Tengo una necesidad enfermiza de ayudar a la gente en internet. Cada vez que veo a una persona en Tw
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Tengo una necesidad enfermiza de ayudar a la gente en internet. Cada vez que veo a una persona en Twitter, reddit o cualquier red social hablando de autolesiones o suicidio siento una especie de obsesión por intentar ayudarla, pero a un nivel enfermizo. Siento que debo intentar ayudarla, que es mi responsabilidad y aunque haga todo lo que pueda mi cabeza siempre piensa que puedo hacer algo más, ha llegado un punto en el que no puedo hacer cosas que me gustan porque siento que estoy perdiendo el tiempo en lugar de hacer todo lo que puedo por ayudarla, que si pasa algo es mi culpa por no ayudarla más y paso horas divagando sobre el tema, he perdido días enteros de mi vida por esto. Sé que es una estupidez porque aparte del reporte no soy la persona indicada ni tengo las habilidades para ayudarla pero la preocupación no desaparece. He tratado de alejarme de las redes pero eso solo me hace sentir peor

Muy buenas, es comprensible que sientas una fuerte necesidad de ayudar a los demás, especialmente cuando se trata de temas tan delicados y serios como las autolesiones y el suicidio. Sin embargo, es fundamental reconocer que, aunque tu intención es noble, asumir la responsabilidad total por el bienestar de otros puede ser abrumador y perjudicial para tu propia salud mental. Es importante establecer límites claros para protegerte y poder cuidar de ti misma. Tu bienestar es esencial para poder ayudar de manera efectiva a los demás. Para lo que necesites. Psicóloga Leticia Martín.

Desde la experiencia terapéutica, si trabajamos con los recursos internos de la persona y sugierimos cambios de manera indirecta, utilizando herramientas, reencuadres y la activación de la autonomía personal. Desde esta perspectiva, tu preocupación excesiva por ayudar a los demás podría abordarse mediante técnicas que reduzcan la carga emocional asociada a tu sensación de responsabilidad, fomentando un equilibrio más saludable entre tu deseo de ayudar y tu bienestar personal.
Nuestra estrategia estaría enfocada a desarrollar la coherencia ; en lugar de ver tu compulsión como una obligación, podrías verla como una señal de tu empatía y compasión, cualidades valiosas, pero que necesitan límites para no volverse destructivas o decoherentes. Ademas se podrían utilizar conectores de realidad terapéuticos, como la idea de que “no puedes verter agua de un vaso vacío”; es decir, solo podemos ayudar a otros de manera efectiva si primero cuidas de nosotros mismos.
Desde un punto de vista del ser y estar, podrías explorar la idea de que cada persona tiene su propio camino y que tu papel no es salvar a todos, sino aportar luz dentro de tus posibilidades sin anularse a uno mismo. Si practicamos el desapego compasivo vemos que es una enseñanza clave: ayudar sin absorber el sufrimiento del otro ni sentir que su destino depende enteramente de ti. Recuerda que nadie puede hacer la tarea por nosotros….
Veo que este problema está afectando seriamente tu vida, te invitamos a que consideres buscar apoyo profesional, como un terapeuta que utilice anclajes del aquí y ahora u otras estrategias terapéuticas que te ayuden a regular esta compulsión de manera más saludable. ¿Te gustaría explorar algún ejercicio específico para reducir esa ansiedad? Contáctanos para acompañarte en este camino…
Un saludo
Nuestra estrategia estaría enfocada a desarrollar la coherencia ; en lugar de ver tu compulsión como una obligación, podrías verla como una señal de tu empatía y compasión, cualidades valiosas, pero que necesitan límites para no volverse destructivas o decoherentes. Ademas se podrían utilizar conectores de realidad terapéuticos, como la idea de que “no puedes verter agua de un vaso vacío”; es decir, solo podemos ayudar a otros de manera efectiva si primero cuidas de nosotros mismos.
Desde un punto de vista del ser y estar, podrías explorar la idea de que cada persona tiene su propio camino y que tu papel no es salvar a todos, sino aportar luz dentro de tus posibilidades sin anularse a uno mismo. Si practicamos el desapego compasivo vemos que es una enseñanza clave: ayudar sin absorber el sufrimiento del otro ni sentir que su destino depende enteramente de ti. Recuerda que nadie puede hacer la tarea por nosotros….
Veo que este problema está afectando seriamente tu vida, te invitamos a que consideres buscar apoyo profesional, como un terapeuta que utilice anclajes del aquí y ahora u otras estrategias terapéuticas que te ayuden a regular esta compulsión de manera más saludable. ¿Te gustaría explorar algún ejercicio específico para reducir esa ansiedad? Contáctanos para acompañarte en este camino…
Un saludo

