mi madre tiene una depresión que está yendo cada vez a peor. Tiene una vida totalmente nocturna.

Lamento mucho la situación que estás viviendo con tu madre. Entiendo lo difícil y frustrante que debe ser para ti ver cómo se ve afectado su bienestar. Una posible estrategia es ir encadenando estímulos positivos y responsabilidades para tu madre, pero es importante tener paciencia en este proceso. Pueden ser cosas muy pequeñas (que pueden parecer insignificantes), pero ir aumentando los estímulos positivos y las responsabilidades gradualmente, eso sí con mucha paciencia. También puede ser útil involucrar a otros familiares de confianza como estímulos positivos (e.g., que hagan una visita, que hablen con ella sin juzgar ni forzar, etc.). Mientras tanto, tu padre debe trabajar en disminuir los comportamientos que influyen negativamente en ella y esforzarse por contribuir a esos estímulos positivos. Además, es esencial que tú también te cuides emocionalmente y te responsabilices en la medida de lo posible. Entiendo que es difícil llegar a este punto pero es necesario buscar la ayuda de un profesional. ¡Mucha fuerza y ánimo!

Buenas; ayudar a una persona con depresión que no quiere ayuda puede ser duro y difícil. Es normal que te sientas desesperado, sin saber qué hacer y que te haga sufrir el hecho de ver a tu madre en un estado de ánimo como ese.
A continuación te proporciono algunas estrategias que puedes seguir para tratar de ayudarle
PARTE 1. ESTRATEGIAS PARA AYUDAR A UNA PERSONA CON DEPRESIÓN QUE NO QUIERE AYUDA:
1. Infórmate sobre qué es y cuál es el tratamiento de la depresión, para así tener más conocimiento y una mayor idea de cómo puedes ayudarle. Piensa que todas las personas quieren mejorar, sentirse bien. Si parece lo contrario, que deja de hacer cosas, que todo le da igual o que no quiere seguir, forma parte de la depresión. No es que no quiera mejorar, es que no puede. No es cuestión de voluntad.
2. Ayúdale a encontrar aquello que le hace estresarse o sentirse mal, aquellos problemas que están ahí y a ayúdale a encontrar una forma de afrontarlos. Es posible que cuando los hable contigo sea más fácil encontrar una solución al problema.
3. Busca actividades que puedas compartir con ella, aquellas que haya más probabilidad de que las realice y que disfrute de ellas. No obligues, motiva y anima a hacerlas. Dedica a pasar tiempo con ella, a que se sienta acompañada. Haz ejercicio físico y diviértete, compartiendo estas actividades con él o ella.
4. No critiques ni juzgues. Reprochar o criticar empeorará el estado de ánimo, afectará a sus sentimientos, mientras que los elogios y las alabanzas lo mejorarán y serán un buen refuerzo para su autoestima. Valora y elogia cada paso hacia adelante que dé, por pequeño que sea. Al principio cuesta más, por lo que puede ser más importante el reforzar en esta etapa.
5. Toma en serio cualquier mención o pensamiento sobre suicidio. Mantente dispuesto a hablar con ella abiertamente sobre el tema. Si muestra inseguridad sobre si hacerse daño, proporciónale tu compañía, coméntale lo importante y necesario/a que es para ti, lo valioso de su persona.
Si lo consideras necesario o necesitas orientación, puedes contactar con el personal sanitario de la zona, acudir al centro médico o llamar al servicio de urgencias (061 o 112). En este caso y siempre que sea posible, sería preferible contar con el consentimiento de la persona.
PARTE 2 ¿CÓMO PUEDES MOTIVARLA PARA QUE PIDA AYUDA PSICOLÓGICA?
En primer lugar, si estás al cuidado de una persona con depresión, es muy importante que puedas encontrar momentos para ti, ya sea para descansar o realizar otras actividades. El cuidar de alguien con depresión durante mucho tiempo puede desgastar, por lo que cuidarte para estar bien tanto física como psicológicamente es fundamental. No te sientas culpable por ello.
