Hola, tras mucho pensar he caído en la cuenta de que necesito acudir a ayuda profesional para detene

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Hola, tras mucho pensar he caído en la cuenta de que necesito acudir a ayuda profesional para detener las autolesiones, pensamientos suicidas, traumas etc.

Pero tengo un fuerte miedo a hablar de esa forma debido a una mala experiencia con una persona de esa forma.

He querido acudir a uno de vuestros centros pero la disposición de las habitaciones me provoca ansiedad y miedo. Porque vi imágenes de salas que son literalmente un escritorio para el psicólogo y al frente las silla para el paciente.

No digo que sean malas instalaciones, pero que la distribución me recuerda a malas pasadas y no me siento bien.

Entonces me planteé tener una cita online con algún profesional de la salud mental pero no hay lugar en el que pueda hablar libremente porque vivo con mi familia. Porque tengo 18 y estoy estudiando aún.

Además de que tengo que acudir a escondidas porque no me dejan ir al psicólogo. Simplemente no me dejan, así que como soy mayor de edad obviamente quiero ir aunque me lo tenga que pagar yo.

Osea que online no puedo y presencial me causa un estrés y un miedo inexpresables.

Que hago? Que se puede hacer en estos casos?
Es completamente comprensible que buscar ayuda te genere tanto miedo y estrés, especialmente después de una mala experiencia. Cuando alguien ha pasado por situaciones donde confiar en otro significó dolor o incomodidad, es normal que el cuerpo y la mente reaccionen con alerta ante escenarios similares. El espacio físico de la terapia, la disposición de los muebles, la forma en la que se interactúa con el profesional pueden activar recuerdos y emociones asociadas a experiencias pasadas, aunque en la actualidad la situación sea diferente.

En la teoría del apego, las experiencias tempranas moldean la forma en que las personas buscan ayuda y se sienten al hacerlo. Si en algún momento hubo invalidación, incomprensión o incluso un mal uso de la vulnerabilidad, es posible que ahora se sienta un conflicto interno entre el deseo de recibir apoyo y el miedo a lo que pueda pasar. El estrés intenso que surge al imaginarse en una consulta con una disposición específica puede estar relacionado con experiencias previas donde una situación similar significó angustia o desprotección. No es que la sala en sí sea amenazante, sino que el cuerpo ha aprendido a asociar ciertos contextos con peligro.

En este caso, hay dos grandes barreras: la emocional, que es el miedo intenso a enfrentarse al espacio de terapia, y la logística, que es la imposibilidad de hablar libremente en casa. El deseo de encontrar ayuda existe, pero las condiciones actuales hacen que parezca imposible encontrar una opción que no active el malestar.

Una posibilidad sería buscar un profesional que ofrezca terapia en espacios alternativos, como sesiones en exteriores o en entornos más informales. Algunos terapeutas, dependiendo de la ciudad, pueden trabajar en espacios más acogedores o incluso en movimiento, como caminando. Otra opción es escribir previamente lo que se quiere decir y compartirlo con el terapeuta al inicio de la sesión para reducir la ansiedad de hablar. También se puede preguntar antes de agendar una cita sobre la disposición de la sala o si hay opciones más cómodas.

Respecto a la imposibilidad de hacerlo en casa, algunas personas utilizan auriculares con micrófono en espacios como bibliotecas, parques o incluso en un café tranquilo, simulando una videollamada común. No es lo ideal, pero puede ser una alternativa temporal. También existen chats terapéuticos en los que se puede escribir en lugar de hablar, lo que podría ser útil si la voz es una barrera.

El hecho de querer buscar ayuda ya es una señal de que hay un impulso interno hacia el cuidado y la reparación. Aunque ahora parezca que todas las opciones tienen obstáculos, hay formas de adaptar la terapia para que sea lo menos angustiante posible. Encontrar un terapeuta que entienda estos miedos y esté dispuesto a ajustarse puede marcar la diferencia.

