Hola, tengo 27 años, hace una semana le dije a mi madre que me quería ir a vivir con mi pareja ya qu

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Hola, tengo 27 años, hace una semana le dije a mi madre que me quería ir a vivir con mi pareja ya que el tiene su casa propia y solo habría que pagar los gastos de luz y agua, yo tengo mi trabajo aunque gane poco puedo permitírmelo y también estoy estudiando mi oposición, lo peor de todo es que desde que se lo dije mi madre esa misma tarde me hizo la ley del hielo, no me hablaba para nada, si me hablaba solo era para hacerme reproches, de que me voy a equivocar, de que me voy a gastar el dinero que tengo ahorrado, de que tengo que mirar por mi.. yo le dije que no iba a dejar ni de estudiar ni mi trabajo pero ni así... me controla hasta lo que me gasto de dinero, me hace sentir culpable por querer irme y querer ser independiente
Creo que tendrías que hablarlo con tu entorno social cercano como amigos...y a esto le podrías unir trabajar a nivel psicológico las emociones que te provoca esta situación y que tomaras conciencia de tus necesidades y proyecto de vida para avanzan hacia ello desde tus valores.
Pero habría que evaluar la situación personal y que desde tu decisión implementaras las conductas adecuadas regulando las emociones que surjan.
Un profesional de la psicología podría acompañarte en este difícil proceso en el que te encuentras.
Encuentra un experto
 Silvia Schoffer Kraut
Psicólogo
Santa Cruz de Tenerife
Entiendo lo difícil que debe ser para ti esta situación, y quiero que sepas que acudir a terapia puede ser un gran apoyo para ti. En nuestras sesiones, primero exploraríamos cómo te afectan emocionalmente estos reproches y el control que describes, utilizando técnicas de gestión emocional para fortalecer tu autoestima. Además, trabajaríams en estrategias de cmunicación asertiva para que puedas expresar tus necesidades a tu madre de forma clara y sin sentirte culpable. Por último, te ayudaría a reforzar tu confianza en esta transición hacia la independencia, asegurándonos de que puedas equilibrar tu trabajo, estudios y vida personal con mayor serenidad. Espero que te ayude, un saludo, Silvia.
Lo que describes es una situación muy difícil, y es completamente válido que desees tener tu propio espacio, tomar decisiones y comenzar una etapa de mayor autonomía. Es frecuente que, en algunos contextos familiares, la búsqueda de independencia por parte de los hijos se viva como una amenaza o como una pérdida, y eso puede generar actitudes de control, reproches o incluso silencio emocional, como mencionas.

Sin embargo, eso no invalida tu derecho a construir tu propio camino. En terapia es posible trabajar tanto la culpa que puede aparecer cuando tomamos decisiones diferentes a las que esperan los demás, como el fortalecimiento de límites sanos en relaciones cercanas.

Si sientes que esto te está afectando emocionalmente o te cuesta sostener tu decisión con tranquilidad, estaré encantada de acompañarte en este proceso. Puedes escribirme sin compromiso.
Hola! Entiendo lo difícil que debe estar siendo para ti cumplir tu deseo de independizarte y buscar tu bienestar sin sentirte culpable.
Intuyo que el malestar de tu madre lo expresa de forma hiriente. En ocasiones, cuando los hijos deciden marcharse del hogar, los padres pueden experimentar lo que se llama el síndrome del nido vacío, que no es más que un proceso emocional que aparece cuando los hijos, especialmente si han convivido muchos años o si hay un vínculo muy estrecho, se van de casa y lo perciben como una pérdida.
En este caso, a tu madre se le pueden estar activando mecanismos de defensa como el control, el reproche o el silencio, no con la intención de hacer daño, sino como una forma de gestionar (aunque no de la mejor manera) el miedo, la tristeza o el sentimiento de abandono. Es su manera, quizá inconsciente, de lidiar con el duelo que implica esta separación.
Eso no justifica que te haga sentir mal ni que condicione tu libertad, pero tal vez te ayude a entender que no se trata de desamor, sino de una dificultad emocional por adaptarse a este cambio.
Ojalá, con el tiempo, podáis hablar desde la calma, para que puedas expresar lo importante que es para ti dar este paso sin que eso promocione un conflicto del vínculo con ella.
Hola, gracias por compartir lo que estás viviendo. Lo primero que quiero decirte es que lo que estás sintiendo es completamente válido: querer crecer, ser independiente, tomar decisiones propias… forma parte de tu proceso natural como adulta.

