Tiendo a imaginar problemas que no existen siempre lo he hecho pero ahora mas amenudo se que no son

12 respuestas
Tiendo a imaginar problemas que no existen siempre lo he hecho pero ahora mas amenudo se que no son problemas reales pero cuando tengo la menta sin nada que hacer o distraido se me bienen esos pensamientos
Lo que te está ocurriendo no es raro ni significa que estés perdiendo el control o que algo esté mal contigo. Los pensamientos ansiosos o catastrofistas —como imaginar lo peor, tener miedo de lo que podría pasar, o no poder dejar de darle vueltas a ciertas ideas— suelen aparecer cuando intentamos evitar sentir miedo o incertidumbre.

Sin darnos cuenta, entramos en una especie de círculo. Empiezas a preocuparte por algo (por ejemplo, tu salud, el futuro, lo que los demás piensan...), y para sentirte más seguro, haces cosas como evitar ciertas situaciones, revisar una y otra vez si todo está bien, o pensar demasiado intentando encontrar una solución. Al principio eso parece ayudarte, pero en realidad, lo que haces es reforzar el miedo y alimentar esos pensamientos.

Es una especie de 'trampa' en la que entras sin querer. La buena noticia es que, si podemos identificar exactamente cómo estás intentando solucionar ese miedo, es posible romper ese ciclo. Y cuando eso pasa, los pensamientos dejan de tener tanta fuerza y empiezas a sentirte más libre. Desde el modelo de Terapia Breve Estratégica podemos solucionar este problema con pocas sesiones. Si necesitas más información no dudes en contactarme.
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Gracias por compartirlo. Lo que describes es algo más habitual de lo que parece: la mente tiende a llenar los vacíos con preocupaciones, incluso cuando no hay motivos reales para ello. Es una forma de hiperactividad mental que, aunque no llegue a generar ansiedad clínica, puede volverse muy molesta.

Este patrón de anticipar problemas irreales o imaginar escenarios negativos suele estar relacionado con una necesidad de control, una hiperactivación del sistema de alerta y, en muchos casos, con una sensibilidad emocional más alta de lo habitual. Aunque racionalmente sepas que esos problemas no existen, la sensación que generan puede ser real (malestar, nerviosismo, tensión…).

Algunas ideas para manejarlo:
1. Entrenar la atención plena (mindfulness). No se trata de “vaciar la mente”, sino de aprender a observar esos pensamientos sin darles tanto poder. Bastan 10 minutos al día para notar cambios.
2. Tener a mano actividades que anclen tu mente al presente. Si sabes que el vacío mental favorece esos pensamientos, puede ayudarte tener una lista de tareas breves o placenteras que puedas hacer cuando notes que empiezan (leer, escribir, caminar, ordenar, escuchar música, dibujar…).
3. Escritura rápida de pensamientos intrusivos. Anotar lo que aparece sin juzgarlo, solo para “sacarlo” de la mente. A veces, ponerlo en papel reduce su impacto.
4. Cuestionar el pensamiento con una técnica sencilla:
– ¿Qué evidencia tengo de que esto va a pasar?
– ¿Esto me ha pasado antes y qué ocurrió?
– ¿Qué le diría a un amigo si me contara este pensamiento?
5. Darle un lugar fijo al “tiempo de preocupación”. Es una técnica conductual que consiste en reservar 15-20 minutos al día para pensar en todo lo que te preocupa. Fuera de ese momento, si aparecen pensamientos, los pospones: “Esto lo pensaré a las 19:00”.

Lo importante es que no te castigues por pensar así. Tu mente no está rota; simplemente está acostumbrada a funcionar de un modo que ahora te incomoda, pero que se puede entrenar y transformar.

Si lo deseas, puedo ayudarte con ejercicios concretos y seguimiento. Puedes contactarme en cualquier momento.
Gracias por compartir lo que te ocurre. Lo que describes —pensamientos recurrentes sobre problemas que sabes que no son reales— es algo que le sucede a muchas personas, especialmente cuando la mente está en reposo o sin una tarea concreta. Nuestro cerebro tiende a "ocupar el vacío" y, si estamos más sensibles o estresados, ese espacio se llena con preocupaciones, escenarios negativos o pensamientos que generan malestar.

