Yo tengo 29 años y mi madre no me deja estar con el amor de mi vida porque cree que es controlador y
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Yo tengo 29 años y mi madre no me deja estar con el amor de mi vida porque cree que es controlador y no es así volví con el pero ella no lo sabe y quiero formar mi vida con el pero no sé cómo
Entiendo lo complicado que debe ser para ti sentirte dividida entre lo que quieres y lo que tu mamá opina. Es normal que esto te genere muchas dudas y angustia. Poder hablar de lo que sientes y de lo que realmente deseas puede ayudarte a aclarar tu camino y tomar decisiones desde un lugar más seguro para ti. Para trabajar todo este proceso, iniciar un proceso terapéutico podría apoyarte a manejar estas emociones y a encontrar la forma cuidadosa contigo de seguir adelante.
Buenos días, te sugeriría que primero lleves la atención a la relación que tienes con tu madre, ¿cómo es el vínculo con ella?, ¿cuán importante es su opinión para tí?... Las costelaciones familiares son una terapia estupenda para poner luz ahí, en los vínculos familiares que muchas veces no nos dejan crecer en nuestra vida... un abrazo, Rafa
Lo que estás viviendo es muy difícil: quieres construir tu vida adulta, tomar tus propias decisiones, pero a la vez tienes miedo a decepcionar a tu madre o a generar un conflicto grande. Y eso te deja atrapada entre lo que tú sientes y lo que ella cree.
Voy a darte una respuesta breve y clara para ayudarte a orientarte:
1. Tienes 29 años: ya no estás en la etapa en la que tu madre decide por ti
Es normal que tu madre se preocupe, pero no puede elegir tu pareja ni tu proyecto de vida.
Su opinión puede importarte, pero no puede sustituir tu propia experiencia.
2. La preocupación de tu madre no te convierte en irresponsable
A veces las madres ven peligro donde no lo hay.
Otras veces exageran señales.
Pero tú eres quien vive la relación, quien la conoce, quien sabe cómo te trata tu pareja.
Si tú no ves control, maltrato, manipulación ni aislamiento, la decisión te corresponde a ti.
3. Ocultarlo solo aumenta la ansiedad
Vivir tu relación en secreto te desgasta y te coloca en una situación doble:
la de hija “obediente” para tu madre y la de pareja real en tu vida privada.
Eso no se puede sostener a largo plazo sin dolor.
4. Lo importante: que estés segura de la relación
Antes de enfrentar a tu madre, pregúntate:
• ¿Me siento libre en esta relación?
• ¿Me respeta?
• ¿Puedo opinar, salir, tener vida propia?
• ¿Me trata con cariño y coherencia?
Si la respuesta es sí, entonces lo que toca no es dudar de tu amor, sino trabajar cómo comunicarlo.
5. ¿Cómo decírselo a tu madre sin que todo explote?
Puedes hacerlo en tres pasos:
1) Validar su preocupación:
“Entiendo que te dé miedo que me hagan daño.”
2) Poner tu límite adulto:
“Pero a mis 29 años soy yo quien decide con quién quiero compartir mi vida.”
3) Darle tranquilidad sin pedir permiso:
“Estoy bien, soy responsable y estoy tomando decisiones desde la calma.”
No tienes que convencerla, solo informarla.
6. Construir tu vida no es traicionar a tu madre
Es crecer.
Puedes amarla y, al mismo tiempo, elegir diferente.
Eso no te hace mala hija: te hace adulta.
Si quieres, puedo ayudarte a preparar exactamente qué decirle, cómo poner límites sin conflicto, y cómo sostener la conversación.
Y si lo deseas, también puedes pedir una cita online conmigo para trabajarlo con calma.
Voy a darte una respuesta breve y clara para ayudarte a orientarte:
1. Tienes 29 años: ya no estás en la etapa en la que tu madre decide por ti
Es normal que tu madre se preocupe, pero no puede elegir tu pareja ni tu proyecto de vida.
Su opinión puede importarte, pero no puede sustituir tu propia experiencia.
2. La preocupación de tu madre no te convierte en irresponsable
A veces las madres ven peligro donde no lo hay.
Otras veces exageran señales.
Pero tú eres quien vive la relación, quien la conoce, quien sabe cómo te trata tu pareja.
Si tú no ves control, maltrato, manipulación ni aislamiento, la decisión te corresponde a ti.
3. Ocultarlo solo aumenta la ansiedad
Vivir tu relación en secreto te desgasta y te coloca en una situación doble:
la de hija “obediente” para tu madre y la de pareja real en tu vida privada.
Eso no se puede sostener a largo plazo sin dolor.
4. Lo importante: que estés segura de la relación
Antes de enfrentar a tu madre, pregúntate:
• ¿Me siento libre en esta relación?
• ¿Me respeta?
• ¿Puedo opinar, salir, tener vida propia?
• ¿Me trata con cariño y coherencia?
Si la respuesta es sí, entonces lo que toca no es dudar de tu amor, sino trabajar cómo comunicarlo.
