Mi esposo se la pasaba viendo pornografía todo el día y con ello para la masturbación tanto en el ba
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Mi esposo se la pasaba viendo pornografía todo el día y con ello para la masturbación tanto en el baño de la casa como en el del trabajo quisiera saber porque si yo estando en casa no me dice a mí y es consumo diario de la pornografía me siento muy mal me siento menos mujer porque y siento que debería decirme a mí y no elegir una página para el autocomplacerse Por otro lado recalcó que tenemos un hijo de 6 meses no se no sé cómo decirle que jus que yo sé que lo hace todos los días y que lo he visto jacquel lo hice por medio del teléfono me di cuenta por su historial y todo Quisiera que me ayuden porque no sé cómo ahordar este tema cómo decirle porque le tengo fastidio Apártque que se entere que yo me di cuenta por su teléfono
Es normal que te sientas mal y menospreciada al descubrir que tu esposo ve pornografía a diario y se masturba, especialmente si sientes que no te considera parte de su intimidad. Es importante abordar este tema con él, pero es crucial hacerlo de manera calmada y sin acusaciones, expresando tus sentimientos y estableciendo límites claros.
La falta de comunicación y la sensación de ser "invisible" para tu esposo en este aspecto pueden causar mucho dolor y confusión emocional. Si sientes que este tema está afectando tu autoestima, busca apoyo terapéutico individual para trabajar en tus emociones y necesidades.
La falta de comunicación y la sensación de ser "invisible" para tu esposo en este aspecto pueden causar mucho dolor y confusión emocional. Si sientes que este tema está afectando tu autoestima, busca apoyo terapéutico individual para trabajar en tus emociones y necesidades.
Gracias por abrir una situación tan dolorosa y sensible. Lo que estás viviendo es muy válido y comprensible, especialmente en un momento tan delicado como el posparto, donde las emociones y la vulnerabilidad están a flor de piel.
Cuando el consumo de pornografía por parte de la pareja se vuelve diario, compulsivo y se mantiene en secreto, puede generar en quien lo descubre una mezcla de tristeza, rabia, inseguridad y confusión. No es extraño que te sientas menos deseada o que te cuestiones a ti misma como mujer, aunque en realidad esta conducta de él no tiene que ver con tu valor ni con tu atractivo.
Muchas veces, el consumo de pornografía responde más a una vía rápida de descarga o evasión emocional que a una necesidad sexual insatisfecha. Aun así, el hecho de que lo haga a escondidas, sin hablarlo contigo y en momentos donde podríais compartir intimidad, puede vivirse como una forma de distancia emocional o de traición.
Para abordar el tema, es importante que prepares el momento y no lo hagas desde el impulso del enfado. Puedes decirle algo como:
“Hay algo que necesito hablar contigo. Me está costando porque me siento dolida y confundida. Hace tiempo descubrí, por casualidad, que consumes pornografía todos los días. No es solo el hecho en sí, sino que lo hagas a escondidas y sin hablarlo conmigo, cuando yo estoy aquí, disponible, y además estamos en una etapa sensible tras el nacimiento de nuestro hijo. Me ha hecho sentir poco valorada y desplazada, y no sé cómo manejarlo si no lo hablamos con sinceridad. No quiero discutir, pero sí necesito entender lo que está pasando y que podamos encontrar un punto común.”
No se trata de culparlo, sino de expresar cómo te sientes y abrir la puerta al diálogo. Es fundamental que él asuma responsabilidad emocional y que puedas expresar tu malestar sin sentirte culpable. Si tras hablarlo no hay cambio o comprensión, podrías considerar un espacio de terapia de pareja para abordarlo en profundidad.
Tú mereces una relación basada en la honestidad, el respeto y la conexión emocional. Hablarlo no va a ser fácil, pero puede ser un primer paso hacia un cambio necesario.
