Buenas tardes. Quería comentar mi caso. Llevo desde los 17 años con ansiedad,tengo 39 y aun sigo c
11
respuestas
Buenas tardes.
Quería comentar mi caso.
Llevo desde los 17 años con ansiedad,tengo 39 y aun sigo con ella.he pasado por psiquiatras,psicólogos.He tomado de todo y esque veo que me va a durar toda la vida .Entonces me gustaría que algún experto me de consejos
Gracias
Quería comentar mi caso.
Llevo desde los 17 años con ansiedad,tengo 39 y aun sigo con ella.he pasado por psiquiatras,psicólogos.He tomado de todo y esque veo que me va a durar toda la vida .Entonces me gustaría que algún experto me de consejos
Gracias

Buenos días. Lo primero decirte que siento mucho por lo que estás pasando. En muchas ocasiones luchamos contra la ansiedad para eliminarla o controlarla y quizás ese sea el primer error. Y ahí es cuando la solución que estamos intentando poner se convierte en el problema. La ansiedad tiene una función en nuestra supervivencia, lo que pasa que a veces ese sistema de alarma se ha descontrolado y aparece en situaciones las cuales no son peligrosas pero ella lo detecta como si fueran así o en intensidades elevadas cuando en ese momento no es necesario. Faltan muchos datos para poder ajustar la respuesta a tu caso concreto, ya que habría que saber en que situaciones suele aparecer de esta manera disfuncional, que pensamientos y/o sensaciones físicas surgen en ti, qué es lo que te está queriendo decir esta ansiedad cuando aparece de esa manera elevada...Hay herramientas básicas las cuales siempre vienen bien saber utilizarlas como puede ser la respiración profunda para una regulación más fisiológica o cambio de atención para más sintomatología a nivel cognitivo, pero como ya te he comentado faltan datos para que se ajuste este aprendizaje de herramientas a tus necesidades. La ansiedad es una "emoción compleja" la cual hay que comprenderla y abrazarla, y todo esto se puede conseguir con un proceso terapéutico ajustado a ti y a todo lo que te está ocurriendo. Mucho ánimo.

Hola buenas tardes. Tal vez lleves tiempo destinando tu energía, tiempo y recursos económicos a desprenderte de la sensación de ansiedad, y estés viendo que esta estrategia no está siendo efectiva. Puede que como dices, esa sensación siga contigo toda la vida, por el contrario puede ser que haya momentos/etapas en los que esté más en segundo plano (las sensaciones, al igual que los pensamientos o emociones, son dúctiles y cambiantes en función del contexto; y tenemos la capacidad de elegir poner nuestra atención en unos estímulos y en otros). Es posible que te sea de utilidad recurrir a profesionales que utilicen el enfoque funcional-contextual (como la Terapia de Aceptación y Compromiso), para que puedas conocer cuál es tu patrón de afrontamiento cuando la ansiedad está presente, qué haces con ella, si te está siendo útil o no poner en marcha esas estrategias de control (eliminar o modificar esa sensación), y cómo podrías encaminar tus pasos hacia una vida con sentido. Mediante este enfoque entrenarías la habilidad de notar lo que la ansiedad te pide que hagas cuando está presente, y elegir controlar tú tu vida, en vez de que sea la sensación de ansiedad la que te controle a ti.
Espero haberte ayudado, un saludo.
Espero haberte ayudado, un saludo.

Buenas tardes, muchas gracias por compartir tu caso. Quisiera destacar que los profesionales no deberían limitarse a dar consejos, sino a facilitar acciones concretas. En cuanto a lo que comentas sobre la ansiedad, sería importante identificar qué la está provocando y cómo se manifiesta en tu día a día. Prácticas como la meditación o ejercicios de respiración profunda. Por ejemplo, dedicar 10 minutos antes de dormir y al despertar; pueden ayudarte, pero es fundamental tener constancia y paciencia, ya que no existen soluciones mágicas. Todo esto debería ir acompañado de un tratamiento terapéutico adecuado, que te permita abordar de raíz lo que estás viviendo. Te envío un abrazo enorme y mucha fuerza en este proceso.

