Buenas tardes, Tengo 53 años y la primera vez que fui infiel a la que era mi pareja cuando tenía
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Buenas tardes,
Tengo 53 años y la primera vez que fui infiel a la que era mi pareja cuando tenía 19 años nos llevó a terminar la relación. En el momento que la cometí no pude con el sentimiento de culpa, se lo conté y ahí terminamos. A mi siguiente pareja le volví a ser infiel pero, a la vista de mi experiencia anterior, no lo conté. A partir de ahí, me di cuenta que era "compatible" hacer feliz a mi pareja y yo ser feliz con ella, añadiendo la "adrenalina" propia del proceso de seducir y entablar una relación paralela (mas o menos duradera) con otra persona. Así he seguido hasta el día de hoy pero sin embargo el sentimiento de culpa, que durante un tiempo estaba prácticamente diluido, es cada vez más intenso especialmente cuando pienso en las irreparables consecuencias emocionales que supondría el que mi mujer e hijos pudieran llegar a enterarse. Sin embargo, a pesar de no buscarlo en absoluto, de vez en cuando surgen situaciones que no puedo evitar y vuelvo a caer en lo mismo a pesar del arrepentimiento casi inmediato. En los tres últimos años apenas puedo enlazar cuatro horas de sueño y tengo pesadillas frecuentes al respecto. ¿Creen que con tratamiento psicoterapeútico podría poner fin a esta situación?
Tengo 53 años y la primera vez que fui infiel a la que era mi pareja cuando tenía 19 años nos llevó a terminar la relación. En el momento que la cometí no pude con el sentimiento de culpa, se lo conté y ahí terminamos. A mi siguiente pareja le volví a ser infiel pero, a la vista de mi experiencia anterior, no lo conté. A partir de ahí, me di cuenta que era "compatible" hacer feliz a mi pareja y yo ser feliz con ella, añadiendo la "adrenalina" propia del proceso de seducir y entablar una relación paralela (mas o menos duradera) con otra persona. Así he seguido hasta el día de hoy pero sin embargo el sentimiento de culpa, que durante un tiempo estaba prácticamente diluido, es cada vez más intenso especialmente cuando pienso en las irreparables consecuencias emocionales que supondría el que mi mujer e hijos pudieran llegar a enterarse. Sin embargo, a pesar de no buscarlo en absoluto, de vez en cuando surgen situaciones que no puedo evitar y vuelvo a caer en lo mismo a pesar del arrepentimiento casi inmediato. En los tres últimos años apenas puedo enlazar cuatro horas de sueño y tengo pesadillas frecuentes al respecto. ¿Creen que con tratamiento psicoterapeútico podría poner fin a esta situación?
Definitivamente SI
Lo que describes muestra un patrón muy consolidado a lo largo de los años: la combinación entre impulsos de búsqueda de novedad, la doble vida, la dificultad para cortar esas situaciones cuando aparecen y, al mismo tiempo, un sentimiento de culpa cada vez más intenso que ya afecta a tu descanso, tu estabilidad emocional y tu vida familiar.
Este tipo de dinámica no suele resolverse solo con fuerza de voluntad. Requiere comprender qué función ha tenido para ti la infidelidad, qué necesidades emocionales cubre y qué mecanismos hacen que reaparezca incluso cuando no lo deseas. Con intervención psicoterapéutica sí es posible trabajar estos patrones, reducir la compulsión, manejar la culpa y recuperar un equilibrio que ahora mismo está muy afectado.
Te recomiendo pedir una cita online para valorar tu caso con detalle y comenzar un tratamiento adaptado a tus necesidades. Estaré encantada de ayudarte.
Este tipo de dinámica no suele resolverse solo con fuerza de voluntad. Requiere comprender qué función ha tenido para ti la infidelidad, qué necesidades emocionales cubre y qué mecanismos hacen que reaparezca incluso cuando no lo deseas. Con intervención psicoterapéutica sí es posible trabajar estos patrones, reducir la compulsión, manejar la culpa y recuperar un equilibrio que ahora mismo está muy afectado.
