Hola, llegué aquí buscando información sobre mis reacciones y creo oportuno plasmarlas para recibir
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Hola, llegué aquí buscando información sobre mis reacciones y creo oportuno plasmarlas para recibir opiniones profesionales.
Tengo una hija de 7 años, y la cuido yo solo. Desde que tiene 1 año los padres nos separamos, y su madre ha perdido la custodia 2 veces debido a problemas mentales. Quiere decir que me ocupo absolutamente de todo, crianza, educación, alimentación, ... además de mi día a día. Imaginaros, además de esto, mi situación traumática, tratar con su madre que padece de esquizofrenia, y con el amparo hacia las mujeres que hacia los hombres no existe, ya que sufrimos de abandono por parte de las instituciones.
Toda esta situación me lleva a perder el control en situaciones, intento respirar profundamente y no gritar, pero mi hija parece que no recapacita y no le da seriedad al asunto hasta que no grito de manera descontrolada, o bien, le doy dos cachetes en el trasero. Incluso alguna vez le he hecho comentarios muy duros (como que iba a dejarla con su madre y yo iba a desaparecer para siempre), comentarios y acciones de las que al momento me arrepiento profundamente y me hacen sentir muy mal.
Estoy recibiendo ayuda psicológica gratuita por parte de la seguridad social pero no consigo conectar realmente con la profesional, aunque el mes que viene volveremos a vernos.
Voy viendo diferentes respuestas a otras situaciones similares y tomo nota de todo.
Gracias por vuestra ayuda.
Tengo una hija de 7 años, y la cuido yo solo. Desde que tiene 1 año los padres nos separamos, y su madre ha perdido la custodia 2 veces debido a problemas mentales. Quiere decir que me ocupo absolutamente de todo, crianza, educación, alimentación, ... además de mi día a día. Imaginaros, además de esto, mi situación traumática, tratar con su madre que padece de esquizofrenia, y con el amparo hacia las mujeres que hacia los hombres no existe, ya que sufrimos de abandono por parte de las instituciones.
Toda esta situación me lleva a perder el control en situaciones, intento respirar profundamente y no gritar, pero mi hija parece que no recapacita y no le da seriedad al asunto hasta que no grito de manera descontrolada, o bien, le doy dos cachetes en el trasero. Incluso alguna vez le he hecho comentarios muy duros (como que iba a dejarla con su madre y yo iba a desaparecer para siempre), comentarios y acciones de las que al momento me arrepiento profundamente y me hacen sentir muy mal.
Estoy recibiendo ayuda psicológica gratuita por parte de la seguridad social pero no consigo conectar realmente con la profesional, aunque el mes que viene volveremos a vernos.
Voy viendo diferentes respuestas a otras situaciones similares y tomo nota de todo.
Gracias por vuestra ayuda.
Gracias por compartir tu situación con tanta sinceridad. Es comprensible que la carga que asumes te desborde en algunos momentos. Sin embargo, es importante aclarar que los cachetes no educan: solo sirven para que tú te desahogues en ese momento, pero a tu hija no le aportan nada positivo. Al contrario, lo que aprende es que, cuando uno se enfada, la forma de reaccionar es con gritos o golpes.
Para ella también debe ser muy difícil crecer sin la presencia cotidiana de su madre, aunque esté enferma, y eso hace que necesite aún más seguridad, calma y referencias estables en ti.
Quiero que sepas que puedo ofrecerte ayuda gratuita para trabajar específicamente la relación con tu hija y darte herramientas educativas y emocionales más sanas. Si lo deseas, escríbeme un mensaje a través de la plataforma de Doctoralia para coordinar una cita.
Para ella también debe ser muy difícil crecer sin la presencia cotidiana de su madre, aunque esté enferma, y eso hace que necesite aún más seguridad, calma y referencias estables en ti.
Quiero que sepas que puedo ofrecerte ayuda gratuita para trabajar específicamente la relación con tu hija y darte herramientas educativas y emocionales más sanas. Si lo deseas, escríbeme un mensaje a través de la plataforma de Doctoralia para coordinar una cita.
Hola!!
Es importantísimo, a la hora de entablar una relación psicoterapéutica, el feeling entre psicólogo y paciente, pero también es cierto que, en muchas ocasiones, esta conexión no existe o se rompe porque el paciente se siente incomprendido o juzgado y, eso, quizás es lo que te ha sucedido.
No sé si te referías exactamente a esto cuando has fo rulado tu pregunta.
Si te refieres a la forma de tratar a la niña, creo que cualquier consejo está de más porque, por lo que he visto, eres totalmente consciente de cuáles son tus puntos flacos o lo que deberías tratar de mejorar, y eso ya es un gran paso. Vas por buen camino, pero entiendo que debe ser duro luchar con lo que tienes entre manos!
