Tengo un problema, tiendo a hacerme responsable de las acciones de otras personas y a preocuparme de

Buenos días. Es normal que tal y coo cuentas no puedas cicir tranquilo porque tu cabeza no para de buscarte tareas para calmar tu conciencia que, evidentemente alterada. Sospecho un trastorno obsesivo compulsivo, pero habría que valorarlo en más profundidad. Te recomiendo que acudas a psicoterapia para solucionarlo.

Hola! Debe de ser muy duro verte siempre preocupado por cosas a tu alrededor, e intentando resolverlo para buscar la paz mental. Es importante analizar con detalle lo que ocurre antes y después, porque expresas que lo ves como algo anormal pero, a la vez, hay algo que lo mantiene. No es culpa tuya: es que la mente a veces va por libre. Pero pedir ayuda es la decisión correcta. Habría que trabajar la conciencia de hasta qué punto eres responsable de lo que ocurre y de lo que puedes hacer para solucionarlo, y reducir tu sufrimiento para recuperar la calidad de vida. El TDAH es posible que te afecte porque hace que sea más difícil "hacer callar" la mente. Si quieres puedes hablar conmigo de forma personal para que pueda ayudarte. Gracias!

Buenos días:
Has sido muy valiente al contar con tanta franqueza lo que te pasa.
estás teniendo pensamientos intrusivos que dificultan el desarrollo de tu vida a diario.
Mientras tratas de resolver la vida de todos los demás, estás descuidando la tuya propia.
Tu intención al querer ayudar a los demás es buena, pero para poder hacerlo, primero tienes que estar tu bien, en equilibrio con tus pensamientos y tus emociones.
Tu responsabilidad en este momento, no es ayudar a los demás, si no ayudarte a ti mismo.
Necesitas ayuda de un profesional de la salud mental, un psicólogo que te haga una buena valoración psicológica y te de herramientas que te ayudarán.
Espero que te vaya muy bien.

Lo que describes parece estar relacionado con una hiperresponsabilidad obsesiva, un rasgo común en algunos casos de TOC, ansiedad o en personas con un fuerte sentido moral. Tu necesidad de asegurarte de que todo esté bien y evitar cualquier posible daño te genera un desgaste enorme. La procrastinación y el cambio de horario para evitar estas preocupaciones refuerzan el problema a largo plazo. Sería útil trabajar en terapia estrategias para diferenciar responsabilidades reales de aquellas que tu mente exagera y aprender a tolerar la incertidumbre sin necesidad de actuar compulsivamente. No estás solo en esto, y con el enfoque adecuado puedes recuperar tranquilidad y equilibrio.

Buenos días. Te iría bien tratar tu problema en psicoterapia, ya que además de tener esas obsesiones, puede que tengas una tendencia paranoide. Si lo tratas, se puede solucionar.

Hola,
Tu caso es suficientemente amplio como para tratar de darte una respuesta, pero al final ya das con un tema importante: autismo i TDH. Te recomiendo un especialista en estos temas y yo no lo soy. Saludos. Arnau

Estimado paciente,
Has explicado muy bien tu situación personal y emocional, algo que choca para un caso diagnosticado de autismo. Un primer consejo sería no condicionarte por los diagnósticos que hayas podido recibir y saber que tú puedes hacer mucho más de lo que crees para mejorar tu salud psicológica. Luego, te sugiero un trabajo de introspección y análisis de tu infancia/ inicio adolescencia para averiguar si en el cuidado que recibiste hubo un apego seguro (te sentiste querido, cuidado, seguro y validado) o inseguro. Finalmente de ánimo a mantener la estrategias distractoras del pensamiento que ya utilizas y añadir actividades de regulación emocional como yoga/meditar. Añadir ejercicio físico para regular tus niveles de cortisol (derivado del estrés que sientes) y como consejo final volver si puedes a regular tu vida con trabajo diurno y descanso nocturno (ritmos más acordes a nuestro reloj biológico natural), el buen descanso es un factor clave para un pensamiento claro y una actividad funcional sana. iSaludos y ánimo, seguro que encuentras el buen camino para tu mejoría!