Un abrazo
Cuando el consumo de pornografía por parte de la pareja se vuelve diario, compulsivo y se mantiene en secreto, puede generar en quien lo descubre una mezcla de tristeza, rabia, inseguridad y confusión. No es extraño que te sientas menos deseada o que te cuestiones a ti misma como mujer, aunque en realidad esta conducta de él no tiene que ver con tu valor ni con tu atractivo.
Muchas veces, el consumo de pornografía responde más a una vía rápida de descarga o evasión emocional que a una necesidad sexual insatisfecha. Aun así, el hecho de que lo haga a escondidas, sin hablarlo contigo y en momentos donde podríais compartir intimidad, puede vivirse como una forma de distancia emocional o de traición.
Para abordar el tema, es importante que prepares el momento y no lo hagas desde el impulso del enfado. Puedes decirle algo como:
“Hay algo que necesito hablar contigo. Me está costando porque me siento dolida y confundida. Hace tiempo descubrí, por casualidad, que consumes pornografía todos los días. No es solo el hecho en sí, sino que lo hagas a escondidas y sin hablarlo conmigo, cuando yo estoy aquí, disponible, y además estamos en una etapa sensible tras el nacimiento de nuestro hijo. Me ha hecho sentir poco valorada y desplazada, y no sé cómo manejarlo si no lo hablamos con sinceridad. No quiero discutir, pero sí necesito entender lo que está pasando y que podamos encontrar un punto común.”
No se trata de culparlo, sino de expresar cómo te sientes y abrir la puerta al diálogo. Es fundamental que él asuma responsabilidad emocional y que puedas expresar tu malestar sin sentirte culpable. Si tras hablarlo no hay cambio o comprensión, podrías considerar un espacio de terapia de pareja para abordarlo en profundidad.
Tú mereces una relación basada en la honestidad, el respeto y la conexión emocional. Hablarlo no va a ser fácil, pero puede ser un primer paso hacia un cambio necesario.
Un abrazo
Gracias por compartir algo tan personal. Es totalmente normal que te sientas mal en esta situación. Cuando tu pareja recurre de forma constante a la pornografía sin hablar contigo ni tenerte en cuenta, es lógico que eso te genere inseguridad, te haga sentir menos deseada y te afecte emocionalmente. Más aún si tú estás en casa, disponible, y si además estáis en plena etapa de crianza con un bebé pequeño, que ya de por sí es un momento de muchísima carga física y emocional. Lo más importante ahora es que puedas hablarlo desde cómo te sientes tú, sin entrar directamente en reproches ni en cómo lo descubriste, sino centrándote en lo que esa conducta te está haciendo a nivel emocional. Puedes decirle algo como: “Hay algo que me está haciendo sentir muy mal últimamente y necesito que lo hablemos con calma, porque me siento insegura y desconectada de ti”. No es solo la pornografía en sí, es la desconexión y la falta de intimidad. Si ves que no se abre o que la conversación no os lleva a ningún sitio, puede ser muy útil plantearos ir a terapia de pareja para entender lo que está pasando y reconstruir la confianza.
Lo que sientes es muy válido: es normal sentirse herida, rechazada o menos deseada cuando descubres que tu pareja consume pornografía de forma excesiva, sobre todo si además no hay intimidad suficiente entre ustedes.
Para hablarlo con él, lo más importante es que lo hagas en un momento tranquilo, sin reproches ni gritos, expresando primero cómo te sientes tú: por ejemplo, puedes decirle que has notado su consumo diario y que eso te hace sentir insegura y poco valorada. Puedes explicar que no se trata solo de la pornografía en sí, sino de lo que significa para la relación: la falta de conexión, la intimidad que se está perdiendo y la herida emocional que te causa.
También es importante escuchar lo que él tenga que decir, para entender qué busca o por qué recurre tanto a eso. A veces, el consumo excesivo de pornografía puede ser una forma de evasión, estrés, rutina sexual monótona o incluso una adicción.
Si quieres, puedes pedirle que busquen juntos soluciones: terapia de pareja, acuerdos claros sobre la sexualidad o, si hace falta, ayuda profesional para tratar un posible problema de adicción.
