Hola,tengo 52 años y desde muy Joven tengo miedo a no dormir,esto me ha limitado mi vida a todos lo
11
respuestas
Hola,tengo 52 años y desde muy Joven tengo miedo a no dormir,esto me ha limitado mi vida a todos lo niveles,personal, laboral,social..me obliga a evitar presión pues si tengo presión por dormir,tengo ansiedad,ect.si no duermo una noche,la siguiente es peor,etc..no consigo planificar prácticamente casi nada relevante por este miedo...me siento que no solo no puedo vivir una vida plena si no que ya es que no disfruto de casi nada,todo es una obligación con su ansiedad correspondiente..Me resulta agotador vivir pero NO quiero morir,pues tengo un hijo de 12 años que quiero ver crecer,mi único aliciente es solo este,pues mi problema me ha aislado socialmente y quitado la capacidad de disfrutar y ser feliz.Estos últimos años tomo zolpidem a diario y melatonina,duermo bien pero los miedos no menguan,mas bien todo lo.contrario..He ido a varios psicólogos y psiquiatras,terapias de grupo,nada a conseguido ayudarme mínimamente...llevo un estricto ritual de no cenar tarde,no mirar pantallas,hacer ejercicios de relajación,etc.he creado un toc antes de acostarme...aún así e incluso durmiendo aceptablemente no se me quita este miedo de la cabeza...Llevo muchos años así y no sé cuanto mas podré aguantar pero cada año domino mejor quizás el dormir(con pastillas) pero el.miedo a no dormir es mayor cada vez.
Muchas gracias a quién me pueda ayudar de alguna manera realista.
Muchas gracias a quién me pueda ayudar de alguna manera realista.
Hay una cosa que se llama Trastorno Experiencial. Es decir, lo que intentamos evitar una emoción, pensamiento y sentimiento que son normales. Cuando esto se lleva al extremo, aparecen trastornos mentales como el TOC. Por intentar controlar el miedo a no dormir has desarrollado un toc de ritualización de tu vida que te impide vivir plenamente.
Se pueden hacer muchas cosas aún, no te desanimes. Yo te recomendaría profesionales especializados en Terapia de Aceptación y Comprimiso.
Se pueden hacer muchas cosas aún, no te desanimes. Yo te recomendaría profesionales especializados en Terapia de Aceptación y Comprimiso.
Hola. Lo que te ocurre no es simplemente insomnio: es miedo intenso a no dormir, y ese miedo es lo que está afectando a tu vida, no las horas reales de sueño. Esto se llama ansiedad anticipatoria, y es muy común que termine ocupándolo todo: los pensamientos, los planes, la energía, la tranquilidad y el disfrute.
No estás exagerando ni estás “roto”: estás atrapado en un ciclo de miedo que se ha reforzado durante años. Dormir con medicación te ayuda, pero no elimina el miedo porque el problema no es el sueño, sino la ansiedad que aparece antes.
Que otros tratamientos no te hayan servido no significa que no tengas salida. Este tipo de problema necesita un trabajo muy específico, centrado en:
• Reducir el miedo a “no dormir”.
• Cortar rituales que ahora te dan seguridad pero alimentan la ansiedad.
• Reaprender a relacionarte con la noche sin sentir amenaza.
• Trabajar las ideas catastróficas que te acompañan desde hace tanto tiempo.
Hay personas que llevan años como tú y mejoran cuando se aborda justamente esto: el miedo, no el insomnio.
Si quieres que lo trabajemos de manera clara y enfocada, puedes pedir una cita online conmigo y empezamos a ordenarlo con calma. Estoy aquí para ayudarte.
No estás exagerando ni estás “roto”: estás atrapado en un ciclo de miedo que se ha reforzado durante años. Dormir con medicación te ayuda, pero no elimina el miedo porque el problema no es el sueño, sino la ansiedad que aparece antes.
Que otros tratamientos no te hayan servido no significa que no tengas salida. Este tipo de problema necesita un trabajo muy específico, centrado en:
• Reducir el miedo a “no dormir”.
