Hola quería hablar de un problema que he estado teniendo desde hace casi un año, todo empezó cuando
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Hola quería hablar de un problema que he estado teniendo desde hace casi un año, todo empezó cuando me dejé llevar y me obsesione con una cosa por miedo o ansiedad no era para tanto y fue casi por sugerencia externa a lo que me refiero mientras más investigaba más me obsesionaba y como que lo trasladaba a mí vida, ya después la obsesión se empezó a hacer bola y con la misma dinámica lo represente en recuerdos pasados ( sobre si yo pudiera haber hecho eso y no haberme dado cuenta, es algo grave e inmoral) y no recuerdo como empezaron a venirme imágenes en la cabeza como si fueran recuerdos o algo así y empecé a dudar si pudiera haber pasado o no, ya después cuando empezó el instituto lo dejé en segundo plano para poder afrontar todo pero indirectamente lo pienso todos los días a todas horas y no sé si pasó o no no, ahora se me suelen venir imágenes o recuerdos a la mente, es como que siempre tengo presente que tengo ese problema en mi mente por resolver y ando pensando siempre en eso y las imágenes son a veces al ver cosas relacionadas o a veces cuando quiero plantarle cara al problema y creo que a veces de la nada al hacer otras cosas, no sé si son reales o no y eso me enfada mucho y golpeo lo primero que tengo delante o me imagino que le hago daño a lo que tiene que ver relacionado a eso, tengo miedo de que en su momento se me haya ido la cabeza por que en esos momentos estaba algo inestable y haberlo hecho y no recordarlo, o estar reprimiéndolo yo solo quiero saber si pasó o no, desde siempre he sentido ansiedad pero antes no es nada comparado con lo que siento ahora no sé si merece la pena mencionar que tengo asperger, se que el texto puede liar pero me estoy intentando explicar lo mejor posible haber si alguien me puede ayudar, disculpen las molestias.
Gracias por compartir tu experiencia con tanta sinceridad. Lo que estás describiendo tiene muchas características propias del Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), especialmente en su variante de tipo "TOC puro" o "rumiativo", donde no siempre hay compulsiones visibles, pero sí una lucha constante con pensamientos intrusivos, imágenes mentales angustiantes y dudas persistentes sobre el pasado o la propia identidad.
También mencionas que tienes diagnóstico de Asperger (hoy integrado dentro del espectro autista), y eso puede contribuir a una mayor rigidez cognitiva, hiperenfoque o dificultad para dejar de darle vueltas a ciertas ideas, lo que intensifica el malestar.
Algunos elementos clave de lo que describes: duda constante sobre si algo inmoral o grave ocurrió en el pasado, aparición de imágenes o "falsos recuerdos" que te generan angustia, necesidad urgente de saber “si pasó o no”, lo que te atrapa en un bucle mental, pensamientos violentos como respuesta al malestar (como golpear objetos o imaginar hacer daño), lo cual no significa que vayas a hacerlo, sino que estás saturado emocionalmente.
La buena noticia es que todo esto tiene tratamiento. Lo más indicado en estos casos suele ser una combinación de:
- Terapia cognitivo-conductual con técnicas específicas como la prevención de respuesta y la exposición con prevención de respuesta (EPR).
- Apoyo psiquiátrico, si la ansiedad es tan alta que impide el funcionamiento diario, para valorar si un ajuste farmacológico (como los ISRS) puede ayudarte.
- Psicoeducación sobre TOC y autismo, para que puedas entender mejor lo que te ocurre y diferenciar entre pensamientos reales y obsesiones.
No estás solo ni loco por sentir esto. Lo que vives tiene nombre y explicación, y hay herramientas reales para ayudarte a salir del bucle. Buscar ayuda profesional, si aún no lo estás haciendo, sería un gran paso.
Y si necesitas orientación psicológica personalizada, puedo ayudarte como profesional a entender mejor lo que te pasa y acompañarte a gestionarlo paso a paso.
También mencionas que tienes diagnóstico de Asperger (hoy integrado dentro del espectro autista), y eso puede contribuir a una mayor rigidez cognitiva, hiperenfoque o dificultad para dejar de darle vueltas a ciertas ideas, lo que intensifica el malestar.
Algunos elementos clave de lo que describes: duda constante sobre si algo inmoral o grave ocurrió en el pasado, aparición de imágenes o "falsos recuerdos" que te generan angustia, necesidad urgente de saber “si pasó o no”, lo que te atrapa en un bucle mental, pensamientos violentos como respuesta al malestar (como golpear objetos o imaginar hacer daño), lo cual no significa que vayas a hacerlo, sino que estás saturado emocionalmente.
