Hola. Estoy en terapia. Ella es sistémica y edmr. Yo tengo ansiedad. Depresión. Trastorno de estrés
12
respuestas
Hola. Estoy en terapia. Ella es sistémica y edmr. Yo tengo ansiedad. Depresión. Trastorno de estrés postraumático complejo. Entre otras cositas. Tuve abusos (diferentes tipos). Me cuesta mucho confiar. Tengo 34 años. Las relaciones humanas no son lo mío. Bueno cuestión de que me está pasando algo a nivel físico que me molesta. La sesiones son online. Nunca nos vimos. No tengo deseo extraños para con ella. Pero estoy confiando y la aprecio mucho. Me deja escribirle las veces que yo quiera. Cuando estoy en sesión muchas veces termino con erecciones. Pero no queda solo ahí. Sino cuando leo sus mensajes. Cuando pienso en ella. Repito. Es muy molesto y me siento un poco sucio. Porque no la veo nada fuera de lo profesional. Y nunca se pasó ningún límite previamente establecido. Debo tmb decir que empecé a mejorar. Y me siento en un espacio seguro. Cada vez me abro más. No puedo hablar esto en sesión porque me da vergüenza y pienso que quizás lo tome mal y me deje por esto. O cambie la relación. No se que hacer. Tmb estoy teniendo una regresión importante. Espero que pase esta consulta y me ayuden. Gracias
Hola, gracias por compartir tu situación con tanta sinceridad. Lo que cuentas puede ser muy incómodo, pero no es extraño que en terapia aparezcan reacciones físicas o emocionales inesperadas, sobre todo cuando se trabaja con confianza y temas tan delicados.
Lo más adecuado sería poder comentarlo con tu terapeuta. Es probable que, al conocerlo, valore derivarte a otra persona para que el proceso no se vea interferido y puedas seguir avanzando con tranquilidad.
Si lo deseas, puedes reservar una cita conmigo; trabajaremos tu caso desde el respeto, teniendo en cuenta tu historia y tus necesidades actuales.
Lo más adecuado sería poder comentarlo con tu terapeuta. Es probable que, al conocerlo, valore derivarte a otra persona para que el proceso no se vea interferido y puedas seguir avanzando con tranquilidad.
Si lo deseas, puedes reservar una cita conmigo; trabajaremos tu caso desde el respeto, teniendo en cuenta tu historia y tus necesidades actuales.
Hola, gracias por compartir lo que estás viviendo. Lo que describes puede ocurrir en terapia, sobre todo cuando se trabajan traumas y emociones profundas: el cuerpo a veces reacciona sin que tenga que ver con un deseo consciente. No es algo ‘sucio’ ni significa que haya límites cruzados. Si puedes, sería importante hablarlo con tu terapeuta; puedes contarlo poco a poco, explicando cómo te hace sentir, para que te acompañe sin juicio. Estos temas forman parte del proceso y trabajarlos puede ayudarte mucho.
Estás sufriendo lo que en psicología se conoce como transferencia, un amor platónico hacia la terapeuta, en este caso, te animó a compartir lo que te sucede con ella, pues existe cierta normalidad en lo que te pasa, ya que si tu terapeuta lo supiera podría hacer lo que se llama contratransferencia, y contrarrestar un poco lo que te pasa.
Te animo a que confies en ella y el proceso que has iniciado
Te animo a que confies en ella y el proceso que has iniciado
Gracias por abrirte y contar esto, entiendo que te resulte incómodo y hasta te genere vergüenza. Quiero transmitirte que las reacciones físicas durante la terapia (como las erecciones que describes) no significan necesariamente un deseo sexual hacia la terapeuta. Muchas veces son respuestas automáticas del cuerpo vinculadas a la activación emocional, a recuerdos de trauma o a la intensidad del vínculo terapéutico.
No es algo ‘sucio’ ni algo de lo que debas avergonzarte. Forma parte de lo que tu cuerpo expresa y merece ser comprendido con respeto.
Sería muy valioso que, aunque cueste, puedas hablarlo en sesión. La terapeuta tiene formación para escucharlo sin juzgarte y, al contrario de lo que temes, lo más probable es que lo entienda como parte de tu proceso de sanación y lo trabaje contigo.
No es algo ‘sucio’ ni algo de lo que debas avergonzarte. Forma parte de lo que tu cuerpo expresa y merece ser comprendido con respeto.
Sería muy valioso que, aunque cueste, puedas hablarlo en sesión. La terapeuta tiene formación para escucharlo sin juzgarte y, al contrario de lo que temes, lo más probable es que lo entienda como parte de tu proceso de sanación y lo trabaje contigo.
