Si a un hombre le gusta ser dominado por una mujer y ser penetrado por ella o que le golpee los geni
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Si a un hombre le gusta ser dominado por una mujer y ser penetrado por ella o que le golpee los genitales (aunque luego le guste el sexo normal), ¿ese fetiche implica que el hombre tiene una parte femenina y que su identidad de género es trans o queer realmente? ¿Detrás de ese fetiche puede haber una bisexualidad reprimida?
Gracias por tu pregunta. Al final los gustos sexuales son tan variados como la vida misma, simplemente mientras ambas partes estén de acuerdo en hacer determinadas cosas, es válido. Los genitales son parte erógena y que te gusten esas conductas no tiene porque implicar lo que comentas.
Buenas!! Los comportamientos son aprendidos mediante condicionamiento. Hay personas que le gustan todo tipo de fetiches y no por eso tienen que tener ninguna parte reprimida , solo que has condicionado ese fetiche con el sexo.
Disfruta de tu sexualidad siempre con la autorización del otro .
Un saludo
Disfruta de tu sexualidad siempre con la autorización del otro .
Un saludo
Buenas, el tema es complejo. Aunque sí existe esa posibilidad, no necesariamente debe ser la causa. Incluso un hombre que no tenga ese gusto hacia la sumisión, podría ser bisexual y reprimirlo.
La cuestión es que, debido a los roles de género inculcados por nuestra sociedad, creemos que las personas de género masculino deben ser dominantes y las de género femenino, sumisas. Esto no es así en la práctica, ya que a muchos hombres les gusta ser dominados y a mujeres ser dominantes.
Que le guste que se le golpeen los genitales o se le penetre, él puede simplemente asociarlo a la dominación, que en este caso sería por parte de una mujer. Siendo la relación sexual llevada a cabo por un hombre con una mujer se trataría de una relación heterosexual, independientemente de la práctica. Por tanto, no implica bisexualidad reprimida.
Es un tema extenso, el cual sería conveniente explorar en mayor profundidad. Si quieres seguir ahondando en ello te invito a contactarme, una de mis especialidades es la terapia LGTBIQ+ Afirmativa. Llevo años trabajando con el colectivo, por lo que podría ayudarte.
Un saludo
La cuestión es que, debido a los roles de género inculcados por nuestra sociedad, creemos que las personas de género masculino deben ser dominantes y las de género femenino, sumisas. Esto no es así en la práctica, ya que a muchos hombres les gusta ser dominados y a mujeres ser dominantes.
Que le guste que se le golpeen los genitales o se le penetre, él puede simplemente asociarlo a la dominación, que en este caso sería por parte de una mujer. Siendo la relación sexual llevada a cabo por un hombre con una mujer se trataría de una relación heterosexual, independientemente de la práctica. Por tanto, no implica bisexualidad reprimida.
Es un tema extenso, el cual sería conveniente explorar en mayor profundidad. Si quieres seguir ahondando en ello te invito a contactarme, una de mis especialidades es la terapia LGTBIQ+ Afirmativa. Llevo años trabajando con el colectivo, por lo que podría ayudarte.
Un saludo
Hola
Tener un fetiche por ser dominado por una mujer o por prácticas sexuales específicas no necesariamente indica que un hombre tenga una identidad de género trans o queer, ni que tenga una bisexualidad reprimida. Los fetiches y las preferencias sexuales son diversas y pueden estar relacionadas con una amplia gama de factores psicológicos y emocionales que no se limitan a la identidad de género o la orientación sexual. Estas preferencias pueden reflejar deseos de sumisión, control, o experiencias sensoriales específicas, sin que esto implique necesariamente un cambio en la identidad de género o la orientación sexual del individuo. La mejor manera de entender estos aspectos es explorarlos en un entorno abierto y sin juicio, considerando siempre que la identidad de género y la orientación sexual son aspectos complejos y personales que no se definen exclusivamente por un fetiche.