Ayudar a una persona con depresión que no quiere ayuda puede ser muy complicado, ya que puede carecer de motivación para solicitar ayuda o buscar un tratamiento adecuado. Voy a proporcionarte a continuación alguna idea para que puedas intentar motivarle a cambiar y buscar ayuda .
2.1 Valorar los pros y contras del cambio
Todo tiene unos beneficios y unos costes. Hasta la depresión puede tener aspectos que benefician a la persona (beneficios secundarios como que te cuiden, recibas atención, etc.) y aspectos que no. Viene bien comentar con él o ella qué beneficios ve tanto a cambiar su situación como a no hacerlo y qué costes percibe tanto si la cambia como si no, es decir, cuáles serían los pros y los contras de buscar un tratamiento.
El ejercicio se puede hacer también escribiéndolo en un papel. Es importante que la persona pueda mencionar cualquier argumento sin sentirse juzgada, que cualquier razón a favor o en contra pueda ser incluida tanto para el cambio como para mantenerse igual.
Después es necesario analizar las respuestas. Es habitual utilizar como argumento la facilidad que comporta quedarse como uno está, ya que suele ser más cómodo. Una de las preguntas para contrarrestar esta respuesta es: ¿es cómodo sentirse así? ¿son estas emociones que sientes ahora fáciles de experimentar? Es evidente que cambiar requiere un esfuerzo y que no será fácil, pero la conquista final compensará con creces ese esfuerzo.
Una vez hecha la valoración, en caso de que la persona esté más motivada a cambiar algo, se puede pasar a establecer objetivos o metas de cara para tener muy claro qué es lo que se quiere y cómo se va a conseguir.
2.2 Establecer objetivos que sean alcanzables
Una parte de todo tratamiento es establecer unas metas de cambio. En este caso, si la persona quiere cambiar, se puede definir exactamente qué quiere cambiar y cómo va a hacerlo. Para ello, los objetivos marcados tienen que ser muy claros y específicos, concretos y que se puedan alcanzar (si es fácilmente mejor).
Para ayudar a esta persona, podéis coger una hoja y escribir un objetivo. Uno de los objetivos a conseguir, por ejemplo, puede ser buscar tratamiento psicológico, realizar una actividad algunas mañanas o aspectos más simples como irse a dormir a una hora determinada.
Después, con la ayuda de estas preguntas, ir concretando: ¿cómo sería conseguir este objetivo? ¿qué cosas harías y qué no? Una vez se vaya concretando la meta, pregúntale qué pasos seguiría para conseguir esa meta, utilizando lo que ha descrito antes. Deben ser pequeños pasos y manejables.
Ir consiguiendo estos objetivos, pequeños cambios en los hábitos, son grandes avances para sentirse mejor y cambiar la inactividad que suele estar asociada a la depresión, además de permitir motivarse para hacer otras cosas, entre las que puede estar incluída la búsqueda de tratamiento.


Espero haberte ayudado.
Un saludo y gracias por su pregunta

La situación es muy difícil realmente, pero hay algunas cosas que podrías intentar para ayudar a tu madre. Entender que la depresión es una enfermedad seria y que afecta la vida diaria y las relaciones es un primer paso crucial. Aunque tu madre no quiera ir al psicólogo, tú podrías hablar con uno para recibir orientación y apoyo sobre cómo manejar la situación. Hablar con ella de manera calmada y sin juzgarla, asegurándole que te importa y que estás allí para apoyarla, también es muy importante. Si tienes otros familiares que puedan ayudar, pídeles que se involucren; a veces, más voces preocupadas pueden hacer la diferencia. Además, anímala a hacer pequeñas actividades que solía disfrutar y ayúdala a establecer una rutina diaria con pequeños logros. Mucho ánimo!