Buenas noches.
La relación terapéutica es una relación humana en la que puede llegar a pasar lo que estás comentando. El sentirse apoyado, recogido y escuchado puede despertar sentimientos afectivos hacia la persona. Pero esto dificulta la evolución en la terapia. Desde mi punto de vista, convendría que se lo trasmitieras. Ella posiblemente lo entienda y podáis tomar juntos la decisión más adecuada en cuanto a la continuidad de la terapia con esta terapeuta.
La relación terapéutica es una relación humana en la que puede llegar a pasar lo que estás comentando. El sentirse apoyado, recogido y escuchado puede despertar sentimientos afectivos hacia la persona. Pero esto dificulta la evolución en la terapia. Desde mi punto de vista, convendría que se lo trasmitieras. Ella posiblemente lo entienda y podáis tomar juntos la decisión más adecuada en cuanto a la continuidad de la terapia con esta terapeuta.
Gracias por compartir esto con tanta honestidad. Lo que describes es algo que le pasa a más personas de lo que imaginas, aunque casi nadie lo habla porque genera mucha vergüenza. Te cuento algunos puntos importantes que pueden ayudarte a entender lo que te ocurre y cómo manejarlo:
-¿ Por qué pasa esto?
Es una respuesta del cuerpo, no de la voluntad
La excitación física no siempre está ligada al deseo consciente. El cuerpo puede reaccionar con erecciones en contextos de intimidad emocional, de confianza o incluso de ansiedad, sin que haya intención sexual.
El vínculo terapéutico es muy poderoso
Cuando alguien empieza a sentirse seguro, comprendido y visto —especialmente después de experiencias de abuso o traición— el cuerpo puede reaccionar con confusión. La sensación de conexión despierta emociones intensas que se expresan a nivel físico.
No significa que quieras tener algo con ella
Lo que cuentas confirma que no hay fantasía ni deseo romántico. Más bien es una mezcla de vulnerabilidad, confianza y el hecho de que tu sistema nervioso está aprendiendo nuevas formas de relacionarse.
-¿Qué hacer con la vergüenza?
No es sucio ni malo. Es una reacción corporal automática, no una decisión tuya.
La vergüenza es común cuando el cuerpo reacciona de formas que no entendemos. Pero recuerda: tu cuerpo no está traicionando tu intención. Solo está respondiendo a la experiencia de seguridad.
La regresión que mencionas también explica que estés reviviendo emociones muy primitivas (propias de cuando necesitabas cuidado y protección). Eso puede mezclarse con respuestas físicas.
¿Cómo hablarlo (si decides hacerlo)?
Es normal que temas que tu terapeuta lo tome mal. Pero los terapeutas están preparados para esto; lo entienden como parte de la transferencia y del proceso terapéutico.
Podrías decir algo como:
“Hay algo que me da vergüenza, pero me está molestando. A veces noto reacciones físicas como erecciones durante o después de las sesiones. No tienen nada que ver con deseo hacia vos, sino que me incomodan y me hacen sentir sucio. ¿Podemos hablar de eso?”
De esa forma aclaras que no se trata de una intención hacia ella, sino de una experiencia corporal que quieres comprender.
-Lo más importante. Recuerda:
Lo que te pasa es normal dentro del proceso terapéutico.
No significa nada malo de ti ni va a arruinar la terapia si lo planteas.
Hablarlo podría incluso ayudarte a aliviar la vergüenza, porque lo pondrán en un marco clínico y podrás entenderlo mejor.
-¿ Por qué pasa esto?
Es una respuesta del cuerpo, no de la voluntad
La excitación física no siempre está ligada al deseo consciente. El cuerpo puede reaccionar con erecciones en contextos de intimidad emocional, de confianza o incluso de ansiedad, sin que haya intención sexual.
El vínculo terapéutico es muy poderoso
Cuando alguien empieza a sentirse seguro, comprendido y visto —especialmente después de experiencias de abuso o traición— el cuerpo puede reaccionar con confusión. La sensación de conexión despierta emociones intensas que se expresan a nivel físico.
No significa que quieras tener algo con ella
Lo que cuentas confirma que no hay fantasía ni deseo romántico. Más bien es una mezcla de vulnerabilidad, confianza y el hecho de que tu sistema nervioso está aprendiendo nuevas formas de relacionarse.
-¿Qué hacer con la vergüenza?
No es sucio ni malo. Es una reacción corporal automática, no una decisión tuya.
La vergüenza es común cuando el cuerpo reacciona de formas que no entendemos. Pero recuerda: tu cuerpo no está traicionando tu intención. Solo está respondiendo a la experiencia de seguridad.
