La indecisión entre varias opciones me crea bastante ansiedad. En general tengo ansiedad, pero tengo

Entiendo perfectamente cómo te sientes. La indecisión, especialmente cuando tienes varias opciones y te preocupa tomar la decisión equivocada, puede generar mucha ansiedad. Es algo bastante común, y afortunadamente, hay estrategias que pueden ayudarte a gestionar esa ansiedad y tomar decisiones con más calma. Te comparto algunas técnicas basadas en la psicología que podrían ser útiles:

Establece tus prioridades: Identifica qué es lo más importante para ti en la decisión (estabilidad, crecimiento, etc.).
Limita las opciones: Si puedes, reduce el número de opciones disponibles para evitar sentirte abrumado.
Regla de los 10 minutos: Dedica 10 minutos a pensar sobre la decisión y luego comprométete a decidir.
Haz una lista de pros y contras: Escribir las ventajas y desventajas te ayudará a ver más claramente qué opción elegir.
Visualiza las opciones: Imagina cómo te sentirías con cada opción para ver cuál te da más paz mental.
Acepta que no hay decisiones perfectas: Reconocer que no hay una "decisión perfecta" puede reducir la presión.
Practica mindfulness: Usa técnicas de relajación para calmar la ansiedad antes de decidir.

Recuerda que la ansiedad que sientes es completamente normal, especialmente en situaciones donde tienes muchas opciones. La clave es no dejar que esa ansiedad te paralice. Es probable que después de tomar la decisión, sientas alivio y, en la mayoría de los casos, las decisiones no son irreversibles. Puedes siempre aprender de la experiencia, incluso si no resulta como esperabas. Si te gustaría profundizar en alguna técnica, avísame y con gusto te ayudo. Un saludo y ¡ánimo!

La ansiedad que sientes al tomar decisiones entre varias opciones puede entenderse muy bien desde la teoría de los constructos personales de George Kelly. Esta teoría plantea que cada persona interpreta la realidad a través de un sistema único de constructos bipolares, es decir, dimensiones que oponemos para darle sentido a lo que nos rodea, como correcto-incorrecto, seguro-inseguro o exitoso-fracasado. Cuando tienes que elegir entre varias alternativas, es probable que cada una active constructos diferentes e incluso contradictorios entre sí. Esto genera una tensión interna porque elegir una opción puede implicar invalidar otra posibilidad que también está ligada a algo que valoras o que define tu identidad. Por ejemplo, si uno de tus constructos más importantes es “tomar decisiones correctas” o “no equivocarme”, cualquier elección se convierte en una evaluación sobre quién eres y cuánto vales, y eso dispara la ansiedad. A esto se suma que decidir también implica construir una versión futura de ti: cada elección es una apuesta hacia un camino que no conoces del todo, y si no tienes claro qué futuro encaja más con tu sistema de constructos, puede aparecer una parálisis o una búsqueda incesante de la opción perfecta. Desde esta perspectiva, la indecisión no es simplemente una dificultad práctica, sino una crisis en tu sistema de significado. Por eso, una estrategia útil no consiste solo en sopesar pros y contras, sino en revisar cuáles son los constructos personales que se activan en el momento de decidir, cuáles están en conflicto, y si algunos de ellos podrían flexibilizarse o enriquecerse. A veces, identificar que detrás de una elección hay un temor a perder control, a decepcionar o a dejar de ser fiel a una imagen interna, ayuda a recuperar una sensación de libertad y reduce la ansiedad. Decidir se vuelve entonces una forma de explorarte, más que de juzgarte.

¡Hola! No es posible por un mensaje corto sin conocer el caso en particular dar una estrategia, pues se deben analizar muchas cosas en profundidad; los miedos reales que se esconden tras cada decisión, profundizar en cómo eres, cómo analizas, etc.
Valora la idea de hacer una consulta psicólogica.
¡Saludos!

Hola, entiendo la incertidumbre que puede causar el tener que elegir entre dos opciones; claro que hay varias estrategias de resolución de problemas. También hay que aceptar una que sea suficientemente buena, no esperar que sea la perfecta, ya que eso es muy difícil. Espero que si necesitas no dedes en pedir ayuda a un psicólogo en su consulta.

Hola! Este aspecto es común que pase en personas con miedos y tendencia a la perfección, ya que se tiene miedo a escoger la opción incorrecta, pero hemos de ser conscientes que en todas las decisiones que tomamos hay aspectos positivos y negativos. Yo lo que te recomendaría, es reducir las opciones a 3, y de estas tres evaluar los pros y contras, una vez hecho, en cada contra evalúa cual estarías dispuesta a soportar más, y que pros te resuenan más, una vez hecho el análisis, habrá una que te resonará más, y a partir de allí lánzate lo antes posible para no dejar tiempo a que vengan las dudas. Cuando tengas esta opción y vayas a lanzarte, usa la relativización de las dudas que puedan venir p.ej.: que es lo peor que me puede pasar, de aquí unos 20 años esto me importará? y de que el error nace el aprendizaje. Espero haberte ayudado, ánimos en la decisión!

Buenas, detrás de la ansiedad hay muchos aspectos a tener en cuenta, cada ansiedad es única, igual que la persona que la vive. Por lo que no existe una sola herramienta o "truco" que lo pueda solucionar. Lo que si has de saber es que algunas de las emociones asociadas a la ansiedad son la incertidumbre y el miedo a equivocarnos o al futuro. A esto se le une la sensación de pérdida de control, la falta de presencia y confianza en ti mismx. Es esencial que busques una/un terapeuta que te pueda acompañar a descubrir qué necesitas para disminuir la intensidad de tu ansiedad y trabajar todos aquellos aspectos, que en tu caso particular, están impidiendo que tomes la decisión que necesitas con tranquilidad.

