos los productos ultraprocesados.
La endometriosis es una enfermedad crónica, inflamatoria y hormono-dependiente, está afecta a mujeres que se encuentran en edad reproductiva, es decir, desde que se inicia la primera menstruación hasta la menopausia. Lo que ocurre es que aparece tejido endometrial ectópico fuera de la cavidad uterina. Este tejido es sensible a las hormonas y reacciona ante los procesos que se dan durante el ciclo menstrual.
Existen tres tipos de endometriosis:
Endometriosis peritoneal superficial, el tejido endometrial empieza a aparecer justo encima del peritoneo.
Endometriosis ovárica: el tejido endometrial se forma alrededor de los ovarios.
Endometriosis profunda: el foco principal comienza invadiendo el peritoneo unos 5 cm o más, por lo que se considera la más grave.
A día de hoy no se puede demostrar que relación existe entre la alimentación y la endometriosis, ya que es muy limitada aún. Se conoce que la endometriosis es un proceso inflamatorio por lo que la recomendación principal debe ser los alimentos con potencial antiinflamatorio y antioxidante.
Por lo que una dieta mediterránea como base, priorizando el consumo de verduras, frutas, especias, hierbas, lácteos, pescados, frutos secos, semillas, huevos, carnes magras, legumbres y AOVE. Y por el contrario evitar: carne roja, carnes procesadas, grasas animales, alcohol y ultraprocesados.
Se aconseja reducir el consumo de gluten e histamina ya que son autoinmune y pueden resultar antiinflamatorios.
Referencias:
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