La regresión que mencionas también explica que estés reviviendo emociones muy primitivas (propias de cuando necesitabas cuidado y protección). Eso puede mezclarse con respuestas físicas.
¿Cómo hablarlo (si decides hacerlo)?
Es normal que temas que tu terapeuta lo tome mal. Pero los terapeutas están preparados para esto; lo entienden como parte de la transferencia y del proceso terapéutico.
Podrías decir algo como:
“Hay algo que me da vergüenza, pero me está molestando. A veces noto reacciones físicas como erecciones durante o después de las sesiones. No tienen nada que ver con deseo hacia vos, sino que me incomodan y me hacen sentir sucio. ¿Podemos hablar de eso?”
De esa forma aclaras que no se trata de una intención hacia ella, sino de una experiencia corporal que quieres comprender.
-Lo más importante. Recuerda:
Lo que te pasa es normal dentro del proceso terapéutico.
No significa nada malo de ti ni va a arruinar la terapia si lo planteas.
Hablarlo podría incluso ayudarte a aliviar la vergüenza, porque lo pondrán en un marco clínico y podrás entenderlo mejor.
Gracias por compartir con tanta sinceridad lo que te está ocurriendo. Lo que describes puede resultar muy desconcertante y generar vergüenza, sin embargo, es importante saber que estas reacciones son más comunes de lo que parecen en contextos de terapia, especialmente cuando el vínculo terapéutico te ayuda a sentirte seguro y comienzas a abrirte emocionalmente .
1. Reacciones físicas en terapia:
- Las erecciones u otras respuestas físicas durante la terapia no necesariamente tienen un significado sexual; en muchas ocasiones, el sistema nervioso reacciona de forma automática ante la confianza, el cuidado recibido o incluso ante la activación de memorias y emociones profundas .
- A veces, cuando se trabajan temas de trauma, abuso o vínculos afectivos, pueden aparecer respuestas corporales inesperadas sin que haya una intención consciente detrás .
- La conexión emocional, la sensación de seguridad o el alivio al sentirte aceptado pueden despertar sensaciones corporales de todo tipo, y no son signo de algo “sucio” ni inadecuado .
2. ¿Qué hacer con esto?:
- Hablar de ello en terapia (aunque cueste) suele ser el paso más liberador. Los y las profesionales estamos acostumbrados a contenido sensible y a reacciones físicas/emocionales de los pacientes.
- Cargar con la vergüenza en silencio hace que crezca, mientras que compartirlo en el espacio terapéutico puede traer alivio y permitir que la terapeuta te acompañe a entender lo que está pasando .
- Contar esto, aunque sea poco a poco, te ayudará a eliminar la sensación de soledad y de extraño, además de fortalecer la confianza y el trabajo juntos en terapia.
- Tu terapeuta, por su formación y experiencia (en terapia sistémica y EMDR), también comprende que estas respuestas pueden aparecer como parte del proceso de reparación del pasado y de trabajo emocional profundo.
3. Ideas importantes:
- No eres “sucio” ni hay nada de malo en ti por lo que te sucede. Tu cuerpo responde desde lo inconsciente y no es algo que controles voluntariamente.
- Esto no significa que desees romper los límites profesionales ni comprometer la relación terapéutica. Al contrario, expresa que el espacio y el vínculo están funcionando y estás reparando heridas de confianza.
- La vergüenza es una emoción humana, pero no tiene por qué dominar este proceso. Permítete cuidarte y recuerda que tu terapeuta está para acompañarte, no para juzgarte.
- Si te cuesta decirlo en voz alta, podrías aprovechar su ofrecimiento de escribirle fuera de sesión y expresarlo primero por mensaje, si eso te da más seguridad.
Estás haciendo un trabajo muy valiente y profundo ;) Confía en que puedes llevar también estas dificultades a tu espacio terapéutico; mereces vivir el proceso sin pesos ni secretos.
Un abrazo,
Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807
1. Reacciones físicas en terapia:
- Las erecciones u otras respuestas físicas durante la terapia no necesariamente tienen un significado sexual; en muchas ocasiones, el sistema nervioso reacciona de forma automática ante la confianza, el cuidado recibido o incluso ante la activación de memorias y emociones profundas .
- A veces, cuando se trabajan temas de trauma, abuso o vínculos afectivos, pueden aparecer respuestas corporales inesperadas sin que haya una intención consciente detrás .
- La conexión emocional, la sensación de seguridad o el alivio al sentirte aceptado pueden despertar sensaciones corporales de todo tipo, y no son signo de algo “sucio” ni inadecuado .
