Tengo 33 años y todavía no me he independizado, todavía vivo con mi madre y me siento como una tonta

Al final el usar un diálogo interno negativo, el hablarse mal a una misma, nos hace sentir mucho peor. Hay que explorar por qué te pones esa etiqueta y cómo trabajar esos sentimientos.

Hola, Gracias por compartir lo que estás sintiendo. Vivir con un padre o una madre a los 33 años puede llevar a sentir una presión social y personal considerable, pero es importante recordar que cada situación es única y no hay una sola forma "correcta" de vivir tu vida. No hay una línea de tiempo universal para alcanzar la independencia. Lo importante es que te tomes el tiempo necesario para planificar y trabajar hacia tus objetivos de manera realista y compasiva (modificando el lenguaje interno) contigo misma. Puedes pedir ayuda psicológica si lo necesitas. Saludos.

Comprendo que puede ser una situación que no es la que te hubiera gustado y que por eso te genera bastante malestar.
Existe una fuerte presión social y creencias sobre lo que se espera a determinadas edades, lo que nos lleva a sentir mal y presentar un diálogo interno negativo hacia nosotr@s mism@s, incluso llegando a invalidar os.
Las circunstancias de cada uno son individuales y propias de cada uno de nosotros.
Hay que ver también qué cosas están en tu área de control para avanzar hacia la meta que quieres y que otras, aunque te lo estén impidiendo, no están dentro de tu control.

¡Buenos días!
Te recomiendo que te centres en ese objetivo y empieces a trabajar para ello, empezando hacer acciones destinadas a ello. Luego, tienes que tener en cuenta cual en tu dialogo interno y tu autocrítica frente a esto como te ayuda.
Si aún así, sigues sintiendo malestar por este hecho, te recomiendo que acudas a un psicólogo que pueda ayudarte.
Muchas gracias y un saludo.

Hola!. Cada persona es un individuo único y diferente a los demás. Cada persona tiene una genética diferente, crece en un entorno social y familiar diferente, tiene unas habilidades únicas. Cada persona tiene su propio ritmo para aprender y crecer. Algunas personas pueden alcanzar la madurez emocional a una edad temprana, mientras que otras pueden necesitar más tiempo para desarrollarse plenamente.
Tener en cuenta esta individualidad significa rechazar la idea de que todos debemos regirnos por un reloj universal que no considera nuestras diferencias únicas. Cada persona tiene su propio tiempo y ritmo, y es importante respetar y valorar esa singularidad en lugar de imponer un cronograma uniforme para todos.

Hola! Gracias por compartir como te has sentido y enhorabuena por haber sabido pedir ayuda. Creo que en este caso de judgas duramente, no debes hacer caso de expectativas sobre la edad y lo que debes tener en esta fase, simplemente se compasiva contigo misma. Estoy segura de que tarde o temprano conseguirás lograr lo que te propones, pero no te presiones con prisas. Sigue tu camino y rígete por tus propias normas, aprende a apreciar los logros que ya tienes, que estoy segura de que no son pocos. Muchísimo ánimo y fuerza, y si quieres hablar con alguien sobre esto cuanta conmigo.

Buenos días, muchas gracias por compartir cómo te sientes. Creo que en este caso en concreto está jugando un papel importante las expectativas que se generan por la sociedad en la que vivimos que espera que nos independicemos a cierta edad. Sin embargo, me gustaría que supieras que muchas personas están en situaciones similares, e incluso personas de más edad porque, lamentablemente, existen muchos condicionantes.

Mi consejo sería que trabajases esa "voz autocrítica" porque vivir con un familiar no define tu valor ni tus capacidades. Si el objetivo a largo plazo es conseguir independizarte, evalúa dónde te encuentras ahora y establece pequeños pasos u objetivos que te acerquen a esa meta.

Muchas gracias y ánimo!

Buenas tardes,
Cada persona tiene sus circunstancias y no debemos compararnos con nadie (todos somos únicos) ni con lo considerado “normal” o más habitual socialmente, ya que se trata solo de generalizaciones que no ahondan en las vivencias ni situaciones personales de cada uno.
Te recomendaría que sustituyeras los pensamientos negativos sobre ti por pensamientos en los que intentes analizar las causas de lo que te hace sentir mal, en tu caso, no ser independiente, y qué puedes hacer para cambiar tu vida e ir acercándote a lo que deseas. Si fuera necesario, no dudes en pedir acompañamiento psicológico para que te ayude en el proceso.
Un saludo,
Elena Fernández

En primer lugar, enhorabuena por expresar tus inquietudes. Las expectativas sociales externas suelen pesar mucho a la hora de lograr metas esperadas a determinadas edades.
No obstante, considero que es más importante que puedas preguntarte qué objetivos personales tienes y qué estás dispuesta a hacer por ellos, intentando dejar a un lado la presión externa. De esta forma podrás establecer pequeños pasos realistas en los que trabajar diariamente y ver qué recursos externos (economía, posibilidad de encontrar
una vivienda...) e internos (capacidad de decisión, diálogo interno que te permita avanzar, concepto sobre ti misma que incluya la posibilidad de independizarte de forma segura...) tienes para poder alcanzarlos.
Desarrollar nuestra vida según expectativas sociales puede generar mucho malestar si los propósitos no están alineados con lo que se desea a nivel individual. Si necesitas trabajar algunas habilidades para tomar decisiones y determinar qué metas quieres perseguir según los valores importantes para ti, la terapia psicológica te puede ayudar.