En cuanto a la relación con tu hija, cuando te enfades con ella, piensa cómo debe sentirse con una madre “ausente” (o peor que ausente!) y el miedo a pensar que el padre también puede desaparecer y, encima, por su culpa! Sensación de abandono, apego ansioso, inseguridad, baja autoestima… Miedo!!!
Una escuché de de un psicólogo: si a un niños le dices que vendrán los Reyes, se lo cree, que al final del Arco Iris, se lo cree, que viene el Ratoncito Pérez, se lo cree… Si le llamas tonto: se lo cree. Y yo añado: si le dices que puedes abandonarla, se lo cree!!
Un abrazo y mucho, mucho .mucho amor y paciencia!!
Es importantísimo, a la hora de entablar una relación psicoterapéutica, el feeling entre psicólogo y paciente, pero también es cierto que, en muchas ocasiones, esta conexión no existe o se rompe porque el paciente se siente incomprendido o juzgado y, eso, quizás es lo que te ha sucedido.
No sé si te referías exactamente a esto cuando has fo rulado tu pregunta.
Si te refieres a la forma de tratar a la niña, creo que cualquier consejo está de más porque, por lo que he visto, eres totalmente consciente de cuáles son tus puntos flacos o lo que deberías tratar de mejorar, y eso ya es un gran paso. Vas por buen camino, pero entiendo que debe ser duro luchar con lo que tienes entre manos!
En cuanto a la relación con tu hija, cuando te enfades con ella, piensa cómo debe sentirse con una madre “ausente” (o peor que ausente!) y el miedo a pensar que el padre también puede desaparecer y, encima, por su culpa! Sensación de abandono, apego ansioso, inseguridad, baja autoestima… Miedo!!!
Una escuché de de un psicólogo: si a un niños le dices que vendrán los Reyes, se lo cree, que al final del Arco Iris, se lo cree, que viene el Ratoncito Pérez, se lo cree… Si le llamas tonto: se lo cree. Y yo añado: si le dices que puedes abandonarla, se lo cree!!
Un abrazo y mucho, mucho .mucho amor y paciencia!!
Hola, primero de todo, gracias por compartir tu experiencia con tanta sinceridad y valentía, no es fácil por lo que estás pasando y ya escribirlo y verbalizarlo es un paso importante. Se nota que llevas una gran carga a tus espaldas, por la responsabilidad de criar a tu hija, la complejidad de tu situación personal y también familiar. Es comprensible que a veces te sientas desbordado y reacciones de una manera que no te gusta y te genera culpa. También es importante entender que esto no significa que no quieras a tu hija, sino que estás en una situación de mucho estrés y agotamiento que quieres aprender a manejar para evitar estos episodios que comentas, y los pasos que has dado como ir a la seguridad social y escribirlo o leer sobre ello es señal de que quieres mejorar y darle lo mejor de ti a tu hija.
Algunas ideas que pueden ayudarte en el día a día son poner en práctica el autocuidado, aunque parezca imposible, busca momentos cortos para ti, incluso de 5-10 minutos, para respirar, escuchar música, hacer algo que te guste, ya que tu bienestar influye en cómo acompañas a tu hija.
Hablar y consensuar una serie de normas con la menor para que comprenda las consecuencias de no respetar esas normas, ya que con 7 años aun está aprendiendo a regularse y puede no entender la seriedad de algo hasta que te oye gritar muy fuerte como comentas. Cuando notes que pierdes el control, trata de retirarte unos segundos hacer un par de ciclos de respiración y volver, aunque tengas que decirle “espera, necesito un momento para tranquilizarme”.
Y por último, te animo a comentarle todo esto a la psicóloga que te atiende, para que comprenda claramente lo que necesitas, y si sigues sin sentirte acompañado, valora la posibilidad de buscar otro profesional.
Lo que estás viviendo no es fácil y ser padre perfecto no existe, lo importante es tu intención de hacerlo mejor. Mucho ánimo en este camino, no estás solo.
Algunas ideas que pueden ayudarte en el día a día son poner en práctica el autocuidado, aunque parezca imposible, busca momentos cortos para ti, incluso de 5-10 minutos, para respirar, escuchar música, hacer algo que te guste, ya que tu bienestar influye en cómo acompañas a tu hija.
Hablar y consensuar una serie de normas con la menor para que comprenda las consecuencias de no respetar esas normas, ya que con 7 años aun está aprendiendo a regularse y puede no entender la seriedad de algo hasta que te oye gritar muy fuerte como comentas. Cuando notes que pierdes el control, trata de retirarte unos segundos hacer un par de ciclos de respiración y volver, aunque tengas que decirle “espera, necesito un momento para tranquilizarme”.