Un saludo
Tener un fetiche por ser dominado por una mujer o por prácticas sexuales específicas no necesariamente indica que un hombre tenga una identidad de género trans o queer, ni que tenga una bisexualidad reprimida. Los fetiches y las preferencias sexuales son diversas y pueden estar relacionadas con una amplia gama de factores psicológicos y emocionales que no se limitan a la identidad de género o la orientación sexual. Estas preferencias pueden reflejar deseos de sumisión, control, o experiencias sensoriales específicas, sin que esto implique necesariamente un cambio en la identidad de género o la orientación sexual del individuo. La mejor manera de entender estos aspectos es explorarlos en un entorno abierto y sin juicio, considerando siempre que la identidad de género y la orientación sexual son aspectos complejos y personales que no se definen exclusivamente por un fetiche.
Un saludo
¡Buenos días!
No tiene porque tener una explicación de género si no de gustes. Un fetiche se forma por lo que hemos experimentado, visto, escuchado, sin tener que relacionarse con la orientación sexual del individuo. Espero haberte ayudado y muchas gracias.
No tiene porque tener una explicación de género si no de gustes. Un fetiche se forma por lo que hemos experimentado, visto, escuchado, sin tener que relacionarse con la orientación sexual del individuo. Espero haberte ayudado y muchas gracias.
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Muy buenas, hacerte saber que la atracción de un hombre hacia ser dominado por una mujer, ser penetrado o experimentar dolor en los genitales puede estar relacionada con una variedad de factores psicológicos y emocionales, pero no necesariamente implica que tenga una parte femenina o que su identidad de género sea trans o queer. La identidad de género es una experiencia interna y personal que puede o no coincidir con el sexo asignado al nacer. Por lo tanto, un hombre que disfruta de estos fetiches puede identificarse plenamente como hombre y no tener una identidad de género diferente.
Es importante entender que los fetiches y las preferencias sexuales son diversas y pueden no estar directamente relacionadas con la orientación sexual o la identidad de género. Un hombre que disfruta de ser dominado o de experimentar ciertos tipos de dolor puede estar explorando su sexualidad de una manera que le resulta placentera, sin que esto signifique que esté reprimiendo una bisexualidad o que su identidad de género esté en cuestión. La sexualidad es un espectro amplio y complejo, y cada persona puede tener sus propias razones para disfrutar de ciertas prácticas. A tu disposición. Un abrazo fuerte.
Es importante entender que los fetiches y las preferencias sexuales son diversas y pueden no estar directamente relacionadas con la orientación sexual o la identidad de género. Un hombre que disfruta de ser dominado o de experimentar ciertos tipos de dolor puede estar explorando su sexualidad de una manera que le resulta placentera, sin que esto signifique que esté reprimiendo una bisexualidad o que su identidad de género esté en cuestión. La sexualidad es un espectro amplio y complejo, y cada persona puede tener sus propias razones para disfrutar de ciertas prácticas. A tu disposición. Un abrazo fuerte.
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A parte de todo lo aportado por mis compañeros , me gustaría añadir que algunas practicas sexuales pueden causar lesiones físicas como dolor muscular, hematomas o desgarros. Las practicas sexuales extremas o sin precaución pueden causar lesiones físicas graves, hemorragias o incluso fracturas.
Es crucial practicar sexo seguro y consensuado, comunicarse abiertamente con la pareja y estar informados sobre los riesgos asociados.
Un abrazo.
Es crucial practicar sexo seguro y consensuado, comunicarse abiertamente con la pareja y estar informados sobre los riesgos asociados.
Un abrazo.
No necesariamente, los fetiches y las preferencias sexuales son aspectos complejos y variados de la sexualidad humana, por lo tanto no son indicativos sobre la identidad de género o la orientación sexual de una persona.