Hola :)
Lidiar con ansiedad constante puede ser realmente duro, y es completamente válido sentirse sobrepasado a veces.
Es importante seguir trabajando en ello, incluso cuando no notes mejoras inmediatas. Muchas veces, simplemente poder comunicarnos y desahogarnos ya ayuda a reducir esa sensación de agobio.
En nuestro centro también trabajamos con neurofeedback, un entrenamiento cerebral no invasivo que ayuda a regular la actividad del cerebro. Es especialmente útil en casos como el tuyo, donde la ansiedad forma parte de la sintomatología.
Te animo a probarlo, ya que hemos visto resultados muy positivos en nuestros pacientes. Si quieres saber más sobre cómo funciona o si puede ser adecuado para ti, estaré encantada de informarte.
¡Un abrazo fuerte y mucho ánimo!
Lidiar con ansiedad constante puede ser realmente duro, y es completamente válido sentirse sobrepasado a veces.
Es importante seguir trabajando en ello, incluso cuando no notes mejoras inmediatas. Muchas veces, simplemente poder comunicarnos y desahogarnos ya ayuda a reducir esa sensación de agobio.
En nuestro centro también trabajamos con neurofeedback, un entrenamiento cerebral no invasivo que ayuda a regular la actividad del cerebro. Es especialmente útil en casos como el tuyo, donde la ansiedad forma parte de la sintomatología.
Te animo a probarlo, ya que hemos visto resultados muy positivos en nuestros pacientes. Si quieres saber más sobre cómo funciona o si puede ser adecuado para ti, estaré encantada de informarte.
¡Un abrazo fuerte y mucho ánimo!

Buenas tardes, gracias por compartir tu historia. Lidiar con la ansiedad durante tantos años, pese a haber buscado ayuda y probado distintos tratamientos, puede generar una sensación de agotamiento, frustración e incluso desesperanza. Es muy importante reconocer todo el esfuerzo que has hecho hasta ahora: no es poco haber buscado ayuda, intentado tratamientos y seguir con ganas de encontrar nuevas formas de estar mejor.
Aunque la ansiedad pueda acompañarte durante mucho tiempo, eso no significa que no puedas aprender a convivir con ella de una manera más liviana, más estable o menos limitante. La clave muchas veces no está solo en “eliminarla”, sino en entender su raíz, aprender a relacionarte con ella de forma diferente y fortalecer tu capacidad de autorregulación emocional.
Algunos enfoques que suelen ofrecer buenos resultados a largo plazo incluyen:
• Terapia cognitivo-conductual (TCC), centrada en identificar y modificar pensamientos y comportamientos que alimentan la ansiedad.
• Terapias basadas en la aceptación (como la Terapia de Aceptación y Compromiso o ACT), que ayudan a dejar de luchar contra la ansiedad y centrarte en lo que da sentido a tu vida.
• Mindfulness y técnicas de respiración para reconectar con el cuerpo y el momento presente.
• Trabajo psicoterapéutico de fondo, cuando hay heridas antiguas o patrones emocionales que necesitan ser revisados.
Si sientes que lo que has hecho hasta ahora no ha dado resultado, tal vez no sea porque tú “no puedes”, sino porque necesitas otro tipo de acompañamiento más personalizado, más profundo o más sostenido en el tiempo. A veces no es tanto una cuestión de intensidad, sino de enfoque.
Si quieres hablar más a fondo de tu caso y encontrar un camino adaptado a ti, puedes coger cita online conmigo a través de mi perfil o escribirme un mensaje directo desde Doctoralia. Estaré encantada de acompañarte.
Aunque la ansiedad pueda acompañarte durante mucho tiempo, eso no significa que no puedas aprender a convivir con ella de una manera más liviana, más estable o menos limitante. La clave muchas veces no está solo en “eliminarla”, sino en entender su raíz, aprender a relacionarte con ella de forma diferente y fortalecer tu capacidad de autorregulación emocional.
Algunos enfoques que suelen ofrecer buenos resultados a largo plazo incluyen:
• Terapia cognitivo-conductual (TCC), centrada en identificar y modificar pensamientos y comportamientos que alimentan la ansiedad.
• Terapias basadas en la aceptación (como la Terapia de Aceptación y Compromiso o ACT), que ayudan a dejar de luchar contra la ansiedad y centrarte en lo que da sentido a tu vida.
• Mindfulness y técnicas de respiración para reconectar con el cuerpo y el momento presente.
• Trabajo psicoterapéutico de fondo, cuando hay heridas antiguas o patrones emocionales que necesitan ser revisados.
Si sientes que lo que has hecho hasta ahora no ha dado resultado, tal vez no sea porque tú “no puedes”, sino porque necesitas otro tipo de acompañamiento más personalizado, más profundo o más sostenido en el tiempo. A veces no es tanto una cuestión de intensidad, sino de enfoque.
Si quieres hablar más a fondo de tu caso y encontrar un camino adaptado a ti, puedes coger cita online conmigo a través de mi perfil o escribirme un mensaje directo desde Doctoralia. Estaré encantada de acompañarte.