Y por último, te animo a comentarle todo esto a la psicóloga que te atiende, para que comprenda claramente lo que necesitas, y si sigues sin sentirte acompañado, valora la posibilidad de buscar otro profesional.
Lo que estás viviendo no es fácil y ser padre perfecto no existe, lo importante es tu intención de hacerlo mejor. Mucho ánimo en este camino, no estás solo.
Hola,
Nuestra recomendación es un acompañamiento psicológico más frecuente para poder abordar las dificultades y la sobrecarga que comentas y poder ayudarte a regular. Es cierto que en la seguridad social no suele haber más continuidad por falta de recursos pero si puedes invertir en tu salud, te lo recomendamos. Existen seguros con reembolso con los que puedes acceder a profesionales privados y pedir el reembolso de parte de las sesiones.
Espero haber ayudado,
saludos,
Nuestra recomendación es un acompañamiento psicológico más frecuente para poder abordar las dificultades y la sobrecarga que comentas y poder ayudarte a regular. Es cierto que en la seguridad social no suele haber más continuidad por falta de recursos pero si puedes invertir en tu salud, te lo recomendamos. Existen seguros con reembolso con los que puedes acceder a profesionales privados y pedir el reembolso de parte de las sesiones.
Espero haber ayudado,
saludos,
Gracias por compartirlo con tanta honestidad. Entiendo lo agotador que puede ser. Es importante evitar cualquier forma de violencia, incluso en momentos de frustración. Busca un espacio para manejo de la ira y apoyo en crianza, y si no conectas con tu terapeuta, pide un cambio o un programa de parentalidad.
Si lo deseas, puedo ayudarte a trabajar en técnicas de autocontrol y en un plan de crianza positivo para ti y tu hija.
Si lo deseas, puedo ayudarte a trabajar en técnicas de autocontrol y en un plan de crianza positivo para ti y tu hija.
Gracias por compartir tu experiencia, no es fácil reconocer lo que te pasa y ya es un paso muy valioso que lo expreses aquí. Entiendo el cansancio y la sobrecarga que sientes al llevar solo la crianza y, a la vez, lidiar con tantas dificultades.
Lo primero es cuidarte tú para poder cuidar de tu hija. Evita los cachetes y amenazas (aunque salgan del descontrol), porque dañan la confianza y generan más miedo que aprendizaje. Cuando notes que la rabia sube, intenta retirarte un momento, respirar y volver más calmado. Después, marca límites claros y firmes, pero desde la calma, y refuerza siempre que tu hija haga las cosas bien.
También es muy importante que busques apoyos: familiares, talleres de parentalidad o pedir un cambio de profesional si sientes que no conectas con la terapeuta actual. No tienes que hacerlo todo solo, y pedir ayuda es un acto de responsabilidad, no de debilidad.
Ya estás en el camino de mejorar la relación con tu hija, y con acompañamiento adecuado podrás encontrar estrategias que te ayuden a regularte y a sentirte más seguro como padre.
Un abrazo,
Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807
Lo primero es cuidarte tú para poder cuidar de tu hija. Evita los cachetes y amenazas (aunque salgan del descontrol), porque dañan la confianza y generan más miedo que aprendizaje. Cuando notes que la rabia sube, intenta retirarte un momento, respirar y volver más calmado. Después, marca límites claros y firmes, pero desde la calma, y refuerza siempre que tu hija haga las cosas bien.
También es muy importante que busques apoyos: familiares, talleres de parentalidad o pedir un cambio de profesional si sientes que no conectas con la terapeuta actual. No tienes que hacerlo todo solo, y pedir ayuda es un acto de responsabilidad, no de debilidad.
Ya estás en el camino de mejorar la relación con tu hija, y con acompañamiento adecuado podrás encontrar estrategias que te ayuden a regularte y a sentirte más seguro como padre.
Un abrazo,
Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807
Gracias por tu sinceridad al compartir todo lo que estás viviendo. Entiendo lo agotador que resulta llevar solo la crianza y al mismo tiempo lidiar con las propias emociones y el pasado.
Quiero ofrecerte una mirada que puede ayudarte: muchas veces reaccionamos de manera automática (gritos, golpes, palabras duras) no porque seamos “malos padres”, sino porque hay emociones no resueltas y creencias profundas que se activan frente a la conducta de nuestros hijos. Lo que pasa fuera (tu hija no obedece, discute, etc.) toca algo interno en ti, y tu cuerpo responde con impulsos que después te hacen sentir culpa.
Trabajar desde ahí significa preguntarse:
¿Qué siento realmente en ese momento? (miedo, impotencia, soledad, cansancio…)
¿Qué historia mía toca lo que hace mi hija? ¿Me recuerda a cómo me trataban, a lo que yo viví de pequeño, o a lo que me hubiese gustado recibir?