Aunque tengas claro que no son problemas reales, el hecho de que aparezcan con frecuencia puede generar ansiedad, cansancio mental o una sensación de no tener paz interna. A veces, este tipo de pensamientos se relaciona con causas varias como los estilos de pensamiento rumiativo, la alta autoexigencia, y/o incluso posible historia de trauma, entre otros, pero lo importante es que es posible aprender a manejarlos.

La buena noticia es que hay herramientas psicológicas que pueden ayudarte, como el entrenamiento en atención plena (mindfulness), la Terapia de Aceptación y Compromiso, la reestructuración cognitiva o técnicas para redirigir el foco atencional. Un proceso terapéutico puede ofrecerte estrategias personalizadas para reducir la intensidad y la frecuencia de esos pensamientos, y sobre todo, para que no condicionen tu bienestar.

Si sientes que esto está interfiriendo cada vez más en tu día a día, te animo a buscar ayuda profesional. No tienes que lidiar con esto solo.

Un abrazo y mucho ánimo en tu proceso.
Parece que, cuando tu mente queda libre, aparece esa necesidad de llenarla con problemas, aunque tú mismo ves que no son reales. A veces, estos pensamientos funcionan casi como una forma de protegernos de otras cosas que pueden generar más inquietud o que cuesta mirar directamente.

Podríamos preguntarnos juntos qué estaría evitando tu mente cuando se llena de esos problemas imaginarios. Si te parece, podemos ir explorándolo en consulta.
 Sarah Domínguez Marquez
Psicólogo
San Feliu de Guixols
Lo que describes se parece mucho a lo que en psicología llamamos rumiación ansiosa: una tendencia a anticipar o imaginar problemas, aunque sepas racionalmente que no son reales. Es como si tu mente, cuando no está ocupada, se llenara de posibles amenazas o escenarios negativos , y esto puede generar mucho malestar, incluso sin que haya un desencadenante claro.

Esta forma de pensar suele estar relacionada con una necesidad interna de control o preparación, como si tu mente creyera que “adelantarse” al problema pudiera protegerte del sufrimiento. Pero paradójicamente, lo que consigue es mantenerte en un estado de alerta constante, agotador y muchas veces injustificado.

Tu capacidad de darte cuenta de que no son problemas reales ya es un recurso muy valioso., pero aún así, acudir a un psicólogo para aprender a gestionar estos pensamientos seria muy apropiado para mejorar en tu bienestar.
Hola, te comento: la mente es una máquina de producir, nunca está desconectada, produce unos 60.000 pensamientos al día, lo normal es que algunos sean correctos y otros te hagan sentir mal. Los hay que incluso son incoherentes, como cuando piensas en un elefante verde. La mente va a estar siempre mandándote información, la cuestión es darle a esa información la importancia que realmente tiene.
Cuando te veas con esos pensamientos, procura leer un libro, hacer algo manual o escuchar música.
Si los pensamientos se vuelven muy desagradables, acude a un psicólogo de tu zona.

Un abrazo.
Hola. Es normal que te preocupe tener la mente en este ruido permanente, que cuando no estás pensando en nada te invaden estos pensamientos. Lo que te ocurre es bastante habitual, y tiene solución. Ante todo es importante analizar con detalle estos pensamientos: su contenido, su probabilidad, el grado de preocupación que te provocan, etc. Luego habría qué ver qué haces cuando te vienen: si intentas llenar la mente para "echar" a estas imaginaciones, ya habrás notado que sólo funciona a corto plazo; a largo plazo el problema tiende a persistir. Entonces se trata de cambiar la forma como te relaciones con estas preocupaciones para que dejen de ser un problema. Si quieres empezar, puedes reservar cita conmigo. Gracias!
Hola, esto que comentas es una forma de ansiedad bastante común. Cuando la mente no está ocupada, puede empezar a generar preocupaciones que no tienen base real, como una forma de mantenerse en alerta. Aunque sepas que no son problemas reales, el malestar que provocan sí lo es.
Entender cómo funciona este patrón y qué lo mantiene es clave para reducir su frecuencia e intensidad. En caso de que te haga daño o te genere un malestar excesivo trabajarlo en terapia puede ayudarte a tener más control sobre esos pensamientos.
Espero haber sido de ayuda.
Un abrazo,
Cecilia
 Nuria Mateo
Psicólogo
Barcelona
Es completamente natural que, en momentos de inactividad o distracción, surjan pensamientos no deseados o preocupaciones imaginarias. Estos se conocen como pensamientos intrusivos y son comunes, especialmente en personas con niveles elevados de ansiedad o estrés. Aunque no representan una amenaza real, pueden generar malestar si no se gestionan adecuadamente.

