Hola Mi hijo es alcohólico y no quiere dejar de tomar Qué puedo hacer para convencerlo de buscar a

Gracias por tu confianza al compartir algo tan difícil y doloroso. Tener un hijo con problemas de alcohol y ver que no está dispuesto a buscar ayuda puede generar mucha impotencia y sufrimiento.

Lo primero es que recuerdes que no está en tus manos “convencerlo” si él todavía no quiere dar ese paso. La decisión de iniciar un tratamiento tiene que nacer de la propia persona, pero sí puedes acompañarle, marcar límites claros y mostrarle alternativas de apoyo.

Algunas pautas que pueden ayudarte:

* Habla con calma y desde el cariño, expresando tu preocupación por su bienestar sin reproches ni críticas directas. El objetivo es que sienta que no está solo, no que se sienta juzgado.
* Pon límites claros y saludables, porque la convivencia con alguien que consume en exceso puede afectar a toda la familia. Cuidar de ti también es fundamental.
* Infórmate sobre recursos especializados: asociaciones de ayuda a familiares, grupos o centros de atención en adicciones pueden orientarte y darte herramientas prácticas.
*Ofrece tu apoyo para dar el primer paso: por ejemplo, acompañándolo a una consulta médica o de salud mental, pero sin presionarle de forma que se cierre aún más.

Es normal que sientas miedo y desesperanza, pero buscar ayuda tú también —como madre y familiar— puede darte fuerza y nuevas estrategias para manejar la situación. A veces, cuando la familia cambia la forma de relacionarse con la adicción, eso mismo puede abrir la puerta a que la persona se plantee buscar ayuda.

No estás sola en esto, y pedir apoyo para ti ya es un gran paso.

Un abrazo grande,

Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807

Gracias por compartir tu preocupación, entiendo lo duro que debe ser para ti ver a tu hijo en esta situación. Cuando una persona tiene una adicción y no reconoce el problema o no quiere dejar de beber, suele ser muy difícil “convencerla” directamente. La motivación para el cambio debe nacer de él, aunque la familia pueda influir.

Lo que sí puedes hacer es:
• Expresar tu preocupación de manera clara pero sin reproches.
• Marcar límites saludables para protegerte y no normalizar su consumo.
• Buscar apoyo para ti, ya sea en terapia individual o en grupos de familiares de personas con adicciones (como Al-Anon).
• Favorecer un entorno donde, cuando él esté preparado, sienta que pedir ayuda es posible y seguro.

El acompañamiento profesional puede orientarte sobre cómo actuar sin desgastarte ni sentirte sola en este proceso.

Si lo deseas, puedes pedirme una cita online y vemos juntas cómo afrontar esta situación.

Es una pregunta muy dificil de contestar. En primer lugar decir que lo siento por como lo estaréis pasando el resto de familiares. Lo primero, es hacerle ver que tiene un problema. Sin esa mínima conciencia de que algo no va bien del todo es muy difícil que alguien se plantee si quiera ir al psicólogo o cambiar de alguna forma.

Entiendo lo difícil que es. No puedes obligarlo a dejar el alcohol, pero sí hablarle en un momento tranquilo, expresando tu preocupación sin juzgar, ofrecerle opciones de ayuda (grupos de apoyo, terapia) y, sobre todo, cuidar tu propio bienestar. Busca también apoyo profesional para ti; no tiene que ser conmigo, solo con alguien en quien confíes.

Entiendo tu preocupación, debe ser muy difícil ver a tu hijo en esa situación. Es importante saber que cuando una persona no reconoce que tiene un problema con el alcohol, convencerla de cambiar puede ser muy complicado. La decisión de dejar de beber debe partir de él, aunque tú sí puedes influir en cómo acompañarlo.
Algunas recomendaciones: evita discutir o imponer, expresa tu preocupación desde el cariño (“me preocupa tu salud”, “quiero verte bien”), marca límites claros si su consumo afecta a la convivencia y, sobre todo, busca apoyo para ti. Existen grupos de familiares (como Al-Anon) y orientación profesional que pueden ayudarte a manejar esta situación sin desgastarte.
Recuerda: aunque quieras ayudarlo, no puedes hacerlo sola ni en su lugar. Ofrecerle tu apoyo, mostrarle recursos disponibles y cuidar de ti son pasos fundamentales en este proceso.

Entiendo tu preocupación. Cuando una persona tiene una adicción al alcohol y no quiere dejarlo, es habitual que la familia se sienta impotente. Lo más importante es que el cambio no puede imponerse: la motivación debe surgir de él. Lo que sí podéis hacer es marcar límites claros, evitar encubrir las consecuencias de su consumo y mantener una comunicación serena pero firme sobre cómo os afecta.

Muchas veces, lo que ayuda es que la familia también reciba orientación psicológica para aprender a manejar la situación y no caer en dinámicas que perpetúan la adicción. Un psicólogo especializado en adicciones puede acompañaros a vosotros y, cuando él esté dispuesto, ofrecerle un espacio seguro para empezar su proceso de cambio. Aunque no lo parezca, incluso los pequeños mensajes consistentes y sin juicios acaban sembrando la semilla para que busque ayuda.

Una de las cosas más útiles puede ser tratar de entender qué papel está teniendo el alcohol en su vida, es decir, qué está tapando o calmando. Muchas veces pensamos que el problema es el alcohol, cuando en realidad está siendo una “solución” a algo más profundo. Abrir una puerta al diálogo y mostrar interés por lo que hay detrás puede ser un primer paso importante para que él mismo vea la necesidad de buscar ayuda.