No tienes por qué sentir vergüenza por cómo descubriste esto; lo importante es la forma en que lo comuniques: céntrate en tus sentimientos y en lo que quieres para mejorar la relación, no en el “espionaje” del historial.
Si necesitas mi ayuda para manejar esta situación y hablarlo de la mejor forma posible, estoy aquí para ayudarte.
Para hablarlo con él, lo más importante es que lo hagas en un momento tranquilo, sin reproches ni gritos, expresando primero cómo te sientes tú: por ejemplo, puedes decirle que has notado su consumo diario y que eso te hace sentir insegura y poco valorada. Puedes explicar que no se trata solo de la pornografía en sí, sino de lo que significa para la relación: la falta de conexión, la intimidad que se está perdiendo y la herida emocional que te causa.
También es importante escuchar lo que él tenga que decir, para entender qué busca o por qué recurre tanto a eso. A veces, el consumo excesivo de pornografía puede ser una forma de evasión, estrés, rutina sexual monótona o incluso una adicción.
Si quieres, puedes pedirle que busquen juntos soluciones: terapia de pareja, acuerdos claros sobre la sexualidad o, si hace falta, ayuda profesional para tratar un posible problema de adicción.
No tienes por qué sentir vergüenza por cómo descubriste esto; lo importante es la forma en que lo comuniques: céntrate en tus sentimientos y en lo que quieres para mejorar la relación, no en el “espionaje” del historial.
Si necesitas mi ayuda para manejar esta situación y hablarlo de la mejor forma posible, estoy aquí para ayudarte.
Comprendo perfectamente el dolor, la frustración y la confusión que estás sintiendo. Es completamente válido que te sientas así y que te preguntes por qué tu esposo actúa de esa manera, especialmente cuando tienes un hijo de 6 meses y te sientes menospreciada como mujer.
Quiero que sepas que no estás sola en esto y que tus sentimientos son válidos. Lo que describes, la masturbación compulsiva y el consumo constante de pornografía, puede ser una señal de una adicción o de un mecanismo de afrontamiento ineficaz para manejar el estrés, la ansiedad, o incluso problemas subyacentes que tu esposo podría estar enfrentando. No necesariamente significa que no te valora o que prefiere la pornografía antes que a ti. A menudo, estas conductas están más relacionadas con problemas personales internos de la persona que las practica que con la pareja en sí.
Es fundamental que tu esposo busque ayuda profesional. Un terapeuta especializado en adicciones o en terapia sexual podría ayudarle a entender las razones de su comportamiento y a desarrollar estrategias para manejarlo. Si él no está dispuesto, lo ideal sería explorar qué opciones tienes tú para protegerte y manejar la situación.
Espero haberte ayudado. Un saludo
Quiero que sepas que no estás sola en esto y que tus sentimientos son válidos. Lo que describes, la masturbación compulsiva y el consumo constante de pornografía, puede ser una señal de una adicción o de un mecanismo de afrontamiento ineficaz para manejar el estrés, la ansiedad, o incluso problemas subyacentes que tu esposo podría estar enfrentando. No necesariamente significa que no te valora o que prefiere la pornografía antes que a ti. A menudo, estas conductas están más relacionadas con problemas personales internos de la persona que las practica que con la pareja en sí.
Es fundamental que tu esposo busque ayuda profesional. Un terapeuta especializado en adicciones o en terapia sexual podría ayudarle a entender las razones de su comportamiento y a desarrollar estrategias para manejarlo. Si él no está dispuesto, lo ideal sería explorar qué opciones tienes tú para protegerte y manejar la situación.
Espero haberte ayudado. Un saludo
Entiendo que tal vez hay dificultades en la vida sexual de la pareja. Tu esposo solía hacerlo antes de nacer vuestro hijo? Generalmente la llegada de un bebé modifica la vida sexual de la pareja. Es importante hablarlo.
Hola, muchas gracias por abrirte con algo tan íntimo y difícil. Es normal que esta situación te genere malestar, incomodidad o confusión. Estás atravesando un momento de cambios intensos, con un hijo pequeño, y es totalmente válido que te afecte la dinámica sexual en tu pareja.
