¿es bueno ver pornografia 1 vez cada 3 4 meses?¿o aun siendo de vez en cuando tambien es malo?

10 respuestas
¿es bueno ver pornografia 1 vez cada 3 4 meses?¿o aun siendo de vez en cuando tambien es malo?
La pornografía es una herramienta para erotizarnos, que bien utilizada y gestionada, no tiene por qué ser mala.
Aprender a utilizarla y hacer buen uso de ella es primordial para no sentirnos culpables.
Si bien es cierto, que una buena educación sexual es necesaria para saber discernir lo que veo y lo que me gusta. Si ciertos vídeos te producen malestar, es importante identificar el porqué. Y sobre todo si a nivel ético te son favorables.
Si la visualización de la pornografía mainstream te produce malestar, existen directoras que hacen muy buen uso de la industria y ayudan a muchas personas a mejorar su calidad de vida erótica. Además de llamarse porno ético ya que cumple con la normativa de salud de todos sus performances.
No obstante, si te preocupa, no dudes en consultar con un profesional de la sexología para aprender utilizarlo o por el contrario, dejar de verlo.

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Yo también considero que, bien gestionada, no tiene porqué ser negativa la pornografía.
Hola, en primer lugar gracias por tu pregunta. Respecto a la cuestión que planteas, la pornografía, tal y como te han comentado mis compañeras, no es buena ni mala. Depende del uso que le des. Mientras tengas claro que es una fantasía, y que es un medio más para el placer (que no lo necesites siempre para poder erotizarte), es algo que te gusta y nada más. Espero haberte podido responder.
Un saludo!
Hola, la pornografía en sí no es mala ni buena, también es complicada determinar el número de veces que es "correcto".
Todo depende del malestar o disfunción que puede generar en tí, en tu día a día o en tu entorno, y esto dependerá de la función que esté cubriendo, si dejas de hacer otras actividades, si influye en tu estado de ánimo o forma de relacionarte, etc.