Desde la mirada de la Bioneuroemoción, podrías preguntarte:
¿Qué me está mostrando esta situación sobre mí?
Por ejemplo:

¿Qué emoción me despierta el rechazo de mi madre?

¿Me he sentido antes así, culpable por hacer algo que quiero?

¿Qué lealtad inconsciente podría estar repitiendo hacia mi madre o mi sistema familiar?

A veces, cuando una madre reacciona de esa forma, no habla desde la lógica, sino desde su propio miedo, desde heridas no resueltas. Puede que inconscientemente ella sienta que te está "perdiendo", o proyecte en ti sus propias limitaciones o frustraciones. Pero tú no eres responsable de sus emociones.

Te invito a observar:
¿Qué parte de ti aún necesita la aprobación de tu madre para dar un paso hacia tu libertad?
Y también:
¿Qué oportunidad de crecimiento me ofrece esta situación?

No se trata de enfrentarte a ella, sino de tomar responsabilidad por tu vida sin culpa, sabiendo que al hacerlo, también le das permiso a ella (y a otros) de revisar sus propias emociones.

Cuando tomamos una decisión desde la conciencia, desde el amor y no desde el miedo o la necesidad de aprobación, comenzamos a vivir en coherencia.

¿Te gustaría que trabajáramos juntas más a fondo este tema? Podemos explorar los patrones emocionales y familiares que pueden estar influyendo en esta experiencia, y ayudarte a tomar decisiones con más claridad y paz interior.
Hola, gracias por compartir tu situación con tanta sinceridad. Lo que estás viviendo es muy doloroso y comprensible que te genere malestar. Estás dando un paso importante hacia tu independencia, algo completamente legítimo a tu edad, y lo estás haciendo desde la responsabilidad: tienes un empleo, estás estudiando una oposición y estás valorando tus decisiones con madurez.

La reacción de tu madre, aunque te afecte profundamente, parece estar más conectada con sus propios miedos y dificultades para aceptar ese cambio, que con un juicio real sobre tu capacidad. A veces, cuando los hijos toman decisiones que implican crecer y alejarse un poco del hogar, algunos padres pueden sentirse inseguros o amenazados, y responder con control, reproches o incluso con el silencio.

Es importante que puedas reconocer tus propios deseos y necesidades sin sentirte culpable por ello. La culpa que estás sintiendo no significa que estés haciendo algo mal, sino que probablemente estás acostumbrada a priorizar el bienestar de los demás por encima del tuyo.

Si sientes que esta situación te está afectando mucho emocionalmente, te animo a que busques acompañamiento psicológico. Un espacio terapéutico puede ayudarte a sostener este momento, a poner límites saludables y a fortalecer tu autonomía sin romper el vínculo, si eso es lo que deseas.

Un abrazo,

Elbire Arana — Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807

Hola... Entiendo que esta situación esté siendo muy dolorosa para ti. Es normal que quieras dar un paso hacia tu independencia y, al mismo tiempo, que te duela la reacción de tu madre.
Muchas veces, detrás de ese control y de esos reproches hay miedo: miedo a que te equivoques, a que sufras o a “perder” el vínculo. Sin embargo, que ella sienta miedo no significa que tenga derecho a invalidar tus decisiones o a hacerte sentir culpable por querer crecer.

Ser independiente no significa dejar de querer a tu familia; significa construir tu propio camino, asumir tus responsabilidades y decidir por ti misma. Es importante que, aunque reconozcas y valides sus preocupaciones, también pongas límites claros para proteger tu bienestar emocional.

A veces, aprender a mantener tu decisión con firmeza y cariño a la vez es la clave para que el vínculo no se rompa, pero tampoco se imponga sobre tu vida.