Antes de abordar cómo hablar con él, quiero subrayar algo importante: la masturbación no es mala, ni tampoco una señal de que falte amor o deseo hacia la pareja. Es una práctica común, saludable, que muchas personas usan para liberar tensiones, explorar su cuerpo o como parte de su rutina personal. El problema no es que lo haga, sino cómo eso te está haciendo sentir y cómo se está viviendo en pareja.
Dicho esto, tu malestar es legítimo y merece atención. Sentirse menospreciada o “menos mujer” puede aparecer cuando no hay comunicación ni conexión afectiva. Y si esto se mezcla con el silencio, la rutina y el descubrimiento accidental (como ver su historial), es lógico que te sientas herida.
¿Cómo abordarlo? Aquí algunas ideas:
- Elige un momento de calma. Evita hablarlo en medio de una discusión o cuando estés muy molesta. Busca un espacio donde puedan conectar emocionalmente.
- Habla desde el "yo" y tus emociones, no desde el juicio. Por ejemplo: “Quiero hablar de algo que me ha hecho sentir insegura y confundida. Me gustaría entender mejor cómo estás viviendo la intimidad últimamente”.
- Evita centrarte únicamente en el acto, y enfócate en lo que te genera: la distancia, el silencio, el fastidio que sientes, la necesidad de reconectar.
- Propón abrir un diálogo sexual sincero. A veces, tras el nacimiento de un hijo, los cambios físicos y emocionales pueden afectar el deseo y la intimidad en la pareja. Hablarlo ayuda a reconstruir el vínculo.
- No tengas miedo de decir cómo lo descubriste, pero hazlo con apertura: “Revisé el teléfono y me encontré con cosas que me dolieron. No fue por espiar, sino porque necesitaba entender qué está pasando”.
Antes de abordar cómo hablar con él, quiero subrayar algo importante: la masturbación no es mala, ni tampoco una señal de que falte amor o deseo hacia la pareja. Es una práctica común, saludable, que muchas personas usan para liberar tensiones, explorar su cuerpo o como parte de su rutina personal. El problema no es que lo haga, sino cómo eso te está haciendo sentir y cómo se está viviendo en pareja.
Dicho esto, tu malestar es legítimo y merece atención. Sentirse menospreciada o “menos mujer” puede aparecer cuando no hay comunicación ni conexión afectiva. Y si esto se mezcla con el silencio, la rutina y el descubrimiento accidental (como ver su historial), es lógico que te sientas herida.
¿Cómo abordarlo? Aquí algunas ideas:
- Elige un momento de calma. Evita hablarlo en medio de una discusión o cuando estés muy molesta. Busca un espacio donde puedan conectar emocionalmente.
- Habla desde el "yo" y tus emociones, no desde el juicio. Por ejemplo: “Quiero hablar de algo que me ha hecho sentir insegura y confundida. Me gustaría entender mejor cómo estás viviendo la intimidad últimamente”.
- Evita centrarte únicamente en el acto, y enfócate en lo que te genera: la distancia, el silencio, el fastidio que sientes, la necesidad de reconectar.
- Propón abrir un diálogo sexual sincero. A veces, tras el nacimiento de un hijo, los cambios físicos y emocionales pueden afectar el deseo y la intimidad en la pareja. Hablarlo ayuda a reconstruir el vínculo.
- No tengas miedo de decir cómo lo descubriste, pero hazlo con apertura: “Revisé el teléfono y me encontré con cosas que me dolieron. No fue por espiar, sino porque necesitaba entender qué está pasando”.
Gracias por compartir lo que estás viviendo. Estás atravesando una etapa muy sensible como es el postparto, y es natural que te sientas más vulnerable emocionalmente. La sensación de distancia, de no ser tenida en cuenta o de no comprender el comportamiento de tu pareja puede generar muchas dudas y malestar.