Saludos
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Buenos días y gracias por la pregunta, estoy segura de que hay muchas más personas que presentan la misma duda. Como bien te refieren mis compañeras, la pornografía es una herramienta más al servicio del erotismo. Con una buena educación sexual y un buen manejo de la misma, no tiene por qué representar un problema. La sexualidad tiene que poder ser un espacio íntimo y libre, siempre dentro de los límites éticos. El malestar asociado a la visualización de pornografía suele estar relacionado con un uso disfuncional de la misma o con creencias y valores éticos/morales determinados que, por ejemplo, conllevan sentimientos de culpa o desagrado. Otros factores que pueden afectar son la religión, el perfeccionismo, la rectitud moral, el concepto de amor y sexualidad... Sea cuál sea tu situación, si esta conducta te genera malestar, contacta con un especialista para averiguar su funcionalidad, entender el contexto de dichas emociones y emprender acciones para recuperar tu bienestar. Espero haber aportado algo de luz a tu consulta. Un saludo!
¡Hola! Comparto lo comentado por mis compañeras. A mí me gustaría poder dar un enfoque un poco distinto. Me ha llamado la atención la importancia que le das a las fechas. No sé si será algo casual o es porque consideras que consumir pornografía durante menos meses o de manera mensual podría ser peor.
Hasta donde yo sé, no soy experto en el consumo de pornografía, no creo que haya ningún problema en que la consumas de manera mensual incluso. Si sientes que un mayor consumo sí que tiene alguna consecuencia negativa, pero no has encontrado ninguna investigación seria sobre el tema, quizás sería interesante que pudieras hablar con un profesional sobre ese miedo.
¡Un saludo!
hola como comentan mis compañeros la pornografia no es buena ni mala, es una herramienta que está al servicio de nuestra erotismo. Cómo usamos ésta y la frecuencia de la misma puede evidenciar algún problema de índole psíquica pero en los términos en los que te expresas tú no parece ser el caso.
Hola. Yo disiento de lo que explican mis compañeros. La pornografía no es una herramienta. Un teléfono móvil sí es una herramienta. Una tuerca, un bolígrafo o un taladro sí son herramientas. Tú puedes usar una herramienta bien o usarla mal, puedes servirte de una herramienta para construir algo o todo lo contrario. La pornografía (como un libro o como un garabato o como un balón de fútbol), en cambio, es el PRODUCTO DEL USO DE UNA SERIE DE HERRAMIENTAS, como puede ser una cámara. Una cámara puede usarse para crear buenos o malos productos. La pornografía es un mal producto. Y es un mal producto no porque el que usa la cámara no sea un buen camarógrafo o porque los actores no sean buenos actores o porque el director no sea un buen director, sino porque ese que usa su cámara (y el director y quizás los actores), lo hace sin otro fin que el de filmar una serie de escenas de sexo que distorsionan lo que es el ser humano, mujeres u hombres, niños, o animales, así como lo que son las relaciones entre estos seres y difundir así un mensaje que perturba o eclipsa el buen entendimiento del consumidor, mensaje que tiene a su vez un propósito y que es el de enajenar cada vez más a los hombres del resto de los hombres y de su propia interioridad, lo cual es una práctica más de control social. La pornografía es en esencia perversión porque muestra por ejemplo, la explotación del otro, la humillación del otro, la denigración del otro, la imposición del deseo o del impulso de uno sobre el otro porque nunca muestra al sujeto (o a la pareja), en su en toda su complejidad. La pornografía, dicen, es "pedagógica." Un sujeto que tiene problemas para mantener una relación genuina con el otro, recurre a la pornografía para "ver cómo se hace eso", y lo que aprende, como mucho, son "técnicas" de manipulación del cuerpo del otro y del propio cuerpo. Viene a ser lo mismo que creer que porque aprendes a mirar el mapa del metro estás de viaje. Los seres humanos, los seres vivos, no somos únicamente un conjunto de órganos, carne, sexo. La idea de que cuerpo y emoción o mente están escindidos, que son dos cosas independientes una de la otra, es una idea ya muy antigua -superada por algunos pensadores, lo que ya es algo-, que concibe al hombre y a los animales como máquinas. Y las personas, o los animales, no somos máquinas. Nuestros cuerpos no son grifos ni aspersores o cañerías de descarga de fluidos si entendemos que el orgasmo o el placer sexual no es únicamente una descarga de fluidos. La descarga de fluidos que experimentamos en una relación sexual o en el onanismo, conlleva una carga emocional, imaginaria, siempre, de algún tipo. No se trata aquí de llenar con combustible el tanque de un coche para que este arranque. Que aprendas a hacer esto, puede que te sirva para desinhibirte, para despertar o aumentar tu excitación en un momento dado, como quien se bebe una copa o se droga, pero lo que aprendes es bastante similar a poner en marcha el microondas para calentarte la comida. Tú no eres un trozo de pizza que deba ser calentado ni tampoco lo es tu pareja. Tú no eres la manguera que carga con gasolina el tanque que es tu pareja o a la inversa. Pero la pornografía te muestra eso. Es tan solo una representación (un simulacro, que diría Baudrillard: imágenes falsas, vacías de contenido, que no permiten distinguir entre lo real y lo irreal), de lo que es mantener una relación sexual o amorosa con otro ser humano en la que no cabe todo eso que necesariamente pasa por tu cabeza cuando estás con otra persona por la que sientes deseo, o solo: imágenes, ideas, fantasías, recuerdos; todo eso que también sientes: placer, malestar, angustia, ansiedad, impotencia, asco, excitación, cosquillas, gusto, ganas de jugar, de besar, de morder, de acariciar, de apretar, de parar por un momento y ponerte a conversar de cualquier cosa que se te ocurre para luego retomar o dormirte, risa, miedo, contacto, desagrado, agresividad, odio, amor, desconexión, pereza, dolor, sorpresa, cansancio, olores, calor o frío, sed, hambre, ganas de fumarte un cigarrillo, de encender o de apagar las luces, de poner música o apagarla, de hacerlo mejor en la azotea o en el baño; todo eso que quieres expresar con sonidos o con palabras, gritar, susurrar, callar, llorar, preguntar... y que muchas veces ni siquiera acaba en orgasmo. No hay ese disparo torrencial de líquidos que suele verse en las películas de este tipo. A mi modo de ver, si tienes una buena relación contigo mismo y consigues de ese modo también tener una buena relación con los otros, es decir, auténtica, espontánea, respetuosa, autorreflexiva, emocional, empática, comprensiva, estás en condiciones de prescindir por completo de ese tipo de basura cinematográfica. Ver un par de ellas con ojo crítico, si eso te sirve para tomar mayor conciencia de que lo que estás viendo no se asemeja en nada a lo que para ti (y/o para tu pareja) es el erotismo bien entendido, puede ser útil. Y sino, ¡a terapia! Saludos. :)
Como menciona mi compañera, mientras que la pornografía se utilice como un medio erótico, no hay problema. Por otro lado, si nos empezamos a obsesionar con ella, la usamos como único medio para estimularnos, tenemos la creencia que lo que observamos (los cuerpos, el tiempo que tiene que durar el acto sexual, la ausencia de juego previo, etc.), es un ejemplo de cómo tienen que ser todos los encuentros íntimos, puede que sí llegue a afectarnos. Esto se debe a que no estaríamos siendo realistas con una relación sexual entre dos personas en la vida real. O tal vez, si has recibido una formación religiosa o espiritual en donde te digan que es malo, esto podría generarte dudas o inseguridades cada vez que veas un video pornográfico o tengas el deseo de ver uno o hasta la categoría que sea de tu agrado.
Gracias por compartir con nosotros su preocupación.