2. ¿Qué hacer con esto?:
- Hablar de ello en terapia (aunque cueste) suele ser el paso más liberador. Los y las profesionales estamos acostumbrados a contenido sensible y a reacciones físicas/emocionales de los pacientes.
- Cargar con la vergüenza en silencio hace que crezca, mientras que compartirlo en el espacio terapéutico puede traer alivio y permitir que la terapeuta te acompañe a entender lo que está pasando .
- Contar esto, aunque sea poco a poco, te ayudará a eliminar la sensación de soledad y de extraño, además de fortalecer la confianza y el trabajo juntos en terapia.
- Tu terapeuta, por su formación y experiencia (en terapia sistémica y EMDR), también comprende que estas respuestas pueden aparecer como parte del proceso de reparación del pasado y de trabajo emocional profundo.
3. Ideas importantes:
- No eres “sucio” ni hay nada de malo en ti por lo que te sucede. Tu cuerpo responde desde lo inconsciente y no es algo que controles voluntariamente.
- Esto no significa que desees romper los límites profesionales ni comprometer la relación terapéutica. Al contrario, expresa que el espacio y el vínculo están funcionando y estás reparando heridas de confianza.
- La vergüenza es una emoción humana, pero no tiene por qué dominar este proceso. Permítete cuidarte y recuerda que tu terapeuta está para acompañarte, no para juzgarte.
- Si te cuesta decirlo en voz alta, podrías aprovechar su ofrecimiento de escribirle fuera de sesión y expresarlo primero por mensaje, si eso te da más seguridad.
Estás haciendo un trabajo muy valiente y profundo ;) Confía en que puedes llevar también estas dificultades a tu espacio terapéutico; mereces vivir el proceso sin pesos ni secretos.
Un abrazo,
Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807
Lo que estás experimentando es más común de lo que parece y no te hace “sucio” ni significa que estés actuando de manera inapropiada. Lo que describes, erecciones o excitación sexual ante la cercanía emocional, mensajes o apertura con tu terapeuta, suele ser una respuesta fisiológica automática que no siempre refleja deseos conscientes ni intenciones inapropiadas. Es una reacción del cuerpo ante la intimidad, la confianza y la vulnerabilidad, especialmente cuando hay antecedentes de trauma y dificultades para confiar.
Es muy importante que no te juzgues por estas reacciones. También es comprensible que sientas vergüenza y miedo de hablarlo, pero compartirlo con tu terapeuta de manera honesta puede ayudarte a procesarlo sin que se rompa la relación profesional. Un terapeuta competente reconocerá que esto es parte de la transferencia y la respuesta emocional normal en la terapia, y puede ayudarte a manejarlo de forma segura y respetuosa.
Si te resulta demasiado difícil hablarlo en sesión, puedes escribirlo primero, como lo hiciste aquí, para organizar tus pensamientos y luego presentarlo en la sesión de manera gradual. Esto también puede ser parte del trabajo sobre la confianza y la gestión de emociones y sensaciones físicas dentro de un espacio seguro.
Es muy importante que no te juzgues por estas reacciones. También es comprensible que sientas vergüenza y miedo de hablarlo, pero compartirlo con tu terapeuta de manera honesta puede ayudarte a procesarlo sin que se rompa la relación profesional. Un terapeuta competente reconocerá que esto es parte de la transferencia y la respuesta emocional normal en la terapia, y puede ayudarte a manejarlo de forma segura y respetuosa.
Si te resulta demasiado difícil hablarlo en sesión, puedes escribirlo primero, como lo hiciste aquí, para organizar tus pensamientos y luego presentarlo en la sesión de manera gradual. Esto también puede ser parte del trabajo sobre la confianza y la gestión de emociones y sensaciones físicas dentro de un espacio seguro.
Hola, gracias por compartirlo. Lo que describes no significa que tengas un deseo inapropiado hacia tu terapeuta. Muchas veces el cuerpo responde con erecciones como parte de la activación fisiológica ligada a la ansiedad, la vulnerabilidad o procesos de regresión, sin relación directa con lo sexual.
Entiendo la vergüenza, pero sería importante comentarlo en sesión: hablarlo no va a hacer que tu terapeuta te juzgue o te abandone, al contrario, puede ayudarte a integrar lo que tu cuerpo expresa y fortalecer el proceso.
Entiendo la vergüenza, pero sería importante comentarlo en sesión: hablarlo no va a hacer que tu terapeuta te juzgue o te abandone, al contrario, puede ayudarte a integrar lo que tu cuerpo expresa y fortalecer el proceso.