Te recomiendo pedir una cita online para valorar tu caso con detalle y comenzar un tratamiento adaptado a tus necesidades. Estaré encantada de ayudarte.
Buenas tardes, gracias por la valentía de compartir algo tan delicado. Lo que describes no es simplemente “infidelidad repetida”, sino un patrón que con los años ha creado un círculo cerrado entre deseo, alivio momentáneo, culpa y sufrimiento. Ese ciclo, cuando se mantiene tanto tiempo, no suele tener que ver con falta de amor hacia la pareja, sino con cómo funciona el sistema nervioso y cómo se ha configurado tu forma de regularte internamente.
Hay personas que encuentran en la seducción paralela una vía para calmar tensión, llenar un vacío o regular emociones intensas. No es una justificación, es una explicación: has utilizado la adrenalina como regulador emocional. El problema es que ese alivio es momentáneo, y después aparece una culpa que con los años se ha ido acumulando y que ahora ya no puedes tapar.
El insomnio, las pesadillas y el aumento del arrepentimiento son señales claras de que tu sistema nervioso está agotado de sostener una doble vida emocional. El cuerpo siempre avisa cuando algo no está en coherencia.
Con terapia sí puedes poner fin a esta situación. Y no hablo solo de “frenar la conducta”, sino de trabajar lo que hay debajo:
– Entender qué función cumple la infidelidad en tu vida emocional, qué regula y qué tapa.
– Reconfigurar la manera en la que tu sistema nervioso busca intensidad, alivio o validación.
– Elaborar la culpa sin que te devore, transformándola en un motor de cambio real.
– Reconectar con un modo de vivir alineado con tus valores, no con tus impulsos.
– Recuperar el descanso, la claridad mental y la estabilidad que ahora están muy dañadas.
Este tipo de procesos sí se revierte cuando se aborda de forma profunda y sostenida. De hecho, la sensación de no poder dormir y la culpa creciente suelen ser los momentos en los que más cambios se producen, porque el cuerpo ya no tiene margen para seguir igual.
Puedes salir de este patrón. No estás condenado a repetirlo. La terapia te permite recuperar control, coherencia y calma interna, y elegir desde otro lugar que no sea el impulso o la adrenalina.
Si quieres trabajarlo desde un enfoque integrador que contemple psicología, regulación del sistema nervioso y hábitos de coherencia emocional, puedo acompañarte en este proceso.
Hay personas que encuentran en la seducción paralela una vía para calmar tensión, llenar un vacío o regular emociones intensas. No es una justificación, es una explicación: has utilizado la adrenalina como regulador emocional. El problema es que ese alivio es momentáneo, y después aparece una culpa que con los años se ha ido acumulando y que ahora ya no puedes tapar.
El insomnio, las pesadillas y el aumento del arrepentimiento son señales claras de que tu sistema nervioso está agotado de sostener una doble vida emocional. El cuerpo siempre avisa cuando algo no está en coherencia.
Con terapia sí puedes poner fin a esta situación. Y no hablo solo de “frenar la conducta”, sino de trabajar lo que hay debajo:
– Entender qué función cumple la infidelidad en tu vida emocional, qué regula y qué tapa.
– Reconfigurar la manera en la que tu sistema nervioso busca intensidad, alivio o validación.
– Elaborar la culpa sin que te devore, transformándola en un motor de cambio real.
– Reconectar con un modo de vivir alineado con tus valores, no con tus impulsos.
– Recuperar el descanso, la claridad mental y la estabilidad que ahora están muy dañadas.
Este tipo de procesos sí se revierte cuando se aborda de forma profunda y sostenida. De hecho, la sensación de no poder dormir y la culpa creciente suelen ser los momentos en los que más cambios se producen, porque el cuerpo ya no tiene margen para seguir igual.
Puedes salir de este patrón. No estás condenado a repetirlo. La terapia te permite recuperar control, coherencia y calma interna, y elegir desde otro lugar que no sea el impulso o la adrenalina.
Si quieres trabajarlo desde un enfoque integrador que contemple psicología, regulación del sistema nervioso y hábitos de coherencia emocional, puedo acompañarte en este proceso.