Ver pornografía y masturbarse no siempre significa que haya un problema de pareja ni que tu esposo ya no te desee. A veces las personas mantienen estos hábitos por costumbre, por alivio del estrés o incluso como forma de dar espacio a la otra persona cuando perciben que no está disponible emocional o físicamente, especialmente en etapas como el postparto. No obstante, también es cierto que si este comportamiento te hace sentir mal, es importante que puedas expresarlo.
Antes que nada, te animo a que no guardes este malestar en silencio y puedas hablarlo con él directamente, desde lo que tú sientes y necesitas, más allá de lo que has visto en su teléfono. Sería bueno poder decirle algo como: “Hay algo que me está removiendo por dentro y me gustaría que pudiéramos hablarlo. Últimamente me siento algo desplazada y vulnerable, y me gustaría que podamos reconectar, también en lo íntimo, poco a poco. ¿Podemos hablar de cómo nos estamos sintiendo los dos?”
También es importante señalar que revisar el teléfono de tu pareja sin su consentimiento puede dañar la confianza entre ustedes. Aunque lo hayas hecho movida por el dolor o la sospecha, es fundamental que puedas hablar con él desde la transparencia y no desde la vigilancia. El respeto mutuo empieza por ahí.
Este tipo de situaciones son una oportunidad para abrir canales de comunicación y recuperar la conexión como pareja. Si te resulta difícil hacerlo sola o hay heridas profundas, buscar apoyo profesional también puede ayudarte a ordenar lo que sientes y acompañarte en cómo abordarlo.
Ver pornografía y masturbarse no siempre significa que haya un problema de pareja ni que tu esposo ya no te desee. A veces las personas mantienen estos hábitos por costumbre, por alivio del estrés o incluso como forma de dar espacio a la otra persona cuando perciben que no está disponible emocional o físicamente, especialmente en etapas como el postparto. No obstante, también es cierto que si este comportamiento te hace sentir mal, es importante que puedas expresarlo.
Antes que nada, te animo a que no guardes este malestar en silencio y puedas hablarlo con él directamente, desde lo que tú sientes y necesitas, más allá de lo que has visto en su teléfono. Sería bueno poder decirle algo como: “Hay algo que me está removiendo por dentro y me gustaría que pudiéramos hablarlo. Últimamente me siento algo desplazada y vulnerable, y me gustaría que podamos reconectar, también en lo íntimo, poco a poco. ¿Podemos hablar de cómo nos estamos sintiendo los dos?”
También es importante señalar que revisar el teléfono de tu pareja sin su consentimiento puede dañar la confianza entre ustedes. Aunque lo hayas hecho movida por el dolor o la sospecha, es fundamental que puedas hablar con él desde la transparencia y no desde la vigilancia. El respeto mutuo empieza por ahí.
Este tipo de situaciones son una oportunidad para abrir canales de comunicación y recuperar la conexión como pareja. Si te resulta difícil hacerlo sola o hay heridas profundas, buscar apoyo profesional también puede ayudarte a ordenar lo que sientes y acompañarte en cómo abordarlo.
Es comprensible que te sientas dolida. El consumo excesivo de pornografía puede afectar la intimidad de pareja y hacerte sentir rechazada, pero no significa que seas “menos mujer”. Lo importante es hablarlo con calma, sin reproches, explicándole cómo te hace sentir y qué necesitas de él. Si solos no logran manejarlo, la terapia de pareja puede ayudar a recuperar confianza e intimidad.
Por lo que cuentas, parece que lo que más te está afectando no es tanto el hecho de que tu pareja consuma pornografía, sino cómo eso te hace sentir: mencionas que te ves “menos mujer”. Puede que ahí haya un miedo o una inseguridad de fondo que merece ser escuchada.
Quizá pueda ayudarte abrir un canal de comunicación con él: hablar de lo que deseas, de lo que necesitas y también de cómo él vive su deseo. A menudo el problema no está tanto en el consumo en sí, sino en la falta de comunicación sobre lo que cada uno necesita.
Si quieres revisar este tema en más profundidad y ver cómo abordarlo, puedes visitar mi perfil y reservar una reunión de valoración conmigo. Un saludo!
