Tengo una relación con un hombre divorciado, no compartimos vivienda, cada uno vive en su casa, llev

La comunicación es el pilar fundamental en toda relación de pareja. Plantéale cómo te sientes y lo que opinas al respecto de este tema, el comportamiento de su hijo, cómo te sientes tú, lo que provoca en ti la situación en la que te encuentras y cómo está repercutiendo tanto en ti misma como en la relación. Cada persona tiene su historia de vida y sus valores y lo que para ti no es "normal", puede ser que para él sí y viceversa. Exponle todo aquello que le quieras decir siempre desde el cariño y el respeto, que sienta que no es una crítica o un ataque, sino tu opinión como la persona que está a su lado en el momento actual de su vida. Algo que te puede servir es apuntar en una hoja todo aquello que le quieras decir, para que lo veas con perspectiva y te pueda ayudar a organizar mejor tus ideas. Es preferible tener conversaciones incómodas a relaciones incómodas.
Puedes contar conmigo si necesitas una orientación más precisa y personal, estaré encantado de atenderte en consulta.

El comentario de Pablo me ha parecido excelente porque se ha centrado en tu situación y no en la de tu pareja. Es importante diferenciarlas porque hay temas que no dependen de ti y meterse en ellos puede aportar más conflicto. Yo recomendaría a tu pareja que acudiera a una escuela de padres para mejorar su relación con su hijo. Como tú has comentado, poner límites es necesario, no solo para la convivencia sino también para el mismo niño. Dicho esto, que sea importante poner límites, no quiere decir que sea urgente y hay que encontrar el momento y consensuar con el niño el proceso, pero esto ya no depende de ti. Cuando hay situaciones que escapan de nuestro control, es importante mantener un perfil bajo, de respeto y distanciarse emocionalmente de la situación. Fíjate que tu hijo lo parece tener claro. Es difícil ser adulto y hacer cuadrar todo y también es difícil ser niño y adaptarse a crear una nueva familia. Se llama familia reconstituida y es un proceso que con apoyo experto se puede conseguir.

Efectivamente, hay temas que tocan más a tu pareja y a saber poner límites en la relación con su hijo, que indirectamente te afecta a ti.

Es normal que esta situación te genere ansiedad y malestar, ya que estás enfrentando varios retos a la vez: la convivencia con un hijo que no es el tuyo, la falta de límites claros por parte de tu pareja y las tensiones que esto provoca tanto en tu relación como en la interacción con tu propio hijo. Algunas recomendaciones:

1. **Comunicación con tu pareja**: Es crucial que hables con tu pareja de manera abierta y honesta sobre cómo te sientes. No se trata solo de la dinámica entre tú y su hijo, sino también del impacto que tiene en tu relación y en tu propio hijo. Asegúrate de expresar tus emociones sin acusaciones, enfatizando que tu objetivo es mejorar la convivencia y la calidad de vida de todos.

2. **Establecimiento de límites y normas**: Los niños, independientemente de la situación familiar, necesitan límites claros y consistentes.

3. **Apoyo emocional para los niños**: Tanto tu hijo como el hijo de tu pareja pueden estar experimentando dificultades para adaptarse a esta nueva estructura familiar. Sería útil que ambos reciban apoyo emocional, ya sea a través de la comunicación en familia o, si fuera necesario, a través de un profesional que pueda guiarlos en este proceso de adaptación.

4. **Buscar ayuda profesional**: Considerar la intervención de un terapeuta familiar podría ser una opción para facilitar el proceso de integración familiar. Un profesional puede ayudarles a encontrar maneras saludables de convivir, establecer límites claros y mejorar la comunicación entre todos.

5. **Autocuidado**: No olvides que tu bienestar es importante. La ansiedad que experimentas puede intensificarse si no encuentras maneras de lidiar con el estrés de manera saludable. Considera prácticas de autocuidado que te ayuden a reducir la ansiedad y fortalecer tu bienestar emocional mientras gestionas esta situación.

Recuerda que una relación de pareja en la que existen hijos de anteriores relaciones implica retos, pero también oportunidades de crecimiento y aprendizaje mutuo. Si ambos están comprometidos a trabajar en equipo, pueden superar estas dificultades y crear una convivencia más armónica.

Mucha suerte!!

Hola gracias por tu sinceridad, eso es lo primero.
La situación que comentas es compleja y resulta dolorosa.
Estaría bien que comenzarás a trabajar o ver en más profundidad ese tipo de cosas.
Que el lo que te duele realmente y a qué le. Tenes miedo.
No digo que sea fácil pero con 3 sesiones o menos de ti depende podemos empezar a trabajar para que veas lo que te pasa y el plan de accion.
Liberarte de creencias y Límites y si es necesario. Una vez que seas consciente de cuál es el problema real, el principio activo
Entonces, continuaremos trabajando en las últimas sesiones.
Pide cita y valora la experiencia, desde el.respeto y valentía.
Un saludo

La dinámica familiar que describes puede ser complicada, especialmente cuando hay niños de por medio y diferentes estilos de crianza. Aquí hay algunas estrategias basadas en estudios y prácticas psicológicas que podrían ayudarte a manejar esta situación:

Primero, es fundamental tener una conversación abierta y honesta con tu pareja sobre tus preocupaciones. Es importante que ambos estéis en la misma página respecto a la crianza y las expectativas en cuanto a la disciplina y los límites. Los estudios muestran que la coherencia en la crianza es crucial para el desarrollo emocional de los niños.