Estimado paciente:
Sin duda, el proceso terapéutico puede ofrecer un alivio significativo a la sensación de culpa que ha emergido de manera sostenida, impactando directamente en su funcionamiento fisiológico, como se observa en el insomnio.
Sería de especial interes explorar a fondo sus patrones de comportamiento adultero, así como las emociones y pensamientos asociados a dicha conducta, con el objetivo de resignificar el valor dentro de sus esquemas vitales. Esto permitirá, a su vez, identificar e integrar un sistema de vida más coherente y alineado con sus valores actuales.
Sin duda, el proceso terapéutico puede ofrecer un alivio significativo a la sensación de culpa que ha emergido de manera sostenida, impactando directamente en su funcionamiento fisiológico, como se observa en el insomnio.
Sería de especial interes explorar a fondo sus patrones de comportamiento adultero, así como las emociones y pensamientos asociados a dicha conducta, con el objetivo de resignificar el valor dentro de sus esquemas vitales. Esto permitirá, a su vez, identificar e integrar un sistema de vida más coherente y alineado con sus valores actuales.
Hola, entiendo que a la situación que quieres poner fin es a la de tener relaciones sentimentales paralelas, en este caso la terapia te ayudaría.
Hola,
Lamento mucho la carga emocional con la que estás viviendo esta situación. Lo que describes —la repetición del patrón de infidelidades a lo largo de los años, la culpa creciente y el impacto en tu descanso y bienestar— no habla de “falta de amor” ni de “mala persona”, sino de un conflicto interno profundo que no has podido resolver solo. La mente suele repetir aquello que no sabe gestionar de otra manera, incluso cuando nos hace daño.
Es importante entender que este tipo de conducta puede estar ligada a necesidades emocionales no resueltas, dificultades en el manejo de impulsos, o mecanismos de evasión del malestar. Ninguno de estos procesos se corrige simplemente con fuerza de voluntad. La culpa, la ansiedad y el insomnio que describes son señales claras de que tu sistema está sobrecargado y necesita un espacio terapéutico seguro para ordenar todo esto, entender su origen y aprender a tener una relación distinta contigo mismo y con tus vínculos.
Sí, con una psicoterapia adecuada es totalmente posible romper este ciclo, trabajar los detonantes, la gestión del deseo, la culpa y construir un modelo de relación más sano y coherente con tus valores. Si lo deseas, puedo acompañarte en ese proceso para que no tengas que sostenerlo solo y puedas recuperar calidad de vida, descanso y claridad.
Un saludo,
David
Lamento mucho la carga emocional con la que estás viviendo esta situación. Lo que describes —la repetición del patrón de infidelidades a lo largo de los años, la culpa creciente y el impacto en tu descanso y bienestar— no habla de “falta de amor” ni de “mala persona”, sino de un conflicto interno profundo que no has podido resolver solo. La mente suele repetir aquello que no sabe gestionar de otra manera, incluso cuando nos hace daño.
Es importante entender que este tipo de conducta puede estar ligada a necesidades emocionales no resueltas, dificultades en el manejo de impulsos, o mecanismos de evasión del malestar. Ninguno de estos procesos se corrige simplemente con fuerza de voluntad. La culpa, la ansiedad y el insomnio que describes son señales claras de que tu sistema está sobrecargado y necesita un espacio terapéutico seguro para ordenar todo esto, entender su origen y aprender a tener una relación distinta contigo mismo y con tus vínculos.
Sí, con una psicoterapia adecuada es totalmente posible romper este ciclo, trabajar los detonantes, la gestión del deseo, la culpa y construir un modelo de relación más sano y coherente con tus valores. Si lo deseas, puedo acompañarte en ese proceso para que no tengas que sostenerlo solo y puedas recuperar calidad de vida, descanso y claridad.
Un saludo,
David
Buenas tardes,
Gracias por compartir algo tan difícil y personal. Lo que describes —la culpa persistente, la sensación de perder el control ante ciertas situaciones, el insomnio y las pesadillas— son señales de que llevas mucho tiempo funcionando con un nivel de tensión emocional muy alto. Es comprensible que, después de tantos años, esto esté afectando a tu bienestar y a tu vida familiar.