Los fetiches son simplemente preferencias sexuales que pueden variar ampliamente entre las personas. El hecho de que un hombre disfrute de ser dominado o de ciertas prácticas no implica automáticamente que tenga una identidad de género femenina, trans o queer, o que su orientación no sea heterosexual. Ten en cuenta que la sexualidad humana es muy diversa y compleja, por lo que cada persona tiene sus propias experiencias y preferencias. Si tu pareja tiene dudas o inquietudes sobre su identidad de género o su orientación sexual, hablar con un terapeuta especializado le puede ser muy útil, espero haberte ayudado :)
Los fetiches son simplemente preferencias sexuales que pueden variar ampliamente entre las personas. El hecho de que un hombre disfrute de ser dominado o de ciertas prácticas no implica automáticamente que tenga una identidad de género femenina, trans o queer, o que su orientación no sea heterosexual. Ten en cuenta que la sexualidad humana es muy diversa y compleja, por lo que cada persona tiene sus propias experiencias y preferencias. Si tu pareja tiene dudas o inquietudes sobre su identidad de género o su orientación sexual, hablar con un terapeuta especializado le puede ser muy útil, espero haberte ayudado :)
Es completamente comprensible que estas preguntas generen curiosidad, pero es importante aclarar algunas cosas sobre sexualidad y género para tener una perspectiva más clara.
1. Fetiches y orientación de género: El hecho de que un hombre disfrute ser dominado por una mujer, ser penetrado con juguetes sexuales o experimentar prácticas como golpes en los genitales no tiene una relación directa con su identidad de género. Los fetiches y preferencias sexuales se refieren a gustos y fantasías dentro de la sexualidad, no necesariamente a la identidad de género de una persona. Un hombre puede disfrutar de prácticas de dominación, sumisión o penetración anal sin que eso implique que tenga una "parte femenina" o que su identidad de género esté relacionada con ser trans o queer.
La identidad de género se refiere a cómo una persona se siente y se identifica internamente (como hombre, mujer, ambos, ninguno, etc.), mientras que las preferencias sexuales o fetiches se relacionan con lo que disfruta sexualmente. Son dos aspectos diferentes.
2. Bisexualidad reprimida: El placer de ser penetrado o participar en prácticas de dominación no indica necesariamente una bisexualidad reprimida. Muchas personas disfrutan de la estimulación anal porque esa zona tiene muchas terminaciones nerviosas que pueden proporcionar placer, independientemente del género de la pareja que realice la estimulación. El deseo de ser dominado o experimentar juegos de roles en el sexo también es bastante común y no está necesariamente vinculado a la orientación sexual.
La orientación sexual (heterosexual, bisexual, homosexual, etc.) se refiere a la atracción emocional y sexual hacia los géneros, mientras que los fetiches y preferencias sexuales están más relacionados con las formas de explorar el placer. Alguien puede tener fetiches sin que estos indiquen una orientación sexual o una represión de deseos por personas de otro género.
En resumen:
Disfrutar de prácticas como la dominación o la penetración no implica necesariamente que una persona tenga una identidad de género diferente a la que se siente, ni que esté reprimiendo una orientación bisexual. Cada persona tiene derecho a explorar su sexualidad de manera libre y consensuada, y estas prácticas son simplemente parte de esa exploración.
Si él se siente cómodo y no tiene dudas sobre su identidad o su orientación sexual, entonces no hay necesidad de preocuparse. Si en algún momento siente confusión o curiosidad por explorar más su identidad o deseos, puede ser útil hablar con un sexólogo o terapeuta especializado para aclarar cualquier duda y seguir disfrutando de su sexualidad de manera sana y satisfactoria.
1. Fetiches y orientación de género: El hecho de que un hombre disfrute ser dominado por una mujer, ser penetrado con juguetes sexuales o experimentar prácticas como golpes en los genitales no tiene una relación directa con su identidad de género. Los fetiches y preferencias sexuales se refieren a gustos y fantasías dentro de la sexualidad, no necesariamente a la identidad de género de una persona. Un hombre puede disfrutar de prácticas de dominación, sumisión o penetración anal sin que eso implique que tenga una "parte femenina" o que su identidad de género esté relacionada con ser trans o queer.