La buena noticia es que todo esto tiene tratamiento. Lo más indicado en estos casos suele ser una combinación de:
- Terapia cognitivo-conductual con técnicas específicas como la prevención de respuesta y la exposición con prevención de respuesta (EPR).
- Apoyo psiquiátrico, si la ansiedad es tan alta que impide el funcionamiento diario, para valorar si un ajuste farmacológico (como los ISRS) puede ayudarte.
- Psicoeducación sobre TOC y autismo, para que puedas entender mejor lo que te ocurre y diferenciar entre pensamientos reales y obsesiones.
No estás solo ni loco por sentir esto. Lo que vives tiene nombre y explicación, y hay herramientas reales para ayudarte a salir del bucle. Buscar ayuda profesional, si aún no lo estás haciendo, sería un gran paso.
Y si necesitas orientación psicológica personalizada, puedo ayudarte como profesional a entender mejor lo que te pasa y acompañarte a gestionarlo paso a paso.
Gracias por compartir tu experiencia. Lo que describes puede estar relacionado con un patrón de ansiedad en el que la mente busca certeza absoluta sobre algo que no puede comprobar, lo que acaba alimentando la duda y el malestar. Te recomiendo trabajar en cambiar la relación con esos pensamientos e imágenes, no en comprobar si son reales, para reducir la ansiedad y recuperar calidad de vida. Para ello, te animaría a buscar apoyo profesional para trabajar esto con estrategias basadas la aceptación y regulación emocional. No tienes que afrontarlo solo, mucho ánimo.
¡Hola! Te agradezco el esfuerzo de compartir una vivencia que seguramente sea muy compleja para ti. Aunque puedas pensar que no has sido lo suficientemente claro/a, he comprendido lo que quieres expresar.
En el caso de las obsesiones, es decir, cuando una idea pasajera —ya sea espontánea o, como mencionas, originada por una sugerencia externa— llega a nuestra mente, podemos aferrarnos a ella. El poder que le otorgamos surge de nuestro intento de confrontarla o borrarla definitivamente de nuestro pensamiento. Aunque pensemos que esto puede ser adaptativo, en realidad estamos dándole aún más fuerza. Si yo te pido que no pienses en un elefante rosa y que, con todas tus fuerzas, lo borres de tu mente, ¿crees que podrías lograrlo? Seguramente no.
El modo más adecuado de proceder sería no luchar contra ella. Cuando practicamos técnicas de relajación o meditación, buscamos que los pensamientos intrusivos entren, pero también que pasen de largo. La idea es volver a enfocarnos en la respiración o en las sensaciones corporales. En otras palabras, permitir que estén de paso, sin aferrarnos a ellos. Por eso, este tipo de técnicas resultan muy útiles: nos exponemos a esos pensamientos sin dejar que nos lastren, de modo que, cuando aparezcan otros similares, podamos convivir con ellos sin perder nuestro centro.
Cuando ya han adquirido cierto poder sobre nosotros, suele ocurrir que empezamos a crear una narrativa en torno a ellos. Esto se conoce como “fusión pensamiento-acción”, una distorsión cognitiva en la que creemos que pensar algo moralmente reprobable es casi tan grave como hacerlo. En ocasiones, como en tu caso, llegamos a dudar tanto de nuestras experiencias que evaluamos nuestros recuerdos bajo ese sesgo. Este patrón se trabaja en psicología mediante el llamado debate socrático, en el que analizamos la veracidad de lo que pensamos desde un punto de vista objetivo, para que la persona entienda que sus pensamientos no siempre se ajustan a la realidad.
En tu caso, mencionas la presencia de Asperger. Esto no es un impedimento para que, con un tratamiento basado en la evidencia, puedas recuperar la funcionalidad y la calidad de tu día a día. Te animo a que busques la ayuda pertinente, porque con el tratamiento adecuado es muy probable que encuentres lo que buscas.
Quedo a tu disposición si deseas concertar una cita online para abordarlo con más detalle.
Un saludo cordial.
En el caso de las obsesiones, es decir, cuando una idea pasajera —ya sea espontánea o, como mencionas, originada por una sugerencia externa— llega a nuestra mente, podemos aferrarnos a ella. El poder que le otorgamos surge de nuestro intento de confrontarla o borrarla definitivamente de nuestro pensamiento. Aunque pensemos que esto puede ser adaptativo, en realidad estamos dándole aún más fuerza. Si yo te pido que no pienses en un elefante rosa y que, con todas tus fuerzas, lo borres de tu mente, ¿crees que podrías lograrlo? Seguramente no.