Además, establecer límites claros y consistentes es esencial. Los niños necesitan estructura y normas para sentirse seguros y entender qué se espera de ellos. Puedes sugerir a tu pareja que establezcáis juntos algunas reglas básicas para cuando estén todos juntos. Esto puede incluir horarios de comida, límites en el consumo de dulces y normas de comportamiento.

La comunicación con el niño también es clave. Intenta hablar con él de manera calmada y explicarle por qué ciertas reglas son importantes. Los estudios indican que los niños responden mejor cuando entienden el "por qué" detrás de las normas.

En cuanto a la convivencia, es importante encontrar un equilibrio que funcione para todos. Podrías proponer actividades que incluyan a todos los niños y que fomenten la interacción positiva. Esto puede ayudar a reducir la tensión y a mejorar la relación entre los niños.

Finalmente, no olvides cuidar de tu propio bienestar. La ansiedad y el estrés pueden afectar tu salud mental y física. Busca apoyo en amigos, familiares o incluso en un profesional si sientes que lo necesitas. La terapia familiar también puede ser una opción para abordar estos problemas de manera conjunta.

Hola,

En este tipo de situaciones, donde las dinámicas familiares se vuelven complejas, es fundamental contar con la orientación de un profesional externo. Un terapeuta o consejero puede ofrecer directrices claras y objetivas para manejar los límites y las necesidades de todos los miembros de la familia, evitando que las decisiones se basen únicamente en las perspectivas individuales.

Un saludo,
Dolo Boix
Psicóloga Colegiada CV 18993

¡Buenos días !
Te recomiendo que lo hables con tu pareja. Que os podáis comunicar y decirle como te sientes, que busquéis alternativas para que esa situación pueda cambiar. Si aún así, no le ves solución, te recomiendo que acudas a terapia de pareja. Un saludo y gracias.

Es importante hablar con tu pareja desde la empatía para expresar cómo esta situación afecta tu bienestar y la convivencia familiar, sin culparlo, sino enfocándote en tus emociones. La permisividad con su hijo puede estar relacionada con la culpa por la separación, pero es necesario que comprenda que los límites son fundamentales para el desarrollo del niño y para una mejor relación entre todos. Propón normas claras y consensuadas para las convivencias, como respetar los espacios de los adultos y establecer rutinas saludables. Protege también a tu hijo asegurándote de que no se sienta desplazado o incómodo. Si la situación no mejora y te genera ansiedad, podrías buscar apoyo profesional para mediar en el conflicto y trabajar juntos en encontrar un equilibrio que beneficie a todos.

Buenas tardes le recomiendo que mantenga una comunicación abierta y honesta con su pareja sobre sus sentimientos y preocupaciones. Es crucial que ambos estén en la misma casilla del juego respecto a la disciplina y las expectativas de comportamiento del niño.
establezcan normas y limites claros; trabajen unidos para establecer normas claras y consistentes para el niño. Esto incluye horarios de comida, limites en el consumo de dulces y reglas sobre la interrupción de conversaciones.
Refuercen la autoridad; es importante que su pareja refuerce su autoridad cuando están juntos. Esto puede incluir respaldar sus decisiones y órdenes para que el niño entienda que ambos están unidos en la crianza y educación. Cread espacios donde el niño tenga tiempo individual para estar a solas con su padre pueden ayudara a reducir los celos y la competencia de atención. El niño puede estar sintiendo que usted es una amenaza y siente abandono por parte de su progenitor al ver cómo ahora su espacio y atención está compartida con usted. Consideren la posibilidad de acudir a terapia de pareja o familiar. Fomenten la independencia del menor siempre que sea posible. Pueden incluir actividades que el niño pueda realizar solo, obteniendo recompensas por ello. Establecer rutinas, ayuda a los niños a sentirse más seguros y entender mejor las expectativas. por ejemplo funciona un calendario o horario por puntos. Horarios de comidas, duchas, juegos, dormir solo y obtener recompensas a partir de la puntuación obtenida.
Por último mantenga la calma y empatía en situaciones difíciles. Recuerde que los cambios en el comportamiento pueden llevar tiempo y consistencia.

En lugar de darle una orden y que obedezca puedes plantearle las situaciones como retos, del tipo a ver si eres capaz de...u otros niños con tu edad son capaces de...suele funcionar mejor.

Entiendo muy bien tu malestar, convivir en una familia reconstituida nunca es sencillo y lo que compartes refleja una situación con varias capas: la relación con tu pareja, la relación entre los hijos y la manera en la que cada uno ejerce la crianza.

Por lo que cuentas, el padre tiende a ser muy permisivo con su hijo, quizá por protegerle tras la separación o por sentimiento de culpa. Esto es bastante habitual, pero genera desequilibrios: falta de normas claras, dificultades de convivencia y tensión en la pareja. También es natural que tú sientas que quedas en un segundo plano o que tu propio hijo se vea afectado y no quiera compartir tiempo en esas condiciones.

Es importante que puedas hablar con tu pareja, desde la calma, sobre cómo os gustaría establecer unas normas comunes de convivencia que sean claras para todos. No se trata de que tú “corrijas” al niño, sino de que el padre pueda asumir la responsabilidad de poner límites adecuados para su edad. A veces también ayuda hablar de ello en pareja fuera de la presencia de los hijos, y llegar a acuerdos básicos sobre horarios, alimentación y normas de respeto.

Si la situación continúa siendo difícil, la terapia de pareja o la orientación familiar puede ser un espacio muy útil para encontrar un equilibrio y proteger tanto vuestra relación como el bienestar de los niños.

Lo que estás sintiendo no es extraño: buscas un espacio sano y respetuoso para ti y para tu hijo. Trabajar en equipo con tu pareja será clave para lograrlo.

Un abrazo,

Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807