• Cortar rituales que ahora te dan seguridad pero alimentan la ansiedad.
• Reaprender a relacionarte con la noche sin sentir amenaza.
• Trabajar las ideas catastróficas que te acompañan desde hace tanto tiempo.
Hay personas que llevan años como tú y mejoran cuando se aborda justamente esto: el miedo, no el insomnio.
Si quieres que lo trabajemos de manera clara y enfocada, puedes pedir una cita online conmigo y empezamos a ordenarlo con calma. Estoy aquí para ayudarte.
Gracias por abrirte y compartir algo tan profundo. Lo que estás viviendo es muy duro, y es importante que reconozcas la fuerza que has tenido durante tantos años sosteniendo este miedo y aun así cuidando de tu hijo y de tu vida. Lo que sientes es válido, y no estás sola en ello.
Quiero proponerte una mirada distinta:
Más allá del insomnio, lo que realmente te limita no es la falta de sueño, sino el miedo a no dormir. Ese miedo se ha convertido en una especie de “centinela” interno que está siempre vigilando, y eso es agotador. Con los años, el cuerpo duerme —aunque sea con ayuda—, pero el miedo sigue ahí porque no nació del sueño, sino de una experiencia emocional que en algún momento te hizo sentir que, si no estabas completamente bien o disponible, algo malo podía pasar.
El cuerpo muchas veces expresa a través del síntoma una tensión interna más antigua, no resuelta:
– la necesidad de control,
– el miedo a fallar,
– la sensación de que debes estar siempre preparada,
– la idea de que no puedes permitirte “soltar”.
No se trata de que racionalmente no entiendas que dormir es natural; se trata de que, en algún momento de tu historia, tu sistema aprendió que si te relajabas, si bajabas la guardia, si no estabas “perfecta”, podías perder algo importante.
Tu cuerpo aprendió a dormir, pero tu mente no aprendió a sentirse segura.
En lugar de preguntarte “¿por qué no puedo dormir sin miedo?”, quizá puedas comenzar a preguntarte:
¿Cuándo empecé a sentir que tenía que controlarlo todo para estar bien?
¿Cuándo aparecieron en mi vida las primeras sensaciones de amenaza o responsabilidad excesiva?
¿Qué estaba pasando en mi entorno cuando este miedo al sueño empezó?
¿A quién tenía que cuidar, proteger o no decepcionar?
Muchas veces, el miedo a no dormir es una forma simbólica de decir:
“No puedo permitirme soltar”.
No necesitas luchar contra el miedo. Necesitas escucharlo. El miedo no es un enemigo; es una señal de que hay una parte interna que lleva muchos años sola, cargando con demasiada responsabilidad.
Cuando esa parte se siente atendida y comprendida, el miedo pierde fuerza.
No porque “me obligue a dormir”, sino porque dejo de creer que no dormir es una amenaza para mi vida.
Tú ya has hecho muchísimo: has pedido ayuda, has puesto hábitos, has buscado herramientas. No te falta fuerza. Lo que necesitas ahora no es controlar más, sino comprender de dónde nace esta alarma interna.
Y quiero que te quedes con algo muy importante:
El hecho de que duermas —aunque sea con ayuda— demuestra que tu cuerpo sí sabe descansar.
Lo que necesita calma no es tu sueño, sino tu historia emocional.
Estoy aquí para acompañarte a que puedas mirarla desde un lugar nuevo, sin culpa y sin lucha.
Quiero proponerte una mirada distinta:
Más allá del insomnio, lo que realmente te limita no es la falta de sueño, sino el miedo a no dormir. Ese miedo se ha convertido en una especie de “centinela” interno que está siempre vigilando, y eso es agotador. Con los años, el cuerpo duerme —aunque sea con ayuda—, pero el miedo sigue ahí porque no nació del sueño, sino de una experiencia emocional que en algún momento te hizo sentir que, si no estabas completamente bien o disponible, algo malo podía pasar.