Gracias por compartir tu experiencia. Es totalmente comprensible que, después de tantos años y distintos intentos de tratamiento, sientas que la ansiedad es algo que te va a acompañar para siempre. Y en parte, eso tiene una base real: la ansiedad no es algo que se “cura” como una enfermedad puntual, porque es una respuesta natural y funcional del organismo.
La ansiedad forma parte de nuestro sistema de supervivencia: nos alerta, nos protege y nos prepara para responder ante situaciones de amenaza o cambio. El problema no es su existencia, sino cuando se vuelve crónica, intensa o desproporcionada, y empieza a interferir con tu vida diaria.
Desde mi enfoque integrador, trabajo abordando la ansiedad desde diferentes niveles: el biológico (cómo responde tu cuerpo), el psicológico (qué patrones de pensamiento la mantienen), y el emocional-relacional (cómo se conecta con tu historia personal y con vínculos significativos). En lugar de intentar eliminarla por completo —algo poco realista y hasta contraproducente—, el objetivo en terapia es aprender a conocerla, regularla y convivir con ella de una forma mucho más saludable.
Muchas personas que han pasado por varios tratamientos sin éxito, logran avanzar cuando encuentran un espacio terapéutico que se adapta a su historia y a sus necesidades reales, más allá del síntoma.
La ansiedad forma parte de nuestro sistema de supervivencia: nos alerta, nos protege y nos prepara para responder ante situaciones de amenaza o cambio. El problema no es su existencia, sino cuando se vuelve crónica, intensa o desproporcionada, y empieza a interferir con tu vida diaria.
Desde mi enfoque integrador, trabajo abordando la ansiedad desde diferentes niveles: el biológico (cómo responde tu cuerpo), el psicológico (qué patrones de pensamiento la mantienen), y el emocional-relacional (cómo se conecta con tu historia personal y con vínculos significativos). En lugar de intentar eliminarla por completo —algo poco realista y hasta contraproducente—, el objetivo en terapia es aprender a conocerla, regularla y convivir con ella de una forma mucho más saludable.
Muchas personas que han pasado por varios tratamientos sin éxito, logran avanzar cuando encuentran un espacio terapéutico que se adapta a su historia y a sus necesidades reales, más allá del síntoma.