Gracias por exponer qué te ocurre porque es una manera de comenzar a ayudarte a ti. Te animo a comenzar un proceso de terapia para que puedas explorar de dónde viene asumir este rol de 'salvador/a' (es así como se denomina) y priorizar el bienestar de los demás frente a tus necesidades y comenzar a desarrollar nuevas formas de relacionarte con esas situaciones, en las que sientas que aportas cosas buenas a la comunidad pero sin dejar de cuidar de ti. Quedo a tu disposición por si quisieras comentarme con más detalle. Un abrazo.

Tu impulso de ayudar a los demás es valioso, pero parece que está afectando tu bienestar y generando una carga que no te corresponde llevar. No eres responsable de la vida de los demás y es importante que también cuides de ti. Podríamos explorar en consulta de dónde viene esta necesidad y cómo encontrar un equilibrio entre tu deseo de apoyar y tu propio bienestar. Aprender a poner límites no significa ser indiferente, sino cuidar tu salud mental para poder ayudar de manera más sostenible.

Lo que sientes no es una estupidez, pero sí parece que estás llevando una carga emocional muy grande que no te corresponde. Es admirable que quieras ayudar a los demás, pero cuando el bienestar de otras personas se convierte en una obsesión y afecta tu propia vida, es importante reflexionar sobre ello.
El sufrimiento de los demás no es tu responsabilidad, y el hecho de que sientas culpa por no hacer "lo suficiente" indica que podrías estar lidiando con un patrón de autoexigencia o una necesidad de control sobre algo que no está en tus manos. Tu intención es valiosa, pero nadie puede salvar a todo el mundo, y menos si eso implica descuidarte a ti mismo/a.
Ser empático/a no significa cargar con todo el dolor ajeno. Tal vez puedas empezar a poner límites saludables, como definir un tiempo específico para ayudar y luego enfocarte en tu propio bienestar. También puede ser útil trabajar esto en terapia, para entender qué hay detrás de esa necesidad y cómo manejarla de una forma que no te haga daño. Tú también mereces cuidado y apoyo.
El sufrimiento de los demás no es tu responsabilidad, y el hecho de que sientas culpa por no hacer "lo suficiente" indica que podrías estar lidiando con un patrón de autoexigencia o una necesidad de control sobre algo que no está en tus manos. Tu intención es valiosa, pero nadie puede salvar a todo el mundo, y menos si eso implica descuidarte a ti mismo/a.
Ser empático/a no significa cargar con todo el dolor ajeno. Tal vez puedas empezar a poner límites saludables, como definir un tiempo específico para ayudar y luego enfocarte en tu propio bienestar. También puede ser útil trabajar esto en terapia, para entender qué hay detrás de esa necesidad y cómo manejarla de una forma que no te haga daño. Tú también mereces cuidado y apoyo.

Hola, me gustaría responder a lo que planteas. Lo que describes puede estar relacionado con un fuerte impulso de "salvar" a los demás, lo cual te da un propósito claro pero también puede servir como una manera de desviar la atención de tus propios problemas y desafíos emocionales. Es esencial entender que tu capacidad para ayudar tiene límites. Aunque tu deseo de ayudar es genuino, tu capacidad real para intervenir está influenciada por factores que no están bajo tu control, como la disposición de la persona a aceptar ayuda. Aunque tú quieras ayudar, la otra persona debe estar abierta a recibirla, y esa decisión no depende de ti. Al no reconocer estos límites, puedes sentirte agotado y atrapado en la ansiedad por intentar hacer más de lo que es posible.
El equilibrio está en aceptar que no puedes salvar a todos y que tu bienestar también es importante. Al entender que tu capacidad de ayudar es limitada y que depende en parte de la disposición de la otra persona, puedes liberarte de la presión de sentirte responsable por todo. Esto te permite dedicar tiempo y energía a ti mismo, sin culparte por no hacer más de lo que está en tu alcance. Aprender a poner límites y a reconocer que no todo está bajo tu control es clave para aliviar esa carga y manejar la ansiedad de manera más saludable. Espero haberte ayudado.
El equilibrio está en aceptar que no puedes salvar a todos y que tu bienestar también es importante. Al entender que tu capacidad de ayudar es limitada y que depende en parte de la disposición de la otra persona, puedes liberarte de la presión de sentirte responsable por todo. Esto te permite dedicar tiempo y energía a ti mismo, sin culparte por no hacer más de lo que está en tu alcance. Aprender a poner límites y a reconocer que no todo está bajo tu control es clave para aliviar esa carga y manejar la ansiedad de manera más saludable. Espero haberte ayudado.