Buenas tardes, siento mucho la situación por la que estás pasando. Convivir con una persona con depresión que no se deja ayudar es algo muy duro y angustiante, especialmente si se trata de tu madre. Probablemente ella no quiera recibir ayuda por temor al cambio o a sentirse juzgada por un terapeuta, y es necesario que valides esos sentimientos y que le des su tiempo y espacio, ya que no es algo que puedas controlar. Lo que también considero importante es que veas que espacio te estás dejando a tí mismo en esta situación y como lo estás gestionando. El ver a tus padres tener una mala relación y vivir con el deterioro de tu madre es algo que también debe de ser muy duro para tí, sobre todo si además sientes la responsabilidad de cuidar el estado físico y emocional de tu madre. Sin embargo, en el mensaje no veo que pongas atención a tu dolor y sufrimiento. Cabría preguntarse en este sentido desde cuando has comenzado a responsabilizarte del bienestar emocional de otros y apartar el tuyo, ya que posiblemente esto venga de muy atrás, y seguramente esté vinculado a heridas no sanadas de tu infancia. Explorar estos aspectos no solo te ayudará a gestionar mejor esta situación, sino que comenzarás a darte el espacio que te mereces, lo cual también tendrá un impacto positivo en tu familia. Si necesitas más información en relación a esto, no dudes en escribirme. Cuida de tu madre y cuídate también muchísimo. Un fuerte abrazo

Hola
Pues sí tienes una situación complicada. La depresión es un asunto serio.
Te propongo 3 cosas para empezar:
1. Ve con tu madre al médico de cabecera para que la vea y -si es conveniente- que la derive al especialista en psiquiatría ya que según su estado tendrás más información sobre la intervención que necesita tu madre. No siempre los psicólogos tenemos éxito en casos que requieren una intervención conjunta de psiquiatría-psicología.
2. Valora una intervención familiar-sistémica. Es importante la participación de tu padre, (por supuesto) y de tu madre, pero la tuya parece trascendental; ya que eres el pegamento entre ellos dos y el mediador en vuestra situación de sufrimiento. Por ello, no esperes que tu madre vaya sola a terapia; te aconsejo que vayas con ella si es necesario, hasta que consiga ir ella sola y después la pareja y/o la familia al completo. Es decisivo tu papel.
3. Por ello; no dudes en pasar tú a la acción y pide cita con un psicólogo familiar-sistémico. Así se atenderá el la depresión de tu madre, el malestar y el aprendizaje de habilidades de tu padre y tu angustia. Y si no funciona prueba con otro, ya que tu madre puede rechazar cualquier intervención. Y por favor, buen hijo: cuídate tu también de la carga que llevas sobre tus hombros.
Un cordial saludo
¡Ánimo!

Lamento mucho que estés pasando por esta situación tan difícil con tu madre. Es comprensible que te sientas desesperado al verla deteriorarse y al no saber cómo ayudarla. La depresión puede ser abrumadora, y es evidente que ella está sufriendo mucho, tanto emocional como físicamente. Es positivo que tu padre esté dispuesto a cambiar y que hayas intentado hablar con ambos para buscar soluciones, pero entiendo que la negativa de tu madre a recibir ayuda haga que te sientas sin opciones.

Lo más importante es que sigas mostrándole tu apoyo y comprensión, sin presionarla demasiado. A veces, las personas en depresión profunda se sienten atrapadas y no ven una salida, por lo que cualquier propuesta puede parecer abrumadora. Podrías intentar sugerirle pequeñas acciones que no le resulten tan difíciles, como salir a caminar contigo o hacer alguna actividad que le guste, aunque sea mínima. Estas pequeñas cosas pueden ser un primer paso hacia un cambio mayor.

También te animo a que consideres buscar apoyo para ti mismo. Hablar con un psicoterapeuta podría darte herramientas para gestionar esta situación y, quizás, encontrar nuevas formas de acercarte a tu madre. Además, podrías explorar si hay recursos en donde vivas, como grupos de apoyo para familiares de personas con depresión, que te ofrezcan más orientación y compañía en este proceso.

Recuerda que no estás solo en esto y que hacer todo lo posible para mantenerte fuerte y cuidar de ti mismo es esencial para poder ayudarla a ella.