Hola, gracias por compartir tu caso, se entiende que después de tantos años e intentos te sientas un poco desesperanzada, es normal sentirse así cuando parece que nada termina de funcionar del todo.
Por lo que cuentas, no tengo mucha información sobre tu proceso, pero me gustaría lanzarte algunas preguntas que quizá te puedan ayudar a reflexionar. ¿Sientes que has podido conectar realmente con algún psicólogo o psiquiatra, en el sentido de sentirte comprendida y en confianza? Personalmente pienso que esa conexion es clave para que el tratamiento funcione.
¿Has llegado a identificar de dónde se origina tu ansiedad, o si hay ciertos patrones o disparadores que la mantienen activa? Conocer esas partes da un poco más de autoconocimiento para gestionarla. ¿Has explorado diferentes tipos de enfoques? en psicologia hay distintas formas de abordar la ansiedad y puede que igual no has dado con un terapeuta que trabaje desde un enfoque que te funcione mejor a ti.
Te lo pregunto porque a veces, cuando nos hacemos estas preguntas y profundizamos, podemos encontrar nuevas maneras de abordar algo que parece "de por vida" sin embargo, estoy seguro de que hay formas de llevarla. Aunque el camino se sienta largo y candsado, es posible aliviar la ansiedad y aprender a gestionarla.
Si te apetece, por aquí estamos para seguir charlando del tema, me puedes escribir directamente al buzón.
Mucho ánimo.
Por lo que cuentas, no tengo mucha información sobre tu proceso, pero me gustaría lanzarte algunas preguntas que quizá te puedan ayudar a reflexionar. ¿Sientes que has podido conectar realmente con algún psicólogo o psiquiatra, en el sentido de sentirte comprendida y en confianza? Personalmente pienso que esa conexion es clave para que el tratamiento funcione.
¿Has llegado a identificar de dónde se origina tu ansiedad, o si hay ciertos patrones o disparadores que la mantienen activa? Conocer esas partes da un poco más de autoconocimiento para gestionarla. ¿Has explorado diferentes tipos de enfoques? en psicologia hay distintas formas de abordar la ansiedad y puede que igual no has dado con un terapeuta que trabaje desde un enfoque que te funcione mejor a ti.
Te lo pregunto porque a veces, cuando nos hacemos estas preguntas y profundizamos, podemos encontrar nuevas maneras de abordar algo que parece "de por vida" sin embargo, estoy seguro de que hay formas de llevarla. Aunque el camino se sienta largo y candsado, es posible aliviar la ansiedad y aprender a gestionarla.
Si te apetece, por aquí estamos para seguir charlando del tema, me puedes escribir directamente al buzón.
Mucho ánimo.

Buenas tardes, gracias por compartir tu historia. Haber convivido con la ansiedad durante tantos años, pese a haber buscado ayuda profesional y probado diferentes tratamientos, puede generar mucha frustración y una sensación de desesperanza.
Sin embargo, aunque no siempre podamos eliminar por completo la ansiedad sí es posible aprender a convivir con ella de forma diferente, sin que limite tu vida o determine tu bienestar. La clave muchas veces no está solo en eliminar los síntomas, sino en entender qué función tienen, qué situaciones los activan y cómo puedes responder a ellos de forma más consciente y efectiva.
No te resignes. Buscar un acompañamiento psicológico actualizado, basado en la comprensión profunda de tu caso y centrado en darte herramientas prácticas para que recuperes tu autonomía, puede marcar una gran diferencia. Con el acompañamiento adecuado, muchas personas logran mejorar significativamente su calidad de vida, incluso después de muchos años. Espero haber sido de ayuda.
Un abrazo,
Cecilia
Sin embargo, aunque no siempre podamos eliminar por completo la ansiedad sí es posible aprender a convivir con ella de forma diferente, sin que limite tu vida o determine tu bienestar. La clave muchas veces no está solo en eliminar los síntomas, sino en entender qué función tienen, qué situaciones los activan y cómo puedes responder a ellos de forma más consciente y efectiva.
No te resignes. Buscar un acompañamiento psicológico actualizado, basado en la comprensión profunda de tu caso y centrado en darte herramientas prácticas para que recuperes tu autonomía, puede marcar una gran diferencia. Con el acompañamiento adecuado, muchas personas logran mejorar significativamente su calidad de vida, incluso después de muchos años. Espero haber sido de ayuda.
Un abrazo,
Cecilia