El modo más adecuado de proceder sería no luchar contra ella. Cuando practicamos técnicas de relajación o meditación, buscamos que los pensamientos intrusivos entren, pero también que pasen de largo. La idea es volver a enfocarnos en la respiración o en las sensaciones corporales. En otras palabras, permitir que estén de paso, sin aferrarnos a ellos. Por eso, este tipo de técnicas resultan muy útiles: nos exponemos a esos pensamientos sin dejar que nos lastren, de modo que, cuando aparezcan otros similares, podamos convivir con ellos sin perder nuestro centro.
Cuando ya han adquirido cierto poder sobre nosotros, suele ocurrir que empezamos a crear una narrativa en torno a ellos. Esto se conoce como “fusión pensamiento-acción”, una distorsión cognitiva en la que creemos que pensar algo moralmente reprobable es casi tan grave como hacerlo. En ocasiones, como en tu caso, llegamos a dudar tanto de nuestras experiencias que evaluamos nuestros recuerdos bajo ese sesgo. Este patrón se trabaja en psicología mediante el llamado debate socrático, en el que analizamos la veracidad de lo que pensamos desde un punto de vista objetivo, para que la persona entienda que sus pensamientos no siempre se ajustan a la realidad.
En tu caso, mencionas la presencia de Asperger. Esto no es un impedimento para que, con un tratamiento basado en la evidencia, puedas recuperar la funcionalidad y la calidad de tu día a día. Te animo a que busques la ayuda pertinente, porque con el tratamiento adecuado es muy probable que encuentres lo que buscas.
Quedo a tu disposición si deseas concertar una cita online para abordarlo con más detalle.
Un saludo cordial.
Gracias por abrirte y compartir algo tan complejo y personal. Se nota que llevas tiempo lidiando con mucha angustia y confusión, y que estás haciendo un esfuerzo enorme por entender qué te ocurre. Es completamente válido que te sientas así: lo que estás viviendo no es raro ni estás solo en esto.
Por lo que describes, parece que estás experimentando un tipo de ansiedad muy concreta que puede estar relacionada con pensamientos obsesivos. Muchas personas que tienen ansiedad intensa —especialmente si han pasado por un periodo de inestabilidad emocional— pueden empezar a desarrollar dudas intrusivas sobre su pasado o sobre si han hecho algo malo, aunque no haya ninguna evidencia real de que haya ocurrido. A veces, incluso el hecho de imaginar algo con claridad puede hacer que te cuestiones si fue un recuerdo verdadero o no. Esto no significa que lo hayas hecho, sino que tu mente ansiosa está tratando de encontrar certeza absoluta en algo que no la tiene, y eso es muy angustiante.
Lo importante aquí no es confirmar si algo pasó o no —porque cuanto más lo intentas confirmar, más atrapado quedas—, sino ayudarte a salir del bucle que te está generando tanto malestar. Es un proceso, pero hay formas de trabajarlo y sentirte mucho mejor. Existen herramientas terapéuticas muy efectivas para esto, como la terapia cognitivo-conductual enfocada en la gestión de pensamientos intrusivos o rumiaciones.
Si te parece bien, podemos ir trabajando paso a paso: primero entendiendo cómo funciona esta ansiedad en tu caso, y luego aprendiendo formas prácticas para reducir su impacto y volver a tener claridad y tranquilidad mental.
Por lo que describes, parece que estás experimentando un tipo de ansiedad muy concreta que puede estar relacionada con pensamientos obsesivos. Muchas personas que tienen ansiedad intensa —especialmente si han pasado por un periodo de inestabilidad emocional— pueden empezar a desarrollar dudas intrusivas sobre su pasado o sobre si han hecho algo malo, aunque no haya ninguna evidencia real de que haya ocurrido. A veces, incluso el hecho de imaginar algo con claridad puede hacer que te cuestiones si fue un recuerdo verdadero o no. Esto no significa que lo hayas hecho, sino que tu mente ansiosa está tratando de encontrar certeza absoluta en algo que no la tiene, y eso es muy angustiante.
Lo importante aquí no es confirmar si algo pasó o no —porque cuanto más lo intentas confirmar, más atrapado quedas—, sino ayudarte a salir del bucle que te está generando tanto malestar. Es un proceso, pero hay formas de trabajarlo y sentirte mucho mejor. Existen herramientas terapéuticas muy efectivas para esto, como la terapia cognitivo-conductual enfocada en la gestión de pensamientos intrusivos o rumiaciones.