¿Qué expectativa tengo de ella que, al no cumplirse, me hace perder el control?
Cuando empiezas a identificar esas emociones y darles un lugar, el impulso de gritar o golpear se reduce, porque ya no luchas contra tu hija, sino que comprendes lo que se despierta en ti. Eso no significa justificar la violencia —significa cortar el ciclo de repetir sin querer lo que hemos vivido o aprendido.
El proceso consiste en transformar el malestar en conciencia: reconocer que tu hija no viene a desobedecerte para dañarte, sino que está mostrando, con su conducta, un espejo de lo que tú puedes trabajar dentro de ti. Al hacerlo, poco a poco recuperas calma y capacidad de educar desde la firmeza, pero sin dañar.
Podemos ir paso a paso en este camino: observar tus reacciones, relacionarlas con tu historia personal, y elegir nuevas respuestas más saludables. Esto te ayudará a sentirte más libre, menos culpable y a construir con tu hija una relación de confianza.
Un saludo
Quiero ofrecerte una mirada que puede ayudarte: muchas veces reaccionamos de manera automática (gritos, golpes, palabras duras) no porque seamos “malos padres”, sino porque hay emociones no resueltas y creencias profundas que se activan frente a la conducta de nuestros hijos. Lo que pasa fuera (tu hija no obedece, discute, etc.) toca algo interno en ti, y tu cuerpo responde con impulsos que después te hacen sentir culpa.
Trabajar desde ahí significa preguntarse:
¿Qué siento realmente en ese momento? (miedo, impotencia, soledad, cansancio…)
¿Qué historia mía toca lo que hace mi hija? ¿Me recuerda a cómo me trataban, a lo que yo viví de pequeño, o a lo que me hubiese gustado recibir?
¿Qué expectativa tengo de ella que, al no cumplirse, me hace perder el control?
Cuando empiezas a identificar esas emociones y darles un lugar, el impulso de gritar o golpear se reduce, porque ya no luchas contra tu hija, sino que comprendes lo que se despierta en ti. Eso no significa justificar la violencia —significa cortar el ciclo de repetir sin querer lo que hemos vivido o aprendido.
El proceso consiste en transformar el malestar en conciencia: reconocer que tu hija no viene a desobedecerte para dañarte, sino que está mostrando, con su conducta, un espejo de lo que tú puedes trabajar dentro de ti. Al hacerlo, poco a poco recuperas calma y capacidad de educar desde la firmeza, pero sin dañar.
Podemos ir paso a paso en este camino: observar tus reacciones, relacionarlas con tu historia personal, y elegir nuevas respuestas más saludables. Esto te ayudará a sentirte más libre, menos culpable y a construir con tu hija una relación de confianza.
Un saludo
Tu historia refleja una fortaleza que muchas veces pasa desapercibida. Criar solo a tu hija, enfrentarte a una situación familiar tan compleja y seguir buscando ayuda demuestra que no te has rendido, aunque el cansancio y la frustración te visiten con frecuencia. Es humano perder el control en momentos de tensión, especialmente cuando sientes que todo recae sobre tus hombros. Lo importante es que reconoces esos momentos, los lamentas y buscas maneras de mejorar. Eso ya es un acto de amor y responsabilidad.
Tu hija, aunque aún no comprenda del todo la magnitud de lo que vives, está creciendo con un padre que lucha por ella. Y aunque los errores duelan, también pueden convertirse en oportunidades para enseñar, pedir perdón y construir un vínculo más honesto. No estás solo, y mereces apoyo que realmente te escuche y te entienda.
Si lo deseas podemos profundizar un poco más en una consulta psicológica Online.
Tu hija, aunque aún no comprenda del todo la magnitud de lo que vives, está creciendo con un padre que lucha por ella. Y aunque los errores duelan, también pueden convertirse en oportunidades para enseñar, pedir perdón y construir un vínculo más honesto. No estás solo, y mereces apoyo que realmente te escuche y te entienda.
Si lo deseas podemos profundizar un poco más en una consulta psicológica Online.
Buenas tardes,
La situación que estás viviendo y llevas viviendo años es tremendamente estresante y seguro que en muchos momentos frustrante.
No creo que tu hija no le dé importancia a la situación, problemente es su manera de plasmar el malestar que siente.
Niños tan pequeños muestran el malestar a través del comportamiento, regresiones a etapas anteriores de la infancia y rabietas.
Seguro que si se lo comentas al psicólogo al que estás yendo te ayudará a manejar la situación.
Saludos,
Javier
La situación que estás viviendo y llevas viviendo años es tremendamente estresante y seguro que en muchos momentos frustrante.
No creo que tu hija no le dé importancia a la situación, problemente es su manera de plasmar el malestar que siente.