5. ¿Cómo decírselo a tu madre sin que todo explote?
Puedes hacerlo en tres pasos:
1) Validar su preocupación:
“Entiendo que te dé miedo que me hagan daño.”
2) Poner tu límite adulto:
“Pero a mis 29 años soy yo quien decide con quién quiero compartir mi vida.”
3) Darle tranquilidad sin pedir permiso:
“Estoy bien, soy responsable y estoy tomando decisiones desde la calma.”
No tienes que convencerla, solo informarla.
6. Construir tu vida no es traicionar a tu madre
Es crecer.
Puedes amarla y, al mismo tiempo, elegir diferente.
Eso no te hace mala hija: te hace adulta.
Si quieres, puedo ayudarte a preparar exactamente qué decirle, cómo poner límites sin conflicto, y cómo sostener la conversación.
Y si lo deseas, también puedes pedir una cita online conmigo para trabajarlo con calma.
Hola corazón, entiendo perfectamente que esta situació sea difícil para ti, al final y al cabo, las decisiones sobre tu vida, las tienes que tomar tú, pero siempre te recomendaré que tu familia no se aleje de ti o de tu vida siempre que sea posible, me falta mucho contexto, pero me encantaría escuchar tu historia completa para poder ayudarte más.
Entiendo lo difícil que es estar entre lo que sientes por tu pareja y lo que tu mamá teme por ti. A veces, cuando una madre percibe señales de riesgo, aunque tú no las veas igual, intenta proteger de más, y eso puede sentirse como un bloqueo a tu vida. Lo importante es que puedas tomar tus decisiones desde un lugar claro y seguro, no desde la presión de agradar a ninguno de los dos.
Antes de hablar con ella, te puede ayudar preguntarte: ¿qué cosas hacen que estés segura de que tu relación es sana?, ¿qué cambios o límites habéis puesto ambos para que tú te sientas bien? Tener claridad sobre esto te permitirá hablar con tu mamá desde la calma, explicándole que entiendes sus miedos, pero que estás construyendo tu vida adulta y necesitas que confíe en ti. No se trata de convencerla de que él es perfecto, sino de mostrarle que tú estás tomando decisiones responsables y que sabes cuidarte.
Cuando decidas contárselo, elige un momento tranquilo y enfócate en tus sentimientos, no en justificarlo a él. Puedes decir algo como: “Sé que te preocupa mi bienestar, pero estoy tomando mis decisiones y quiero que me acompañes sin juzgarme. Necesito tu apoyo para construir mi vida”. Esto abre espacio al diálogo sin confrontación. Y recuerda: formar tu vida implica cuidarte a ti misma primero; tu bienestar emocional es la brújula.
Antes de hablar con ella, te puede ayudar preguntarte: ¿qué cosas hacen que estés segura de que tu relación es sana?, ¿qué cambios o límites habéis puesto ambos para que tú te sientas bien? Tener claridad sobre esto te permitirá hablar con tu mamá desde la calma, explicándole que entiendes sus miedos, pero que estás construyendo tu vida adulta y necesitas que confíe en ti. No se trata de convencerla de que él es perfecto, sino de mostrarle que tú estás tomando decisiones responsables y que sabes cuidarte.
Cuando decidas contárselo, elige un momento tranquilo y enfócate en tus sentimientos, no en justificarlo a él. Puedes decir algo como: “Sé que te preocupa mi bienestar, pero estoy tomando mis decisiones y quiero que me acompañes sin juzgarme. Necesito tu apoyo para construir mi vida”. Esto abre espacio al diálogo sin confrontación. Y recuerda: formar tu vida implica cuidarte a ti misma primero; tu bienestar emocional es la brújula.
Hola. Tu mayoría de edad te permite ser libre de tomar decisiones. Tendrás que evaluar si quieres cumplir el deseo de tu madre o el tuyo.
Entiendo que te encuentras en una situación emocionalmente complicada, donde deseas estar con la persona que amas pero sientes el peso de la preocupación de tu madre. Es natural que como hijos queramos la aprobación y el apoyo de nuestros padres en decisiones tan importantes como las relaciones afectivas.Es importante que puedas expresar tus sentimientos y razones con tranquilidad, buscando también abrir un diálogo donde se escuchen ambas partes. A veces, las preocupaciones de los padres nacen del deseo de protegernos, aunque no siempre coincidan con nuestra percepción.Te sugeriría reflexionar sobre cómo esta relación te hace sentir realmente y si existe confianza, respeto y bienestar mutuo. Si sientes que esta es una relación sana, podrías considerar buscar un espacio de comunicación con tu madre para ayudarla a entender tu perspectiva y disminuir sus temores.En ocasiones, el acompañamiento psicológico puede ser útil para aprender a manejar estas diferencias familiares y tomar decisiones que fortalezcan tu bienestar emocional y personal.Recuerda que tu vida y tus decisiones afectivas son valiosas, y mereces formar un camino que te aporte felicidad y crecimiento.
Probablemente tu madre quiera lo mejor para ti. Puedes estar contenta por tener una madre que se preocupa.