¿Por qué aparecen estos pensamientos?
Los pensamientos intrusivos suelen surgir como respuesta a la ansiedad. Cuando la mente no está ocupada, tiende a llenar ese vacío con preocupaciones o escenarios negativos. Este fenómeno puede intensificarse si existe una dificultad para tolerar la incertidumbre o una necesidad de controlar el entorno. Además, factores como una autoestima dependiente de la aprobación externa o una gestión emocional deficiente pueden contribuir a su aparición .

Estrategias para manejarlos
Reconocimiento sin juicio: Aceptar que estos pensamientos son automáticos y no reflejan la realidad. No intentar suprimirlos, ya que esto puede intensificar su presencia.

Respiración consciente: Practicar técnicas de respiración profunda puede ayudar a reducir la ansiedad y, por ende, la frecuencia de estos pensamientos .

Mindfulness: La atención plena permite observar los pensamientos sin involucrarse emocionalmente con ellos, disminuyendo su impacto .

Terapia cognitivo-conductual (TCC): Este enfoque terapéutico ha demostrado ser eficaz en la reestructuración de patrones de pensamiento negativos y en la gestión de la ansiedad .

Establecer rutinas saludables: Mantenerse ocupado con actividades que proporcionen bienestar puede reducir el tiempo disponible para la aparición de pensamientos intrusivos.

Cuándo buscar ayuda profesional
Si estos pensamientos interfieren significativamente en tu vida diaria, causan un malestar considerable o se vuelven persistentes, es recomendable consultar a un profesional de la salud mental. Un psicólogo puede ayudarte a desarrollar estrategias personalizadas para manejar la ansiedad y los pensamientos intrusivos.

Recuerda que no estás solo en esta experiencia y que existen recursos y profesionales dispuestos a ayudarte a recuperar tu bienestar emocional.
 Lorena Parrondo Mesa
Psicólogo
Cangas de Onis
Lo que describes es muy común y tiene mucho que ver con la ansiedad anticipatoria y la rumiación mental. Cuando la mente está desocupada, empieza a “rellenar huecos” imaginando problemas o situaciones negativas, aunque sepas que no son reales. Es como una forma de “ocupar espacio” que, sin darnos cuenta, alimenta más ansiedad.

Una parte importante para manejar esto es entrenar la atención: aprender a detectar esos pensamientos cuando llegan y no engancharte a ellos, sino dejarlos pasar y volver a lo que estás haciendo. Técnicas como la meditación mindfulness, la respiración consciente o programar actividades que mantengan tu mente ocupada de forma saludable pueden ayudarte mucho.

Además, se pueden trabajar ejercicios prácticos para romper el patrón de preocupación constante y aprender a tolerar mejor la incertidumbre. Si ves que se vuelve muy pesado o interfiere con tu día a día, podrías valorar trabajarlo en terapia psicológica. Si quieres, conmigo puedes tener una primera sesión gratuita para explorar cómo pararlo antes de que vaya a más.

¡Mucho ánimo!
Hola buenas. Fíjate qué interesante, que en ocasiones estás notando que te visitan ciertos pensamientos o dudas, y eres capaz de reconocer o discriminar si son o no útiles (comentas que los asumes como problemas o pensamientos a los que les das poca o nula credibilidad). Los pensamientos, así como las sensaciones/emociones, son automáticos, poco controlables y cambiantes (fluyen constantemente). Lo importante es que incluso en presencia de esos pensamientos tienes la habilidad de tomarlos como inútiles y poco creíbles (lo opuesto a hacer lo que te piden o darles credibilidad). Así es más probable que puedas dirigir tu atención hacia asuntos que sí sean prioritarios e importantes para ti. La Terapia de Aceptación y Compromiso, modelo desde el que yo trabajo, podría serte de utilidad para entrenar esta habilidad de notar el malestar y tomar perspectiva centrando tu atención en lo importante/valioso. Un saludo
Hola, se denominan pensamientos intrusivos, muchos de ellos de carácter persecutoria, es decir que regularmente se le presentan a un sujeto, sobre todo lo favorece cuando no se está concentrado en una actividad determinada, esto es, se está en blanco.

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