Niños tan pequeños muestran el malestar a través del comportamiento, regresiones a etapas anteriores de la infancia y rabietas.
Seguro que si se lo comentas al psicólogo al que estás yendo te ayudará a manejar la situación.
Saludos,
Javier
Hola! Entiendo lo que cuentas, efectivamente perder los nervios a veces nos hace hacer cosas que no nos representan y de las que nos arrepentimos. Es muy bueno que hayas contado esto, porque precisamente en terapia es algo que puedes trabajar en profundidad. Parece que en situaciones límite para ti, la única respuesta que conoces hasta el momento es el responder con agresividad, lo ideal es que trabajes en posibles respuestas alternativas, entrenes esto y lo pongas en práctica, sobre todo que sean respuestas que no hagan daño ni a ti ni a nadie, que ayuden a paliar la situación y que no te hagan sentir culpa. Seguro que lo consigues, muchísimo ánimo!
Gracias por compartir tu situación con tanta sinceridad. Es evidente que estás viviendo un nivel muy alto de estrés y responsabilidad, y que te preocupa profundamente el bienestar de tu hija y tu propio comportamiento. Es comprensible que en momentos de agotamiento emocional puedas perder la paciencia, pero también es importante reconocer que los castigos físicos y los comentarios amenazantes pueden dañar la relación y la seguridad emocional de tu hija.
Tu conciencia y arrepentimiento son señales de que quieres mejorar y aprender estrategias más saludables para manejar estas situaciones. Es fundamental que sigas trabajando con un profesional, y si no logras conectar con la persona que te atiende actualmente, sería recomendable explorar otras opciones de terapia que se ajusten mejor a ti. Un psicólogo especializado en crianza, manejo del estrés y trauma podría ayudarte a encontrar herramientas efectivas para regular tus emociones y fortalecer la relación con tu hija sin recurrir a la violencia o amenazas.
Buscar apoyo adicional, como grupos de padres que atraviesen situaciones similares, también puede ser útil para sentirte acompañado y menos solo en esta responsabilidad. La terapia es un espacio seguro donde puedes hablar sin juicio y trabajar en estrategias concretas para tu bienestar y el de tu hija. Así que anímate a buscar ayuda y empieza tu camino de sanación cuanto antes.
Tu conciencia y arrepentimiento son señales de que quieres mejorar y aprender estrategias más saludables para manejar estas situaciones. Es fundamental que sigas trabajando con un profesional, y si no logras conectar con la persona que te atiende actualmente, sería recomendable explorar otras opciones de terapia que se ajusten mejor a ti. Un psicólogo especializado en crianza, manejo del estrés y trauma podría ayudarte a encontrar herramientas efectivas para regular tus emociones y fortalecer la relación con tu hija sin recurrir a la violencia o amenazas.
Buscar apoyo adicional, como grupos de padres que atraviesen situaciones similares, también puede ser útil para sentirte acompañado y menos solo en esta responsabilidad. La terapia es un espacio seguro donde puedes hablar sin juicio y trabajar en estrategias concretas para tu bienestar y el de tu hija. Así que anímate a buscar ayuda y empieza tu camino de sanación cuanto antes.
Buenas tardes, estás pasando por una situación muy difícil al tener que cuidar sólo a una niña, y con la madre que parece que no está estable de su trastorno y parece que interfiere con la niña, y eso te altera. Piensa que la ley está para saber discernir las cosas, no te sientas tan indefenso, puedes evitar situaciones que lleven a confusión después, o que ella pueda contar otra cosa, evitando verla directamente, no verla a solas sin otro adulto, pedir un punto de encuentro para las visitas con la niña... para tener las espaldas cubiertas.
En cuanto a la niña, supongo que ella se confunde mucho viendo actitudes de la madre, que entre otras cosas le insinuará que tú has hecho algo malo para que no estén juntas, y otras muchas cosas... Piensa que ella ya va teniendo edad para comprender lo que le pasa a la madre, explícale que es una enfermedad donde su cabeza a veces no sabe ver la realidad, si hace falta enséñale un informe médico... Si lo haces con cuidado eso no la daña, sino la ayuda a comprender y no estar tensa, es posible que algunos de sus malos comportamientos sean para poner a prueba tu amor por ella. A la vez dale la confianza de que la madre puede estar mejor si se toma bien la medicación y que tu intención no es que deje de verla, que nunca se lo vas a impedir. Todo eso la tranquilizará, reforzará vuestra confianza, y con ello la rabia que sientes.
Espèro haberte ayudado.