Hola, lamento que te encuentres en esta situación tan difícil. Cuando tenemos a alguien tan cercano que está mal y no quiere pedir ayuda se hace muy difícil esta situación. Yo te aconsejaría hablar con tu mamá y acompañarla a hablar con un psicólogo, que sepa que puede contar contigo. Por otra parte, comenzar con pequeñas acciones que no sean difíciles para ella, como salir a caminar, arreglarse un poco y todo esto reforzarlo. También si hay familiares o amigos cercanos que puedan visitarla y animarla un poco, esto puede ayudarla, todo esto a la par de ir al psicólogo. En cuanto a tu padre, también le recomendaría que vaya a terapia para que pueda aprender a comunicarse mejor y tratar con la situación de pareja y familiar que están atravesando. No creo que por ahora sea buena idea ir juntos, cada uno haciendo terapia individual pueden empezar a generar los cambios que necesiten para mejorar esta situación y en cuanto a ti, cuídate, ya sea haciendo terapia o haciendo cosas que te gusten y rodeándote de gente que te quiera y cuide. Espero que las cosas puedan ir mejorando poco a poco.

Lamento mucho lo que está pasando tu madre y entiendo tu preocupación. Es difícil ver a un ser querido así, especialmente cuando parece que no quiere buscar ayuda. Sin embargo, es importante recordar que el apoyo emocional y la comprensión pueden ser claves en la vida familiar o de pareja incluso. Por ahora, puede sugerirte que intentes hablar con tu madre sin presionarla sobre terapia. En su lugar, háblale de tu preocupación y tu amor por ella. Déjale saber que estás ahí para escucharla y apoyarla. Podrías animar a tu madre a realizar pequeños cambios en su rutina diaria, como salir a caminar juntos, crear un horario de comidas más regular o encontrar alguna actividad que le guste hacer. En consulta se podría hablar de invitar a tu padre a estas actividades juntos para mejorar la dinámica familiar pero por lo pronto, te diré que aunque no puedas cambiar la situación por completo, tu amor y apoyo son valiosos.

¡Buenos días!
Lamento muchísimo tu situación, se que es muy duro convivir con una persona en esa situación. Por un lado, intenta apoyar y guiar a tu madre (ya que es muy probable que tu seas su único apoyo), por otro lado si no quiere acudir ponle ultimátum que le importe respecto vuestra relación, comodidad... Cuando empiece acudir a ir a sesión, se va a ir dando cuenta de en que punto esta y la necesidad de cambiar esta situación. Muchas gracias y un saludo.

Lamento mucho que estés pasando por esta situación tan difícil. Es comprensible que te sientas desesperado, pero es importante reconocer que la depresión es una condición compleja, especialmente cuando está acompañada de factores emocionales y familiares complicados. Si tu madre no está dispuesta a buscar ayuda profesional por ahora, una opción podría ser explorar otros enfoques, como hacerle sentir más acompañada o que no está sola en esto, sin presionarla demasiado.

Además, puede ser útil seguir conversando con tu padre sobre cómo su comportamiento afecta a tu madre, tal vez de una manera más indirecta o a través de un mediador. Si te sientes abrumado, podemos trabajar juntos en cómo manejar este proceso de apoyo en consulta.

Gracias por compartir tu situación, es comprensible que te sientas desesperado viendo a tu madre así y queriendo ayudarla. Por lo que describes, parece que tu madre está atravesando una depresión, lo que explicaría su aislamiento, falta de autocuidado y cambio en los hábitos de sueño. Además, la dinámica con tu padre parece estar contribuyendo a su malestar, lo cual hace aún más difícil que ella encuentre la motivación para buscar ayuda.

Sé que es frustrante ver que ella rechaza la idea de acudir a un profesional, pero en estos casos la presión directa suele ser contraproducente. A veces, cuando una persona está tan hundida, cualquier sugerencia de cambio se siente como una carga inalcanzable. Como alternativa a decirle que vaya a terapia, podrías intentar acercarte desde la empatía y la escucha, sin presionarla, mostrándole que entiendes su dolor sin intentar solucionarlo de inmediato.