El cuerpo muchas veces expresa a través del síntoma una tensión interna más antigua, no resuelta:
– la necesidad de control,
– el miedo a fallar,
– la sensación de que debes estar siempre preparada,
– la idea de que no puedes permitirte “soltar”.
No se trata de que racionalmente no entiendas que dormir es natural; se trata de que, en algún momento de tu historia, tu sistema aprendió que si te relajabas, si bajabas la guardia, si no estabas “perfecta”, podías perder algo importante.
Tu cuerpo aprendió a dormir, pero tu mente no aprendió a sentirse segura.
En lugar de preguntarte “¿por qué no puedo dormir sin miedo?”, quizá puedas comenzar a preguntarte:
¿Cuándo empecé a sentir que tenía que controlarlo todo para estar bien?
¿Cuándo aparecieron en mi vida las primeras sensaciones de amenaza o responsabilidad excesiva?
¿Qué estaba pasando en mi entorno cuando este miedo al sueño empezó?
¿A quién tenía que cuidar, proteger o no decepcionar?
Muchas veces, el miedo a no dormir es una forma simbólica de decir:
“No puedo permitirme soltar”.
No necesitas luchar contra el miedo. Necesitas escucharlo. El miedo no es un enemigo; es una señal de que hay una parte interna que lleva muchos años sola, cargando con demasiada responsabilidad.
Cuando esa parte se siente atendida y comprendida, el miedo pierde fuerza.
No porque “me obligue a dormir”, sino porque dejo de creer que no dormir es una amenaza para mi vida.
Tú ya has hecho muchísimo: has pedido ayuda, has puesto hábitos, has buscado herramientas. No te falta fuerza. Lo que necesitas ahora no es controlar más, sino comprender de dónde nace esta alarma interna.
Y quiero que te quedes con algo muy importante:
El hecho de que duermas —aunque sea con ayuda— demuestra que tu cuerpo sí sabe descansar.
Lo que necesita calma no es tu sueño, sino tu historia emocional.
Estoy aquí para acompañarte a que puedas mirarla desde un lugar nuevo, sin culpa y sin lucha.
Hola. El miedo es una emoción que paraliza y destruye. Y en tu caso, tu miedo resulta irracional en relación a la situación. Pero está claro que lo vienes padeciendo desde hace mucho tiempo. Será necesario trabajar sobre los pensamientos asociados que desatan esa emoción. Porque esto se ha vuelto crónico y has perdido toda capacidad de disfrute. Una ayuda farmacológica inicial para compensar el síntoma y terapia adecuada deberían ayudarte a salir adelante.
Hola, gracias por compartir tu situación con tanta honestidad. Lo que describes es más frecuente de lo que parece y, por cómo lo cuentas, llevas muchos años luchando con algo que va más allá del insomnio en sí: estás lidiando con un miedo intenso a no dormir que se ha convertido en el centro de tu vida y que te genera una enorme ansiedad anticipatoria.
Es importante entender que no solo existe el insomnio (no dormir), sino también el insomnio psicofisiológico, donde el miedo y la vigilancia constante sobre el sueño acaban manteniendo el problema aunque la persona, como en tu caso, duerma con ayuda. Esto explica por qué, incluso durmiendo, el miedo aumenta: el foco está puesto en “tener que dormir bien”, y eso se convierte en una presión enorme.
Has hecho un esfuerzo admirable y quizá lo que necesitas es un enfoque diferente al que te han dado hasta ahora. En estos casos, suele funcionar bien un tratamiento psicológico muy específico, centrado en:
• Reducir la ansiedad anticipatoria
• Romper rituales de control que refuerzan el miedo
• Trabajar las creencias sobre el sueño y las consecuencias de no dormir
• Desensibilización gradual a las noches peores sin que eso determine el día siguiente
• Recuperar actividades y vida social, no como obligación sino como parte del tratamiento
La clave no es dormir perfecto, sino desactivar el miedo que se ha ido consolidando tantos años.
Si sientes que todo lo que has intentado no te ha funcionado, puede ser muy útil trabajar esto de forma más dirigida y especializada, porque este tipo de problemas sí mejora cuando se interviene en los mecanismos que lo mantienen, no solo en el sueño.
