Hola! Tengo 29 años y hace ya varios años no logro concentrarme ni retener información y olvido cosa

Parece que te has dado cuenta de que algo ha cambiado en la forma en la que estudias y procesas la información. ¿Desde cuándo pasa esto? Mencionas que han sido varios años, ¿hubo algún evento o momento en el que empezaste a notar esta dificultad? Es normal que sea frustrante cuando sientes que tienes la capacidad, pero no logras concentrarte como antes.

También dices que tu mente se va a escenarios pasados, problemas o miedos. ¿Qué te está diciendo exactamente tu mente? ¿Esos pensamientos te están señalando algo en particular? A veces, cuando hay algo no resuelto, la mente insiste en ello, incluso cuando intentamos enfocarnos en otras cosas. ¿Hay alguna situación que sientes que necesitas atender?

Por otro lado, mencionas que esto te ocurre mientras estudias. ¿Qué tipo de tareas son? ¿Te resultan agradables o son monótonas? Y cuando esos pensamientos aparecen, ¿qué haces con ellos? ¿Sigues con la actividad o te dejas llevar? A veces, notar que la mente se va y volver a la tarea es en sí mismo un ejercicio útil.

Es posible que los métodos que antes te funcionaban ya no sean igual de efectivos. ¿Has probado estudiar en momentos distintos del día? ¿O cambiar la forma en la que organizas tu tiempo? A veces, ajustar pequeños detalles hace una gran diferencia.

Por último, tu mente te está lanzando pensamientos como “soy floja” o “no me enfoco”. ¿Esas frases te están ayudando a encontrar una solución o solo te están bloqueando más? A veces nos quedamos atrapados en la rumiación buscando respuestas en el pensamiento en lugar de en la acción. La clave está en empezar a observar qué realmente te ayuda a concentrarte y qué solo te mantiene atrapada en la preocupación.

Si te interesa explorar todas estas cuestiones de forma guiada puedes reservar una cita y buscaremos la manera de dar la mejor respuesta posible a tu problemática.

Hola!! Muchas veces, cuando hay un trauma, algún conflicto grave no resuelto, alguna herida profunda de la infancia, el cerebro se bloquea y, como dices, vuelve al pasado una y otra vez... Sería bueno para ti comenzar un trabajo de sanación, de crecimiento personal, trabajar esos aspectos no resueltos que te mantienen en este estado para poder recuperar todo tu potencial. Ánimo!!

Hols. Creo que una primera fase y como dice la filosofía oriental es vaciar para llenar el vaso.
Es posible, que tengas un cúmulo de pensamientos y obstáculos que no te dejan avanzar. Para ello habría que recurrir a unas sesiones de meditación o bien de relajación para limpiar toda esta mente tan llena que no deja entrar nuevos aprendizajes. En segundo lugar, A veces quizá te obsesionas con los errores y eres tu propio obstáculo. Así que ahora estás en un punto de volver a empezar. En paralelo, también diría que es muy importante ver lo que te interesa realmente. Si estás en un entorno motivador, o bien se presta a la distracción.
Lo importante es evitar el maltrato hacia ti misma ( eres suficientemente buena ) simplemente hay que dejar espacio al aprendizaje y a lo nuevo que te ofrece la vida.

Buenos días, entiendo tu frustración dada la afectación que detectas en tu rendimiento. La dificultad de concentración con pensamientos distractores recurrentes que comentas no es algo inusual dentro de los estudiantes.

La actividad académica requiere una implicación muy intensa a nivel atencional y cognitivo, por lo que cualquier distracción causa una interferencia notable, que en otro tipo de tarea menos demandante no se acusaría tanto.

Son múltiples los factores que pueden estar afectando a tu capacidad de estudio y concentración, entre ellos aspectos motivacionales, emocionales, preocupaciones sin resolver, tus circunstancias actuales, ambiente de estudio... a parte de tu capacidad de estudio o cognitiva o tener TDAH, como mencionas en tu comentario.

Sería necesario realizar una evaluación para conocer todos estos factores que pueden estar influyendo en tu rendimiento. De este modo se podría determinar cuál es la intervención que necesitas para poder ayudarte a estabilizarte anímicamente y reducir tu sufrimiento en los momentos de estudio, además de ayudarte a incrementar tu rendimiento y productividad.

Espero que te haya ayudado mi respuesta. Si deseas conocer más acerca de los servicios que ofrezco puedes visitar mi perfil.