Encuentra un experto
Hola, entiendo perfectamente que sientas esa angustia a la hora de pensar en acudir a terapia y te felicito por tomar la decisión de ponerte en marcha para cambiar las cosas. El psicólogo o psicóloga que vaya a ayudarte tratará contigo los temas de forma sensible y pausada, para que os sintáis cómodos trabajando juntos en sesión y no se dispare la ansiedad. Hay que ir poco a poco y cada paso es importante. Por otro lado puedes buscar un psicólogo que tenga un despacho en el que te sientas más a gusto. No todos tenemos un escritorio, yo por ejemplo no lo tengo. Cuando busques psicólogo puedes elegir alguien que tenga fotos de la consulta en su página web y así podrás escoger un contexto en el que pienses que puedas estar más a gusto. Me alegra muchísimo que estés buscando apoyo y ayuda. Elegir a alguien para que esté a tu lado en este camino es importante, hay profesionales buenísimos con los que vas estar bien, no tengas dudas, ya has hecho lo mas importante que es tomar la decisión de empezar a cuidarte. ¡Te deseo todo lo mejor!
En ocasiones nos sentimos indecisos por la idea de buscar ayuda profesional, especialmente después de una mala experiencia previa. Es completamente natural tener miedo de hablar de temas tan personales, y más aún cuando has pasado por momentos dolorosos. Desde nuestra praxis, basados en los principios terapéuticos y metodológicos, sugerimos que los problemas emocionales a menudo tienen raíces profundas en el inconsciente, derivados de experiencias pasadas, traumas no resueltos y conflictos internos. Estos aspectos invisibles a menudo se manifiestan de manera externa, como los pensamientos suicidas o las autolesiones, y abordar estos aspectos con un terapeuta puede ser crucial para la sanación, recordándooslos que nadie puede hacer la tarea por nosotros , pero si acompañarnos a ello…

Considero tu percepción, sobre la disposición de las salas de terapia también tiene sentido desde una perspectiva terapéutica, ya que el ambiente puede influir profundamente en tu estado emocional y tu capacidad para abrirte. Desde nuestro enfoque, creemos que la relación con el terapeuta llamada transferencia juega un papel fundamental en el proceso terapéutico. Si la disposición de la sala o el formato te recuerda a momentos difíciles, puede que el lugar en sí mismo esté activando esos recuerdos. Es importante que comuniques esto , ya que podemos ajustar el entorno para que te sientas más cómodo, o incluso buscar alternativas que te permitan trabajar en tu proceso desde un lugar más seguro y adecuado para ti.

Te recomiendo, la terapia online que podría ser una excelente opción si la cercanía física a otra persona te causa ansiedad. Nuestro modelo terapéutico en línea puede ayudarte a explorar esos patrones inconscientes y conflictos internos que están causando el dolor. Incluso en este formato, es posible trabajar con un terapeuta para comprender mejor tus emociones y lo que está detrás de tus impulsos autodestructivos y no te limita la lejanía en que este se encuentre. Podrías empezar a explorar la terapia en línea de manera gradual, con un enfoque en sentirte cómodo con el proceso antes de comprometerte plenamente con él. Si el ambiente físico de una consulta te resulta abrumador, hacer el trabajo a distancia podría ser una forma menos intimidante de comenzar.

Sabemos que vivir con tu familia y no tener privacidad puede ser un obstáculo importante. En el nuestro modelo encontramos que , el entorno familiar juega un papel crucial en la formación de nuestra psique y cómo nos relacionamos con los demás. Si no puedes hablar libremente en casa, una opción podría ser buscar momentos en los que puedas tener privacidad, como en horarios cuando tu familia esté fuera de casa, o en un lugar más apartado de la casa donde puedas estar tranquilo/a. Si esto sigue siendo complicado, algunos terapeutas están dispuestos a adaptar sus horarios para trabajar contigo de manera flexible. Aunque tus familiares no entienden la necesidad de la terapia, como adulto tienes el derecho de tomar decisiones sobre tu salud mental y buscar el apoyo necesario, incluso si eso significa hacerlo en privado o a escondidas.

Recuerda que nadie busca lo que no conoce, y que el hecho de que busques ayuda demuestra tu disposición para sanar y enfrentar esos conflictos internos. La clave es no rendirte y seguir buscando el espacio adecuado para hablar y trabajar tus emociones, ya sea en persona o de manera online.

Preguntas con gusto

Un saludo
Ramiro
 Catalina Alorda Quetglas
Psicólogo
Palma de Mallorca
Antes que nada, quiero agradecerte por compartir esto conmigo. Sé que no es fácil dar este paso y expresar lo que sientes, pero lo has hecho, y eso ya demuestra muchísima valentía. Buscar ayuda cuando estás pasando por algo tan difícil como lo que describes no es sencillo, y que estés aquí preguntando cómo hacerlo, a pesar de los miedos y las barreras, dice mucho de tu fortaleza.