Lo que cuentas es algo que le ocurre a más personas de lo que piensas, aunque suele vivirse con mucha vergüenza. Lo que estás experimentando puede entenderse dentro de lo que en psicología se llama transferencia terapéutica.
¿Qué significa esto?
La transferencia ocurre cuando, dentro del proceso terapéutico, se activan emociones, pensamientos o incluso respuestas físicas hacia el/la terapeuta. No se trata necesariamente de un deseo real hacia esa persona, sino de la manera en que tu mente y tu cuerpo reaccionan ante un vínculo en el que te sientes seguro, validado y escuchado. Es común que, al abrirte emocionalmente y al sentir confianza, aparezcan reacciones que no controlas del todo, como las que mencionas.
Por qué no es “sucio” ni raro:
Tu reacción no quiere decir que estés cruzando límites ni que tu terapeuta haya hecho algo inapropiado. Es una manifestación involuntaria, que en realidad habla de lo mucho que estás conectando con el proceso y del valor que tiene para ti sentirte acompañado y protegido.
Qué puedes hacer:
Lo mejor sería poder hablar de esto en sesión, aunque ahora mismo te dé miedo o vergüenza. Los terapeutas están formados para entender la transferencia y no juzgarte por ella. De hecho, ponerlo sobre la mesa puede ser un paso terapéutico clave: permitirá explorar juntos qué significa para ti, qué emociones hay detrás y cómo gestionarlas. Es muy poco probable que tu terapeuta te rechace o deje de atenderte por esto, al contrario: puede ayudarte a comprender por qué tu cuerpo reacciona así y qué tiene que ver con tu historia personal y emocional.
En resumen: lo que vives es parte del proceso terapéutico y no algo de lo que debas culparte. Te animo a dar el paso de comentarlo con tu psicóloga, aunque sea de manera gradual, porque hacerlo puede abrir un espacio muy valioso de trabajo personal.
¿Qué significa esto?
La transferencia ocurre cuando, dentro del proceso terapéutico, se activan emociones, pensamientos o incluso respuestas físicas hacia el/la terapeuta. No se trata necesariamente de un deseo real hacia esa persona, sino de la manera en que tu mente y tu cuerpo reaccionan ante un vínculo en el que te sientes seguro, validado y escuchado. Es común que, al abrirte emocionalmente y al sentir confianza, aparezcan reacciones que no controlas del todo, como las que mencionas.
Por qué no es “sucio” ni raro:
Tu reacción no quiere decir que estés cruzando límites ni que tu terapeuta haya hecho algo inapropiado. Es una manifestación involuntaria, que en realidad habla de lo mucho que estás conectando con el proceso y del valor que tiene para ti sentirte acompañado y protegido.
Qué puedes hacer:
Lo mejor sería poder hablar de esto en sesión, aunque ahora mismo te dé miedo o vergüenza. Los terapeutas están formados para entender la transferencia y no juzgarte por ella. De hecho, ponerlo sobre la mesa puede ser un paso terapéutico clave: permitirá explorar juntos qué significa para ti, qué emociones hay detrás y cómo gestionarlas. Es muy poco probable que tu terapeuta te rechace o deje de atenderte por esto, al contrario: puede ayudarte a comprender por qué tu cuerpo reacciona así y qué tiene que ver con tu historia personal y emocional.
En resumen: lo que vives es parte del proceso terapéutico y no algo de lo que debas culparte. Te animo a dar el paso de comentarlo con tu psicóloga, aunque sea de manera gradual, porque hacerlo puede abrir un espacio muy valioso de trabajo personal.
Lo que cuentas es más común de lo que parece: en terapia, al sentirse escuchado y seguro, pueden aparecer reacciones físicas automáticas (como una erección) sin que eso signifique deseo sexual hacia la terapeuta. Son respuestas del cuerpo vinculadas a la confianza, a la activación emocional o incluso a procesos de regresión, no a intenciones conscientes. Entiendo tu vergüenza, pero hablarlo en sesión de forma sencilla y honesta puede ayudarte a quitarle carga y a seguir avanzando. Compartirlo no debería romper la relación terapéutica, al contrario, puede fortalecerla.
Hola, podrías comentarlo con tu terapeuta ya que se produce en torno a la relación que tenéis aunque provenga del campo profesional.
¿No has encontrado la respuesta que necesitabas? ¡Envía tu pregunta!
¿Tu caso es similar? Estos profesionales pueden ayudarte:
Todos los contenidos publicados en Doctoralia, especialmente preguntas y respuestas, son de carácter informativo y en ningún caso deben considerarse un sustituto de un asesoramiento médico.