En cuanto a la niña, supongo que ella se confunde mucho viendo actitudes de la madre, que entre otras cosas le insinuará que tú has hecho algo malo para que no estén juntas, y otras muchas cosas... Piensa que ella ya va teniendo edad para comprender lo que le pasa a la madre, explícale que es una enfermedad donde su cabeza a veces no sabe ver la realidad, si hace falta enséñale un informe médico... Si lo haces con cuidado eso no la daña, sino la ayuda a comprender y no estar tensa, es posible que algunos de sus malos comportamientos sean para poner a prueba tu amor por ella. A la vez dale la confianza de que la madre puede estar mejor si se toma bien la medicación y que tu intención no es que deje de verla, que nunca se lo vas a impedir. Todo eso la tranquilizará, reforzará vuestra confianza, y con ello la rabia que sientes.
Espèro haberte ayudado.
Gracias por compartir tu historia con tanta sinceridad; se nota cuánto esfuerzo y desgaste hay detrás. Criar en solitario a una hija pequeña, con todo el peso logístico, emocional y además el contacto con una expareja con problemas graves de salud mental, es una carga enorme para cualquier persona. Es comprensible que, en ese contexto, sientas que te desbordas y que a veces reacciones de maneras de las que luego te arrepientes; no significa que seas un mal padre, sino que estás al límite de tus recursos emocionales.
Desde un enfoque cognitivo, la acumulación de estrés, falta de descanso y la sensación de no tener apoyos reales hacen que tu sistema nervioso esté en estado de alerta constante. En ese estado, es muy fácil que ante conductas normales de una niña de 7 años (que por su edad todavía está aprendiendo a regularse) tú sientas que “no te hace caso” y explotes. Desde la perspectiva sistémica, se ve claro que no solo es tu hija la que necesita límites, sino tú quien necesita una red y espacios para descargar y cuidarte para poder poner esos límites sin violencia.
Lo primero es reconocer —como ya haces— que los gritos, los cachetes o las amenazas no son la forma en que quieres educar a tu hija. Eso es un paso enorme. El siguiente es buscar no solo terapia individual, sino apoyo parental especializado, grupos de padres en situaciones similares o asociaciones de familias monoparentales, donde puedas aprender técnicas de manejo conductual y autorregulación emocional. También es válido pedir un cambio de profesional si no sientes conexión; la alianza terapéutica es clave para que el trabajo funcione.
No estás solo ni eres el único padre en esta situación, aunque así se sienta. Con el apoyo adecuado puedes aprender a manejar tu estrés, comunicarte de otro modo con tu hija y, sobre todo, a cuidar también de ti mismo. Eso no solo te ayudará a ti, sino que será un modelo poderoso para ella. El hecho de que estés aquí buscando orientación y que reconozcas tu malestar ya es un indicador de que quieres hacerlo diferente, y eso es el punto de partida más importante.
Desde un enfoque cognitivo, la acumulación de estrés, falta de descanso y la sensación de no tener apoyos reales hacen que tu sistema nervioso esté en estado de alerta constante. En ese estado, es muy fácil que ante conductas normales de una niña de 7 años (que por su edad todavía está aprendiendo a regularse) tú sientas que “no te hace caso” y explotes. Desde la perspectiva sistémica, se ve claro que no solo es tu hija la que necesita límites, sino tú quien necesita una red y espacios para descargar y cuidarte para poder poner esos límites sin violencia.
Lo primero es reconocer —como ya haces— que los gritos, los cachetes o las amenazas no son la forma en que quieres educar a tu hija. Eso es un paso enorme. El siguiente es buscar no solo terapia individual, sino apoyo parental especializado, grupos de padres en situaciones similares o asociaciones de familias monoparentales, donde puedas aprender técnicas de manejo conductual y autorregulación emocional. También es válido pedir un cambio de profesional si no sientes conexión; la alianza terapéutica es clave para que el trabajo funcione.
No estás solo ni eres el único padre en esta situación, aunque así se sienta. Con el apoyo adecuado puedes aprender a manejar tu estrés, comunicarte de otro modo con tu hija y, sobre todo, a cuidar también de ti mismo. Eso no solo te ayudará a ti, sino que será un modelo poderoso para ella. El hecho de que estés aquí buscando orientación y que reconozcas tu malestar ya es un indicador de que quieres hacerlo diferente, y eso es el punto de partida más importante.
Hola, antes de nada, gracias por la valentía de compartir una situación tan compleja y dolorosa. Es admirable la enorme responsabilidad que llevas sobre tus hombros, y es completamente comprensible que te sientas desbordado.
Lo que describes suena al efecto del "vaso que rebosa". No se trata de ser un mal padre, sino de un sistema nervioso que lleva años sometido a un estrés crónico y a una situación traumática. Cuando el vaso está tan lleno, cualquier pequeña gota (una conducta normal de una niña de 7 años) hace que todo se desborde en forma de gritos o acciones de las que luego, como bien dices, te arrepientes. Ese arrepentimiento inmediato demuestra el amor que sientes por tu hija.