Lo que mencionas sobre el miedo a hablar de ciertas cosas debido a experiencias pasadas es completamente comprensible. Cuando nos hemos sentido dañados en un espacio donde deberíamos haber encontrado apoyo, es normal que se active ese temor. Pero eso no significa que todas las experiencias serán iguales. Un buen profesional te acompañará con respeto, sin forzarte, dándote el espacio para expresarte a tu ritmo.

En cuanto a la disposición de las salas, es importante que el entorno en el que recibas terapia te haga sentir segura. Si el formato clásico de consulta te genera angustia, hay alternativas. Algunos terapeutas ofrecen sesiones en formatos más flexibles, por ejemplo, con una disposición distinta del espacio, en un ambiente más relajado o incluso caminando al aire libre, pero es importante que le informes de cómo te sientes para que podáis buscar opciones que te resulten menos invasivas.

Respecto a la terapia online, entiendo que vivir con tu familia y tener que ocultarlo lo hace complicado. Pero quizás se pueda encontrar un espacio privado, aunque sea por un rato: dar un paseo con auriculares, sentarte en un parque, aprovechar momentos en los que puedas estar sola. A veces no se trata de un lugar ideal, sino de encontrar la manera de que puedas recibir la ayuda que necesitas sin ponerte en una situación de más estrés. Aunque no te niego que en tu caso te recomendaría sesiones presenciales, en ocasiones mi cerebro me dice que diga una cosa y mi cuerpo refleja otra distinta y es importante que tu terapeuta pueda contar con toda esa información.

Lo más importante aquí es que no estás sola y que sí hay opciones. Es importante que sepas que no tienes que hacerlo todo de golpe ni exponerte a algo que te haga sentir peor. Lo primero es tu bienestar y que te sientas segura en el proceso.
Hola, lo primero de todo, que importante es que seas consciente de que necesitas ir a terapia y pienses en todas las opciones a pesar de los miedos, las experiencias pasadas, la falta de apoyo y el tener que afrontar tú todo el coste.
Lo segundo, hay muchos tipos de despachos donde ya no se utiliza la mesa entre pacientes o solo está para momentos puntuales de alguna actividad, firma de documentación etc. Te animo a que investigues un poco los que hay por tu zona, encontrarás alguno que se ajuste a tus expectativas. Además, probablemente puedas escribir antes a la persona que hayas escogido y comentarle tu incomodidad en ese tipo de distribución, asegurando que no te vas a encontrar con ese espacio en tu primera sesión. Con posteridad, podrás abordar aquella experiencia pasada para que ya no te genere rechazo y que el malestar se quede asociado a aquel momento y no a todos los que se parezcan. Un abrazo y mucho ánimo.
Hola! Tener la disposición para empezar un proceso terapéutico es un paso importante y se ha de aprovechar, y más con los síntomas que describes. Yo lo que te propondría es que previamente te pongas en contacto y le preguntes al profesional como es el espacio de visita, ya que todos pueden ser muy diferentes y a veces tenemos la posibilidad de tener varios espacios diferentes a nuestra disposición y depende del caso o la persona, podemos reservar un espacio u otro. No tengas reparo en preguntar este tipo de cosas, muchos ánimos!
Hola, buenos días. Simplemente decirte que si dispones de un teléfono, siempre se puede encontrar la forma de contactar para una sesión on line. Es verdad que siempre pedimos que sea un lugar tranquilo sin interrupciones, pero dadas las circunstancias, puede ser en un lugar público, un parque, la calle, etc.. Solo necesitas tener cierta tranquilidad para poder centrarte en lo que quieras exponer y recibir lo que el profesional te proponga. También sería necesario que aunque estés en un lugar que en teoría no es tan tranquilo, puedas disponer del tiempo completo de duración de una sesión, es decir, entre 45 minutos y una hora. Pedir ayuda psicológica es algo serio que requiere de constancia y esfuerzo para tu propio beneficio y debes decidir cuál es la mejor forma de empezar. Con estas palabras solo espero animarte para comenzar tu terapia porque las conductas de autolesión y pensamientos suicidas, necesitan de un acompañamiento psicológico para poder avanzar. Todo es cuestión de empezar. Un saludo!
 Andrés Adargoma Nuez González
Psicólogo
Las Palmas de Gran Canaria
Gracias por abrirte así. De verdad. Solo el hecho de haber escrito esto, con esa claridad, esa valentía y ese nivel de conciencia… ya es algo muy grande. Y aunque ahora sientas que estás atrapad@ entre muchas barreras (emocionales, familiares, físicas), sí hay salidas, sí se puede — solo que en tu caso necesita un enfoque muy cuidado y a tu ritmo. Vamos paso a paso.
Lo primero: tú ya sabes que necesitas ayuda profesional, y eso es un paso enorme.
Eso no es debilidad. Es madurez. Es supervivencia.
Y aunque el camino sea difícil, tienes derecho a recibir ayuda que se adapte a ti, no al revés.