Desde la terapia cognitivo-conductual, trabajamos con dos líneas principales:
1. Comprender el ciclo que te lleva a repetir este patrón.
Solemos explorar qué pensamientos, emociones y necesidades internas aparecen antes de que se produzca la conducta infiel (por ejemplo, búsqueda de validación, alivio momentáneo, sensación de adrenalina, evitar malestar emocional, etc.). Identificar ese ciclo permite empezar a intervenir en puntos concretos para prevenir la recaída.
2. Regular la culpa, la ansiedad y el insomnio.
La culpa intensa y sostenida genera más ansiedad, y la ansiedad crónica deteriora el sueño, favorece la rumiación y debilita tu capacidad de autocontrol. El tratamiento ayuda a desmontar creencias rígidas (“no puedo evitarlo”, “siempre volveré a caer”), a trabajar la responsabilidad sin castigarte, y a recuperar la sensación de control sobre tus decisiones.
En terapia también se suelen abordar:
• Las funciones que ha cumplido la conducta a lo largo del tiempo (adrenalina, evasión, refuerzo emocional).
• Estrategias concretas para manejar tentaciones o situaciones de riesgo.
• La reconstrucción de valores personales y del tipo de vida coherente que quieres mantener.
• Técnicas para mejorar el sueño y reducir la sintomatología nocturna.
En respuesta a tu pregunta: sí, con tratamiento psicoterapéutico es posible cambiar este patrón y reducir significativamente la culpa, la ansiedad y la pérdida de control que sientes ahora. Se requiere un trabajo estructurado, pero muchas personas con historias muy similares han podido poner fin a estas conductas y reconstruir una vida más coherente con lo que desean.
Si decides iniciar un proceso terapéutico, no tendrías que enfrentarte a esto solo: trabajaríamos paso a paso, sin juicios, con un plan claro y herramientas concretas.
Cuando lo necesites, estoy aquí para ayudarte a empezar.
Gracias por compartir algo tan difícil y personal. Lo que describes —la culpa persistente, la sensación de perder el control ante ciertas situaciones, el insomnio y las pesadillas— son señales de que llevas mucho tiempo funcionando con un nivel de tensión emocional muy alto. Es comprensible que, después de tantos años, esto esté afectando a tu bienestar y a tu vida familiar.
Desde la terapia cognitivo-conductual, trabajamos con dos líneas principales:
1. Comprender el ciclo que te lleva a repetir este patrón.
Solemos explorar qué pensamientos, emociones y necesidades internas aparecen antes de que se produzca la conducta infiel (por ejemplo, búsqueda de validación, alivio momentáneo, sensación de adrenalina, evitar malestar emocional, etc.). Identificar ese ciclo permite empezar a intervenir en puntos concretos para prevenir la recaída.
2. Regular la culpa, la ansiedad y el insomnio.
La culpa intensa y sostenida genera más ansiedad, y la ansiedad crónica deteriora el sueño, favorece la rumiación y debilita tu capacidad de autocontrol. El tratamiento ayuda a desmontar creencias rígidas (“no puedo evitarlo”, “siempre volveré a caer”), a trabajar la responsabilidad sin castigarte, y a recuperar la sensación de control sobre tus decisiones.
En terapia también se suelen abordar:
• Las funciones que ha cumplido la conducta a lo largo del tiempo (adrenalina, evasión, refuerzo emocional).
• Estrategias concretas para manejar tentaciones o situaciones de riesgo.
• La reconstrucción de valores personales y del tipo de vida coherente que quieres mantener.
• Técnicas para mejorar el sueño y reducir la sintomatología nocturna.
En respuesta a tu pregunta: sí, con tratamiento psicoterapéutico es posible cambiar este patrón y reducir significativamente la culpa, la ansiedad y la pérdida de control que sientes ahora. Se requiere un trabajo estructurado, pero muchas personas con historias muy similares han podido poner fin a estas conductas y reconstruir una vida más coherente con lo que desean.
