Buenas. Tengo 25 años y desde hace un año padezco ansiedad. Durante el primer mes no sabía que l
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Buenas. Tengo 25 años y desde hace un año padezco ansiedad.
Durante el primer mes no sabía que lo que tenía era ansiedad ya que tenía síntomas como náuseas, dolores estomacales, sensación de desmayo, entre muchos más.
Gracias a la psicóloga empecé a mejorar y a controlar esos síntomas. Lo malo es que el año pasado sufrí dos ataques de ansiedad, uno en agosto antes de subirme a un avión y el otro, en diciembre. Los síntomas que tuve en uno y en otro no tenían nada que ver. En diciembre, los síntomas fueron peores ya que no paraba de ir al baño, tenía la respiración acelerada y me daban temblores en todo el cuerpo que parecía que estaba convulsionando y nunca antes me había dado algo así. Finalmente, logré controlarlo con las herramientas que tenía y que había utilizado otras veces, como el conteo regresivo, control de la respiración y atención plena.
Después de esto y hasta el día de hoy, he tenido síntomas como pinchazos en la cabeza, sensación de pesadez, ardor en la parte superior de la cabeza que duran un periodo de tiempo, se van, y luego vuelve otro síntoma de los ya nombrados. Me he dado cuenta de que podría ser porque suelo tensar la mandíbula y el cuero cabelludo junto con las orejas cuando estoy nerviosa, en estado de alerta o estresada. Aunque muchas veces no paro de pensar que es porque tengo alguna enfermedad grave.
Esto me está afectando a mi calidad de vida ya que desde que me levanto hasta que me acuesto estoy pensando constantemente en si se me irán en algún momento estas molestias o no.
De todas formas, he pedido cita con mi médico de cabecera para que me haga un chequeo y me mande a hacer unas pruebas generales para comprobar que todo está bien y así poder quedarme tranquila, aunque estoy segura de que todo está en mi cabeza y al no haberlo experimentado antes, me obsesiono con ello.
¿Creen que puede ser por los motivos expuestos o tienen otro diagnóstico?
Un cordial saludo, gracias de antemano.
Durante el primer mes no sabía que lo que tenía era ansiedad ya que tenía síntomas como náuseas, dolores estomacales, sensación de desmayo, entre muchos más.
Gracias a la psicóloga empecé a mejorar y a controlar esos síntomas. Lo malo es que el año pasado sufrí dos ataques de ansiedad, uno en agosto antes de subirme a un avión y el otro, en diciembre. Los síntomas que tuve en uno y en otro no tenían nada que ver. En diciembre, los síntomas fueron peores ya que no paraba de ir al baño, tenía la respiración acelerada y me daban temblores en todo el cuerpo que parecía que estaba convulsionando y nunca antes me había dado algo así. Finalmente, logré controlarlo con las herramientas que tenía y que había utilizado otras veces, como el conteo regresivo, control de la respiración y atención plena.
Después de esto y hasta el día de hoy, he tenido síntomas como pinchazos en la cabeza, sensación de pesadez, ardor en la parte superior de la cabeza que duran un periodo de tiempo, se van, y luego vuelve otro síntoma de los ya nombrados. Me he dado cuenta de que podría ser porque suelo tensar la mandíbula y el cuero cabelludo junto con las orejas cuando estoy nerviosa, en estado de alerta o estresada. Aunque muchas veces no paro de pensar que es porque tengo alguna enfermedad grave.
Esto me está afectando a mi calidad de vida ya que desde que me levanto hasta que me acuesto estoy pensando constantemente en si se me irán en algún momento estas molestias o no.
De todas formas, he pedido cita con mi médico de cabecera para que me haga un chequeo y me mande a hacer unas pruebas generales para comprobar que todo está bien y así poder quedarme tranquila, aunque estoy segura de que todo está en mi cabeza y al no haberlo experimentado antes, me obsesiono con ello.
¿Creen que puede ser por los motivos expuestos o tienen otro diagnóstico?
