Tengo un familiar que es adicto al juego cuando está nervioso y se junta con un con un conocido el d

Buenas tardes,
Entiendo tu preocupación. Te dejo a continuación algunas recomendaciones breves por si te resultan de utilidad:
- Habla abiertamente con tu familiar, si tienes la suficiente confianza: Conversa sobre cómo su adicción al juego afecta su vida y a quienes lo rodean. Escucha sus preocupaciones sin juzgar.
- Identifica los desencadenantes: Ayúdalo a reconocer que estar con ese amigo específico parece ser un desencadenante. Proponle reducir o evitar ese contacto si es posible.
- Busca apoyo profesional: La adicción al juego es una condición seria que puede requerir intervención profesional. Sugiere que hable con un profesional de psicología especializado en adicciones.
- Fomenta otras actividades: Invita a tu familiar a participar en actividades que no estén relacionadas con el juego, para desviar su atención de este hábito.

El apoyo y comprensión de la familia son fundamentales, pero es importante que tu familiar también esté dispuesto a tomar pasos concretos hacia el cambio.

Un cordial saludo

Buenas tardes. Entiendo tu preocupación, y en el caso que nos planteas, lo mejor sería que tu familiar buscara la ayuda de un profesional. Por lo que nos cuentas, parece ser que él es consciente del problema que tiene, y por eso dice que lo quiere dejar, pero no es capaz de hacerlo él solo.
Si tienes la suficiente confianza con él, y crees que no se va a sentir ofendido, háblale con claridad y anímale a buscar ayuda.
Hazle saber que le apoyas en lo que necesite, y que puede contar contigo en los momentos difíciles. Superar una adicción es una tarea complicada pero no imposible. Un fuerte abrazo.

El juego es algo muy estimulante para el cerebro. Normalmente los adictos a algo han reducido a pocas actividades, o a tan solo una, las fuentes de placer y satisfacción que se proporcionan. Animarle y acompañarle a a hacer cosas agradables que le ayuden a sentirse relajado y a gusto diferentes y variadas puede ayudar a bajar su enganche al juego. Y por supuesto, cuando no tenemos bajo nuestro control nuestra conducta, es hora de ir a un profesional. Un abrazo enorme

Buenos dias. Entiendo tu preocupación, es muy estresante y devastador luchar con el que no quiere. Te recomiendo ayudarlo a buscar ayuda profesional, porque lo primero que tiene que hacer una persona con adicción es alejarse de todos los que le induce a la adicción, incluyendo los amigos y solo no lo va a hacer. Todos dicen que lo van a dejar, pero sin ayuda es imposible. Si puedo ayudarte en algo más aquí estoy para lo que necesites.
Un saludo.
Cuídate mucho.

No siempre decir que quieres dejar de hacer algo significa que lo quieras dejar de verdad. A veces lo decimos para justificarnos ante los demás. Otras veces lo expresamos sólo cuándo nos sentimos culpables pero olvidamos al poco tiempo.
En mi experiencia hay que valorar la gravedad. Hay que observar con calma, a veces es sólo una etapa. Si el problema es grave hay que empezar un proceso que puede tener muchas fases, hablar con la persona, ayudar a tomar conciencia de las consecuencias, a veces es necesario hacer presión de alguna forma y en los casos más graves hay que recurrir a ayudas especializadas de asociaciones y profesionales.

¡Buenos días!
Lamento la situación, ya que se que es compleja. Te recomendaría para este tipo de casos, se suele hacer un control de contingencias, esto quiere decir que debe intentar hacer un control de la gente y un control de los sitios que frecuenta para que así, no tenga tentación y pueda trabajar este trastorno.Pero esto, es recomendable hacerlo bajo la supervisión de un especialista que te pueda ayudar. Un saludo y gracias.

Tras conocer tu relato, entiendo que te sientas preocupada y desconcertada por la situación de tu familiar. La adicción al juego es un problema serio que puede afectar no solo a la persona que juega, sino también a su entorno familiar y social.
La adicción al juego se caracteriza por la incapacidad de controlar el impulso de jugar, lo que puede llevar a consecuencias negativas en la vida cotidiana, como problemas financieros, laborales y en las relaciones personales. Es común que las personas que luchan con esta adicción busquen formas de escapar de la ansiedad o el estrés, y a menudo se sienten atrapadas en un ciclo de promesas de dejarlo, especialmente cuando están en compañía de amigos que también juegan. Para lo que necesites. Psicóloga Leticia Martín Enjuto.

Lidiar con la adicción al juego puede ser muy difícil, tanto para la persona afectada como para sus seres queridos. Es comprensible que te preocupe que tu familiar parezca dar un paso adelante en su deseo de dejar el juego, pero luego retroceda cuando está en contacto con ciertas personas.

La influencia social es un factor muy poderoso en las adicciones. Las personas que tienen problemas con el juego a menudo son más vulnerables cuando están rodeadas de amigos o conocidos que facilitan o normalizan este comportamiento. El hecho de que tu familiar diga que quiere dejarlo, pero luego cambie de opinión cuando está con este amigo, sugiere que puede estar atrapado en un ciclo donde la presión social o la comodidad de seguir patrones antiguos se vuelve más fuerte que sus deseos de cambio.