Lo que describes no es una estupidez en absoluto. Se nota que eres una persona con una gran sensibilidad hacia el sufrimiento de los demás, y eso es algo valioso. Sin embargo, parece que esta necesidad de ayudar se ha convertido en algo que te está pesando demasiado, hasta el punto de afectar tu vida y bienestar.
Es natural querer hacer algo cuando vemos a alguien sufriendo, pero también es importante reconocer nuestros propios límites. No eres responsable de lo que otras personas hagan o decidan, y cargar con esa culpa no solo es injusto contig@ mism@, sino que puede llevarte al agotamiento emocional.
Un pequeño ejercicio que podrías probar es preguntarte: 'Si un amigo estuviera en mi lugar, ¿qué le diría?'. A veces, nos exigimos demasiado y somos más compasivos con los demás que con nosotros mismos. También podrías establecer un límite de tiempo para involucrarte en estos temas y, una vez que hayas hecho lo que está en tus manos, recordarte que hiciste lo mejor que pudiste.
Si esto sigue afectándote al punto de interferir con tu bienestar y tu vida diaria, buscar apoyo profesional podría ayudarte a comprender mejor esta necesidad de ayudar y la carga emocional que conlleva brindándote estrategias para establecer límites saludables, manejar la culpa y canalizar tu empatía de una manera que no termine afectando tu propia salud mental.
Es natural querer hacer algo cuando vemos a alguien sufriendo, pero también es importante reconocer nuestros propios límites. No eres responsable de lo que otras personas hagan o decidan, y cargar con esa culpa no solo es injusto contig@ mism@, sino que puede llevarte al agotamiento emocional.
Un pequeño ejercicio que podrías probar es preguntarte: 'Si un amigo estuviera en mi lugar, ¿qué le diría?'. A veces, nos exigimos demasiado y somos más compasivos con los demás que con nosotros mismos. También podrías establecer un límite de tiempo para involucrarte en estos temas y, una vez que hayas hecho lo que está en tus manos, recordarte que hiciste lo mejor que pudiste.
Si esto sigue afectándote al punto de interferir con tu bienestar y tu vida diaria, buscar apoyo profesional podría ayudarte a comprender mejor esta necesidad de ayudar y la carga emocional que conlleva brindándote estrategias para establecer límites saludables, manejar la culpa y canalizar tu empatía de una manera que no termine afectando tu propia salud mental.