Desde un punto de vista general, es importante saber que los gritos o los castigos físicos, aunque parezcan funcionar a corto plazo, a la larga pueden generar miedo y afectar a la autoestima del niño, además de no enseñarle a regular sus propias emociones.
Un foro como este no puede sustituir el acompañamiento cercano y personalizado que tanto tú como tu hija merecéis. Es fundamental que encuentres un profesional con quien sí conectes, un espacio seguro donde puedas descargar todo ese peso, sanar tus heridas y aprender herramientas de crianza y autorregulación que funcionen para vuestra familia.
Si en algún momento decides buscar una segunda opinión o un enfoque diferente, te ofrezco ese espacio para hablarlo sin ningún compromiso. Mucho ánimo
Lo que describes suena al efecto del "vaso que rebosa". No se trata de ser un mal padre, sino de un sistema nervioso que lleva años sometido a un estrés crónico y a una situación traumática. Cuando el vaso está tan lleno, cualquier pequeña gota (una conducta normal de una niña de 7 años) hace que todo se desborde en forma de gritos o acciones de las que luego, como bien dices, te arrepientes. Ese arrepentimiento inmediato demuestra el amor que sientes por tu hija.
Desde un punto de vista general, es importante saber que los gritos o los castigos físicos, aunque parezcan funcionar a corto plazo, a la larga pueden generar miedo y afectar a la autoestima del niño, además de no enseñarle a regular sus propias emociones.
Un foro como este no puede sustituir el acompañamiento cercano y personalizado que tanto tú como tu hija merecéis. Es fundamental que encuentres un profesional con quien sí conectes, un espacio seguro donde puedas descargar todo ese peso, sanar tus heridas y aprender herramientas de crianza y autorregulación que funcionen para vuestra familia.
Si en algún momento decides buscar una segunda opinión o un enfoque diferente, te ofrezco ese espacio para hablarlo sin ningún compromiso. Mucho ánimo
Gracias por abrirte tanto y contar tu situación .
Lo que describes es muy duro y refleja una sobrecarga emocional enorme: estás criando solo a tu hija, lidiando con tu trabajo, tu vida personal y una ex-pareja con problemas graves de salud mental. Es completamente comprensible que estés agotado, frustrado y que a veces pierdas el control. Esto no te hace “mala persona” ni “mal padre”; indica que necesitas más apoyo, contención y herramientas para poder sostener esta situación tan exigente.
Estás en estrés crónico. Criar solo, con un historial de conflictos y sin sentir apoyo institucional, genera agotamiento emocional (burnout parental). Cuando uno está saturado, el cerebro entra en modo lucha/huida: el autocontrol baja, suben la irritabilidad y la impulsividad. Por eso terminas gritando o diciendo cosas de las que luego te arrepientes. Esto no significa que seas violento por naturaleza; significa que necesitas ayuda para autorregularte y recuperar recursos.
Tu hija tiene 7 años, está en una etapa en la que aún no regula del todo sus emociones y necesita un adulto calmado para aprender. Pero si tú estás desbordado, es muy difícil.
Aún así, estás haciendo cosas para cambiar eso como; ir a terapia: aunque no hayas conectado del todo, es un paso enorme. Coméntale a la psicóloga de forma honesta que no sientes conexión y qué necesitas (más pautas prácticas, más escucha, etc.). Si aun así no te sientes atendido, puedes pedir cambio de profesional. Es tu derecho.
También reconoces cuando te excedes y te arrepientes: esto es un signo de que tienes consciencia y motivación de mejorar, y buscas ayuda e información: como ahora.
Para ayudarte más; puedes buscar grupos de apoyo de padres y madres solos, y hacer rutinas de autocuidado diario: respirar, meditar, caminar, ejercicio. No es un lujo; es una necesidad para poder cuidar.
Estás haciendo algo muy difícil solo. Que te sientas desbordado no significa que seas incapaz. Con más apoyo y herramientas, vas a poder gestionar mejor estos momentos. La culpa que sientes ya es un indicio de que quieres hacerlo diferente. Un abrazo!!
Lo que describes es muy duro y refleja una sobrecarga emocional enorme: estás criando solo a tu hija, lidiando con tu trabajo, tu vida personal y una ex-pareja con problemas graves de salud mental. Es completamente comprensible que estés agotado, frustrado y que a veces pierdas el control. Esto no te hace “mala persona” ni “mal padre”; indica que necesitas más apoyo, contención y herramientas para poder sostener esta situación tan exigente.