Nos cuentas que has vivido con ansiedad desde los 17 años, y hoy, a los 39, sigues enfrentando esa misma sombra. Es comprensible que te sientas agotado, frustrado, y hasta resignado a pensar que será parte de tu vida para siempre. Pero lo que estás atravesando no es una señal de debilidad ni de fracaso: es una señal de que algo dentro de ti todavía está pidiendo ser escuchado, visto o liberado, quizás desde un nivel más profundo que los tratamientos convencionales han alcanzado. La ansiedad a veces no es solo un síntoma clínico, sino una forma persistente de tu alma de hablarte.
Desde una mirada terapéutica, como como en nuestra praxis trabajamos, entendemos que la ansiedad puede tener raíces en heridas familiares no resueltas, mandatos heredados o emociones bloqueadas. No siempre basta con medicar o hablar; a veces el inconsciente necesita un lenguaje que no sea racional. Como actos simbólicos a través de la escritura, el arte, el cuerpo u otras estrategias que permiten que lo reprimido encuentre una vía de expresión, que la historia interna comience a transformarse. Es posible que tu ansiedad esté relacionada con algo antiguo, tal vez algo que ocurrió antes de que pudieras ponerle palabras y como nadie busca lo que no conoce.…
Podrías comenzar preguntándote: ¿Qué parte de mí no he permitido vivir plenamente? ¿A quién o a qué le soy leal sin saberlo? ¿Qué me estoy forzando a sostener, cuando ya no necesito hacerlo? Desde esta perspectiva, no se trata de “curarte” como si estuvieras roto, sino de reconciliarte con partes de ti mismo que han sido exiliadas o silenciadas. No eres solo alguien con un problema; eres una persona con una historia, una sensibilidad y una profundidad que quizás necesita expresarse de otras maneras.
La ansiedad puede cambiar. Tal vez no desaparezca de golpe, pero puede volverse más suave, más comprensible, menos dominante. El primer paso es dejar de verla como una enemiga y empezar a relacionarte con ella como una parte herida que necesita respeto, no guerra. Y desde ahí, explorar nuevos lenguajes de sanación: lo simbólico, lo creativo, lo corporal, lo ancestral. Estás a tiempo de empezar un camino distinto, más compasivo contigo mismo, y más conectado con tu verdad emocional. Y en ese camino, aunque no lo parezca, no estás solo, si lo deseas te puedo acompañar a encontrar lo que no se te ha perdido…
Un saludo
Ramiro
Desde una mirada terapéutica, como como en nuestra praxis trabajamos, entendemos que la ansiedad puede tener raíces en heridas familiares no resueltas, mandatos heredados o emociones bloqueadas. No siempre basta con medicar o hablar; a veces el inconsciente necesita un lenguaje que no sea racional. Como actos simbólicos a través de la escritura, el arte, el cuerpo u otras estrategias que permiten que lo reprimido encuentre una vía de expresión, que la historia interna comience a transformarse. Es posible que tu ansiedad esté relacionada con algo antiguo, tal vez algo que ocurrió antes de que pudieras ponerle palabras y como nadie busca lo que no conoce.…
Podrías comenzar preguntándote: ¿Qué parte de mí no he permitido vivir plenamente? ¿A quién o a qué le soy leal sin saberlo? ¿Qué me estoy forzando a sostener, cuando ya no necesito hacerlo? Desde esta perspectiva, no se trata de “curarte” como si estuvieras roto, sino de reconciliarte con partes de ti mismo que han sido exiliadas o silenciadas. No eres solo alguien con un problema; eres una persona con una historia, una sensibilidad y una profundidad que quizás necesita expresarse de otras maneras.
La ansiedad puede cambiar. Tal vez no desaparezca de golpe, pero puede volverse más suave, más comprensible, menos dominante. El primer paso es dejar de verla como una enemiga y empezar a relacionarte con ella como una parte herida que necesita respeto, no guerra. Y desde ahí, explorar nuevos lenguajes de sanación: lo simbólico, lo creativo, lo corporal, lo ancestral. Estás a tiempo de empezar un camino distinto, más compasivo contigo mismo, y más conectado con tu verdad emocional. Y en ese camino, aunque no lo parezca, no estás solo, si lo deseas te puedo acompañar a encontrar lo que no se te ha perdido…
Un saludo
Ramiro

