Hola, soy una chica de 19 años y a finales de agosto probé un porro por primera vez, tuve un mal via

Primero que todo, siento mucho que estés pasando por esto, y quiero que sepas que lo que describes es completamente comprensible dado lo que viviste. Estás haciendo un gran esfuerzo al compartirlo aquí, y eso ya es un paso importante hacia el bienestar. Con base en lo que cuentas, parece que los síntomas que experimentas (desrealización, despersonalización, ataques de pánico, miedo intenso a ciertas situaciones, y la asociación del miedo con la noche) podrían estar relacionados con un evento traumático que tu cerebro no ha procesado adecuadamente. Esto podría acercarse a un trastorno de estrés postraumático o un cuadro de ansiedad y pánico relacionado con el consumo de sustancias y el impacto emocional de esa experiencia. Es importante aclarar que esto no significa que te quedarás así para siempre, pero sí que necesitas ayuda para entender y trabajar lo que estás sintiendo.
El cerebro tiene una gran capacidad de adaptarse y sanar, especialmente con la ayuda adecuada. Muchas personas que han pasado por situaciones similares logran superar sus miedos y recuperar el control de sus vidas. El paso más importante es buscar apoyo profesional para que no tengas que enfrentarlo sola. Si necesitas más orientación o apoyo, estoy aquí para ayudarte.

Entiendo que estés pasando por una etapa difícil, y es un gran paso que lo compartas y busques orientación. Lo que describes —los flashbacks, la desrealización, la ansiedad intensa y los ataques de pánico— pueden estar relacionados con un episodio de estrés agudo provocado por el mal viaje que viviste. Aunque no es posible confirmar un diagnóstico sin una evaluación profesional, lo que describes tiene características similares a un trastorno de ansiedad, posiblemente con componentes relacionados al trastorno de estrés postraumático (TEPT), dado que el evento inicial fue muy impactante para ti.

Es importante que sepas que este tipo de síntomas no tienen por qué quedarse contigo toda la vida. Con el tratamiento adecuado, muchas personas logran superar situaciones similares y recuperar la tranquilidad. La terapia, especialmente la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), es altamente eficaz para abordar tanto los ataques de pánico como los flashbacks. Una técnica que podrías trabajar en terapia es la exposición gradual, que te ayudaría a enfrentar los miedos relacionados con salir de casa o estar en la calle de noche, de forma segura y progresiva. Además, podrías aprender estrategias de regulación emocional, como técnicas de respiración y mindfulness, que son útiles para disminuir la ansiedad en el momento.

Entiendo que te preocupe hablarlo con tu madre, pero considera que tener su apoyo podría ser clave para buscar ayuda profesional. Puedes empezar explicándole cómo te sientes sin entrar en detalles si eso te hace sentir más cómoda, o incluso pedirle ayuda para buscar un psicólogo sin especificar todo al principio. También podrías buscar recursos gratuitos o confidenciales en tu área, como centros de salud mental para jóvenes, si prefieres acudir por tu cuenta.

Es fundamental que seas amable contigo misma. No te culpes por lo que pasó; tu cerebro está intentando procesar una experiencia difícil, y eso toma tiempo. Recuerda que pedir ayuda profesional no es un signo de debilidad, sino de valentía, y es el primer paso hacia la recuperación.

Siento mucho que estés pasando por esta situación tan desagradable. Entiendo que ese mal viaje fue para ti un evento muy estresante y que quizás parte del miedo que sentiste esa noche todavía persiste, como si se hubiera quedado atascado. Si encima te estás sintiendo aislada de tu entorno porque no puedes compartir el miedo que sentiste, entiendo que la situación se vuelve aún más difícil. Coincido contigo en que es una vivencia muy importante que podría mejorar en un espacio psicoterapéutico, donde abordarla y digerirla. Eres joven, y pienso que tienes tiempo por delante para poder poner en orden está situación y seguir adelante. Es respetable que no quieras compartir con tu madre todos los detalles de aquella noche, aunque seguramente ella ya sea consciente de que algo te está haciendo sufrir (aunque no conozca todos los detalles). Igual esto es suficiente para hablar con ella sobre empezar un proceso psicoterapéutico y más adelante puedas encontrar la manera de contárselo cuando te sientas más cómoda. Aún así, conociendo tú mejor a tu madre que nosotros, valora si el miedo a contárselo está más influido por lo que te imaginas que puede decirte o por experiencias reales en las que has confiado en tu madre y no ha reaccionado como necesitabas. Muchas veces es peor lo que nos imaginamos que va a pasar que lo que luego ocurre (aunque insisto en que no conozco a tu madre y no puedo poner la mano en el fuego por que vaya a reaccionar como necesitas).
Te deseo que puedas ir procesando poco a poco está vivencia, y que vayas encontrándote mejor con el tiempo.