Si decides iniciar un proceso terapéutico, no tendrías que enfrentarte a esto solo: trabajaríamos paso a paso, sin juicios, con un plan claro y herramientas concretas.
Cuando lo necesites, estoy aquí para ayudarte a empezar.
Gracias por compartir algo tan personal y difícil. La forma en que describes la culpa, el miedo a las consecuencias y las dificultades para dormir muestra que llevas mucho tiempo sosteniendo una carga emocional muy intensa en silencio. Es totalmente comprensible que esto termine generando un malestar profundo.
Lo que comentas no solo tiene que ver con las infidelidades en sí, sino con un patrón que se ha ido consolidando a lo largo de los años y que te coloca en un conflicto interno entre lo que deseas, lo que temes y lo que valoras. Esa ambivalencia constante suele ser agotadora y puede explicar tanto el insomnio como las pesadillas y la sensación de pérdida de control. Si lo consideras, podríamos trabajar todo esto en un proceso terapéutico seguro y confidencial; paso consulta a domicilio en la zona norte de Madrid y también ofrezco atención en línea.
Lo que comentas no solo tiene que ver con las infidelidades en sí, sino con un patrón que se ha ido consolidando a lo largo de los años y que te coloca en un conflicto interno entre lo que deseas, lo que temes y lo que valoras. Esa ambivalencia constante suele ser agotadora y puede explicar tanto el insomnio como las pesadillas y la sensación de pérdida de control. Si lo consideras, podríamos trabajar todo esto en un proceso terapéutico seguro y confidencial; paso consulta a domicilio en la zona norte de Madrid y también ofrezco atención en línea.
no es fácil hablar de esto y que lo hagas ya muestra que estás en un punto de verdadero cansancio emocional y deseo de cambio. Lo que describes ( un patrón repetido de infidelidades acompañado de culpa creciente, miedo a las consecuencias y un nivel de ansiedad que ya afecta a tu descanso y a tu vida diaria) no es algo que se resuelva solo con fuerza de voluntad. Esto no va de falta de moral ni de que “no quieras a tu familia”, sino de un funcionamiento interno que se ha ido consolidando durante años y que ahora te está desbordando.
Es muy frecuente que la mezcla de adrenalina, evasión emocional y culpa termine generando exactamente lo que te está pasando: insomnio, pensamientos recurrentes, miedo a ser descubierto y una sensación cada vez más intensa de pérdida de control. Y cuando uno intenta parar sin entender qué hay detrás, lo habitual es caer de nuevo y después sentir un arrepentimiento inmediato, que es justo el ciclo que describes.
La buena noticia es que sí, este tipo de patrón se puede trabajar en terapia y suele mejorar de forma muy significativa. El foco no sería solo “dejar de ser infiel”, sino entender qué necesitas cuando buscas esas relaciones paralelas, qué función emocional cumplen para ti, por qué se activa ese impulso, qué parte de ti intenta calmarse con ello y cómo puedes aprender a regularte de otra manera sin dañarte ni dañar a quienes quieres. Cuando se aborda desde ahí, la culpa disminuye, la ansiedad cede y la conducta puede cambiar de forma estable.
Es muy frecuente que la mezcla de adrenalina, evasión emocional y culpa termine generando exactamente lo que te está pasando: insomnio, pensamientos recurrentes, miedo a ser descubierto y una sensación cada vez más intensa de pérdida de control. Y cuando uno intenta parar sin entender qué hay detrás, lo habitual es caer de nuevo y después sentir un arrepentimiento inmediato, que es justo el ciclo que describes.
La buena noticia es que sí, este tipo de patrón se puede trabajar en terapia y suele mejorar de forma muy significativa. El foco no sería solo “dejar de ser infiel”, sino entender qué necesitas cuando buscas esas relaciones paralelas, qué función emocional cumplen para ti, por qué se activa ese impulso, qué parte de ti intenta calmarse con ello y cómo puedes aprender a regularte de otra manera sin dañarte ni dañar a quienes quieres. Cuando se aborda desde ahí, la culpa disminuye, la ansiedad cede y la conducta puede cambiar de forma estable.
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