Hola, gracias por compartir tu experiencia. Entiendo lo duro que debe ser llevar tantos años conviviendo con la ansiedad. Quiero que sepas que no estás solo, y que aunque ahora lo veas todo muy cuesta arriba, aún hay formas de mejorar tu calidad de vida.
A veces, pequeños cambios en el enfoque terapéutico, en los hábitos diarios o en cómo te relacionas con la ansiedad pueden marcar una gran diferencia. Cuidar el descanso, el cuerpo y la mente, y trabajar con profesionales que se adapten a ti sigue siendo clave.
Cada paso que das buscando ayuda es valioso. No te rindas, porque aún es posible sentirte mejor.
Un abrazo.
A veces, pequeños cambios en el enfoque terapéutico, en los hábitos diarios o en cómo te relacionas con la ansiedad pueden marcar una gran diferencia. Cuidar el descanso, el cuerpo y la mente, y trabajar con profesionales que se adapten a ti sigue siendo clave.
Cada paso que das buscando ayuda es valioso. No te rindas, porque aún es posible sentirte mejor.
Un abrazo.

Entiendo lo difícil que debe ser lidiar con la ansiedad durante tantos años, y es completamente normal que busques respuestas o consejos para manejarla mejor. A pesar de que ya has probado varios tratamientos, es importante recordar que la ansiedad, aunque no siempre desaparezca por completo, puede ser gestionada de forma más efectiva con el enfoque adecuado.
Si aún no has probado la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), podría ser útil, ya que es muy eficaz para identificar y cambiar los patrones de pensamiento que alimentan la ansiedad. Además, técnicas como la meditación o el mindfulness pueden ayudarte a reducir el estrés y mejorar la forma en que reaccionas ante los síntomas de ansiedad, brindándote herramientas para enfrentarlos de manera más tranquila.
En cuanto al tratamiento farmacológico, podrías consultar con un psiquiatra especializado para revisar si algún medicamento nuevo o una combinación de ellos podría ser más adecuado para ti, ya que los tratamientos pueden necesitar ajustes con el tiempo.
También es esencial que cuides tu salud física, ya que el ejercicio regular, una dieta balanceada y un buen descanso son fundamentales para reducir los niveles de ansiedad. Además, trabajar en aceptar la ansiedad, en lugar de luchar contra ella constantemente, puede ser un enfoque que te ayude a encontrar la paz; la terapia de aceptación y compromiso (ACT), por ejemplo, puede ser útil para esto.
En definitiva, aunque la ansiedad puede ser un desafío constante, con el enfoque adecuado y un plan de tratamiento que se adapte a ti, puedes aprender a manejarla y vivir de forma plena. Un saludo y ¡Ánimo!
Si aún no has probado la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), podría ser útil, ya que es muy eficaz para identificar y cambiar los patrones de pensamiento que alimentan la ansiedad. Además, técnicas como la meditación o el mindfulness pueden ayudarte a reducir el estrés y mejorar la forma en que reaccionas ante los síntomas de ansiedad, brindándote herramientas para enfrentarlos de manera más tranquila.
En cuanto al tratamiento farmacológico, podrías consultar con un psiquiatra especializado para revisar si algún medicamento nuevo o una combinación de ellos podría ser más adecuado para ti, ya que los tratamientos pueden necesitar ajustes con el tiempo.
También es esencial que cuides tu salud física, ya que el ejercicio regular, una dieta balanceada y un buen descanso son fundamentales para reducir los niveles de ansiedad. Además, trabajar en aceptar la ansiedad, en lugar de luchar contra ella constantemente, puede ser un enfoque que te ayude a encontrar la paz; la terapia de aceptación y compromiso (ACT), por ejemplo, puede ser útil para esto.
En definitiva, aunque la ansiedad puede ser un desafío constante, con el enfoque adecuado y un plan de tratamiento que se adapte a ti, puedes aprender a manejarla y vivir de forma plena. Un saludo y ¡Ánimo!
¿No has encontrado la respuesta que necesitabas? ¡Envía tu pregunta!
¿Tu caso es similar? Estos profesionales pueden ayudarte:
Todos los contenidos publicados en Doctoralia, especialmente preguntas y respuestas, son de carácter informativo y en ningún caso deben considerarse un sustituto de un asesoramiento médico.