Estoy aquí si necesitas orientación más concreta o si quieres empezar a abordarlo paso a paso.
Un abrazo
Es importante entender que no solo existe el insomnio (no dormir), sino también el insomnio psicofisiológico, donde el miedo y la vigilancia constante sobre el sueño acaban manteniendo el problema aunque la persona, como en tu caso, duerma con ayuda. Esto explica por qué, incluso durmiendo, el miedo aumenta: el foco está puesto en “tener que dormir bien”, y eso se convierte en una presión enorme.
Has hecho un esfuerzo admirable y quizá lo que necesitas es un enfoque diferente al que te han dado hasta ahora. En estos casos, suele funcionar bien un tratamiento psicológico muy específico, centrado en:
• Reducir la ansiedad anticipatoria
• Romper rituales de control que refuerzan el miedo
• Trabajar las creencias sobre el sueño y las consecuencias de no dormir
• Desensibilización gradual a las noches peores sin que eso determine el día siguiente
• Recuperar actividades y vida social, no como obligación sino como parte del tratamiento
La clave no es dormir perfecto, sino desactivar el miedo que se ha ido consolidando tantos años.
Si sientes que todo lo que has intentado no te ha funcionado, puede ser muy útil trabajar esto de forma más dirigida y especializada, porque este tipo de problemas sí mejora cuando se interviene en los mecanismos que lo mantienen, no solo en el sueño.
Estoy aquí si necesitas orientación más concreta o si quieres empezar a abordarlo paso a paso.
Un abrazo
Hola! Muchas gracias por compartir tu historia con tanta honestidad.
Lo que describes encaja con un patrón muy habitual en personas que llevan mucho tiempo conviviendo con el miedo a no dormir, una forma de ansiedad que puede volverse muy intensa y que termina condicionando la vida. No es simplemente insomnio, sino miedo anticipatorio, hipervigilancia y rituales para intentar controlar algo que cada vez se siente más incontrolable. Es lógico que te sientas agotad@.
Demuestras mucha fortaleza por seguir buscando ayuda.
Estoy aquí para lo que necesites.
Lo que describes encaja con un patrón muy habitual en personas que llevan mucho tiempo conviviendo con el miedo a no dormir, una forma de ansiedad que puede volverse muy intensa y que termina condicionando la vida. No es simplemente insomnio, sino miedo anticipatorio, hipervigilancia y rituales para intentar controlar algo que cada vez se siente más incontrolable. Es lógico que te sientas agotad@.
Demuestras mucha fortaleza por seguir buscando ayuda.
Estoy aquí para lo que necesites.
Hola, gracias por atreverte a compartir algo tan íntimo y tan duro. Solo el hecho de escribir este mensaje, pese al agotamiento que describes, habla de tu enorme esfuerzo por seguir adelante y de lo importante que es para ti recuperar calidad de vida, especialmente por tu hijo. Tu sufrimiento es real y muy válido: vivir con miedo constante a no dormir puede volverse una carga enorme, desgastar y ocupar todo el espacio mental. No estás exagerando.
Lo que cuentas —el miedo anticipatorio, los rituales, la presión por “tener que dormir”, la dependencia del zolpidem, la sensación de vivir en alerta— encaja con un patrón de ansiedad focalizada en el sueño, con componentes fóbicos y obsesivos. Y cuando esto se sostiene tantos años, es normal que el miedo crezca aunque el sueño esté “controlado”.
Has hecho muchísimo: higiene de sueño, relajación, medicación supervisada, pedir ayuda, probar terapias… El hecho de que sigas sufriendo no significa que no tenga solución, sino que probablemente necesites un enfoque diferente. Suelen funcionar muy bien intervenciones que combinen Terapia Cognitivo-Conductual para el Insomnio (CBT-I) con trabajo específico sobre la ansiedad y los rituales (exposición, TCC, ACT). El objetivo no es solo dormir, sino romper la asociación entre sueño y peligro.