La identidad de género se refiere a cómo una persona se siente y se identifica internamente (como hombre, mujer, ambos, ninguno, etc.), mientras que las preferencias sexuales o fetiches se relacionan con lo que disfruta sexualmente. Son dos aspectos diferentes.
2. Bisexualidad reprimida: El placer de ser penetrado o participar en prácticas de dominación no indica necesariamente una bisexualidad reprimida. Muchas personas disfrutan de la estimulación anal porque esa zona tiene muchas terminaciones nerviosas que pueden proporcionar placer, independientemente del género de la pareja que realice la estimulación. El deseo de ser dominado o experimentar juegos de roles en el sexo también es bastante común y no está necesariamente vinculado a la orientación sexual.
La orientación sexual (heterosexual, bisexual, homosexual, etc.) se refiere a la atracción emocional y sexual hacia los géneros, mientras que los fetiches y preferencias sexuales están más relacionados con las formas de explorar el placer. Alguien puede tener fetiches sin que estos indiquen una orientación sexual o una represión de deseos por personas de otro género.
En resumen:
Disfrutar de prácticas como la dominación o la penetración no implica necesariamente que una persona tenga una identidad de género diferente a la que se siente, ni que esté reprimiendo una orientación bisexual. Cada persona tiene derecho a explorar su sexualidad de manera libre y consensuada, y estas prácticas son simplemente parte de esa exploración.
Si él se siente cómodo y no tiene dudas sobre su identidad o su orientación sexual, entonces no hay necesidad de preocuparse. Si en algún momento siente confusión o curiosidad por explorar más su identidad o deseos, puede ser útil hablar con un sexólogo o terapeuta especializado para aclarar cualquier duda y seguir disfrutando de su sexualidad de manera sana y satisfactoria.
¡Hola! Los anglosajones llaman a esta práctica "pegging" y es perfectamente heterosexual, ya que lo que te excita es que una mujer tenga un rol más dominante y te la realice a ti en un rol en donde te dejas dar placer. Ten en cuenta que tanto hombres como mujeres tenemos los mismo receptores en el ano (bastantes). Pero es que en nosotros se suma el tener la próstata a pocos centímetros de la entrada y un masaje prostático puede ser placentero si la persona es capaz de relajarse y disfrutar. Hasta incluso se puede alcanzar el orgasmo sin necesidad de estimular el pene. Los hombres heterosexuales que retiran este tabú con su pareja, pueden disfrutan de esta práctica sin remordimiento alguno. Si a ti te atraen sexualmente únicamente las mujeres, el pegging no compromete en nada tu orientación sexual. Un saludo.
Tu pregunta es muy interesante y demuestra que estás reflexionando sobre tu sexualidad y tus deseos, lo cual es algo muy positivo. La respuesta corta es que no, tener esos fetiches no significa que seas trans, queer o bisexual.
Los deseos y preferencias sexuales no siempre tienen que ver con la identidad de género o la orientación sexual. A muchas personas les excita explorar roles distintos en la intimidad, probar dinámicas de poder o experimentar nuevas sensaciones, y eso no cambia quiénes son en su día a día ni qué género les atrae.
Por ejemplo, un hombre heterosexual puede disfrutar de la dominación femenina o de la estimulación anal sin que eso implique que en el fondo sea bisexual o tenga una identidad de género diferente. Es simplemente una preferencia dentro de su vida sexual.
A veces, nos preguntamos si ciertos gustos tienen un significado más profundo, pero la clave está en cómo te sientes contigo mismo. Si hay dudas sobre tu identidad o tu orientación, es válido explorarlas sin presiones ni etiquetas impuestas. Y si simplemente disfrutas de esos juegos en la intimidad, sin conflicto interno, entonces no hay nada que "explicar" o justificar: solo es parte de lo que te gusta.