Las conductas adictivas, tanto de sustancias como comportamentales, de juego... están muy condicionadas a ciertas situaciones, personas, lugares, momentos...Es normal que lo que una persona dice u opina ante una persona y en una situación concreta pueda cambiar en otras circunstancias y condiciones. Y más en situaciones de este tipo.
Mi consejo es que hables con esta persona, desde la comprensión y el cariño, para buscar ayuda profesional. Seguramente habrá que trabajar desde el control de estímulos para evitar ciertos desencadenantes. Pero lo prudente es que sea un profesional, quien estudiando su caso, de las pautas correctas.

Siempre que hay un problema de adicción/dependencia hay una inestabilidad a la hora de dejar de consumir o de realizar esa conducta. La persona es consciente de lo perjudicial pero en la balanza también está la satisfacción que provoca. Es esa dualidad entre disfrute y malestar por hacerlo. En las fases iniciales y si todavía no ha generado “grandes problemas” todavía pesa mucho más la parte hedonista, me sigue compensando por decirlo de alguna manera.
Te recomendaría que animaras a tu familiar a iniciar un tratamiento más informal, quizás charlas o sesiones grupales pueden ayudarle a ver la situación en su conjunto y no ver solo lo apetecible del juego.

El juego, como las demás adicciones, a menudo funciona como un regulador emocional, una forma de manejar la ansiedad, el nerviosismo o el malestar. Aunque tu familiar exprese que quiere dejarlo, es importante entender que el deseo por sí solo no siempre es suficiente; cambiar este tipo de conductas requiere un proceso de trabajo con apoyo profesional. Si es mayor de edad, la decisión de buscar ayuda o cambiar debe partir de él, aunque tú puedes acompañarlo ofreciéndole comprensión y apoyo. Un saludo.

Hola! Parece una situación enormemente frustrante, ha de ser muy complejo verse en ella, es muy posible que estemos delante de un "compañero de consumo", en muchas ocasiones el consumo o conducta adictiva parte de cierto entorno social y los estímulos sociales que forman parte de los contextos de juego pueden ayudar a mantener la conducta problema durante mucho tiempo. La terapia para adicciones, siempre, pone el foco en el control de los factores de riesgo y en la eliminación de todos aquellos que se pueda, busca favorecer que la mente pueda de nuevo tener un proceso de toma de decisiones limpio y sin predominio de los circuitos de recompensa. El control de la accesibilidad a la conducta problema, el juego, en este caso, suele ser una prioridad y la recomendación suele ser también tratar de evitar o eliminar todos aquellos estímulos que puedan actuar como precipitantes del consumo.

Lo que estás observando es una dinámica muy común en personas que luchan con una adicción: el entorno influye profundamente en sus decisiones y en su capacidad de sostener el cambio. En este caso, el conocido con el que se junta parece actuar como un disparador o facilitador de la conducta adictiva, y eso complica aún más el proceso de recuperación.

Aquí hay algunas claves que pueden ayudarte a entender y acompañar mejor a tu familiar:

### 1. **La adicción como vía de escape**
Cuando alguien recurre al juego en momentos de nerviosismo o estrés, está utilizando esa conducta como una forma de evasión emocional. El juego no es solo una actividad: es una respuesta a una emoción que no sabe cómo gestionar.

### 2. **El papel del entorno**
Las personas con las que se relaciona pueden reforzar o debilitar su adicción. Si ese conocido también juega o lo incita a hacerlo, es muy difícil que tu familiar logre sostener su decisión de dejarlo. No es que no quiera cambiar, sino que no tiene las herramientas para resistir la presión del entorno.

### 3. **Ambivalencia en el cambio**
Es normal que diga que quiere dejarlo y luego recaiga. Eso no significa que esté mintiendo o que no tenga intención real de mejorar. Significa que está atrapado en un ciclo de ambivalencia, donde el deseo de cambiar convive con el impulso de repetir la conducta.

### 4. **Qué puede ayudarle**
- **Terapia cognitivo-conductual**: para identificar los disparadores emocionales y aprender a gestionarlos sin recurrir al juego.
- **Grupos de apoyo**: como Jugadores Anónimos, donde puede compartir su experiencia con otros que están en el mismo camino.
- **Psicoeducación familiar**: tú también puedes recibir orientación para saber cómo acompañarlo sin reforzar la adicción.

### 5. **Tu rol como familiar**
No puedes obligarlo a cambiar, pero sí puedes marcar límites claros, expresar tu preocupación sin juicio, y animarlo a buscar ayuda profesional. También puedes hablarle sobre cómo ese amigo influye negativamente en su proceso, sin atacarlo, sino desde el cuidado.

Tu preocupación es legítima, y tu apoyo puede ser clave en su recuperación. No estás solo en esto.

Te ofrezco una consulta psicológica online gratuita y hablamos más detenidamente de lo que te preocupa.