Un cordial saludo, gracias de antemano.
ola, gracias por compartir tu experiencia. Lamento que estés pasando por este momento tan difícil, pero también quiero reconocer que el hecho de que hayas identificado y buscado ayuda para tus síntomas es un paso importante hacia la mejora.
Lo que describes, con síntomas físicos como náuseas, dolores estomacales, tensión en la mandíbula y cabeza, y ataques de ansiedad, es bastante común en personas que experimentan ansiedad. La ansiedad puede manifestarse tanto a nivel emocional como físico y mental, y tus síntomas parecen estar relacionados con esta respuesta del cuerpo al estrés y la tensión emocional.
Es muy posible que los síntomas que experimentas, como el ardor, los pinchazos en la cabeza y la sensación de pesadez, sean producto de la tensión muscular crónica. El hecho de que notes que tensas la mandíbula y el cuero cabelludo cuando estás nerviosa es una pista importante. La ansiedad puede provocar que los músculos se contraigan involuntariamente, y esto puede generar molestias y dolor. Además, los pensamientos persistentes sobre posibles enfermedades graves, también conocidos como hipocondría (o preocupación excesiva por la salud), son una forma común de manifestación de la ansiedad, y es algo que muchas personas con ansiedad experimentan. Tu mente tiende a asociar las sensaciones físicas con algo más grave, lo cual alimenta la ansiedad y el ciclo de preocupación constante. Cuando los niveles de síntomas son agudos como los que describes, es decir, que aparecen intensamente y rápidamente, se habla de ataques de pánico. Según la bibliografía, los ataques de pánico tienen una relación con la necesidad de conexión y seguridad que todos los humanos tenemos, están relacionados con miedo a la muerte, miedo a la soledad, se viven de forma muy angustiante.
Te felicito por haber decidido consultar con tu médico de cabecera para realizar un chequeo y asegurarte de que todo esté bien, es recomendable en estos casos descartar diagnósticos físicos. Además a veces, cuando estamos muy centrados en los síntomas físicos, tener la confirmación médica de que no hay problemas graves puede ser muy útil para calmar la ansiedad. Es importante también que sigas trabajando en las herramientas que ya has aprendido con tu psicóloga, como el control de la respiración y la atención plena, ya que estas técnicas son muy efectivas para reducir los síntomas de ansiedad y ayudar a calmar el cuerpo y la mente.
Mi recomendación es que sigas trabajando en reducir la tensión muscular (a lo mejor con ejercicios de relajación y estiramientos), continúes utilizando las técnicas de respiración y mindfulness, y junto con una psicóloga/o explorar estos temores y trabajar en estrategias para cambiar estos patrones de conducta. En esta fase primera lo que se necesita es regular el sistema nervioso volviendo a la calma con estrategias para estimular el nervio vago.
Recuerda que los síntomas de ansiedad son temporales y mejorarán con el tiempo a medida que sigas fortaleciendo tus herramientas de manejo. Estás tomando las decisiones correctas al buscar ayuda y cuidado para ti misma.
Puedes escribirme si tienes cualquier duda, tengo mucha experiencia y eficacia en el tratamiento trastornos de la ansiedad y trastornos de pánico.
Un abrazo y Un abrazo y mucho ánimo en tu proceso.
Lo que describes, con síntomas físicos como náuseas, dolores estomacales, tensión en la mandíbula y cabeza, y ataques de ansiedad, es bastante común en personas que experimentan ansiedad. La ansiedad puede manifestarse tanto a nivel emocional como físico y mental, y tus síntomas parecen estar relacionados con esta respuesta del cuerpo al estrés y la tensión emocional.