Si te parece bien, podemos ir trabajando paso a paso: primero entendiendo cómo funciona esta ansiedad en tu caso, y luego aprendiendo formas prácticas para reducir su impacto y volver a tener claridad y tranquilidad mental.
Buenas, consultante anónimo. Se ve el esfuerzo por expresar algo que te preocupa tanto y que no es fácil de poner en palabras. Como psicólogo, te diría que hay formas para poder cambiar esa situación, pero necesita paciencia y constancia. Todos tenemos pensamientos intrusivos (la mayoría lo son), el problema es cuando nos agarramos a ellos y los intentamos analizar o explicar, como si cada pensamiento que tuviéramos fuera como el hilo de una cuerda, al pararnos en ellos e intentar analizarlos o entenderlos estaríamos tirando de esa cuerda, a eso le llamamos "pensar". El problema está cuando siempre cogemos esa cuerda y tiramos y tiramos, acabando enredados, frustrados y atrapados en un bucle donde esos pensamientos son los protagonistas de la vida, donde no hay manos para otra cosa. En la terapia se trabaja para notar cuando llega el pensamiento en forma de hilo, notar el impulso de cogerlo y tirar, pero no hacerlo y dedicar las manos a lo que de verdad es importante para ti y que hayas dejado de lado por enredarte con esos pensamientos. Espero haberte sido útil. Ten buen día y comparte lo que te pasa con la gente que te rodea, no estás loco, solo atrapado en tu lucha por tirar de la cuerda
Gracias por compartir algo tan íntimo y complejo. Lo que describes puede ser profundamente angustiante: pensamientos intrusivos, dudas persistentes, imágenes que aparecen sin aviso, miedo a haber hecho algo imperdonable sin recordarlo… Todo esto puede llegar a erosionar poco a poco la confianza en uno mismo y generar mucho sufrimiento.
Este tipo de experiencias son más comunes de lo que solemos pensar, aunque pocas personas se atreven a hablar de ello por miedo, vergüenza o culpa. En psicología clínica, estos síntomas podrían estar relacionados con lo que conocemos como trastorno obsesivo compulsivo (TOC) de tipo introspectivo o con predominio de obsesiones morales, especialmente cuando aparecen ideas repetitivas sobre si uno ha hecho algo malo o no, acompañadas de imágenes mentales que parecen recuerdos, pero no se pueden verificar.
Cuando el malestar se vuelve constante, cuando la mente se llena de dudas y preguntas sin respuesta, es importante no intentar resolverlo en soledad. A veces, cuanto más se busca una certeza, más se alimenta la duda. Esto es especialmente frecuente en personas con alta sensibilidad, con ansiedad de base o con un perfil neurodivergente como el síndrome de Asperger, donde los pensamientos pueden adquirir un carácter muy intenso y literal.
La buena noticia es que hay tratamiento y acompañamiento psicológico eficaz para esto. La terapia especializada ayuda a entender lo que ocurre, a bajar la culpa, a desactivar los pensamientos intrusivos y a recuperar la calma interior. No estás solo, y lo que vives tiene sentido y se puede trabajar desde la comprensión y la humanidad.
Si sientes que tu mente no descansa y este problema interfiere en tu día a día, te animo con cariño a buscar ayuda profesional. Estás dando un paso muy valiente al ponerlo en palabras.
Este tipo de experiencias son más comunes de lo que solemos pensar, aunque pocas personas se atreven a hablar de ello por miedo, vergüenza o culpa. En psicología clínica, estos síntomas podrían estar relacionados con lo que conocemos como trastorno obsesivo compulsivo (TOC) de tipo introspectivo o con predominio de obsesiones morales, especialmente cuando aparecen ideas repetitivas sobre si uno ha hecho algo malo o no, acompañadas de imágenes mentales que parecen recuerdos, pero no se pueden verificar.
Cuando el malestar se vuelve constante, cuando la mente se llena de dudas y preguntas sin respuesta, es importante no intentar resolverlo en soledad. A veces, cuanto más se busca una certeza, más se alimenta la duda. Esto es especialmente frecuente en personas con alta sensibilidad, con ansiedad de base o con un perfil neurodivergente como el síndrome de Asperger, donde los pensamientos pueden adquirir un carácter muy intenso y literal.
La buena noticia es que hay tratamiento y acompañamiento psicológico eficaz para esto. La terapia especializada ayuda a entender lo que ocurre, a bajar la culpa, a desactivar los pensamientos intrusivos y a recuperar la calma interior. No estás solo, y lo que vives tiene sentido y se puede trabajar desde la comprensión y la humanidad.