Si en algún momento sientes que estas cuestiones te generan inquietud o confusión, hablarlo con un profesional puede ayudarte a entenderte mejor sin juicios ni prisas. Pero lo más importante es que te permitas vivir tu sexualidad con libertad y sin miedo a lo que los demás puedan pensar.
Los deseos y preferencias sexuales no siempre tienen que ver con la identidad de género o la orientación sexual. A muchas personas les excita explorar roles distintos en la intimidad, probar dinámicas de poder o experimentar nuevas sensaciones, y eso no cambia quiénes son en su día a día ni qué género les atrae.
Por ejemplo, un hombre heterosexual puede disfrutar de la dominación femenina o de la estimulación anal sin que eso implique que en el fondo sea bisexual o tenga una identidad de género diferente. Es simplemente una preferencia dentro de su vida sexual.
A veces, nos preguntamos si ciertos gustos tienen un significado más profundo, pero la clave está en cómo te sientes contigo mismo. Si hay dudas sobre tu identidad o tu orientación, es válido explorarlas sin presiones ni etiquetas impuestas. Y si simplemente disfrutas de esos juegos en la intimidad, sin conflicto interno, entonces no hay nada que "explicar" o justificar: solo es parte de lo que te gusta.
Si en algún momento sientes que estas cuestiones te generan inquietud o confusión, hablarlo con un profesional puede ayudarte a entenderte mejor sin juicios ni prisas. Pero lo más importante es que te permitas vivir tu sexualidad con libertad y sin miedo a lo que los demás puedan pensar.
ChatGPT ha detto:
Lo que planteas es una duda muy común y que genera bastante confusión. Los gustos o prácticas sexuales no determinan la identidad de género ni la orientación sexual de una persona. Que un hombre disfrute de ser dominado, penetrado o experimentar dolor erótico en los genitales no significa que tenga una “parte femenina” ni que su identidad de género sea trans o queer. Son fantasías y prácticas que entran dentro de la diversidad de la sexualidad humana y que no modifican quién es la persona ni cómo se identifica.
La identidad de género tiene que ver con cómo uno se percibe y se vive a sí mismo (hombre, mujer, ambos, ninguno…), mientras que la orientación sexual está relacionada con hacia quién sentimos atracción afectiva o erótica. Los fetiches, en cambio, hablan de preferencias en la práctica sexual: lo que despierta excitación, lo que produce placer en un contexto íntimo. Una persona puede tener un fetiche concreto y seguir identificándose sin duda como hombre heterosexual, homosexual, bisexual, etc.
Tampoco es correcto interpretar automáticamente que detrás de un fetiche hay una bisexualidad reprimida. Puede que para algunas personas las prácticas de dominación o penetración estén asociadas a la exploración de nuevas sensaciones, al juego de roles o al erotismo de ceder el control, sin que eso implique deseo hacia hombres ni hacia otras identidades.
Desde un enfoque cognitivo-sistémico, es más útil entender el fetiche como parte de la construcción de la intimidad y la fantasía dentro de la relación, que como un “síntoma” de una identidad oculta. Lo importante es que esas prácticas se vivan de manera consentida, segura y en un marco de comunicación honesta con la pareja.
En resumen: disfrutar de ciertos juegos de dominación o de estimulación anal no cambia quién eres, ni tu identidad de género, ni tu orientación sexual. Habla, simplemente, de cómo tu deseo encuentra distintas formas de expresarse.
Lo que planteas es una duda muy común y que genera bastante confusión. Los gustos o prácticas sexuales no determinan la identidad de género ni la orientación sexual de una persona. Que un hombre disfrute de ser dominado, penetrado o experimentar dolor erótico en los genitales no significa que tenga una “parte femenina” ni que su identidad de género sea trans o queer. Son fantasías y prácticas que entran dentro de la diversidad de la sexualidad humana y que no modifican quién es la persona ni cómo se identifica.