Y además de esto, también puede ser importante explorar cómo y cuándo nació este miedo. A veces se conecta con experiencias pasadas de pérdida de control, noches difíciles, enfermedad, soledad o aprendizajes familiares. Entender esa historia no es “remover por remover”, sino sanar la raíz del miedo para que pueda ir perdiendo fuerza.
Quiero transmitirte algo esencial: esto que vives tiene tratamiento y no estás fallando; llevas muchos años luchando con algo que agota a cualquiera. Con la intervención adecuada, sí es posible recuperar espacio mental, disfrute y una vida más amplia que este miedo.
Un abrazo,
Elbire Arana Iturrarte
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807
Lo que cuentas —el miedo anticipatorio, los rituales, la presión por “tener que dormir”, la dependencia del zolpidem, la sensación de vivir en alerta— encaja con un patrón de ansiedad focalizada en el sueño, con componentes fóbicos y obsesivos. Y cuando esto se sostiene tantos años, es normal que el miedo crezca aunque el sueño esté “controlado”.
Has hecho muchísimo: higiene de sueño, relajación, medicación supervisada, pedir ayuda, probar terapias… El hecho de que sigas sufriendo no significa que no tenga solución, sino que probablemente necesites un enfoque diferente. Suelen funcionar muy bien intervenciones que combinen Terapia Cognitivo-Conductual para el Insomnio (CBT-I) con trabajo específico sobre la ansiedad y los rituales (exposición, TCC, ACT). El objetivo no es solo dormir, sino romper la asociación entre sueño y peligro.
Y además de esto, también puede ser importante explorar cómo y cuándo nació este miedo. A veces se conecta con experiencias pasadas de pérdida de control, noches difíciles, enfermedad, soledad o aprendizajes familiares. Entender esa historia no es “remover por remover”, sino sanar la raíz del miedo para que pueda ir perdiendo fuerza.
Quiero transmitirte algo esencial: esto que vives tiene tratamiento y no estás fallando; llevas muchos años luchando con algo que agota a cualquiera. Con la intervención adecuada, sí es posible recuperar espacio mental, disfrute y una vida más amplia que este miedo.
Un abrazo,
Elbire Arana Iturrarte
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807
Hola, gracias por compartir algo tan íntimo y tan duro. Lo que cuentas tiene muchísimo peso emocional y es totalmente comprensible que estés agotada. Vivir tantos años con miedo a no dormir, organizando tu vida alrededor de eso, genera una ansiedad que cualquiera tendría en tu lugar.
Quiero decirte algo importante:
tu problema no es que no puedas dormir, sino el miedo intenso a no dormir. Ese miedo se ha ido haciendo grande con los años, hasta el punto de que controla tu día a día. Y eso no lo has elegido tú.
Aunque ahora te parezca imposible, este tipo de miedo sí puede trabajarse. Una técnica que ayuda mucho es la desensibilización sistemática, que consiste en exponerse poco a poco, de forma muy gradual y controlada, a las situaciones que dan miedo, para que tu sistema nervioso aprenda que no son peligrosas.
En tu caso sería ir dando pasos pequeños, por ejemplo:
Cambiar un detalle mínimo del ritual.
Irte a la cama unos minutos más tarde.
Imaginar durante un momento la posibilidad de no dormir… pero sin evitarlo.
Permanecer en la cama sin intentar “dormir bien”.
Siempre muy poco a poco, acompañada y sin forzarte. El objetivo no es dormir mejor, sino que el miedo pierda fuerza.
Lo importante es que esto tiene tratamiento, aunque hasta ahora nadie haya dado con la forma adecuada para ti. Que sigas buscando ayuda, pese al cansancio, demuestra una fortaleza enorme. Y tu motivo "ver crecer a tu hijo" es una razón muy poderosa para seguir avanzando.
Un abrazo enorme.
Quiero decirte algo importante:
tu problema no es que no puedas dormir, sino el miedo intenso a no dormir. Ese miedo se ha ido haciendo grande con los años, hasta el punto de que controla tu día a día. Y eso no lo has elegido tú.