Si sientes que tu mente no descansa y este problema interfiere en tu día a día, te animo con cariño a buscar ayuda profesional. Estás dando un paso muy valiente al ponerlo en palabras.
Gracias por compartir lo que estás viviendo; entiendo que esta situación te genera mucho malestar y confusión. Lo que describes puede estar relacionado con un proceso de ansiedad y obsesiones, donde la mente se queda atrapada en pensamientos e imágenes intrusivas que son difíciles de controlar y que generan gran angustia.
Es común que, en estos casos, las dudas sobre eventos pasados o posibles acciones que “no recuerdas” puedan intensificarse, especialmente si estás lidiando con ansiedad y condiciones como el Asperger, que pueden afectar la forma en que procesas y gestionas las emociones y pensamientos.
Lo importante es que sepas que estos pensamientos y recuerdos intrusivos no significan que hayas hecho algo malo o que algo haya pasado necesariamente. Son manifestaciones de tu ansiedad y de la forma en que tu mente está intentando resolver un conflicto interno.
Un profesional puede ayudarte a trabajar estas obsesiones y la ansiedad mediante técnicas específicas, como la terapia cognitivo-conductual, que te enseñarán a manejar estos pensamientos, a diferenciar entre la realidad y la incertidumbre, y a reducir la angustia que te provocan.
Te animo a buscar apoyo profesional para que puedas entender mejor lo que te sucede y recibir acompañamiento para mejorar tu bienestar emocional.
Es común que, en estos casos, las dudas sobre eventos pasados o posibles acciones que “no recuerdas” puedan intensificarse, especialmente si estás lidiando con ansiedad y condiciones como el Asperger, que pueden afectar la forma en que procesas y gestionas las emociones y pensamientos.
Lo importante es que sepas que estos pensamientos y recuerdos intrusivos no significan que hayas hecho algo malo o que algo haya pasado necesariamente. Son manifestaciones de tu ansiedad y de la forma en que tu mente está intentando resolver un conflicto interno.
Un profesional puede ayudarte a trabajar estas obsesiones y la ansiedad mediante técnicas específicas, como la terapia cognitivo-conductual, que te enseñarán a manejar estos pensamientos, a diferenciar entre la realidad y la incertidumbre, y a reducir la angustia que te provocan.
Te animo a buscar apoyo profesional para que puedas entender mejor lo que te sucede y recibir acompañamiento para mejorar tu bienestar emocional.
Gracias por tomarte el tiempo de explicar con tanto detalle lo que estás viviendo. Lo que describes es una experiencia muy angustiante, pero también bastante reconocible desde el punto de vista clínico: se trata de un patrón obsesivo, donde el miedo, la duda constante y la necesidad de certeza absoluta acaban generando una espiral de ansiedad difícil de cortar.
Algunos puntos clave de lo que mencionas:
• La obsesión comienza con una duda o temor inicial que se intensifica al intentar resolverla mentalmente.
• Surgen imágenes mentales que parecen recuerdos, pero no sabes si son reales o no.
• Hay una necesidad constante de revisar, recordar, analizar… pero nunca llega una sensación de certeza.
• Sientes culpa, confusión y mucho malestar, hasta el punto de tener impulsos agresivos o de frustración intensa.
• Has intentado seguir adelante (por ejemplo, al empezar el instituto), pero la obsesión sigue de fondo.
Todo esto es compatible con lo que se conoce como trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) de tipo puro (también llamado “pure O”), donde las compulsiones no son conductas visibles, sino mentales (revisar, imaginar, analizar, recordar una y otra vez). En personas con autismo/Asperger es más frecuente este tipo de obsesión basada en la búsqueda de lógica, sentido o certeza.
El hecho de que “no sepas si pasó o no” es parte del problema: tu cerebro busca una seguridad que nunca va a encontrar en este tipo de contenido, y cuanto más lo intentas aclarar, más confuso se vuelve.
Lo importante:
– No estás solo, esto le ocurre a muchas personas, y tiene tratamiento.
– El contenido de las obsesiones puede ser muy perturbador (moral, sexual, violento), pero eso no te define ni implica que lo hayas hecho.
– Es fundamental no seguir alimentando la duda con revisiones mentales y aprender a tolerar la incertidumbre, algo que se trabaja muy bien en terapia especializada.
Te animo a buscar ayuda profesional con alguien que tenga experiencia en TOC o ansiedad obsesiva. Si te parece, puedo acompañarte en ese proceso. Puedes reservar una cita por Doctoralia o escribirme directamente por WhatsApp y lo abordamos.