La identidad de género tiene que ver con cómo uno se percibe y se vive a sí mismo (hombre, mujer, ambos, ninguno…), mientras que la orientación sexual está relacionada con hacia quién sentimos atracción afectiva o erótica. Los fetiches, en cambio, hablan de preferencias en la práctica sexual: lo que despierta excitación, lo que produce placer en un contexto íntimo. Una persona puede tener un fetiche concreto y seguir identificándose sin duda como hombre heterosexual, homosexual, bisexual, etc.
Tampoco es correcto interpretar automáticamente que detrás de un fetiche hay una bisexualidad reprimida. Puede que para algunas personas las prácticas de dominación o penetración estén asociadas a la exploración de nuevas sensaciones, al juego de roles o al erotismo de ceder el control, sin que eso implique deseo hacia hombres ni hacia otras identidades.
Desde un enfoque cognitivo-sistémico, es más útil entender el fetiche como parte de la construcción de la intimidad y la fantasía dentro de la relación, que como un “síntoma” de una identidad oculta. Lo importante es que esas prácticas se vivan de manera consentida, segura y en un marco de comunicación honesta con la pareja.
En resumen: disfrutar de ciertos juegos de dominación o de estimulación anal no cambia quién eres, ni tu identidad de género, ni tu orientación sexual. Habla, simplemente, de cómo tu deseo encuentra distintas formas de expresarse.
No, no tiene porque. Cada cual puede disfrutar del sexo como quiera mientras su pareja sexual este de acuerdo y no condicionada a ello.
Si eso es lo que te gusta, disfruta de ello.
Si eso es lo que te gusta, disfruta de ello.
Hola,
Gracias por compartir esto con nosotros. Es importante saber que los fetiches o preferencias sexuales —como que te guste ser dominado o recibir ciertos tipos de estimulación— no determinan tu identidad de género ni tu orientación sexual. Que un hombre disfrute de ser penetrado, recibir dominación o experimentar con el dolor erótico no significa que tenga una ‘parte femenina’ ni que sea trans.
Del mismo modo, estas fantasías no implican necesariamente una bisexualidad reprimida. La sexualidad humana es muy diversa y muchas personas disfrutan de prácticas que, fuera de un contexto íntimo seguro y consensuado, podrían parecer inesperadas, pero que no cambian su identidad ni orientación.
Lo importante es que cualquier práctica sexual que disfrutes sea consensuada, segura y que tú y tu pareja podáis comunicar vuestros límites y deseos. Si estas dudas te generan malestar o confusión, podemos explorar juntas cómo entender tus preferencias, normalizarlas y ver cómo integrarlas en tu vida sexual sin ansiedad ni culpa.
Un saludo,
David.
Gracias por compartir esto con nosotros. Es importante saber que los fetiches o preferencias sexuales —como que te guste ser dominado o recibir ciertos tipos de estimulación— no determinan tu identidad de género ni tu orientación sexual. Que un hombre disfrute de ser penetrado, recibir dominación o experimentar con el dolor erótico no significa que tenga una ‘parte femenina’ ni que sea trans.
Del mismo modo, estas fantasías no implican necesariamente una bisexualidad reprimida. La sexualidad humana es muy diversa y muchas personas disfrutan de prácticas que, fuera de un contexto íntimo seguro y consensuado, podrían parecer inesperadas, pero que no cambian su identidad ni orientación.
Lo importante es que cualquier práctica sexual que disfrutes sea consensuada, segura y que tú y tu pareja podáis comunicar vuestros límites y deseos. Si estas dudas te generan malestar o confusión, podemos explorar juntas cómo entender tus preferencias, normalizarlas y ver cómo integrarlas en tu vida sexual sin ansiedad ni culpa.
Un saludo,
David.
Expertos
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