Los obstáculos que mencionas son reales:
Trauma con entornos de consulta (la disposición, el escritorio, el estilo): esto es más común de lo que parece. Hay personas a quienes ciertos espacios, olores, posiciones, etc., les despiertan recuerdos muy fuertes.
No estás exagerando. Y un terapeuta con experiencia sabrá adaptar el entorno contigo, si se lo explicas.

No puedes hablar libremente en tu casa.
Es durísimo querer desahogarte y sentir que te espían o que te van a castigar por buscar ayuda.
Pero estás en tu derecho legal y humano de buscar apoyo, incluso si lo tienes que hacer en secreto.

La familia no permite que vayas al psicólogo.
Esto le pasa a muchos jóvenes, por tabú, desconocimiento o por miedo de los propios padres a lo que puedan descubrir.
No están en tu lugar. Tú eres quien lleva esta carga, tú decides cuándo y cómo pedir ayuda.

Entonces… ¿Qué puedes hacer?
Opción 1: Consulta presencial adaptada
Existen terapeutas que pueden ofrecer sesiones en entornos distintos: salas más neutras, sin escritorio, tipo sofá o incluso caminando (terapia ambulatoria o en parques, en algunos casos).

Podrías buscar centros con ambientes alternativos o incluso enviar un mensaje previo diciendo: “me gustaría una sesión sin escritorio, más informal, ¿es posible?”
Muchos estarán encantados de ayudarte si entienden el por qué.

Opción 2: Sesión online silenciosa / por chat
Algunos terapeutas permiten sesiones por chat escrito en vivo (sin voz), que puedes hacer desde el móvil en un sitio privado: un parque, una biblioteca, un baño, una cafetería.

Puedes también usar auriculares y hablar muy bajito en espacios públicos, como si estuvieras en una llamada personal.

Hay apps y servicios (algunos incluso gratuitos) que ofrecen esto. ¿Quieres que te recomiende algunos?

Opción 3: Buscar espacios seguros fuera de casa
¿Tienes alguna amiga/o, profesora, tutor escolar o adulta de confianza que te preste un rincón privado por una hora?

A veces, centros juveniles, bibliotecas o incluso iglesias ofrecen espacios confidenciales gratuitos donde puedes tener una sesión online sin que nadie te moleste.

Y si todavía no puedes tener una sesión…
No estás sola. Yo puedo ayudarte mientras tanto. No como terapeuta, pero sí como un espacio seguro donde puedes sacar todo lo que no puedes decir en voz alta. Podemos organizar ideas, desactivar un poco el miedo, o planear cómo dar el paso.

¿Quieres que te ayude a escribir un mensaje para enviar a un centro o terapeuta explicando tu situación?
¿O te gustaría que busquemos juntos recursos gratuitos y anónimos según tu país?
Tú dime cómo te gustaría avanzar, con calma. Estoy contigo.
Entiendo lo difícil que es para ti dar este paso, especialmente con el miedo que sientes por experiencias pasadas y las limitaciones en tu entorno. Pero quiero que sepas que tienes derecho a recibir ayuda y a hacerlo de una manera que te haga sentir segura.

Sobre la disposición del espacio, como te decía, el despacho no tiene escritorio, solo dos butacas, para que el ambiente sea más relajado y cercano. Pero si aún así no te sientes cómoda, podemos buscar otro lugar tranquilo fuera del despacho donde puedas hablar con más seguridad.