Aunque ahora te parezca imposible, este tipo de miedo sí puede trabajarse. Una técnica que ayuda mucho es la desensibilización sistemática, que consiste en exponerse poco a poco, de forma muy gradual y controlada, a las situaciones que dan miedo, para que tu sistema nervioso aprenda que no son peligrosas.
En tu caso sería ir dando pasos pequeños, por ejemplo:
Cambiar un detalle mínimo del ritual.
Irte a la cama unos minutos más tarde.
Imaginar durante un momento la posibilidad de no dormir… pero sin evitarlo.
Permanecer en la cama sin intentar “dormir bien”.
Siempre muy poco a poco, acompañada y sin forzarte. El objetivo no es dormir mejor, sino que el miedo pierda fuerza.
Lo importante es que esto tiene tratamiento, aunque hasta ahora nadie haya dado con la forma adecuada para ti. Que sigas buscando ayuda, pese al cansancio, demuestra una fortaleza enorme. Y tu motivo "ver crecer a tu hijo" es una razón muy poderosa para seguir avanzando.
Un abrazo enorme.
Buenos días! Comprendo que te sientes exhausto tras llevar tanto tiempo con esta dificultad.
Parece que tu problema principal, como comentas, ya no es tanto la falta de sueño (ya que la medicación te ayuda a dormir), sino la ansiedad que te anticipa que vas a tener dificultad para hacerlo. Esto te lleva a un ciclo de evitación y control muy limitante. Tus estrictos rituales y la dependencia de la medicación, aunque faciliten tu sueño, podrían estar reforzando la idea de que sin ellos, no podrías conciliar el sueño, lo que te hace muy dependiente de ellos.
Dado que otras terapias no han funcionado, te sugiero explorar un enfoque que se centra en dejar de luchar contra el miedo para que deje de controlar tu vida. Una terapia efectiva para esto es la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) que, junto con unos buenos hábitos de higiene de sueño, te podría ayudar a aceptar mejor las sensaciones difíciles propias de esa ansiedad ante el dormir y a "desengancharte" de esa narrativa interna que te cuenta constantemente "lo mal que vas a dormir, cómo te vas a sentir al día siguiente....". A mis pacientes como complemento de la terapia y para aprender buenos hábitos de higiene del sueño basados en evidencia científica, les suelo recomendar el libro "La ciencia del buen dormir" del doctor Javier Albares, especialista en sueño. Mucha suerte!
Parece que tu problema principal, como comentas, ya no es tanto la falta de sueño (ya que la medicación te ayuda a dormir), sino la ansiedad que te anticipa que vas a tener dificultad para hacerlo. Esto te lleva a un ciclo de evitación y control muy limitante. Tus estrictos rituales y la dependencia de la medicación, aunque faciliten tu sueño, podrían estar reforzando la idea de que sin ellos, no podrías conciliar el sueño, lo que te hace muy dependiente de ellos.
Dado que otras terapias no han funcionado, te sugiero explorar un enfoque que se centra en dejar de luchar contra el miedo para que deje de controlar tu vida. Una terapia efectiva para esto es la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) que, junto con unos buenos hábitos de higiene de sueño, te podría ayudar a aceptar mejor las sensaciones difíciles propias de esa ansiedad ante el dormir y a "desengancharte" de esa narrativa interna que te cuenta constantemente "lo mal que vas a dormir, cómo te vas a sentir al día siguiente....". A mis pacientes como complemento de la terapia y para aprender buenos hábitos de higiene del sueño basados en evidencia científica, les suelo recomendar el libro "La ciencia del buen dormir" del doctor Javier Albares, especialista en sueño. Mucha suerte!
Hola,
Gracias por compartir algo tan íntimo y tan duro. Lo que describes no es “solo un problema de sueño”, sino un miedo muy profundo y persistente que con los años ha ido condicionando tu vida diaria. Y es completamente comprensible que te sientas agotado: vivir tantos años pendiente de si dormirás o no, organizando tu vida alrededor de evitar ese miedo, termina generando muchísima ansiedad y sensación de bloqueo.