Parece que estás lidiando con una carga emocional y mental muy pesada. La forma en la que describes tu preocupación constante, la sensación de responsabilidad extrema y la culpa que sientes sugieren que podrías estar experimentando algo más allá de una simple tendencia a preocuparte.

Tu forma de pensar parece estar marcada por un alto nivel de responsabilidad excesiva y ansiedad moral, algo que puede estar relacionado con la rigidez cognitiva que a veces se observa en personas dentro del espectro autista. Además, la procrastinación que mencionas como estrategia para aliviar la angustia también puede estar relacionada con síntomas de ansiedad y dificultades en la regulación emocional.

Lo que podrías estar experimentando
Algunas personas con autismo y TDAH pueden desarrollar patrones de pensamiento obsesivo o ansioso, como lo que describes. En tu caso, parece que el miedo a no hacer lo “correcto” o “moralmente bueno” te lleva a realizar conductas compulsivas (como revisar redes sociales, seguir animales por la calle, analizar a las personas de tu entorno, etc.), lo que puede parecerse a ciertos rasgos del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o de una ansiedad moral extrema. No es un diagnóstico, pero podría ser útil explorarlo con un profesional.

Estrategias que pueden ayudarte
Trabaja en la flexibilidad cognitiva: En lugar de ver la responsabilidad como algo absoluto, intenta preguntarte: ”¿Realmente depende solo de mí?” o “Si otra persona estuviera en mi lugar, ¿pensaría lo mismo?”
Pon límites a tu necesidad de comprobar: Intentar controlar todas las situaciones no solo te desgasta, sino que también refuerza tu ansiedad. Puedes proponerte pequeños desafíos, como no revisar redes sociales por un tiempo determinado o no seguir a cada animal que veas.
Ejercicios de mindfulness y relajación: Técnicas como la respiración profunda, la meditación o la escritura reflexiva pueden ayudarte a calmar la mente y a separar pensamientos irracionales de preocupaciones legítimas.
Consulta con un profesional de la salud mental: Un terapeuta especializado en ansiedad, TOC o personas con neurodivergencias puede ayudarte a desarrollar estrategias más efectivas y adaptadas a tu caso.

Entiendo que todo esto puede ser muy agotador, pero reconocer lo que está pasando es el primer paso para mejorar. No estás solo en esto, y con el apoyo adecuado puedes encontrar formas de manejar mejor estas preocupaciones.

Gracias por compartir esto que te tiene tan preocupado. Quiero decirte que lo que sientes es completamente válido, y puedo notar cuánto peso llevas encima por esta sensación de responsabilidad constante. Parece que hay una mezcla de ansiedad, culpa y una necesidad de control que se han convertido en una carga muy difícil de manejar para ti.

La forma en que describes tu preocupación extrema por los demás y por evitar cualquier posible daño sugiere que tu mente está en un estado de hipervigilancia, lo que puede ser agotador. Esto es algo frecuente en personas con autismo y/o TDAH, especialmente si hay una tendencia al pensamiento rígido, la hiperempatía o la dificultad para regular la ansiedad.

Estaría buenísimo que buscases un espacio preferiblemente con un profesional de la salud donde poner todo que comentas encima de la mesa e ir ordenando poco a poco esos pensamientos intrusivos que te están dificultando llevar el día a día con plena normalidad. No tienes nada de lo que avergonzarte, si bien es cierto que lo que te ocurre es más común de lo que crees, también es necesario accionar para que puedas llevar una buena calidad de vida, ahora y a futuro. No eres una mala persona por querer proteger, ayudar o hacer lo correcto. Pero tampoco eres responsable de todo lo que pasa en el mundo. Cuidarte a ti mismo también es una forma de hacer el bien.

Si necesitas hablar más de esto, aquí estoy. Te mando un fuerte abrazo

El hecho de asumir una responsabilidad desproporcionada sobre todo lo que sucede a tu alrededor, junto con la preocupación constante y el miedo a cometer omisiones que puedan generar consecuencias negativas, es un patrón característico del Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) con un fuerte componente de responsabilidad excesiva y culpa. Esto se manifiesta en la necesidad de verificar, controlar o prevenir posibles riesgos, como revisar cada pájaro herido o seguir a un gato callejero, así como en la autopercepción de que, si no actúas, eres una mala persona.