Algunas estrategias que podrías probar son:

- Crear espacios de conexión: Pequeñas conversaciones sin expectativas, simplemente acompañándola en su estado.
- Ofrecerle opciones y evitar las exigencias: Por ejemplo, en lugar de decirle “deberías ir a terapia”, podrías preguntarle “¿cómo te sentirías si habláramos con alguien que pueda orientarnos en esto?”
- Buscar apoyo para ti: Es muy difícil sostener emocionalmente a alguien que está en depresión sin que te afecte. Quizás podrías acudir tú mismo a un profesional para recibir herramientas sobre cómo acompañarla sin agotarte.

Por otro lado, es positivo que tu padre esté dispuesto a cambiar y a buscar ayuda, aunque tu madre no confíe en él. Tal vez, si él inicia un proceso de cambio real, con el tiempo ella pueda sentirse más segura para recibir apoyo. Mientras tanto, recuerda que no está en tus manos ‘sacarla’ de su depresión, es un camino que tiene que recorrer ella misma, pero sí puedes seguir mostrándole que no está sola.

Te mando mucha fuerza y ánimo en este proceso.

Lo que estás viviendo es profundamente doloroso, y tu preocupación por tu madre es absolutamente legítima. Estás intentando sostener emocionalmente a alguien que parece haber perdido toda motivación para cuidarse, y además lo haces en medio de una dinámica familiar que también te desgasta. No estás solo, aunque ahora lo parezca.

Tu madre muestra signos claros de una depresión grave: aislamiento, abandono del autocuidado, inversión del ritmo circadiano, pérdida de interés, y una profunda desconexión emocional. Y aunque tú estás haciendo todo lo posible por ayudarla, es importante que sepas que **no puedes cargar con su recuperación tú solo**. Pero sí puedes tomar medidas que ayuden a abrir caminos.

Aquí te comparto algunas ideas que podrían ayudarte:

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### 1. **No intentes convencerla desde la lógica**
Cuando alguien está en una depresión profunda, **no responde a argumentos racionales**. Decirle que necesita ayuda, que está empeorando, que debe salir de la habitación… no suele funcionar. Lo que sí puede ayudar es **validar su dolor sin presionarla**. Por ejemplo:

> “Sé que estás muy cansada y que todo te cuesta. No quiero obligarte a nada, solo quiero que sepas que estoy aquí, y que me duele verte así.”

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### 2. **Ofrece ayuda en pequeñas dosis**
En lugar de proponerle ir al psicólogo directamente, puedes empezar por **gestos más accesibles**: salir a caminar cinco minutos, tomar un café juntos, cambiarse de ropa, abrir la ventana. A veces, **una pequeña acción puede romper el ciclo de inercia**.

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### 3. **Busca apoyo profesional tú**
Aunque ella no quiera ir, tú puedes consultar con un psicólogo para saber cómo acompañarla sin quemarte emocionalmente. También puedes recibir orientación sobre cómo actuar si la situación se agrava.

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### 4. **Explora recursos comunitarios**
En Cantabria existen servicios de atención psicológica para mayores, asociaciones de salud mental, y programas de intervención domiciliaria. A veces, una visita de un profesional a casa puede ser menos invasiva que ir a consulta.

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### 5. **Cuida tu salud emocional**
Estás en medio de una situación que te exige mucho. No descuides tu propio bienestar. Si tú te derrumbas, será más difícil sostener a tu madre. **Tú también mereces apoyo, espacio y contención.**

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### 6. **Evalúa la posibilidad de intervención médica**
Si su estado sigue deteriorándose, y no hay voluntad de cambio, puede ser necesario que un médico de atención primaria intervenga. A veces, una evaluación médica puede abrir la puerta a un tratamiento farmacológico que estabilice su estado y facilite el acceso a la terapia.