Si quieres más información sobre cómo trabajar este tipo de situaciones, puedes visitar mi perfil o ponerte en contacto conmigo, estaré encantado de acompañaros en este proceso

Debe ser muy duro para ti vivir esta situación. Entiendo tu preocupación. Cuando una persona tiene una adicción y no quiere dejarla, no es posible obligarla, pero sí puedes influir desde el amor y el límite. Algunas ideas que pueden ayudarte:

Habla desde tu experiencia, no desde la crítica: dile cómo te sientes tú al verlo beber, sin acusarlo (“me preocupa… me duele…”).

Pon límites claros: amar no significa permitir conductas que te lastiman o que lo dañan más.

Ofrece alternativas, como acompañarlo a una primera cita con un profesional o a un grupo de apoyo (Alcohólicos Anónimos, psicólogo, médico).

Busca apoyo para ti también: hay grupos para familiares (Al-Anon, terapia), que ayudan a sostenerte y a no quedarte sola en este proceso.

El cambio depende de él, pero tu forma de acompañarlo y cuidarte a ti misma puede marcar una diferencia.

Lo que estás viviendo como madre es muy doloroso y angustiante. En estos casos, lo más importante es mantener una actitud de apoyo y cariño, evitando los reproches directos, y escoger un momento en el que tu hijo esté tranquilo y sobrio para expresar tu preocupación de manera empática y sincera. Habla desde lo que sientes, sin juzgar, para que él no se cierre a la conversación o la perciba como un ataque.
Además, es fundamental que no encubras ni facilites su consumo, y permitas que él asuma las consecuencias de sus decisiones, ya que protegerlo solo perpetúa el problema. Puedes buscar la orientación de un profesional en adicciones para saber cómo abordar la situación y diseñar juntos estrategias para motivarlo a pedir ayuda cuando esté preparado. La unión y el apoyo familiar son clave para que él no se sienta solo; sin embargo, la decisión final de cambiar debe ser suya, aunque tú siempre puedes recordarle que estarás ahí para acompañarlo en ese proceso.

Finalmente, cuida también de tu propio bienestar y busca apoyo para ti misma, como grupos de ayuda a familiares de personas con adicciones, porque cuidarte te permitirá ayudarlo mejor y sostenerte en un camino que suele ser largo y no siempre lineal. Si quieres, en una consulta podemos abordar tu angustia y te facilitaré estrategias concretas para que puedas sentirte más cómoda al abordar el tema con tu hijo. La perseverancia, la paciencia y la información adecuada serán tus mejores aliados. Un saludo, Silvia.

Hola,siento mucho lo que estás pasando. El alcoholismo es algo muy difícil y cuesta hacer que las personas dejen de tomar si no quieren o no tocan fondo. Mi recomendación es que tu trabajas con un psicólogo para llevar este tema por que si tu hijo sufre alcoholismo necesitarás mucho apoyo. Además, los grupos de Al-ANON o Codependencia van muy bien también. La adicción es un camino largo y dificil de llevar si uno está solo. Si necesitas apoyo, me puedes contactar.

Hola, siento mucho que estés pasando por esto, entiendo lo doloroso que es como madre ver que tu hijo necesita ayuda y no la acepta. Para que pueda recibir ayuda y le sea útil, él debe desear recibirla. Lo que sí puede ser de ayuda es comunicarle que estás preocupada por él y que estás dispuesta a ayudar y estar ahí cuando esté preparado para buscar apoyo profesional.

Hola BUENOS DIAS.
Es importante en los tratamientos de desintoxicación que la persona tenga conciencia de enfermedad y de lo que le viene ocurriendo, en este caso el consumo de alcohol que claramente afecta a su calidad de vida y su entorno social y laboral.

Sería bueno que pudiera consentir a visitar a un profesional médico o de la psicología y poder explicarse y exponer su problema, sería un primer paso importante.

Un saludo.

Hola.
Comprendo tu preocupación y el deseo de ayudarlo. Cuando alguien tiene una adicción y no reconoce el problema, forzar el cambio suele generar más resistencia. El foco está en aceptar que no puedes controlar su decisión, pero sí elegir cómo actuar tú desde tus valores de cuidado y amor, sin convertirte en rehén de su conducta.

Puedes abrir espacios de diálogo sin juicio, mostrando que tu preocupación nace del cariño (“me preocupa verte así, porque te quiero y me duele lo que te pasa”), y no del reproche. A veces, el cambio llega cuando la persona siente apoyo sin presión.

Mientras tanto, busca también apoyo para ti (grupos de familiares de adictos o terapia individual). Cuidarte no es rendirte, es mantenerte fuerte para acompañar de manera saludable, sin dejar que la adicción de él te consuma.

Entiendo lo difícil que debe ser para ti ver a tu hijo pasando por esta situación. El alcoholismo es una problemática compleja, y muchas veces quienes lo padecen no están listos para reconocerlo o pedir ayuda. Lo primero es hablar con él desde la comprensión y la preocupación, sin juzgarlo. Hazle saber que te preocupa su salud y bienestar, pero sin presionarlo.
Sugerirle opciones de ayuda profesional como terapia individual o grupos de apoyo, puede ser un buen paso. Sin embargo, recuerda que el cambio debe venir de él. Lo más importante es que sigas mostrando tu apoyo y paciencia, sin dejar de cuidar también de ti misma en este proceso.