Hola, gracias por compartir lo que estás viviendo. Primero, quiero decirte que lo que describes es algo que muchas personas experimentan en distintos momentos de su vida, y no tiene que ver con ser "floja" o con perder capacidades cognitivas. Es evidente que te preocupa y que te has cuestionado mucho al respecto, lo cual demuestra que eres una persona reflexiva y comprometida contigo misma.

Por lo que mencionas, hay varios factores que podrían estar influyendo en tus dificultades de concentración, como la ansiedad, el estrés emocional y las experiencias pasadas que aún resuenan en ti. Cuando atravesamos situaciones difíciles, como una relación tóxica, nuestro sistema nervioso puede quedar en un estado de alerta constante, lo que hace que nuestra mente se distraiga con pensamientos intrusivos o preocupaciones, dificultando la concentración y la retención de información. Es decir, seguramente sea el síntoma de lo reprimido.

Sobre la posibilidad de TDAH, es algo que solo un profesional puede evaluar con certeza, pero más allá de una etiqueta diagnóstica, lo importante es entender qué está afectando tu atención y cómo puedes abordarlo.

Te mando un abrazo

Hola y encantada de poder contestarte.
Si hasta ahora no te ocurría es poco probable que tengas un TDAH de repente.
Es mucho más fácil que haya otras cosas en tu vida que estén utilizando parte de tus recursos cognitivos.
Quizá tu cuerpo y tu mente te están dando pistas de que esa relación te estresa.
Muchas veces un punto de vista externo y profesional te puede dar mucha claridad en momentos difíciles.
Un abrazo

Lo que describes no es raro y, de hecho, puede estar relacionado con varios factores que van más allá de la falta de enfoque o de ser "floja". El estrés, la ansiedad y las experiencias pasadas, como una relación tóxica, pueden afectar profundamente tu capacidad para concentrarte y retener información. A veces, la mente se ve ocupada por pensamientos intrusivos y emociones no resueltas, lo que dificulta la concentración.

El TDAH también es una posibilidad, aunque para saber si es eso sería necesario un diagnóstico profesional. Sin embargo, lo que es claro es que la forma en que te sientes, la frustración y el bloqueo en ciertas situaciones, pueden estar vinculados a factores emocionales y psicológicos, más que a una pérdida de capacidad cognitiva.

Para abordar esta situación, te recomendaría explorar herramientas de manejo del estrés y la ansiedad, como técnicas de mindfulness, y buscar una evaluación más profunda sobre tu bienestar emocional. Trabajar en la raíz de estos bloqueos emocionales podría ser clave para recuperar la concentración y la confianza en tus habilidades. Un psicólogo podría ayudarte a entender mejor lo que está pasando y darte estrategias personalizadas para mejorar tu concentración.

Hola! Antes que nada, quiero decirte que entiendo lo frustrante que debe ser para ti pasar por esta situación, pero lo más importante es que esto no define tu capacidad ni tu valor personal. No estás sola, y hay muchas maneras de abordar lo que te está ocurriendo.

Lo que describes puede estar relacionado con diferentes factores, como dificultades de atención, estrés emocional o incluso el impacto de experiencias pasadas que mencionas. Es natural que te preocupes, pero quiero tranquilizarte: esto no significa que estés perdiendo tu capacidad cognitiva ni que seas “floja”. Al contrario, el hecho de que estés buscando respuestas y soluciones muestra tu compromiso contigo misma.

Podemos realizar una evaluación diagnóstica para determinar si tienes TDAH o si hay otros factores en juego. Esto nos permitirá entender mejor tu caso y darte estrategias personalizadas. Más allá del diagnóstico, hay muchísimo por hacer. Por ejemplo, el entrenamiento en funciones ejecutivas puede ayudarte a mejorar tu atención, tu capacidad de organización y a gestionar esos pensamientos intrusivos que te distraen. Estas herramientas están diseñadas para fortalecer habilidades clave y recuperar esa confianza que sabes que tienes.

Estás dando un gran paso al buscar ayuda, y eso ya es un indicador de que puedes lograr cambios positivos. Si te parece bien, podemos coordinar una consulta para empezar a trabajar juntas en esto. ¡Hay mucho camino por recorrer, y no estás sola en él!

Entiendo lo frustrante que debe ser para ti sentirte así. Lo que describes no tiene que ver con ser "floja" o perder capacidad cognitiva, sino que puede estar relacionado con varios factores, como la ansiedad, el estrés acumulado o incluso experiencias emocionales difíciles, como la relación que mencionas.