Algunos puntos clave de lo que mencionas:
• La obsesión comienza con una duda o temor inicial que se intensifica al intentar resolverla mentalmente.
• Surgen imágenes mentales que parecen recuerdos, pero no sabes si son reales o no.
• Hay una necesidad constante de revisar, recordar, analizar… pero nunca llega una sensación de certeza.
• Sientes culpa, confusión y mucho malestar, hasta el punto de tener impulsos agresivos o de frustración intensa.
• Has intentado seguir adelante (por ejemplo, al empezar el instituto), pero la obsesión sigue de fondo.
Todo esto es compatible con lo que se conoce como trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) de tipo puro (también llamado “pure O”), donde las compulsiones no son conductas visibles, sino mentales (revisar, imaginar, analizar, recordar una y otra vez). En personas con autismo/Asperger es más frecuente este tipo de obsesión basada en la búsqueda de lógica, sentido o certeza.
El hecho de que “no sepas si pasó o no” es parte del problema: tu cerebro busca una seguridad que nunca va a encontrar en este tipo de contenido, y cuanto más lo intentas aclarar, más confuso se vuelve.
Lo importante:
– No estás solo, esto le ocurre a muchas personas, y tiene tratamiento.
– El contenido de las obsesiones puede ser muy perturbador (moral, sexual, violento), pero eso no te define ni implica que lo hayas hecho.
– Es fundamental no seguir alimentando la duda con revisiones mentales y aprender a tolerar la incertidumbre, algo que se trabaja muy bien en terapia especializada.
Te animo a buscar ayuda profesional con alguien que tenga experiencia en TOC o ansiedad obsesiva. Si te parece, puedo acompañarte en ese proceso. Puedes reservar una cita por Doctoralia o escribirme directamente por WhatsApp y lo abordamos.
Gracias por confiar y compartir lo que estás viviendo, entiendo que esta situación debe ser muy angustiante para ti. Lo que describes suena a una experiencia de ansiedad intensa acompañada de pensamientos intrusivos y dudas sobre recuerdos, algo que puede ser realmente agotador y confuso, especialmente cuando esas imágenes o ideas aparecen de forma inesperada y generan malestar.
Es importante reconocer que estas dudas y obsesiones pueden surgir sin que realmente haya ocurrido lo que temes, y que la mente a veces genera recuerdos o imágenes que no son reales, sino producto de la ansiedad o del estrés. Esto es común en trastornos de ansiedad o en personas que tienen un perfil neurológico como el asperger, donde la interpretación de los pensamientos y emociones puede ser más intensa o diferente.
El hecho de que hayas podido poner el tema en segundo plano para continuar con tu día a día es un gran paso, pero el hecho de que estos pensamientos e imágenes sigan apareciendo muestra que todavía necesitas apoyo para manejarlos mejor y recuperar tu tranquilidad.
Te recomendaría que, si no lo has hecho ya, busques ayuda profesional, como un psicólogo o psiquiatra, que pueda acompañarte para entender mejor lo que está pasando y enseñarte herramientas para manejar la ansiedad, los pensamientos intrusivos y la incertidumbre. También es importante que puedan ayudarte a diferenciar entre lo que es real y lo que no, y trabajar en la gestión emocional para evitar que el malestar te lleve a conductas que después lamentes, como golpearte a ti mismo o a objetos.
No eres una molestia y tienes todo el derecho a pedir ayuda. Estás haciendo lo correcto al buscar respuestas y apoyo, y con la ayuda adecuada puedes aprender a manejar estos pensamientos y sentirte mejor poco a poco.
Es importante reconocer que estas dudas y obsesiones pueden surgir sin que realmente haya ocurrido lo que temes, y que la mente a veces genera recuerdos o imágenes que no son reales, sino producto de la ansiedad o del estrés. Esto es común en trastornos de ansiedad o en personas que tienen un perfil neurológico como el asperger, donde la interpretación de los pensamientos y emociones puede ser más intensa o diferente.
El hecho de que hayas podido poner el tema en segundo plano para continuar con tu día a día es un gran paso, pero el hecho de que estos pensamientos e imágenes sigan apareciendo muestra que todavía necesitas apoyo para manejarlos mejor y recuperar tu tranquilidad.
Te recomendaría que, si no lo has hecho ya, busques ayuda profesional, como un psicólogo o psiquiatra, que pueda acompañarte para entender mejor lo que está pasando y enseñarte herramientas para manejar la ansiedad, los pensamientos intrusivos y la incertidumbre. También es importante que puedan ayudarte a diferenciar entre lo que es real y lo que no, y trabajar en la gestión emocional para evitar que el malestar te lleve a conductas que después lamentes, como golpearte a ti mismo o a objetos.