Es muy posible que los síntomas que experimentas, como el ardor, los pinchazos en la cabeza y la sensación de pesadez, sean producto de la tensión muscular crónica. El hecho de que notes que tensas la mandíbula y el cuero cabelludo cuando estás nerviosa es una pista importante. La ansiedad puede provocar que los músculos se contraigan involuntariamente, y esto puede generar molestias y dolor. Además, los pensamientos persistentes sobre posibles enfermedades graves, también conocidos como hipocondría (o preocupación excesiva por la salud), son una forma común de manifestación de la ansiedad, y es algo que muchas personas con ansiedad experimentan. Tu mente tiende a asociar las sensaciones físicas con algo más grave, lo cual alimenta la ansiedad y el ciclo de preocupación constante. Cuando los niveles de síntomas son agudos como los que describes, es decir, que aparecen intensamente y rápidamente, se habla de ataques de pánico. Según la bibliografía, los ataques de pánico tienen una relación con la necesidad de conexión y seguridad que todos los humanos tenemos, están relacionados con miedo a la muerte, miedo a la soledad, se viven de forma muy angustiante.
Te felicito por haber decidido consultar con tu médico de cabecera para realizar un chequeo y asegurarte de que todo esté bien, es recomendable en estos casos descartar diagnósticos físicos. Además a veces, cuando estamos muy centrados en los síntomas físicos, tener la confirmación médica de que no hay problemas graves puede ser muy útil para calmar la ansiedad. Es importante también que sigas trabajando en las herramientas que ya has aprendido con tu psicóloga, como el control de la respiración y la atención plena, ya que estas técnicas son muy efectivas para reducir los síntomas de ansiedad y ayudar a calmar el cuerpo y la mente.
Mi recomendación es que sigas trabajando en reducir la tensión muscular (a lo mejor con ejercicios de relajación y estiramientos), continúes utilizando las técnicas de respiración y mindfulness, y junto con una psicóloga/o explorar estos temores y trabajar en estrategias para cambiar estos patrones de conducta. En esta fase primera lo que se necesita es regular el sistema nervioso volviendo a la calma con estrategias para estimular el nervio vago.
Recuerda que los síntomas de ansiedad son temporales y mejorarán con el tiempo a medida que sigas fortaleciendo tus herramientas de manejo. Estás tomando las decisiones correctas al buscar ayuda y cuidado para ti misma.
Puedes escribirme si tienes cualquier duda, tengo mucha experiencia y eficacia en el tratamiento trastornos de la ansiedad y trastornos de pánico.
Un abrazo y Un abrazo y mucho ánimo en tu proceso.
Pareces haber desarrollado un cuadro de ansiedad generalizada con numerosas somatizaciones. Sería conveniente una revisión psicológica del mismo para establecer las posibles vías de intervención.
Es comprensible que esta situación te genere preocupación, especialmente cuando los síntomas físicos son tan intensos y variados. La ansiedad puede manifestarse de muchas formas en el cuerpo, y es común que los síntomas cambien con el tiempo, lo que puede generar más incertidumbre y miedo a que se trate de algo grave.
La relación que has identificado entre la tensión en la mandíbula, el cuero cabelludo y las molestias que experimentas es un punto importante. Muchas veces, la ansiedad provoca una activación constante del sistema nervioso, lo que lleva a una tensión muscular involuntaria y a síntomas como los que describes. Además, el miedo a padecer una enfermedad grave puede generar un ciclo de preocupación que mantiene los síntomas activos, lo que se conoce como ansiedad somática o hipervigilancia corporal.
Es una excelente decisión haber solicitado una cita médica para realizar un chequeo y descartar cualquier otra causa. Si los resultados confirman que todo está bien físicamente, será clave trabajar en la confianza en tu propio cuerpo y en estrategias para reducir la hiperfocalización en los síntomas. Técnicas como la relajación muscular progresiva, la reestructuración cognitiva para manejar pensamientos catastróficos y el enfoque en actividades que te ayuden a salir del estado de alerta pueden ser de gran utilidad.
Si sientes que estas preocupaciones están interfiriendo demasiado en tu calidad de vida, sería recomendable hablarlo con tu psicóloga para profundizar en la gestión de la ansiedad y evitar que se convierta en un círculo vicioso de atención y malestar. Recuerda que has logrado controlar episodios previos con éxito, lo que demuestra que tienes herramientas efectivas. Seguir fortaleciendo estas estrategias te permitirá recuperar el bienestar progresivamente.