He leído las nueve respuestas de mis compañeros de Valencia, Madrid, Bilbao, Barcelona y Jerez de la Frontera. Sus reflexiones y comentarios le habrán ayudado a situar mejor su pregunta.

Sus preguntas:

¿Es bueno ver pornografía 1 vez cada 3 meses? ¿ver pornografía de vez en cuando es malo?

Respuesta:

No disponemos de datos existentes para la adicción al consumo de pornografía.

¿Qué definimos como adicción al consumo de pornografía?

Al consumo de materiales pornográficos como vídeos, revistas, novelas o de páginas de internet. Dentro de esta categoría se diferencian dos subtipos: compulsión primaria hacia la pornografía y compulsión secundaria hacia la pornografía.

1. La compulsión primaria hacia el consumo de la pornografía se desarrolla al inicio de la vida sexual y se mantiene en potencia a lo largo de la vida. La persona que padece esta tendencia ha experimentado un alto índice de masturbación (casi diaria) acompañada de material pornográfico desde una edad muy temprana y ha llegado a preferir la excitación lograda con la ayuda de la pornografía a la resultante de tener relaciones sexuales con otra persona. Según nuestra experiencia, en los trastornos de personalidad, la tendencia esquizoide está relacionada con esta condición.

2. La compulsión secundaria hacia el consumo de pornografía se desarrolla situacionalmente y suele resolverse cuando el contexto que la genera se resuelve. Los que experimentan esta condición desarrollan un patrón moderado de masturbación durante la etapa de pubertad y mostraron durante la adolescencia un interés sexual tanto hacia la masturbación como hacia el contacto sexual con otra persona. De hecho, la persona mantiene la preferencia para el sexo en pareja durante la edad adulta, pero ocasionalmente se masturba, y a veces lo hace con la ayuda de pornografía. Esta condición no se diagnostica como trastorno si no incomoda a la persona o si no se convierte en un hábito disfuncional. A menudo, el tratamiento indicado es una terapia de pareja para explorar la diferencia de deseo sexual entre los dos compañeros.


Tratamiento:

Al no disponer de datos de evidencia demostrada para responder a su pregunta, en el caso de considerar que presenta una compulsión secundaria hacia el consumo de pornografía, están indicados los esfuerzos para reducir la frustración sexual que aparece a raíz de una falta de acceso al sexo en pareja. La terapia de pareja, o la terapia sexual propiamente dicha, está indicada en los casos en los que existe una pareja y en entrenamiento en habilidades sociales, en los caso donde existe la necesidad de lograr tener una.

Conclusión:

Una investigación a fondo de la motivación que tiene la persona para acceder al consumo pornográfico tiene la potencia de sacar a la luz las consecuencias negativas de la compulsión y así ayudar a sostener la motivación necesaria para triunfar con una condición de pronóstico tan reservado.

Espero haber sido de ayuda para la pregunta solicitada.

Un saludo,
Juan José Regadera, Murcia.

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