Un fuerte abrazo
 Ana González Martín
Psicólogo, Psicólogo infantil, Psicopedagogo
Vigo
Hola, gracias por abrirte y contar lo que estás viviendo. Lo primero que quiero decirte es que querer irte a vivir con tu pareja y empezar a hacer tu vida no es ni rebeldía ni egoísmo, es algo totalmente normal y parte de crecer. Estás tomando decisiones con cabeza: tienes tu trabajo, estás estudiando oposiciones y además te estás planteando irte a un sitio donde podrías organizarte bien económicamente. Eso habla de responsabilidad, no de inmadurez.

Lo que estás contando de tu madre (el silencio, los reproches, hacerte sentir mal o controlar lo que gastas), no es solo preocupación de madre, también puede ser una forma de manipular desde el miedo o desde la necesidad de control. Y ojo, que esto no significa que no te quiera, sino que tal vez no sabe gestionar el hecho de que estás creciendo y tomando decisiones por ti misma.

La culpa que estás sintiendo es muy común en este tipo de relaciones, pero no es tuya. Es una respuesta emocional cuando te ves forzada a elegir entre cuidarte a ti o no decepcionar a alguien. Y la verdad es que nadie que te quiera bien debería ponerte en esa posición. Que alguien te quiera no le da derecho a manejar tus decisiones ni a hacerte sentir mal por buscar tu propio camino.

Es totalmente válido que te puedas llegar a sentir mal, confundida o incluso con culpa… a muchas nos pasa cuando intentamos tomar decisiones importantes que no agradan a alguien cercano. Pero también es igual de válido que te sientas orgullosa por querer tomar las riendas de tu vida, por querer avanzar y construir algo tuyo.

Intenta poner límites sanos, sin pelear. Se trata de dejar claro, con calma pero con firmeza, que esta decisión no la tomas contra tu madre, sino a favor de ti y de tu crecimiento. No estás rechazándola, estás eligiéndote a ti misma.

Y algo importante, aunque quieras mucho a tu madre y el vínculo sea fuerte, no puedes seguir condicionando tu bienestar a cómo ella se sienta o reaccione. Tienes derecho a estar en paz contigo misma, incluso si eso incomoda a otros al principio.
Hola, no sé como ha sido la relación con tu madre hasta ahora, pero supongo que está acostumbrada a unos límites muy diferentes a los que la planteas con tu idea de independizarte. Por otro lado, el impulso de protegerte seguro que está muy presente en su persona. Lo ideal es que intentes explicarle como te sientes y por qué quieres tomar esa decisión y no olvides de dejarle un espacio a que ella exponga como se siente. Seguro que así podéis acercar posturas.
 Lorena Parrondo Mesa
Psicólogo
Cangas de Onis
Por lo que describes, parece que estás viviendo una situación de conflicto familiar que va más allá de la decisión puntual de irte a vivir con tu pareja. La reacción de tu madre —la ley del hielo, los reproches y el control sobre tus gastos— puede estar vinculada a varios factores: miedo a que te equivoques, dificultad para aceptar que crezcas y tomes tus propias decisiones, o incluso un estilo de relación en el que el control se utiliza como forma de “proteger”.

Es importante recordar que, aunque tu madre pueda tener buenas intenciones y desee lo mejor para ti, la forma en que lo expresa puede resultarte dañina emocionalmente. La independencia es una parte natural del desarrollo adulto y, aunque implique riesgos y aprendizajes, también es una oportunidad para crecer, fortalecer tu autonomía y tomar decisiones alineadas con tus valores.

En este tipo de situaciones, puede ayudarte:
1. Comunicar tus decisiones con calma, pero con firmeza: dejar claro que has reflexionado tu decisión, que tienes un plan y que estás dispuesta a asumir la responsabilidad de tus elecciones.
2. Evitar entrar en discusiones circulares: si percibes que la conversación se convierte en reproches, marcar un límite para retomarla en otro momento más tranquilo.
3. Gestionar la culpa: entender que querer ser independiente no es un acto egoísta, sino parte de tu derecho como adulta.
4. Buscar espacios de apoyo externo: amigos, familiares de confianza o un profesional que te ayude a ordenar ideas y emociones para no quedarte atrapada en el conflicto familiar.