Por otro lado, tienes 29 años... Si tu quieres a esa persona, tu madre no tiene nada que hacer sobre tus sentimientos. Ella no los va a cambiar. Nadie puede impedirte querer a quien quieras, menos aún si es correspondido. No necesitas que tu madre esté en la ecuación para formar una vida con él.
Y si te equivocas, tu madre seguirá allí.
Por otro lado, tienes 29 años... Si tu quieres a esa persona, tu madre no tiene nada que hacer sobre tus sentimientos. Ella no los va a cambiar. Nadie puede impedirte querer a quien quieras, menos aún si es correspondido. No necesitas que tu madre esté en la ecuación para formar una vida con él.
Y si te equivocas, tu madre seguirá allí.
Debes de afrontar tus deseos e imponer tu decisión a tu madre.
Gracias por compartir lo que estás viviendo. Tener 29 años y sentir que no puedes tomar decisiones importantes sobre tu vida afectiva puede ser muy frustrante y generar mucha culpa o conflicto interno. Es natural que quieras construir tu propio camino y, al mismo tiempo, te importe la opinión de tu madre.
Algunas ideas que pueden ayudarte:
1. Diferenciar tus decisiones de sus miedos.
Tu madre puede actuar desde la preocupación, pero eso no significa que tenga que decidir por ti. Es importante que puedas valorar tú misma si la relación es sana, cómo te sientes en ella y qué necesitas para estar bien.
2. Reflexiona sobre tu seguridad emocional.
Más allá de lo que ella piense, pregúntate: ¿me siento respetada?, ¿puedo ser yo misma?, ¿tenemos una relación equilibrada? Estas respuestas deben servirte de guía.
3. Hablar con tu madre en un momento tranquilo.
No necesitas pedir permiso, pero sí puedes explicarle que, aunque entiendes su preocupación, estás construyendo tu vida y necesitas que respete tus decisiones. A veces ayuda hablar desde lo emocional: “Necesito que confíes en mí”.
4. Crear límites sanos.
Formar tu vida implica aprender a marcar límites con la familia. Eso no es distanciarse ni dejar de querer, sino proteger tu autonomía.
Si sientes que este conflicto te bloquea o te genera mucha ansiedad, trabajar estos temas en terapia puede ayudarte a tener más claridad y seguridad en tus decisiones.
Estoy aquí para acompañarte si lo necesitas.
Algunas ideas que pueden ayudarte:
1. Diferenciar tus decisiones de sus miedos.
Tu madre puede actuar desde la preocupación, pero eso no significa que tenga que decidir por ti. Es importante que puedas valorar tú misma si la relación es sana, cómo te sientes en ella y qué necesitas para estar bien.
2. Reflexiona sobre tu seguridad emocional.
Más allá de lo que ella piense, pregúntate: ¿me siento respetada?, ¿puedo ser yo misma?, ¿tenemos una relación equilibrada? Estas respuestas deben servirte de guía.
3. Hablar con tu madre en un momento tranquilo.
No necesitas pedir permiso, pero sí puedes explicarle que, aunque entiendes su preocupación, estás construyendo tu vida y necesitas que respete tus decisiones. A veces ayuda hablar desde lo emocional: “Necesito que confíes en mí”.
4. Crear límites sanos.
Formar tu vida implica aprender a marcar límites con la familia. Eso no es distanciarse ni dejar de querer, sino proteger tu autonomía.
Si sientes que este conflicto te bloquea o te genera mucha ansiedad, trabajar estos temas en terapia puede ayudarte a tener más claridad y seguridad en tus decisiones.
Estoy aquí para acompañarte si lo necesitas.
Hola, pareceria que tienes que resolver entre tu madre y tu amor...que tu madre no quiere; a lo peor no quiere que estés con alquien y asñi asegurarse que estés con ella. ¿podría ser así?
Hola, entiendo que la situación es complicada y que es difícil tomar decisiones que van en contra de los consejos de la figura materna. Aunque no conozco las circunstancias concretas, creo que es importante que marques límites y no es fácil. Los necesitarás para cualquier relación y en el caso que comentas, tanto con tu madre como con la persona que quieres compartir tu vida.
Hola,
Es normal sentirte atrapada con la situación que comentas.
Lo importante es que tengas claro qué quieres tú, no solo lo que esperan los demás. Si de verdad ves la relación como sana y segura, habrá que trabajar cómo poner límites y cómo comunicarlo sin miedo.
Si quieres, podemos verlo juntas en una sesión y guiarte para que tomes decisiones con calma y desde tu bienestar. Estoy aquí para acompañarte.
Es normal sentirte atrapada con la situación que comentas.
Lo importante es que tengas claro qué quieres tú, no solo lo que esperan los demás. Si de verdad ves la relación como sana y segura, habrá que trabajar cómo poner límites y cómo comunicarlo sin miedo.
Si quieres, podemos verlo juntas en una sesión y guiarte para que tomes decisiones con calma y desde tu bienestar. Estoy aquí para acompañarte.
Expertos
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