¿Cómo afrontar el miedo a hablar?
Es normal que te cueste abrirte después de una mala experiencia. Si decides acudir, no tienes que contarlo todo de golpe. Puedes empezar hablando de lo que te genera más confianza o incluso compartiendo que te da miedo hablar. Un buen profesional sabrá respetar tus tiempos.

¿Y si me siento paralizado/a en la sesión?
Una estrategia útil es llevar por escrito algunas cosas que quieres decir. Puede ser una lista de temas o incluso unas pocas frases que describan cómo te sientes. Si en el momento no puedes hablar, el terapeuta puede leerlo y ayudarte a empezar.

Sobre la terapia en secreto
Es admirable que a pesar de la falta de apoyo en tu familia, sigas adelante con tu decisión. Si necesitas acudir sin que lo sepan, podrías buscar horarios en los que puedas salir sin levantar sospechas o decir que vas a otro sitio (como estudiar o quedar con alguien). No es lo ideal, pero lo importante es que puedas acceder a la ayuda que mereces.

Lo más valioso es que ya has reconocido que necesitas ayuda. Ese es el primer gran paso. Ahora toca encontrar la manera más cómoda para que puedas recibirla. No estás sola en esto.
Hola, gracias por escribir con tanta claridad y valentía. Solo el hecho de haber llegado a la conclusión de que necesitas ayuda profesional ya es un paso muy importante, especialmente cuando arrastras heridas profundas como autolesiones, pensamientos suicidas o experiencias traumáticas.

Lamento mucho que hayas tenido una mala experiencia previa y que eso haya dejado una huella tan fuerte. La forma en que nos reciben, el espacio físico e incluso la disposición de una sala pueden tener un impacto emocional profundo cuando venimos de situaciones difíciles. Y es completamente válido que eso te genere rechazo o miedo.

También entiendo lo complicado que es buscar ayuda cuando no cuentas con el apoyo familiar, y cuando además no encuentras un lugar seguro para hablar. Pero lo que me transmites también dice algo muy importante: tienes una parte muy fuerte dentro de ti que quiere salir de esto, que busca maneras, aunque todo esté cuesta arriba.

En casos como el tuyo, a veces se puede empezar con pequeños pasos:
• Buscar momentos de privacidad (aunque sean breves) para una primera cita online: desde el móvil con auriculares, en un parque, una biblioteca o un espacio tranquilo fuera de casa.
• Elegir un formato que se adapte a ti: algunas personas empiezan solo escribiendo (mensajes o correo con su terapeuta) para sentirse más seguras antes de hablar.
• Informar al profesional de tus miedos para que adapte el entorno y el ritmo: puedes buscar a alguien con experiencia en trauma, que entienda bien lo que es sentirse en alerta.

Si quieres, puedes reservar una cita online conmigo. Nos centraremos en crear un espacio donde te sientas escuchada y protegida desde el primer minuto. Incluso si al principio solo puedes hablar poco o necesitas escribir más que hablar, está bien. Lo importante es empezar.

Estoy aquí para acompañarte.
Lo primero, quiero decirte lo valiente y admirable que es estés buscando ayuda a pesar de todas las dificultades que tienes para hacerlo, solo que tengas esa intención ya es super una base muy buena para empezar a mejorar.
Veo que hay muchos factores que te impiden empezar el proceso tranquila, por ende, es super normal que te sientas frustrada por la situación
A mi se me ocurre que busques buscar un espacio alternativo donde puedas tener sesiones online sin que te escuchen, como una biblioteca en algún box de estos privados, un parque o cualquier sitio natural y alejado, un coche (si dispones de el) o en la casa de alguien de confianza.
Respecto a los espacios de consulta que comentas, te recomiendo que no dejes de buscar, siempre puede haber clínicas que tengan algo más acogedor para ti, o también puedes preguntar si es posible hacer sesiones en movimiento, yo a veces las hago con algunos de mis pacientes en el parque del rio de Valencia, que me pilla cerca.
En cualquier caso, te animo a que no te rindas, si tienes esas ganas de cambiar esa parte de ti que te duele, lo acabaras consiguiendo, es muy admirable y bonito que tengas esas ganas de dejarte ayudar. Seguro que acabas encontrando la manera. Mucho ánimo.

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