La relación que has identificado entre la tensión en la mandíbula, el cuero cabelludo y las molestias que experimentas es un punto importante. Muchas veces, la ansiedad provoca una activación constante del sistema nervioso, lo que lleva a una tensión muscular involuntaria y a síntomas como los que describes. Además, el miedo a padecer una enfermedad grave puede generar un ciclo de preocupación que mantiene los síntomas activos, lo que se conoce como ansiedad somática o hipervigilancia corporal.
Es una excelente decisión haber solicitado una cita médica para realizar un chequeo y descartar cualquier otra causa. Si los resultados confirman que todo está bien físicamente, será clave trabajar en la confianza en tu propio cuerpo y en estrategias para reducir la hiperfocalización en los síntomas. Técnicas como la relajación muscular progresiva, la reestructuración cognitiva para manejar pensamientos catastróficos y el enfoque en actividades que te ayuden a salir del estado de alerta pueden ser de gran utilidad.
Si sientes que estas preocupaciones están interfiriendo demasiado en tu calidad de vida, sería recomendable hablarlo con tu psicóloga para profundizar en la gestión de la ansiedad y evitar que se convierta en un círculo vicioso de atención y malestar. Recuerda que has logrado controlar episodios previos con éxito, lo que demuestra que tienes herramientas efectivas. Seguir fortaleciendo estas estrategias te permitirá recuperar el bienestar progresivamente.
Es completamente comprensible que la ansiedad te haya generado un gran malestar físico y que, al no haberlo experimentado antes, te preocupe que pueda tratarse de algo más grave. Los síntomas que describes, como náuseas, sensación de desmayo, temblores, pinchazos en la cabeza y ardor en el cuero cabelludo, son manifestaciones frecuentes de la ansiedad, especialmente cuando se somatiza el estrés. Además, el hecho de que hayas identificado la tensión en la mandíbula y el cuero cabelludo como posibles desencadenantes refuerza la idea de que tu cuerpo está respondiendo a un estado prolongado de alerta.
Es completamente válido que busques una revisión médica para descartar cualquier causa física y ganar tranquilidad. Sin embargo, dado que ya has identificado que estos síntomas fluctúan con tu nivel de ansiedad y estrés, es importante que sigas trabajando en herramientas para regular tu estado emocional. Técnicas como la relajación muscular progresiva, la meditación, la respiración diafragmática y la reestructuración cognitiva pueden ayudarte a reducir la hipervigilancia hacia tus síntomas.
Recuerda que la ansiedad tiene la capacidad de hacer que enfoquemos nuestra atención en las sensaciones físicas, aumentando su intensidad y prolongando su duración. Lo más importante es seguir fortaleciendo la confianza en tu capacidad para manejarla y no dejar que el miedo te condicione. Con el tiempo y el trabajo adecuado, estos síntomas irán perdiendo fuerza y dejarán de interferir en tu día a día.
Es completamente válido que busques una revisión médica para descartar cualquier causa física y ganar tranquilidad. Sin embargo, dado que ya has identificado que estos síntomas fluctúan con tu nivel de ansiedad y estrés, es importante que sigas trabajando en herramientas para regular tu estado emocional. Técnicas como la relajación muscular progresiva, la meditación, la respiración diafragmática y la reestructuración cognitiva pueden ayudarte a reducir la hipervigilancia hacia tus síntomas.
Recuerda que la ansiedad tiene la capacidad de hacer que enfoquemos nuestra atención en las sensaciones físicas, aumentando su intensidad y prolongando su duración. Lo más importante es seguir fortaleciendo la confianza en tu capacidad para manejarla y no dejar que el miedo te condicione. Con el tiempo y el trabajo adecuado, estos síntomas irán perdiendo fuerza y dejarán de interferir en tu día a día.
Hola, encantada de saludarte. Creo que la decisión que has tomado es correcta, primero descartar algún problema físico o de salud, y si todo está bien, tomar conciencia de éste problema de ansiedad que últimamente no controlas y que te está afectando en tu día a día. Tienes herramientas como la respiración, la activación vagal, la atención plena, conteo regresivo....Deberías tener o saber cuáles son las situaciones, esos disparadores, que disparan tu ansiedad y anteponerte a ella, utilizando esas herramientas. También habría que ver y poder "controlar" esa rumiación y ese pensamiento constante y obsesivo y ese malestar que te genera el estar todo el día pensando en ello y poniendo toda tu atención en los síntomas y en si será algo.