Hola! Ante todo, quiero tranquilizarte. Los malos viajes con los porros o con cualquier droga se producen porque te afectaron en una zona cerebral que tiene más sensibilidad. Lo peligroso de la droga es que puede abrir ciertos compartimentos mentales y que éstos no cierran bien con el viaje. Deberías asistir a un psicólogo para poder trabajar y superar todos estos efectos secundarios negativos que arrastras desde la noche del porro. El miedo generalizado, el estado de pánico es como vivir en estado de alerta constante que te paraliza. Cuanto antes acudas a un psicólogo antes podrás reintegrarte a tu vida normal, a los estudios y a salir sin miedos. A la mayoría de las personas un porro no le hace daño pero a ti te lo hizo. Resuelve el problema lo antes posible con un psicólogo/psicóloga. Saludos

Hola! Imagino que estás preocupada por lo que te pasó. La consulta y tratamiento con un profesional te ayudará a superarlo. Es muy difícil hacer un diagnóstico en un post, para ello deberías hacer una consulta así se hace un diagnóstico certero y de ahí un tratamiento.
Si esta situación de consumo te disparó sensaciones de ansiedad y displacenteras es un dato a tomar en cuenta.
¿Has intentado realizar algunas técnicas de relajación y respiración cuando llega la ansiedad? Te ayudarán. Te animo a que realices una consulta que te irá bien y ayudará mucho. Un saludo.

Hola. Creo que deberías tratarlo directamente con un psicólogo. Él te ofrecerá de forma personalizada las herramientas y estrategias para manejar la ansiedad, los ataques de pánico y esos miedos que estás experimentando. Entiendo que puede ser dificil hablar de esto, especialmente con tu madre, pero a veces compartir lo que sientes puede aliviar un poco la carga.
A tu pregunta directa te respondo que no, no vas a quedarte así toda la vida, pero debes tratarlo cuanto antes mejor.

Desde luego hay cosas que deberías trabajar con un psicólogo y ganarías mucho en calidad de vida y salud mental, no obstante aconsejarte que mientras no lo hagas no tomes drogas porque podría ser el desencadenante de una enfermedad mental que si no las hubieras tomado no la habrías desarrollado

Gracias por compartir lo que estás viviendo. Es evidente que lo estás pasando mal, pero quiero que sepas que hay formas de mejorar y que no tienes que vivir así para siempre. Vamos a abordar tus preocupaciones paso a paso.
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¿Es un trastorno de estrés postraumático (TEPT)?
Lo que describes, especialmente los flashbacks, la desrealización, el miedo intenso y los ataques de pánico, puede estar relacionado con un episodio traumático. Aunque la experiencia con el porro no fue un evento de vida o muerte en sentido literal, para ti fue extremadamente aterradora, y tu mente podría haberla interpretado como una amenaza real. Esto puede dar lugar a síntomas similares al TEPT.
Sin embargo, para confirmar un diagnóstico, es necesario acudir a un profesional. También podría tratarse de una ansiedad generalizada con ataques de pánico, ya que mencionas un miedo intenso a salir sola o estar en ciertas situaciones.
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¿Podrás superarlo?
Sí, definitivamente puedes superarlo con el apoyo adecuado. Lo más importante es que ya has identificado el problema y estás buscando ayuda. Esto demuestra tu fortaleza. Con un tratamiento apropiado, los síntomas pueden reducirse significativamente o desaparecer.
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¿Qué puedes hacer ahora?
1. Buscar apoyo psicológico
Sé que te da miedo contarle a tu madre, pero hablar con un psicólogo no significa que tengas que compartir todo con ella. Puedes explicar lo esencial: que te sientes ansiosa y que necesitas orientación profesional. Si prefieres, podrías buscar servicios psicológicos en la facultad o en centros públicos donde la privacidad esté garantizada.
Un psicólogo puede trabajar contigo en técnicas específicas como:
• Terapia cognitivo-conductual (TCC): Muy eficaz para la ansiedad y los ataques de pánico.
• Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR): Puede ayudar si hay síntomas relacionados con el trauma.
• Técnicas de relajación y mindfulness: Para manejar el miedo y la desrealización.
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2. Manejo de los ataques de pánico
Durante un ataque de pánico, recuerda:
• Respiración lenta y profunda: Inhala en 4 segundos, mantén el aire durante 4, y exhala en 6. Esto puede ayudar a calmar tu sistema nervioso.
• Anclaje en el presente: Usa tus sentidos para reconectarte con la realidad. Por ejemplo, toca algo frío o describe en voz alta lo que ves a tu alrededor.
• Recuérdate que es temporal: Los ataques de pánico son intensos, pero pasan. Decirte a ti misma: “Esto es solo ansiedad, no estoy en peligro” puede ayudarte a reducir el miedo.
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3. Pequeños pasos para retomar tu rutina
Es un buen signo que hayas podido hacer cosas como ir al dentista o caminar por la calle de día, aunque con miedo. Retomar poco a poco actividades como asistir a la facultad o socializar puede ser útil. Aquí algunos consejos:
• Divide las tareas en pasos pequeños. Por ejemplo, primero planifica ir a la facultad solo a recoger algo.
• Establece metas alcanzables y premia tus logros.
• Acompáñate de alguien de confianza si sientes que hacerlo sola es demasiado por ahora.
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4. Rompe el ciclo nocturno
Es comprensible que la noche sea un disparador, ya que tu cerebro asocia ese momento con lo que ocurrió. Intenta:
• Establecer rutinas relajantes antes de dormir: música tranquila, meditación, o lectura ligera.
• Evitar estímulos intensos antes de acostarte, como el uso excesivo del móvil o el consumo de noticias que puedan generar ansiedad.
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5. Sé amable contigo misma
Culparte por lo que ocurrió o por cómo te sientes solo añade más estrés. Recuerda que esto no es tu culpa y que estás trabajando para mejorar. Cambiar el enfoque hacia pequeños progresos en lugar de centrarte en cómo te sientes en este momento puede ser motivador.
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¿Qué puedes decirle a tu madre?
Si decides hablar con ella, puedes decir algo como:
“Mamá, llevo un tiempo sintiéndome ansiosa y me está costando manejarlo sola. Creo que hablar con un psicólogo podría ayudarme a sentirme mejor”.
No necesitas contarle todos los detalles; lo importante es que te sienta apoyada en buscar ayuda.