Gracias por tu consulta. La ansiedad ante la toma de decisiones es algo muy común, especialmente en personas que tienden al perfeccionismo, la autoexigencia o el miedo a equivocarse. Cuando además ya existe una base de ansiedad generalizada, elegir entre varias opciones puede convertirse en una experiencia muy angustiante, porque la mente tiende a sobreanalizar, anticipar consecuencias negativas o quedarse atrapada en el "¿y si...?".

Algunas estrategias que pueden ayudarte:

Limitar el número de opciones: Demasiadas alternativas aumentan la sensación de descontrol. Acotar ayuda a enfocarte.
Diferenciar entre decisiones importantes y cotidianas: No todas requieren el mismo nivel de análisis. Automatizar algunas puede reducir el desgaste mental.
Plantear un “tiempo límite” para decidir: Evita la parálisis por análisis.
Conectar con tus valores: Preguntarte qué opción está más alineada con lo que realmente importa para ti puede dar claridad.
Aceptar que no existe la decisión perfecta: Todas implican algún grado de incertidumbre. Elegir también es aprender.
Si esta dificultad te genera malestar frecuente, el acompañamiento psicológico puede ayudarte a entender el origen de esa ansiedad y desarrollar herramientas para gestionarla mejor.

Puedes pedirme cita a través de Doctoralia o escribirme directamente a mapipsicologa@gmail.com.

si hay estrategias para regular la ansiedad como la meditación, técnicas de respiración, contacto con la naturaleza, deporte, yoga. También el desarrollo de la metacognición puede ayudar a regular a través de terapia cognitiva y gestión emocional.
sobre la indecisión, habría que ver cuáles son los factores estresantes que generan ese estado y abordarlos.

Es completamente normal sentir ansiedad ante la indecisión, sobre todo si ya convivís con niveles de ansiedad general. Elegir entre varias alternativas puede activar esa necesidad interna de “hacer lo correcto” o “no equivocarse”, lo cual genera mucha presión mental y emocional.
Desde un enfoque terapéutico, no se trata solo de “decidir mejor”, sino de entender desde dónde estamos decidiendo. ¿Desde el miedo? ¿Desde la urgencia? ¿Desde una autoexigencia que nos pide tener certezas todo el tiempo?
El trabajo en consulta puede ayudarte a identificar ese patrón interno, y también a reconectar con una parte tuya que pueda elegir con más calma, confianza y claridad. Porque no siempre hay una única opción “correcta”, pero sí hay decisiones que se sienten más coherentes con lo que necesitás en este momento de tu vida. Si querés aprender a tener mas herramientas y estrategias, te invito a que lo trabajemos en consulta y veamos cuales pueden ser esas herramientas que a TI te vengan bien. Acá estoy para acompañarte. Carolina.

Tomar decisiones no es una tarea fácil, menos si nunca nos han enseñado. Además, cada vez que decidimos y elegimos algo, renunciamos a otras cosas, lo que puede generar ansiedad ya que mientras más libertad y opciones tienes más ansioso/a te puedes sentir. Se puede aprender, nunca es tarde. Para tomar decisiones primero hay que ponerse en contacto con las necesidades internas y escuchar profundamente lo que necesitamos y sentimos. Actuar en coherencia es el resultado de esa toma de consciencia. También hay que considerar el contexto de la persona ya que a veces queremos tomar una determinada decisión pero quizá el contexto nos lo imposibilita. Hay muchos factores que considerar. Te recomiendo que inicies un proceso de psicoterapia para poder atender y darles espacio a eso que necesitas y que te hace sentir ansiedad y que un profesional te ayude a encontrar la claridad para poder tomar decisiones y eventualmente poder hacerlo con autonomía.

Sí, lo que describes es muy común en personas con ansiedad: la toma de decisiones puede sentirse abrumadora porque activa el miedo a equivocarse, a perder oportunidades o a ser juzgada. Desde la psicología —y especialmente desde enfoques como el EMDR y la terapia somática— entendemos que esa ansiedad ante las decisiones no es solo racional, es también corporal y emocional. A menudo está relacionada con experiencias pasadas en las que tomar decisiones fue inseguro o criticado.
1. Reduce la cantidad de opciones.
La mente ansiosa se abruma con demasiadas variables. Cuando tengas muchas opciones:
Elimina las menos viables de entrada.
Quédate con 2–3 alternativas realistas. Esto se llama "satisfacción estratégica": no buscas la decisión perfecta, sino una suficientemente buena para hoy.
2. Usa la regla del "si no es un sí claro, es un no (por ahora)".
Si una opción no te entusiasma ni te da paz, no la elijas. No decidir también es decidir. El tiempo ayuda a que las cosas se ordenen solas.
3. Trabaja con tu cuerpo.
La ansiedad por decidir no se calma solo pensando más; se regula desde lo corporal. Prueba:
Respiración lenta y profunda (4 segundos inhalar, 6 exhalar).
Poner una mano en el pecho y otra en el vientre mientras te preguntas:
¿Qué opción me da más calma, no lógica?
4. Usa la técnica del "yo futuro".
Pregúntate:
"Si mi yo de 5 años después viera esta decisión, ¿qué me diría?"
Esto ayuda a salir de la urgencia del presente y poner perspectiva.

Espero que te ayude.