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Tu madre no está eligiendo estar así. Está atrapada en un dolor que la ha desconectado de sí misma y de los demás. Pero tú estás haciendo algo inmenso: estás intentando que no se pierda del todo. Y eso tiene un valor incalculable.

Te ofrezco una consulta psicológica online gratuita y hablamos más detenidamente de lo que te preocupa.

Hola.
Entiendo tu preocupación; ver a un ser querido deteriorarse sin aceptar ayuda es una de las experiencias más duras. Lo primero es saber que no puedes obligarla a cambiar, pero sí influir desde la comprensión y la presencia.

El objetivo no es forzar la motivación, sino acompañar desde la aceptación y los valores. Tu madre, en su estado, probablemente está atrapada en una gran evitación del dolor: evita moverse, cuidarse o salir, porque hacerlo la enfrentaría a emociones que no puede sostener ahora.

Puedes ayudarla a dar pasos muy pequeños, sin presionarla, centrados en gestos de conexión (salir un rato juntas, hablar de algo distinto a su estado, recordarle momentos que valoraba). También puede ser útil ofrecerle opciones, no imposiciones, por ejemplo: “Mamá, ¿te gustaría que habláramos con alguien solo para orientarnos los tres juntos?” en vez de “tienes que ir al psicólogo”.

Mientras tanto, cuida también de ti. Acompañar a alguien con depresión puede desgastar mucho. La paciencia y el ejemplo suelen ser más eficaces que la insistencia.

Gracias por compartir algo tan delicado. Me imagino que esta situación debe ser muy dura para ti, y es totalmente comprensible que te sientas así. Tu preocupación y empatía son muy valiosas, pero también estás cargando con algo muy grande, y eso merece cuidado y acompañamiento para ti también.

Tu papel es importante, pero tiene límites. No puedes obligar a tu madre a cambiar ni a acudir al psicólogo, pero sí puedes favorecer pequeñas condiciones que la acerquen, poco a poco, al bienestar.

Cuando alguien atraviesa una situación tan complicada como la que describes, es importante evitar confrontarla directamente o insistir con frases como “no puedes seguir así”, ya que eso puede generar más rechazo. En lugar de centrarte en lo que no hace, puedes invitarla a realizar cosas pequeñas y concretas, como tomar un café juntos, salir a caminar unos minutos o ver algo fuera de la habitación. Estas pequeñas acciones ayudan a recuperar la conexión y e introducir de nuevo pequeñas rutinas cotidianas.

Puedes probar con propuestas o frases desde el cariño (“Mamá, no quiero que te sientas presionada, pero estoy preocupado por ti y me gustaría que pudiéramos buscar algo juntos que te ayude a sentirte un poco mejor. ¿Qué te parece si hoy tomamos un café debajo de casa?”).

Convivir con una situación así también puede generar mucha sobrecarga emocional para ti, por eso, si lo consideras necesario, sería recomendable buscar acompañamiento profesional para ti mismo. Tener un espacio donde expresar cómo te sientes, recibir orientación sobre cómo actuar, establecer límites y manejar la convivencia puede ser de gran ayuda.

Respecto a tu padre, lo que mencionas sobre su carácter y falta de empatía puede estar agravando el malestar de tu madre. Sin embargo, el hecho de que esté dispuesto a acudir a un psicólogo ya es un paso muy valioso. Si tu madre no quiere ir, él podría comenzar solo. Aprender a comunicarse mejor y realizar pequeños cambios en casa puede mejorar el clima familiar e incluso animar a tu madre a participar más adelante en la terapia. Muchas veces, el cambio empieza en el entorno, y cuando este se modifica, la persona con depresión puede comenzar a abrirse más.

Quiero recordarte también que estás haciendo mucho más de lo que parece. Acompañar a alguien con depresión puede ser realmente difícil, y no siempre está en nuestras manos “solucionar” la situación. Aun así, tu presencia y tu cariño tienen un gran valor.

Mucho ánimo con esta situación.