La dificultad para concentrarse, los pensamientos intrusivos y la procrastinación pueden estar vinculados a muchas cosas, incluido el TDAH, pero para saberlo con certeza es importante hacer una evaluación adecuada. Lo importante es que hay estrategias y herramientas que pueden ayudarte a mejorar tu enfoque y bienestar. Si necesitas orientación, puedes contactar conmigo.

Hola. Lo primero que debemos tener en cuenta en estos casos es que la capacidad cognitiva y también la memoria va perdiendo capacidad con el paso de los años, de forma natural. Pero para conocer realmente cómo esto te está afectando a tu vida diaria habría que indagar sobre las aspectos de tu vida (relaciones con otras personas, trabajo, estudios, etc).

Un saludo

Buenos días,
Por lo que comentas en tu mensaje, cuando estás en una situación en la que necesitas concentrarte en algo, viene a tu mente recuerdos o pensamientos, que la inundan y no dejan hueco para nada más. Además, esos pensamientos no vienen solos, si no que se acompañan de emociones intensas y desagradables, como es el miedo. Puede ser que el ver que no te estás concentrando, también sume culpa y juicios sobre tí misma ("deberías concentrarte", "¿qué te pasa?", "no eres buena"). Fíjate cómo se va formando un caldo de cultivo que nos puede llevar a pensamientos sobre falta de valía.
Probablemente esa falta de concentración que experimentas, sea un efecto segundario de un alto nivel de ansiedad. Te recomiendo que abordes con un profesional de la psicología esos pensamientos, emociones y recuerdos; para poder entender mejor por qué aparecen con tanta fuerza ahora, y poder analizar qué intentan decirte, o qué cambios quieres en tu vida.
Espero haberte ayudado.
Un abrazo

Hola! Tendríamos que profuncizar en diferentes ámbitos para valorar qué puede estar pasando. El tema de la concentración está relacionado con muchas cosas, desde que no descanses bien, mucho estrés, problemas emocionales diversos o incluso el TDAH. No se puede concretar más si no se indaga más al respecto. Hay muchas ocasiones en las que si la situación personal mejora la facta de concentración mejora, por eso que no tiene que ser si o si que tengas rasgos de TDAH. Un saludo

Buen día,
Lo recomendable sería, en primer lugar, evaluar si tu funcionamiento atencional es normal en relación a otras personas de tu misma edad y escolaridad. Eso puedes verlo en una evaluación cognitiva. En el caso de estar alterada, el neuropsicólogo evaluará si se debe a un diagnóstico específico, como puede ser el TDAH, y realizará un plan de tratamiento personalizado en base a tus necesidades. Muchas veces estas dificultades pueden tener que ver con algo neurológico o incluso psicológico. Es importante detectar de donde viene y realizar un tratamiento específico para lo que necesites.

Gracias por compartir algo tan profundo. Esta experiencia que estás viviendo no es signo de flojera ni de que estés perdiendo tu capacidad cognitiva. Al contrario: la forma en que lo explicás muestra un alto nivel de autoconciencia y sensibilidad. Vamos por partes y con mucha calma:

¿Es normal lo que te pasa? Sí, es más común de lo que parece, sobre todo en personas que han pasado por estrés prolongado, experiencias emocionales fuertes (como una relación tóxica), o que tienen una exigencia interna alta. La mente no es un robot. Si ha vivido mucho desgaste emocional o ha estado en un modo de "alerta constante", es natural que: Le cueste enfocarse, Salten recuerdos o miedos automáticamente, Tenga la sensación de no rendir como antes, Aparezca una fuerte autocrítica interna ("no soy suficiente", "debería poder"), etc.

¿Podría ser TDAH? Podría ser, pero también podría ser otra cosa. El TDAH en adultos, especialmente en mujeres, muchas veces no se detecta de pequeñas y recién se empieza a notar cuando hay más demanda cognitiva y emocional (trabajo, estudio, vida personal). Pero también puede haber otros factores: Ansiedad generalizada, Secuelas emocionales de relaciones traumáticas o abusivas, Síndrome del impostor (muy común en personas muy inteligentes y autoexigentes), Cansancio mental crónico, etc.
Para descartar o confirmar un diagnóstico, lo mejor es consultar con un profesional especializado en neuropsicología o psiquiatría con experiencia en TDAH adulto y salud mental femenina.