Parece que hay una lucha constante dentro de ti; una parte siente que debe ayudar a toda costa, que es tu responsabilidad, y otra parte reconoce que esto está afectando tu vida y no puedes sostenerlo así.
Lo primero que quiero preguntarte es: ¿Cómo es para ti cargar con esto todos los días? Porque lo que describes suena agotador, como si estuvieras atrapado en un ciclo donde nunca es suficiente, donde por más que hagas, siempre hay algo más que podrías haber hecho.
Me pregunto si en algún momento ayudar dejó de ser algo que hacías porque querías y se convirtió en algo que debías hacer, casi como una obligación para calmar la culpa. ¿Qué crees que pasaría si no lo hicieras?
El deseo de ayudar es valioso, pero cuando se vuelve una carga que te consume, deja de ser una elección y se convierte en una cárcel. No se trata de “dejar de preocuparte”, sino de notar que esta preocupación, aunque viene de un lugar genuino, no tiene que gobernar tu vida.
Podemos probar algo: ¿qué pasa si por un momento dejas de pelear con esa sensación de urgencia y, en lugar de tratar de calmarla con más ayuda, simplemente la observas? Puedes decirte: “Aquí está otra vez esta sensación de responsabilidad. No me gusta, pero puedo notar que está aquí sin dejar que decida por mí”.
Y mientras la observas, pregúntate: Si no estuviera atrapado en este ciclo, ¿qué más estaría haciendo con mi vida? Porque ayudar no tiene que ser a costa de ti mismo. ¿Qué pasaría si, en lugar de intentar salvar a todos, empiezas a incluirte en esa ayuda también?
Y por último, si ayudar para ti es importante, ¿de que formas puedes ayudar a los demás sin que te consuman tanto tiempo? ¿hay alguna forma en la que puedas ayudar a los demás y a la vez disfrutar del proceso?
Lo primero que quiero preguntarte es: ¿Cómo es para ti cargar con esto todos los días? Porque lo que describes suena agotador, como si estuvieras atrapado en un ciclo donde nunca es suficiente, donde por más que hagas, siempre hay algo más que podrías haber hecho.
Me pregunto si en algún momento ayudar dejó de ser algo que hacías porque querías y se convirtió en algo que debías hacer, casi como una obligación para calmar la culpa. ¿Qué crees que pasaría si no lo hicieras?
El deseo de ayudar es valioso, pero cuando se vuelve una carga que te consume, deja de ser una elección y se convierte en una cárcel. No se trata de “dejar de preocuparte”, sino de notar que esta preocupación, aunque viene de un lugar genuino, no tiene que gobernar tu vida.
Podemos probar algo: ¿qué pasa si por un momento dejas de pelear con esa sensación de urgencia y, en lugar de tratar de calmarla con más ayuda, simplemente la observas? Puedes decirte: “Aquí está otra vez esta sensación de responsabilidad. No me gusta, pero puedo notar que está aquí sin dejar que decida por mí”.
Y mientras la observas, pregúntate: Si no estuviera atrapado en este ciclo, ¿qué más estaría haciendo con mi vida? Porque ayudar no tiene que ser a costa de ti mismo. ¿Qué pasaría si, en lugar de intentar salvar a todos, empiezas a incluirte en esa ayuda también?
Y por último, si ayudar para ti es importante, ¿de que formas puedes ayudar a los demás sin que te consuman tanto tiempo? ¿hay alguna forma en la que puedas ayudar a los demás y a la vez disfrutar del proceso?

Buenas tardes,
Aunque es muy positivo ser una persona tan empática a veces este rasgo de personalidad nos puede hacer descuidarnos de uno/a mismo/a. Hay que tener en cuenta que las conductas autolíticas son temas muy delicados que deberían abordar profesionales especializados. A veces, aunque tengamos muy buena voluntad para ayudar, si no tenemos las herramientas puede ser contraproducente.
Quizás una forma de cubrir esta necesidad de ayudar a los demás y alejarte de esta relación con las redes sociales podría ser participar en alguna actividad de voluntariado de forma presencial en tu pueblo o ciudad (banco de alimentos, pasear a personas mayores, colaborar en una perrera,..). De este modo, podrías ayudar a personas que también lo necesitan de forma más efectiva y dejar un poco más de espacio para tu autocuidado. Si este tema sigue afectando a tu bienestar emocional, mi recomendación es pedir ayuda para gestionarlo.
Espero haber ayudado,
Un saludo
Aunque es muy positivo ser una persona tan empática a veces este rasgo de personalidad nos puede hacer descuidarnos de uno/a mismo/a. Hay que tener en cuenta que las conductas autolíticas son temas muy delicados que deberían abordar profesionales especializados. A veces, aunque tengamos muy buena voluntad para ayudar, si no tenemos las herramientas puede ser contraproducente.
Quizás una forma de cubrir esta necesidad de ayudar a los demás y alejarte de esta relación con las redes sociales podría ser participar en alguna actividad de voluntariado de forma presencial en tu pueblo o ciudad (banco de alimentos, pasear a personas mayores, colaborar en una perrera,..). De este modo, podrías ayudar a personas que también lo necesitan de forma más efectiva y dejar un poco más de espacio para tu autocuidado. Si este tema sigue afectando a tu bienestar emocional, mi recomendación es pedir ayuda para gestionarlo.
Espero haber ayudado,
Un saludo

Si lo haces hazlo bien. Puedes formarte en alguna ONG para abordar las situaciones suicidas y ponerte un tiempo limitado al día para dedicarte sólo a atender a esas personas. También puedes especializarte en ser capaz de hacerlo de forma presencial.

Buenas tardes. Lamento mucho la situación en la que te encuentras, el trauma vicario o la empatía excesiva a veces nos puede hacer sufrir mucho. Acompañar a personas en su sufrimiento es una tarea complicada que requiere de humanidad, sensibilidad y formación. Asumir responsabilidades de los demás puede suponer una carga mental agotadora. Pide ayuda psicológica para poder gestionar mejor tus emociones y optimizar mejor esa gran sensibilidad y empatía.
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