¿Cómo puedo dejar de ser agresiva con mis hijos?

6 respuestas
¿Cómo puedo dejar de ser agresiva con mis hijos?
No es sencillo dejar de ser agresiva con tus hijos, puesto que es una respuesta que tú has aprendido y llevas tiempo aplicándola con ellos. Pero no deja de ser una conducta y, por lo tanto, puedes modificarla. Necesitarás poner mucho esfuerzo, pero si realmente quieres podrás conseguirlo. Empieza por entender que cuánto más agresiva seas tú, tus hijos harán igual; por lo tanto, cuánto más te relajes tú, al final tus niños también aprenderán a relajarse. Antes de actuar, para un momento, respira profundamente, habla contigo misma y mándate mensajes positivos, cómo que tu puedes llevar de forma asertiva (con un tono de voz adecuado) la situación.

En la educación de nuestros hijos es importante intentar no prestar atención a las conductas negativas, y sí reforzar mucho (mediante elogios, afecto u otro tipo de recompensas) las conductas positivas que hacen. Trabajar tu inteligencia emocional te puede ayudar.

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Tendríamos que empezar por saber a qué llamas agresividad. No sé si son gritos o si esa agresividad es física. Es decir, que es importante saber el nivel de agresividad que tienes con ellos.
Muchas veces, como madres, no sabemos hacer que nuestros hijos respondan a nuestras exigencias, pensamos que no nos hacen caso o que no nos escuchan. La clave para que los niños obedezcan es la firmeza de criterios y eso excluye, absolutamente, la violencia.
Tal vez, deberías acudir a un psicólogo para que te de ciertas pautas comunicativas y educativas, así como para que te haga un entrenamiento en asertividad y control del estrés, ya que los hijos pueden llegar a ser un gran motivo de estrés.
¡¡Suerte!!
Evaluar lo que estás considerando como conducta agresiva, ver la intensidad, frecuencia y en qué circunstancias aparece con mayor probabilidad, te puede ayudar a establecer cambios.
Reflexionar sobre cómo te encuentras física y anímicamente en esta etapa vital es, también, de gran ayuda, ya que es frecuente que nuestras propias inseguridades, miedos y ansiedades nos hagan actuar en una dirección no deseada, tanto más, si llevamos tiempo utilizándolo o ha sido una forma de relación que has visto en tu infancia.
Son múltiples factores los que pueden estar interviniendo. Si crees que te sobrepasa, te recomiendo que acudas a un psicólogo/a que te ayude a evaluarlos y a establecer cambios que te lleven a un mayor bienestar en la relación con tus hijos y contigo misma.
Hola
Cabría primero preguntarse que es lo que consideras "ser agresiva" y a partir de ahí, consultando con un especialista, ir descubriendo cual es la historia de aquello que aparece de esta manera que parece que te hace sufrir.

Debajo de estas manifestaciones está aquello que las está causando.

Saludos
En el caso que planteas sería necesario determinar cuáles son los comportamientos agresivos que comentas, pero también los pensamientos y emociones que tienes en ese momento para poder incidir sobre ellos y regularlos. ¿Qué piensas y sientes en en esos momentos? ¿Estás desahogándote o educando? ¿Sientes rabia? Conviene analizar estas cuestiones para poder controlar la agresividad. Hay una alternativa, aprender asertividad. Por otro lado, ¿te sientes insegura? ¿tienes algo de tiempo para ti misma? ¿realizas alguna actividad al margen del cuidado de los niños?
Por otro lado, la consulta con un psicólogo puede ser de utilidad para establecer unas pautas de conducta que ayuden a hacer más satisfactoria la relación con los hijos y también mejore el comportamiento de los mismos.
Los niños desde muy pequeños identifican estados emocionales y debemos cuidar el ejemplo que ofrecemos. Puede ser controlado incidiendo en cómo te sientes y qué cosas piensas cuando actúas de esta forma.
Lo 1º que tendrás que hacer es acudir a un profesional, para poder reproducir esos patrones de conductas que se lo derivas a tus hijos y hacer una reconstrucción cognitiva por los motivos que te han llevado a actuar así.
Muchas veces los padres actuamos de forma y con hábitos negativos hacia la gente que tenemos alrededor por motivos externos que nos están afectando y no sabemos reconocer el estrés que estamos teniendo. Esos hábitos y actitudes negativas que vamos construyendo con el tiempo lo vamos trasladando a nuestros hijos que son los más cercanos pero para bloquear y transformar esas conductas tenemos que ir viendo y saber las causas por las que nos llevan a comportarse así y realizar una terapia para no reincidir de nuevo.

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