Aunque puedas conciliar el sueño con medicación, el problema de fondo no es el dormir en sí, sino el miedo anticipatorio, la presión interna, el ritual que se ha ido consolidando y ese círculo de ansiedad-miedo-evitación. Todo esto se parece mucho a lo que vemos en algunos trastornos de ansiedad con componentes obsesivos: no es falta de voluntad, ni una “manía”, sino un patrón aprendido que se refuerza sin querer.
La buena noticia es que sí existen abordajes eficaces, pero requieren un tratamiento muy específico: trabajo sobre la ansiedad anticipatoria, exposición gradual, ruptura del ritual de seguridad, reentrenamiento del sistema de alerta y, sobre todo, una intervención psicológica orientada en ese sentido (a veces combinada con medicación revisada). No es algo que pueda resolverse desde aquí, pero sí quiero decirte que tu caso tiene sentido clínico y que no estás “sin solución”, aunque lo hayas vivido así muchos años.
Si decides iniciar un proceso terapéutico más focalizado en este tipo de ansiedad, no dudes en buscar un profesional especializado. Y si lo deseas, puedo orientarte en consulta sobre el enfoque más adecuado para tu situación.
Un abrazo grande, y gracias por tu valentía al contarlo.
David
Gracias por compartir algo tan íntimo y tan duro. Lo que describes no es “solo un problema de sueño”, sino un miedo muy profundo y persistente que con los años ha ido condicionando tu vida diaria. Y es completamente comprensible que te sientas agotado: vivir tantos años pendiente de si dormirás o no, organizando tu vida alrededor de evitar ese miedo, termina generando muchísima ansiedad y sensación de bloqueo.
Aunque puedas conciliar el sueño con medicación, el problema de fondo no es el dormir en sí, sino el miedo anticipatorio, la presión interna, el ritual que se ha ido consolidando y ese círculo de ansiedad-miedo-evitación. Todo esto se parece mucho a lo que vemos en algunos trastornos de ansiedad con componentes obsesivos: no es falta de voluntad, ni una “manía”, sino un patrón aprendido que se refuerza sin querer.
La buena noticia es que sí existen abordajes eficaces, pero requieren un tratamiento muy específico: trabajo sobre la ansiedad anticipatoria, exposición gradual, ruptura del ritual de seguridad, reentrenamiento del sistema de alerta y, sobre todo, una intervención psicológica orientada en ese sentido (a veces combinada con medicación revisada). No es algo que pueda resolverse desde aquí, pero sí quiero decirte que tu caso tiene sentido clínico y que no estás “sin solución”, aunque lo hayas vivido así muchos años.
Si decides iniciar un proceso terapéutico más focalizado en este tipo de ansiedad, no dudes en buscar un profesional especializado. Y si lo deseas, puedo orientarte en consulta sobre el enfoque más adecuado para tu situación.
Un abrazo grande, y gracias por tu valentía al contarlo.
David
Hola, debes de efectuar ciertos cambios y rutinas que realizas que son contraproducentes, no se si has realizado terapia cognitivo conductual para en un principio centrarte en tu miedo a dormir y de manera simultanéa averiguar el porque. Probablemte solo hay que realizar pequeños cambios.
El trabajo fundamental estará en modificar ciertos pensamientos recurrentes que tienes durante todo el día en referencia al sueño. Si necesitas cualquier cosa puedes ponerte en contacto conmigo. Espero que te haya ayudado.
El trabajo fundamental estará en modificar ciertos pensamientos recurrentes que tienes durante todo el día en referencia al sueño. Si necesitas cualquier cosa puedes ponerte en contacto conmigo. Espero que te haya ayudado.
¿No has encontrado la respuesta que necesitabas? ¡Envía tu pregunta!
¿Tu caso es similar? Estos profesionales pueden ayudarte:
Todos los contenidos publicados en Doctoralia, especialmente preguntas y respuestas, son de carácter informativo y en ningún caso deben considerarse un sustituto de un asesoramiento médico.