Es completamente normal sentir inseguridad o frustración al no haberte independizado aún, pero es importante recordar que cada proceso es único. La independencia no solo depende de la edad, sino de las circunstancias personales y emocionales. Si sientes que algo te está impidiendo dar ese paso, como el miedo o la ansiedad, es útil abordarlo poco a poco. Establecer metas pequeñas y alcanzables puede ser un buen comienzo. No te apresures ni te sientas mal, lo importante es avanzar a tu propio ritmo y buscar apoyo si lo necesitas. ¡Lo lograrás!

¡Buenas tardes!

Por desgracia, el contexto actual, no ayuda a que las personas jóvenes puedan independizarse y tener las facilidades para emanciparse como las que sí habían antes. Es normal, por ende, que te puedas sentir mal por este motivo y por tener que vivir con tu madre (teniendo en cuenta que quizás no quieras por lo que intuyo en tu comentario). Te animo a que con ayuda y con las herramientas adecuadas puedes empezar a darle una vuelta a esos pensamientos que te hacen sentir tan mal. ¡Un abrazo!

Soy Paula y voy a tratar de aportar un poco de luz a tu cuestión!
Para empezar, no eres una tonta ni estás atrasada por seguir viviendo con tu madre a los 33. Cada persona tiene su propio proceso, y hoy más que nunca, independizarse puede ser complejo por razones económicas, emocionales o familiares. Lo que duele no es tanto la situación en sí, sino la forma en que te estás hablando a ti misma: con culpa, vergüenza o autocrítica.

Detrás de esa dificultad pueden haber muchas causas válidas: miedo a fallar, inseguridad, deseo de cuidar a tu madre, falta de estabilidad… o simplemente que aún no era el momento. En vez de enfocarte en lo que no lograste, pregúntate: ¿Qué historia me estoy contando sobre mí por esto? ¿Qué necesidades reales hay detrás? ¿Qué pasos pequeños podría empezar a dar?

Tu valor no está definido por si vivís sola o no, sino por cómo te cuidas y acompañás en tu proceso. No te compares con los tiempos de otros. No estás estancada: quizás estás gestando algo a tu ritmo. Y eso también es crecer.

Si querés, podemos seguir pensando juntas cómo avanzar sin castigarte por dónde estás ahora.

Hola que tal. No, no eres tonta por no haberte independizado a los 33 años. Hoy en día, muchas personas están en la misma situación por motivos económicos, familiares o personales. Sentirse mal por ello es comprensible, pero no te define ni te resta valor. Si deseas cambiarlo, puedes empezar dando pequeños pasos hacia la independencia, como asumir más responsabilidades, ahorrar o planificar tu salida de casa. Si te resulta difícil, en terapia puedo ayudarte a trabajar la autoestima y a superar los miedos o bloqueos que te frenan. Cada proceso es único y no hay una edad “correcta” para independizarse. Un saludo, Silvia.

Sentirse así es más común de lo que imaginas, sobre todo porque vivimos en una época en la que las circunstancias económicas, laborales o familiares no siempre facilitan independizarse a la edad que uno quisiera. No significa que seas “tonta”; significa que tu situación actual tiene condiciones y matices propios.

Algunas cosas a tener en cuenta:

- **Contexto económico y social** : en muchos países, el costo de vida y la inestabilidad laboral hacen que independizarse sea más difícil que para generaciones anteriores.
- **Factores emocionales o familiares** : a veces hay lazos afectivos o responsabilidades de cuidado que influyen en seguir viviendo con un familiar.
- **Expectativas internas y externas** : podemos sentir presión por cumplir una “edad ideal” para ciertas etapas de la vida, aunque en realidad no exista una norma universal.

No es un fracaso personal. En lugar de enfocarte en lo que no has hecho aún, podrías plantearte pequeños pasos que te acerquen a tu meta: ahorrar una cantidad fija al mes, buscar alternativas de vivienda compartida o adquirir nuevas habilidades que te den más independencia económica. Incluso, independizarse no siempre tiene que ser un salto brusco; puede ser un proceso gradual que incluya transiciones intermedias.

Si lo deseas te ofrezco una consulta de asesoramiento online gratuita y me cuentas con más detenimiento lo que te ocurre.

Es normal que te sientas como que quizá no llegas a todo al mismo tiempo que los demás. Existe mucha presión por alcanzar ciertos hitos en unas fechas o edades concretas. Sin embargo, esto no puede alejarse más de la realidad.
En muchos países es normal estar hasta más allá de los 30 con los padres.
No solo eso, sino dada la situación económica actual en muchos lugares, resulta extremadamente complicado independizarse.

No alcanzar los hitos en una fecha concreta no te convierte en alguien menos digno, ni menos válido, y mucho menos te convierte en una persona tonta.

Eres una persona con sus propias necesidades y dificultades. Vas a tu ritmo y eso también está bien.

Si deseas mayor asesoramiento y más específico siempre puedes reservar cita con un psicólogo para que pueda orientarte mejor.

Mucho ánimo.