No eres una molestia y tienes todo el derecho a pedir ayuda. Estás haciendo lo correcto al buscar respuestas y apoyo, y con la ayuda adecuada puedes aprender a manejar estos pensamientos y sentirte mejor poco a poco.
Hola, gracias por compartir con tanta sinceridad lo que estás viviendo .
Lo que describes encaja mucho con un patrón de obsesiones e imágenes intrusivas que suelen aparecer en cuadros de ansiedad u obsesivo-compulsivos. Se caracterizan porque la persona siente dudas constantes, pensamientos repetitivos que no puede sacar de la mente, imágenes que se sienten muy reales, y la necesidad de encontrar una certeza absoluta de si algo ocurrió o no. Esa búsqueda de certeza, paradójicamente, suele hacer que la duda crezca más.
Entiendo que esto te genere miedo, enfado e incluso reacciones impulsivas, porque vivir con estas dudas continuas es agotador. Es importante que sepas que tener pensamientos o imágenes no significa que sean recuerdos reales ni que hablen de quién eres. Son contenidos de la mente, que pueden sentirse muy vívidos, pero no son pruebas de que algo haya sucedido.
Dices también que tienes diagnóstico de Asperger, y en ocasiones las personas en el espectro pueden experimentar más rigidez cognitiva o tendencia a quedarse atrapadas en un tema, lo cual puede estar influyendo en la intensidad de lo que sientes.
Lo más recomendable es que busques un acompañamiento profesional (psicólogo/a especializado en ansiedad u obsesiones), si te encaja, yo misma podría acompañarte ;). Hay tratamientos muy eficaces, como la terapia cognitivo-conductual con exposición y prevención de respuesta, que, conjuntamente con otras técnicas provenientes de la ACT o el Mindfulness ayudan a relacionarse de otra manera con estas obsesiones y a disminuir el malestar.
No estás solo en esto, ni significa que estés “perdiendo la cabeza”. Lo que te pasa tiene nombre, explicación y tratamiento. Buscar ayuda puede darte alivio y herramientas para recuperar tu tranquilidad .
Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807
Lo que describes encaja mucho con un patrón de obsesiones e imágenes intrusivas que suelen aparecer en cuadros de ansiedad u obsesivo-compulsivos. Se caracterizan porque la persona siente dudas constantes, pensamientos repetitivos que no puede sacar de la mente, imágenes que se sienten muy reales, y la necesidad de encontrar una certeza absoluta de si algo ocurrió o no. Esa búsqueda de certeza, paradójicamente, suele hacer que la duda crezca más.
Entiendo que esto te genere miedo, enfado e incluso reacciones impulsivas, porque vivir con estas dudas continuas es agotador. Es importante que sepas que tener pensamientos o imágenes no significa que sean recuerdos reales ni que hablen de quién eres. Son contenidos de la mente, que pueden sentirse muy vívidos, pero no son pruebas de que algo haya sucedido.
Dices también que tienes diagnóstico de Asperger, y en ocasiones las personas en el espectro pueden experimentar más rigidez cognitiva o tendencia a quedarse atrapadas en un tema, lo cual puede estar influyendo en la intensidad de lo que sientes.
Lo más recomendable es que busques un acompañamiento profesional (psicólogo/a especializado en ansiedad u obsesiones), si te encaja, yo misma podría acompañarte ;). Hay tratamientos muy eficaces, como la terapia cognitivo-conductual con exposición y prevención de respuesta, que, conjuntamente con otras técnicas provenientes de la ACT o el Mindfulness ayudan a relacionarse de otra manera con estas obsesiones y a disminuir el malestar.
No estás solo en esto, ni significa que estés “perdiendo la cabeza”. Lo que te pasa tiene nombre, explicación y tratamiento. Buscar ayuda puede darte alivio y herramientas para recuperar tu tranquilidad .
Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807
Hola. Entiendo la gravedad de la situación y la angustia que te está causando. Es completamente comprensible que te sientas abrumado, confundido y asustado. Lo que describes es una carga emocional y psicológica muy pesada.
Como psicóloga con habilitación sanitaria, con mi experiencia en psiquiatría hospitalaria, te puedo decir que lo que estás experimentando es un claro caso de Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). El TOC, en su esencia, se aprovecha de tus miedos más profundos y de la necesidad de certeza.
Lo que te está pasando
Tu mente ha quedado atrapada en un ciclo vicioso de obsesiones y compulsiones, alimentado por la ansiedad.