Estás en estrés crónico. Criar solo, con un historial de conflictos y sin sentir apoyo institucional, genera agotamiento emocional (burnout parental). Cuando uno está saturado, el cerebro entra en modo lucha/huida: el autocontrol baja, suben la irritabilidad y la impulsividad. Por eso terminas gritando o diciendo cosas de las que luego te arrepientes. Esto no significa que seas violento por naturaleza; significa que necesitas ayuda para autorregularte y recuperar recursos.
Tu hija tiene 7 años, está en una etapa en la que aún no regula del todo sus emociones y necesita un adulto calmado para aprender. Pero si tú estás desbordado, es muy difícil.
Aún así, estás haciendo cosas para cambiar eso como; ir a terapia: aunque no hayas conectado del todo, es un paso enorme. Coméntale a la psicóloga de forma honesta que no sientes conexión y qué necesitas (más pautas prácticas, más escucha, etc.). Si aun así no te sientes atendido, puedes pedir cambio de profesional. Es tu derecho.
También reconoces cuando te excedes y te arrepientes: esto es un signo de que tienes consciencia y motivación de mejorar, y buscas ayuda e información: como ahora.
Para ayudarte más; puedes buscar grupos de apoyo de padres y madres solos, y hacer rutinas de autocuidado diario: respirar, meditar, caminar, ejercicio. No es un lujo; es una necesidad para poder cuidar.
Estás haciendo algo muy difícil solo. Que te sientas desbordado no significa que seas incapaz. Con más apoyo y herramientas, vas a poder gestionar mejor estos momentos. La culpa que sientes ya es un indicio de que quieres hacerlo diferente. Un abrazo!!
Gracias por tu mensaje, tu situación es la propia de un contexto de sobreexigencia constante que hace crecer una parte furiosa porque esto no cambie. Cuando esta parte se impone (y te secuestra emocionalmente) quiere que ese contexto se ajuste a lo que tú necesitas y lo busca de la manera más brusca y radical que encuentra. De alguna manera, esa parte tuya ha entendido que tu hija sólo deja de actuar como a ti no te gusta de forma violenta. Los contextos desbordantes activan nuestros sistemas de gestión de amenazas y, al mismo tiempo, llevan a desplazar nuestras facetas más relajadas, amigables y positivas. Por un lado, requieres de una atención psicológica más frecuente que sirva para entender lo que hace tu hija; por otro, entender esa frustración, ese agotamiento y ese enfado, validarlo y darle una salida más sana para ti y para tu hija es fundamental para darle la vuelta a la situación.
Si necesitas ampliar esta respuesta o hablar de manera tranquila, estoy a tu disposición
Si necesitas ampliar esta respuesta o hablar de manera tranquila, estoy a tu disposición
Expertos
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- Tengo un niño con autismo y a veces pierdo la paciencia y lo jaloneo luego me arrepiento xk se k no es xk el quiera ser así pero a veces me enoja k x todo haga berrinche.. algún consejo?
- Soy madre con TLP y tengo una pequeña de 5 años , me siento mal porque hoy le jale la oreja 3 veces , sentí mucha ira mucha rabia me esta costando mucho controlarme ala hora de enseñarle sus tareas, estuve calmada la mayor parte del tiempo tratando de respirar y explicarle con amor pero me sobrecarga…
- Mi marido cuando se enfada le da igual insultarme delante de mi hijo de 7 años, le digo que tiene que ir a un psicólogo pero no quiere ni hablar de ello me dice que la loca soy yo Cuando estamos en grupo siempre me está atacando con indirectas y ya estoy muy cansada. No le puedo llevar la contraria…
- Hola buen dia! Tengo una hija de 15 años y un hijo de 5 años, me siento muy triste y enojada al mismo tiempo, pierdo los estribos y grito me enojo y amenzo, no pego, me arrepiento y les ofrezco disculpas, no se como controlar mi enojo. No quiero romperle mas el corazon a mis hijos, a parte de ir aun…
- Mi pareja desde el inicio me acusa que lo engaño, que me meto con mis jefes hasta con el dueño de la casa que arriendo, me involucra con cada hombre que puede, siempre me insulta de la peor forma hasta la cara me a escupido, reacciono a esa pena rabia cortandome me da un alivio hacerlo con el me e cortado…
- Buenos dias, Mi marido y yo llevamos juntos toda la vida, ahora hace casi 25 años, ahora tenemos un niño de 10 años. Cuando se enfada con el, tiene una actitud (a veces, sobre todo cuando tiene mucho estres en el trabajo) agresiva, no le pega ni nada, pero su gesticulación corporal es agresiva , le…
- Me siento culpable, le he pegado a mi hijo he sido violenta con él cuando he estado saturada de que las cosas no resultan como espero... hoy quería hacerlo dormir y han pasado 3 horas desde eso... no ha querido y eso me frusta mucho... terminé siendo pesada, y violenta... luego le pido perdón llorando...…
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