Lo que describes podría estar relacionado con trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico o incluso una posible respuesta postraumática. Es completamente comprensible que te sientas temerosa de compartirlo, pero es importante que busques apoyo profesional para superar estas dificultades. La ansiedad y los ataques de pánico son tratables, y con la ayuda adecuada, como la terapia cognitivo-conductual, es posible mejorar y recuperar el control. En cuanto a si esto podría durar toda la vida, es muy probable que puedas superar esta etapa con el tratamiento adecuado y el apoyo necesario. La intervención temprana puede ser muy útil, así que considera dar ese paso.

Hola, gracias por compartir tu experiencia de una manera tan honesta. Entiendo lo difícil que debe ser para ti afrontar todo esto. Lo que describes parece estar relacionado con un gran impacto emocional que ocurrió tras esa experiencia, y algunos de los síntomas que mencionas, como los flashbacks, la ansiedad intensa y la desrealización, pueden estar conectados con algo similar al estrés postraumático o una reacción aguda de ansiedad.

Es completamente normal que sientas miedo y confusión, especialmente si no has tenido un espacio para procesar lo que pasó. La ansiedad puede intensificarse en situaciones que asociamos con el momento de estrés. Cuestionarte si es tu culpa solo te hará más daño, porque lo importante aquí no es buscar culpables, sino reconocer que estás sufriendo y que mereces atención y acompañamiento para sanar.

Te animo a que busques ayuda profesional para conseguir las herramientas y el apoyo que necesitas para aliviar este malestar y encontrar calma nuevamente.

Eres valiente por dar este paso y escribir aquí. Confía en que, con tiempo y cuidado, puedes superarlo. Un abrazo.

Lo que describes parece ser una reacción intensa a un evento traumático, lo que puede haber desencadenado síntomas similares al trastorno de estrés postraumático (TEPT). El consumo de drogas, como el cannabis, puede activar estas respuestas en el cerebro. Estos síntomas son tratables. La terapia EMDR ha mostrado ser muy efectiva para procesar y reducir el impacto de traumas, ayudando a reestablecer un equilibrio emocional.

Gracias por compartir todo esto con tanta honestidad. Lo que estás viviendo es durísimo y, aun así, estás buscando entenderlo. Eso ya es un paso enorme. Y no, no estás sola ni te vas a quedar así para siempre.

Lo que te ocurrió tras ese porro fue una experiencia muy intensa a nivel emocional y corporal, una especie de shock donde tu mente sintió que algo grave estaba ocurriendo, aunque no fuera así en realidad. En ese estado, el cerebro graba la experiencia como una amenaza, sobre todo si se vivió en soledad, con miedo, y sin saber qué hacer.

Después de algo así, es común que empiecen los recuerdos intrusivos, el miedo a que vuelva a pasar, la evitación (de lugares, momentos, incluso emociones), y el cuerpo se mantenga en modo alerta. A eso se le suma la ansiedad anticipatoria, es decir, el miedo al miedo. Y poco a poco se forma un bucle que se alimenta solo.

Además, tu mente ha empezado a asociar ciertas cosas (como la noche, estar sola, salir de fiesta, o el alcohol) con peligro, aunque no lo sean en sí. Eso es lo que se llama condicionamiento, y es parte del funcionamiento normal del cerebro. Lo bueno es que también se puede "desaprender" con ayuda terapéutica.

Lo que describes no significa que estés mal para siempre, ni que te estés volviendo loca, sino que tu sistema nervioso se quedó atrapado en un estado de alerta, intentando protegerte. Pero ahora ya no necesitas esa protección, y con el acompañamiento adecuado, vas a poder retomar tu vida con calma, sin miedo.

No es tu culpa, no fue una exageración, y no estás rota. Te animo encarecidamente a que busques ayuda profesional ya que tú misma misma has comprobado que necesitas recursos para solventar esta situación. Ánimo, valiente, que no es para siempre.