Buenos días, imagino que debes estar experimentando mucha angustia ante toda esta sintomatología y debido a la preocupación por tu salud. En la sociedad que vivimos la salud y el bienestar son muy importantes para todos, por lo que cuando se ven afectados suele generarnos temor y preocupación.
Por lo que comentas, al margen de que pueda haber una patología médica subyacente, parece que hay miedo a la enfermedad y al malestar, y que encuentras dificultades para gestionar tu angustia en este tipo de momentos, desarrollando muchos pensamientos obsesivos al respecto que incrementan, a su vez, tu malestar.
La salud mental depende, en buena medida, del desarrollo de estrategias de afrontamiento eficaces para de las situaciones difíciles o problemas que se nos presentan en nuestro día a día. Por ello, tener un buen afrontamiento ante los problemas de salud, reales o temidos, dolores o molestias físicas etc. y manejar tu ansiedad y preocupaciones obsesivas te ayudará a sentirte mucho mejor.
Desde la terapia cognitivo conductual se interviene con mucha eficacia en los trastornos de ansiedad, entre ellos miedo y preocupación por las enfermedades, el dolor, miedo a tener ataques de pánico etc. Especialmente por parte de psicoterapeutas especializados en el tratamiento de problemas de ansiedad.
Poseo experiencia tratando este tipo de trastornos de ansiedad, por lo que si deseas puedes visitar mi perfil o concertar una visita para conocerme y ver cómo puedo ayudarte.
Por lo que comentas, al margen de que pueda haber una patología médica subyacente, parece que hay miedo a la enfermedad y al malestar, y que encuentras dificultades para gestionar tu angustia en este tipo de momentos, desarrollando muchos pensamientos obsesivos al respecto que incrementan, a su vez, tu malestar.
La salud mental depende, en buena medida, del desarrollo de estrategias de afrontamiento eficaces para de las situaciones difíciles o problemas que se nos presentan en nuestro día a día. Por ello, tener un buen afrontamiento ante los problemas de salud, reales o temidos, dolores o molestias físicas etc. y manejar tu ansiedad y preocupaciones obsesivas te ayudará a sentirte mucho mejor.
Desde la terapia cognitivo conductual se interviene con mucha eficacia en los trastornos de ansiedad, entre ellos miedo y preocupación por las enfermedades, el dolor, miedo a tener ataques de pánico etc. Especialmente por parte de psicoterapeutas especializados en el tratamiento de problemas de ansiedad.
Poseo experiencia tratando este tipo de trastornos de ansiedad, por lo que si deseas puedes visitar mi perfil o concertar una visita para conocerme y ver cómo puedo ayudarte.
Parece que tu ansiedad se ha manifestado de distintas formas a lo largo del tiempo, algo bastante común. Lo que describes, como la tensión en la mandíbula y la hipervigilancia hacia los síntomas físicos, podría estar alimentando el malestar. Es positivo que estés aplicando herramientas para manejarlo y que hayas solicitado un chequeo médico para tu tranquilidad. La clave está en seguir trabajando en terapia para reducir la ansiedad y la atención constante a los síntomas, ya que esto puede reforzar el círculo de preocupación.
Buenas noches, puede ser que la ansiedad sea el síntoma de otras causas que habría que indagar con una terapia profunda. Habría que hacer una valoración para poder conocer los motivos. Pero muchas veces la ansiedad viene por otras causas o eventos traumáticos que se deben trabajar con una terapia profunda y conociendo la historia de la persona
Gracias por compartir tu experiencia. Es muy positivo que estés utilizando herramientas como la respiración y la atención plena para manejar la ansiedad, y que hayas solicitado un chequeo médico para descartar cualquier causa física. Los síntomas que describes, como los pinchazos, ardor o pesadez, son comunes en la ansiedad y suelen estar relacionados con la tensión muscular, especialmente en zonas como la mandíbula y el cuero cabelludo. Esto puede agravarse cuando estamos hipervigilantes a nuestras sensaciones corporales. En consulta, podríamos trabajar en reducir esta hiperfocalización, explorar estrategias para aliviar la tensión física y mental, y ayudarte a romper este ciclo de preocupación. Sigue confiando en tus recursos; estás en el camino correcto.