La obsesión intrusiva: La duda sobre si hiciste "algo grave e inmoral" es el núcleo del problema. El TOC toma algo que te asusta y lo transforma en un pensamiento que no puedes ignorar. El hecho de que te preocupes tanto demuestra que este pensamiento es contrario a tus valores.
La compulsión mental: El "investigar" para saber si lo hiciste, el "analizar" tus recuerdos y el "darle vueltas" a las imágenes en tu mente son compulsiones. Las haces para aliviar la ansiedad y encontrar una respuesta, pero solo logran lo contrario: alimentan la obsesión.
El miedo al "y si": El TOC se nutre de la duda, no de la realidad. Tu cerebro te está diciendo: "¿Y si lo hiciste y no te acuerdas?". La única forma de romper este ciclo es aceptar la incertidumbre.
La relación con el Asperger
El hecho de tener Asperger es un factor relevante. Las personas con Asperger a menudo tienen una tendencia a la pensar de forma muy rígida y a buscar la certeza y el orden. Esto las hace más vulnerables a que el TOC se apodere de sus pensamientos.
Lo que puedes hacer
La única manera de resolver este problema es con terapia psicológica especializada.
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): La TCC es el tratamiento más eficaz para el TOC. Un terapeuta te guiará para que te expongas gradualmente a tus miedos (por ejemplo, a la idea de que pudiste haber hecho algo malo) sin realizar tus compulsiones (buscar la respuesta, analizar los recuerdos).
No te disculpes por tu texto. El hecho de que hayas podido expresarte de esta manera demuestra tu deseo de mejorar. El camino es largo, pero es posible.
Un saludo,
Pilar Rapela
Como psicóloga con habilitación sanitaria, con mi experiencia en psiquiatría hospitalaria, te puedo decir que lo que estás experimentando es un claro caso de Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). El TOC, en su esencia, se aprovecha de tus miedos más profundos y de la necesidad de certeza.
Lo que te está pasando
Tu mente ha quedado atrapada en un ciclo vicioso de obsesiones y compulsiones, alimentado por la ansiedad.
La obsesión intrusiva: La duda sobre si hiciste "algo grave e inmoral" es el núcleo del problema. El TOC toma algo que te asusta y lo transforma en un pensamiento que no puedes ignorar. El hecho de que te preocupes tanto demuestra que este pensamiento es contrario a tus valores.
La compulsión mental: El "investigar" para saber si lo hiciste, el "analizar" tus recuerdos y el "darle vueltas" a las imágenes en tu mente son compulsiones. Las haces para aliviar la ansiedad y encontrar una respuesta, pero solo logran lo contrario: alimentan la obsesión.
El miedo al "y si": El TOC se nutre de la duda, no de la realidad. Tu cerebro te está diciendo: "¿Y si lo hiciste y no te acuerdas?". La única forma de romper este ciclo es aceptar la incertidumbre.
La relación con el Asperger
El hecho de tener Asperger es un factor relevante. Las personas con Asperger a menudo tienen una tendencia a la pensar de forma muy rígida y a buscar la certeza y el orden. Esto las hace más vulnerables a que el TOC se apodere de sus pensamientos.
Lo que puedes hacer
La única manera de resolver este problema es con terapia psicológica especializada.
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): La TCC es el tratamiento más eficaz para el TOC. Un terapeuta te guiará para que te expongas gradualmente a tus miedos (por ejemplo, a la idea de que pudiste haber hecho algo malo) sin realizar tus compulsiones (buscar la respuesta, analizar los recuerdos).
No te disculpes por tu texto. El hecho de que hayas podido expresarte de esta manera demuestra tu deseo de mejorar. El camino es largo, pero es posible.
Un saludo,
Pilar Rapela
Siento que estés pasando por esto que cuentas. La verdad que es algo que ocurre a veces, cuando empezamos a cogerle miedo a un pensamiento y lo negamos, vuelve con más fuerza, lo volvemos a negar... Así es como funcionan muchos TOCS (trastorno obsesivo compulsivo): Tenemos tanto miedo a hacer algo, que creemos que incluso pensar en ello nos llevaría a cometer ese algo, lo cual no es cierto, porque pensamos muchas cosas a lo largo del día y no significa que vayamos a llevarlas a cabo o si quiera que queramos hacerlo. Lo que pasa es que si para ti ya ha llegado un momento en que es inmanejable, te recomiendo consultar asistir a terapia con un psicólogo especializado en TOC, porque aunque te parezca mentira, lo que cuentas se puede solucionar y puedes volver a vivir tranquilo.
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