Quizá pueda ayudarte abrir un canal de comunicación con él: hablar de lo que deseas, de lo que necesitas y también de cómo él vive su deseo. A menudo el problema no está tanto en el consumo en sí, sino en la falta de comunicación sobre lo que cada uno necesita.
Si quieres revisar este tema en más profundidad y ver cómo abordarlo, puedes visitar mi perfil y reservar una reunión de valoración conmigo. Un saludo!
Hola,
Lo que describes puede resultar muy doloroso y desconcertante, especialmente cuando sientes que tu pareja recurre a la pornografía en lugar de buscar la intimidad contigo. Es comprensible que te genere fastidio, inseguridad o incluso rechazo, más aún en un momento tan delicado como el posparto.
El consumo habitual de pornografía no siempre tiene que ver con la falta de deseo hacia la pareja. A veces responde a la rutina, a la evasión emocional o a la dificultad para conectar desde la cercanía real. Sin embargo, eso no resta el impacto que produce en ti, ni el sentimiento de distancia que puede generar.
En este punto, lo más importante es poder hablarlo desde la calma. Puedes explicarle cómo te afecta lo que ocurre, centrándote más en tus emociones que en el modo en que lo descubriste. Frases como “me sentí dolida y desplazada cuando noté que preferías eso en lugar de buscarme” pueden ayudarte a expresar lo que sientes sin que él se ponga a la defensiva.
Si el diálogo no fluye o la situación se repite, la terapia de pareja puede ser de gran ayuda para entender qué está ocurriendo en vuestra conexión y cómo recuperar la confianza y la complicidad.
Desde mi experiencia acompañando a parejas y familias, puedo decirte que este tipo de dificultades, cuando se abordan con acompañamiento profesional, pueden convertirse en una oportunidad para fortalecer el vínculo y mejorar la comunicación.
Un saludo,
David
Lo que describes puede resultar muy doloroso y desconcertante, especialmente cuando sientes que tu pareja recurre a la pornografía en lugar de buscar la intimidad contigo. Es comprensible que te genere fastidio, inseguridad o incluso rechazo, más aún en un momento tan delicado como el posparto.
El consumo habitual de pornografía no siempre tiene que ver con la falta de deseo hacia la pareja. A veces responde a la rutina, a la evasión emocional o a la dificultad para conectar desde la cercanía real. Sin embargo, eso no resta el impacto que produce en ti, ni el sentimiento de distancia que puede generar.
En este punto, lo más importante es poder hablarlo desde la calma. Puedes explicarle cómo te afecta lo que ocurre, centrándote más en tus emociones que en el modo en que lo descubriste. Frases como “me sentí dolida y desplazada cuando noté que preferías eso en lugar de buscarme” pueden ayudarte a expresar lo que sientes sin que él se ponga a la defensiva.
Si el diálogo no fluye o la situación se repite, la terapia de pareja puede ser de gran ayuda para entender qué está ocurriendo en vuestra conexión y cómo recuperar la confianza y la complicidad.
Desde mi experiencia acompañando a parejas y familias, puedo decirte que este tipo de dificultades, cuando se abordan con acompañamiento profesional, pueden convertirse en una oportunidad para fortalecer el vínculo y mejorar la comunicación.
Un saludo,
David
Aunque no conozco en detalle el caso, parece que tu pareja está teniendo un problema de adicción a la pornografía.
Esta adicción no tiene que ver con que tu le gustes más o menos, y mucho menos con tu valía como mujer o pareja.
Este tipo de adicción se genera muchas veces por múltiples factores.
Os recomiendo buscar ayuda para que él pueda liberarse de esta adicción y podáis continuar con vuestra vida personal y de pareja.
Esta adicción no tiene que ver con que tu le gustes más o menos, y mucho menos con tu valía como mujer o pareja.
Este tipo de adicción se genera muchas veces por múltiples factores.
Os recomiendo buscar ayuda para que él pueda liberarse de esta adicción y podáis continuar con vuestra vida personal y de pareja.
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