¿Qué podés hacer mientras tanto?
1. Rutina de inicio suave: Antes de estudiar o trabajar, prepará un “ritual” corto: 5 minutos de respiración, música suave o escribir tus pensamientos en un cuaderno. Eso ayuda a decirle al cerebro: “Ahora cambiamos de modo”.
2. Técnica del Pomodoro (25/5)
Trabajá 25 minutos totalmente concentrada (sin multitasking) y luego hacé 5 minutos de pausa. Repite este ciclo 3 o 4 veces. Es ideal para mentes que se dispersan rápido.
3. Drenaje mental previo: Si al empezar aparecen pensamientos intrusivos (como recuerdos, miedos o críticas), tomá una hoja y escribe durante 3 minutos todo lo que tengas en la cabeza, sin filtro. Sacar eso ayuda a liberar espacio mental.
4. Detectá tu voz crítica: Esa voz que dice “no soy suficiente” no eres tu. Es algo aprendido. En vez de pelearte con ella, tratá de responderle con autocompasión: “Estoy haciendo lo mejor que puedo en este momento. No tengo que rendir como antes. Estoy en otro momento y eso está bien.”
5. Apoyos externos: Usá listas de tareas pequeñas, alarmas, recordatorios visibles. No es trampa, es adaptar el entorno a cómo funciona tu mente ahora.

Sobre todo No estás rota. No estás sola. No estás siendo floja. Estás cansada, sobreestimulada, y quizá un poco herida. Pero todo eso se puede trabajar. Y lo importante es que sigas buscando entenderte, no juzgarte.

Lo que estás viviendo no tiene nada que ver con ser “floja” ni con que tu capacidad cognitiva se esté perdiendo. Al contrario: tu nivel de conciencia, tu frustración y tu deseo de entender lo que te pasa son señales claras de que **hay una mente activa, sensible y muy exigente consigo misma**. Lo que describes —dificultad para concentrarte, olvidar información, procrastinar, sentirte bloqueada por pensamientos negativos— puede tener múltiples causas, y todas merecen ser exploradas con cuidado y sin juicio.

### ¿Es normal que te pase esto?

Sí, es más común de lo que parece. Muchas personas adultas experimentan síntomas similares, y en muchos casos están relacionados con:

- **Ansiedad crónica**: cuando la mente está en modo alerta, cuesta enfocarse en el presente. Los pensamientos sobre el pasado o el miedo al fracaso interrumpen la atención.
- **Estrés postraumático o emocional**: una relación tóxica puede dejar huellas profundas que afectan la concentración, la autoestima y la capacidad de tomar decisiones.
- **TDAH en adultos**: aunque suele diagnosticarse en la infancia, hay personas que lo descubren en la adultez. El TDAH no es falta de inteligencia, sino una dificultad para regular la atención, la impulsividad y la organización.
- **Fatiga mental acumulada**: años de exigencia, autoexigencia y falta de descanso emocional pueden saturar tu sistema cognitivo.

### ¿Qué puedes hacer?

**1. No te culpes**
La autocrítica (“soy floja”, “no sirvo”) solo refuerza el bloqueo. Lo que necesitas es comprensión, no castigo.

**2. Busca una evaluación profesional**
Un psicólogo o neuropsicólogo puede ayudarte a diferenciar si lo que estás viviendo es TDAH, ansiedad, trauma emocional o una combinación. El diagnóstico no es una etiqueta, sino una herramienta para entenderte mejor.

**3. Explora terapias que trabajen el origen emocional**
La terapia cognitivo-conductual puede ayudarte a desmontar las creencias que te paralizan. Si hay trauma emocional, enfoques como EMDR o terapia de partes (IFS) pueden ser muy útiles.

**4. Crea rutinas de enfoque sin presión**
A veces, dividir las tareas en bloques pequeños, usar temporizadores, y permitirte pausas conscientes puede ayudarte a recuperar el control sin sentirte abrumada.

**5. Revisa el impacto de esa relación tóxica**
Si aún arrastras heridas de ese vínculo, es posible que tu mente esté ocupada en protegerse, más que en aprender. Sanar esa parte puede liberar mucha energía mental.

Tu inteligencia no se ha perdido. Está ahí, esperando que le des espacio para florecer sin miedo. Lo que necesitas no es “ser mejor”, sino **sentirte segura, acompañada y comprendida**.

Si te parece bien te ofrezco una consulta psicológica online gratuita y hablamos con más detenimiento de lo que te ocurre.