La terapia psicológica puede ser especialmente útil aquí para trabajar en la gestión de la culpa, la comunicación asertiva y la fortaleza emocional que necesitas para dar este paso sin quedarte con un peso emocional innecesario.
Si sientes que esta situación está afectando tu bienestar emocional o que te cuesta manejar la presión familiar, recuerda que no tienes por qué afrontarlo sola. Como psicóloga sanitaria, puedo acompañarte en este proceso, ayudándote a fortalecer tu seguridad personal, manejar la culpa y comunicarte de forma asertiva con tus seres queridos. Juntas podemos trabajar para que tomes tus decisiones desde la calma y la confianza en ti misma. Un abrazo.
Hola, gracias por compartir tu situación.
Entiendo lo difícil que puede ser dar un paso importante hacia tu independencia cuando la reacción de una persona tan significativa como tu madre es de rechazo, control o reproche. En estos casos, además de la tristeza o la rabia, puede aparecer la culpa, como si cuidar de ti y de tus proyectos fuera algo “egoísta”.

Desde las Terapias Contextuales, trabajamos para que puedas:

Clarificar cuáles son tus valores y decisiones, incluso cuando otros no las aprueban.

Poner límites sin romper necesariamente el vínculo, aunque esto implique tolerar que no todos estarán de acuerdo.

Gestionar las emociones incómodas (culpa, miedo, tristeza) para que no te detengan en el camino hacia la vida que quieres construir.

El deseo de independencia es una parte natural del desarrollo adulto. Que tu madre reaccione así habla más de sus miedos o de su forma de entender la seguridad que de tu capacidad para tomar decisiones responsables. Aprender a sostener esas diferencias sin abandonar tus metas es clave para tu bienestar a largo plazo.

Si quieres, puedo acompañarte a manejar esta transición con seguridad emocional, cuidando tanto de tu autonomía como de la relación con tu madre en la medida que sea posible.

Un abrazo,
Daniel Moscoso Psicólogo especialista en Terapias Contextuales y Mindfulness, premiado como Mejor Psicólogo de España 2020 por Doctoralia.
Hola. Agradezco mucho que compartas esta situación tan personal. Es evidente que lo estás pasando mal y que te sientes atrapada entre tu deseo de independencia y la presión emocional de tu madre. Lo que describes es un patrón de comportamiento muy común en lo que se conoce como chantaje emocional o control parental.

Tu madre, aunque probablemente lo haga desde un lugar de preocupación y miedo (miedo a perderte, a que te equivoques, a que dejes de necesitarla), está usando su relación contigo para manipular tus decisiones. Sus reproches, la ley del hielo y hacerte sentir culpable son tácticas muy dolorosas. Es importante que entiendas que tu deseo de independencia no es algo malo ni egoísta. A los 27 años, es natural y saludable que quieras tomar el control de tu propia vida.

Aquí hay algunas ideas que puedes considerar para manejar esta situación, basadas en principios de la psicología:

1. No dejes que la culpa te paralice
El sentimiento de culpa es la herramienta más poderosa que está usando tu madre. Reconoce que la culpa es suya, no tuya. No te estás equivocando ni la estás traicionando por querer vivir tu propia vida. Tienes un trabajo y un proyecto (la oposición), lo que demuestra que eres responsable. Repítete a ti misma que tienes derecho a tomar tus propias decisiones.

2. Establece límites claros
El chantaje emocional funciona porque la otra persona no ve límites. Es fundamental que, aunque sea difícil, no cedas a sus reproches. Puedes decirle, de forma tranquila pero firme: "Entiendo que te preocupes, pero ya he tomado mi decisión. No voy a discutirlo más. Te pido que lo respetes". Si te hace la ley del hielo, no intentes forzar la conversación. Dale su espacio, y cuando esté lista para hablar, si lo hace, que sea en tus términos.

3. Considera la posibilidad de buscar apoyo profesional
Un psicólogo puede ayudarte a fortalecer tu autoestima, a manejar la culpa y a desarrollar estrategias de comunicación efectivas para lidiar con la relación con tu madre. A veces, estos patrones de control son difíciles de romper sin una guía externa. La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede darte herramientas para cambiar tus propios pensamientos y respuestas ante la manipulación, ayudándote a ser más asertiva y a sentirte más segura en tus decisiones.

Recuerda que tienes derecho a vivir tu vida y a tomar tus propias decisiones. El amor de un padre no debería venir con la condición de sacrificar tu independencia. No estás haciendo nada malo.

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