Hola. Los síntomas que comentas pueden ser debidos a la ansiedad, aunque está bien que te hagas un chequeo médico, para descartar. Yo suelo trabajar con mis clientas este tipo de síntomas e intentamos ver de qué manera mejorar el día a día para que sea más saludable o menos ansiógeno, introduciendo alguna técnica de relajación, actividad física en la medida de lo posible, eliminar algún mal hábito poco a poco que no nos esté ayudando. Espero haberte ayudado. Un abrazo.
Creo que estás en lo cierto y es una obsesión. Te diría que en lugar de asustarte de ella la afrontes. Todos los días a la hora que tú elijas te propongo un ejercicio. Escribe sobre lo que podrías tener y trata de describirlo lo más detalladamente que puedas. Una vez terminado trata de describirlo por segunda vez haciéndolo aún más intimidante, y por tercera hazlo lo más grave que puedas. Luego sigue con tus actividades cotidianas.
Si sientes ansiedad a lo largo del día no la evites, trata de aumentarla todo lo que puedas y verás que colapsa y te permite seguir con tus actividades.
Si sientes ansiedad a lo largo del día no la evites, trata de aumentarla todo lo que puedas y verás que colapsa y te permite seguir con tus actividades.
Hola, gracias por compartir tu experiencia con tanta claridad. Entiendo lo difícil que resulta convivir con síntomas físicos tan intensos y variados, y la preocupación constante que generan.
Lo que describes es bastante frecuente en los problemas de ansiedad: el cuerpo manifiesta la tensión de diferentes maneras (respiración acelerada, temblores, molestias digestivas, presión o ardor en la cabeza, tensión mandibular, etc.). Estos síntomas pueden cambiar con el tiempo, lo que suele aumentar la sensación de inseguridad y la tendencia a pensar en enfermedades graves.
Me parece muy acertado que hayas pedido una revisión médica: esto te dará tranquilidad y te permitirá descartar otras causas. Al mismo tiempo, seguir trabajando en terapia psicológica puede ayudarte a manejar la hipervigilancia corporal, la rumiación y el miedo a los síntomas, que son los que terminan manteniendo el círculo de ansiedad.
En resumen, lo que cuentas encaja mucho más con ansiedad que con una enfermedad grave, pero es importante que un médico lo valore para tu tranquilidad. Paralelamente, un psicólogo puede acompañarte a fortalecer las herramientas que ya utilizas (respiración, atención plena, manejo de pensamientos) y a recuperar una mejor calidad de vida.
Un abrazo,
Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807
Lo que describes es bastante frecuente en los problemas de ansiedad: el cuerpo manifiesta la tensión de diferentes maneras (respiración acelerada, temblores, molestias digestivas, presión o ardor en la cabeza, tensión mandibular, etc.). Estos síntomas pueden cambiar con el tiempo, lo que suele aumentar la sensación de inseguridad y la tendencia a pensar en enfermedades graves.
Me parece muy acertado que hayas pedido una revisión médica: esto te dará tranquilidad y te permitirá descartar otras causas. Al mismo tiempo, seguir trabajando en terapia psicológica puede ayudarte a manejar la hipervigilancia corporal, la rumiación y el miedo a los síntomas, que son los que terminan manteniendo el círculo de ansiedad.
En resumen, lo que cuentas encaja mucho más con ansiedad que con una enfermedad grave, pero es importante que un médico lo valore para tu tranquilidad. Paralelamente, un psicólogo puede acompañarte a fortalecer las herramientas que ya utilizas (respiración, atención plena, manejo de pensamientos) y a recuperar una mejor calidad de vida.
Un abrazo,
Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807
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