Este tipo de pensamiento está fuertemente vinculado a la intolerancia a la incertidumbre y al miedo a la omisión, lo que lleva a desarrollar conductas compulsivas que, aunque proporcionan alivio momentáneo, refuerzan el ciclo de ansiedad a largo plazo. Además, la procrastinación y el cambio de horarios de sueño sugieren una estrategia de evitación, lo que hace que el problema se intensifique con el tiempo.

Para abordar esta situación, es recomendable trabajar desde la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) con Exposición y Prevención de Respuesta (EPR). Esto implica reducir gradualmente las conductas de verificación y enfrentarse a la incertidumbre sin realizar la acción compulsiva. Además, la reestructuración cognitiva será clave para identificar pensamientos irracionales como "si no hago esto, soy responsable del daño", permitiendo modificar la tendencia a maximizar las consecuencias negativas.

Por otro lado, es necesario trabajar con técnicas de regulación emocional como el mindfulness y la relajación, para reducir la intensidad de los pensamientos intrusivos sin necesidad de responder a ellos con acciones compulsivas. En el caso del TDAH y el autismo, puede ser útil explorar estrategias de flexibilidad cognitiva para afrontar la ansiedad de forma más adaptativa.

Este problema es tratable con una intervención adecuada, enfocada en aceptar la incertidumbre y romper el ciclo de culpa y control.

Preocuparse tanto es una acción voluntaria pero que afecta a los demás y por lo tanto se puede volver involuntaria, entre la voluntariedad y la involuntariedad no hay límites claros, por eso buscas la opinión de los demás pese a que te insulten. Se trata de conseguir algo de control. Puedes tomarte una hora al día para escribir la lista de cosas a solucionar. Durante ese tiempo puedes escribir todo lo que se te ocurra que deberías solucionar. Cuando hayas terminado cada día debes repetir la lista pero añadir al menos una cosa más, aunque tengas que hacer un esfuerzo. Aunque con esto sientas que empiezas a tener control no te confíes y sigue haciendo el ejercicio durante una temporada ( después de la hora dedicada a la lista de cosas sigue con tu vida cotidiana, recordando que tendrás tu tiempo para retomar la lista y ampliarla).

Gracias por compartir tan abiertamente tu experiencia. Lo que estás viviendo es un reflejo de la ansiedad que puede surgir del TDAH y el autismo. Es común que las personas con estas condiciones experimenten una sobrecarga emocional, ya que pueden tender a sobrepensar y sentirse responsables de todo lo que sucede a su alrededor, incluso si no está dentro de su control. Este tipo de preocupaciones constantes puede generar un gran desgaste y dificultar la diferenciación entre lo que es realmente un peligro y lo que es solo una preocupación exacerbada.

El sentirte responsable de todo, incluso de cosas que no puedes solucionar, puede ser parte de cómo tu cerebro maneja el estrés. Las personas con TDAH, en particular, pueden tener una tendencia a reaccionar emocionalmente de forma intensa, lo que lleva a una sensación de estar "en alerta" constante, buscando cosas a las que aferrarse o intentar controlar. Además, como mencionas, esto puede llevar a la procrastinación, ya que el estrés se vuelve tan abrumador que, a veces, la única forma de lidiar con él es posponerlo.

Es importante reconocer que no estás solo. en esto, y lo primero que te diría es que lo que estás viviendo no es algo de lo que debas sentirte avergonzado. Hay formas de gestionar esta ansiedad y aprender a poner límites más saludables en tus pensamientos y emociones. La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es una de las herramientas más efectivas para ayudarte a identificar patrones de pensamiento poco realistas y enseñarte a enfrentarlos de manera más equilibrada. Además, trabajar en técnicas de relajación y mindfulness también puede ser útil para aprender a calmar tu mente y enfocarte en lo que realmente puedes controlar.

Lo más importante es que este proceso lleva tiempo, pero con el apoyo adecuado y estrategias efectivas, puedes comenzar a reducir la carga emocional que sientes y recuperar el equilibrio para disfrutar de las cosas que te gustan y mejorar tu bienestar general.
Recuerda que buscar ayuda profesional es un paso muy importante para entender y gestionar mejor estas preocupaciones. Mereces sentirte tranquilo y apoyado en este proceso.

Un saludo,
Ángela Jacome.