Victoria Rubio

Ataques de pánico

Los ataques de pánico, que también podemos llamar crisis de ansiedad, se caracterizan por la aparición de muchos síntomas de ansiedad, tanto psicológicos como fisiológicos, corporales, acompañados a su vez por la sensación de peligro, de que algo muy grave te está pasando o te va a pasar, o incluso sensación de muerte inminente. Se siente algo parecido a que te está dando un infarto, ya que te duele el pecho, te mareas, no puedes respirar bien, etc. Aunque muchos de estos síntomas se deben más al miedo percibido que al ataque en sí. Este proceso suele durar unos 30 minutos y al final de estos ataques la persona que los sufre se queda agotada.

Ansiedad

Hablamos ahora del trastorno de ansiedad generalizada. Defino resumidamente lo que puede ser el diagnóstico, independientemente de que se cumpla o no. Como indico en la descripción de la depresión, no tiene por qué haber un diagnóstico como tal para que el sufrimiento percibido en ciertas situaciones sea totalmente real y necesitemos ayuda para superarlo. La característica principal de la ansiedad es la preocupación constante y excesiva por asuntos cotidianos, que provocan gran malestar y afectan a nivel social, laboral y personal. Cuando estos síntomas duran más de 6 meses, se considera diagnosticable como Trastorno de Ansiedad Generalizada.

Distimia

Anteriormente he hablado sobre la Depresión. Me gustaría ahora tratar una patología que podría adaptarse mejor a lo que muchas personas pueden padecer y no se ajusta exactamente a la definición de Depresión. Esta es la Distimia, que se caracteriza por tener una intensidad más leve que la depresión, pero más crónica; es decir, que dura más en el tiempo. Lo que se siente con la distimia es más bien un estado de desaliento, de quejas y de cansancio, pero pudiendo hacer frente al día a día. Puede, incluso, haber días o semanas en los que la persona se encuentra bien, pero existe la tendencia a ese abatimiento anteriormente comentado.

Depresión

Lo que comúnmente conocemos como depresión se podría adaptar a lo que la APA (American Psychiatric Association) llama Trastorno Depresivo Mayor. En este, la persona siente una profunda tristeza, pesimismo sobre sí misma y sobre el futuro SIN QUE HAYA UNA SITUACIÓN EXTERNA QUE LO JUSTIFIQUE. Pongo esto en mayúsculas porque no es una patología estar triste cuando se muere un ser querido, por ejemplo. Este estado, para ser "diagnosticable" tiene que haber estado presente durante un tiempo definido y con una gravedad y presencia dada. Sin embargo, no es necesario tener un diagnóstico para sentirse mal, excesivamente triste, y para requerir ayuda para superar ciertos momentos vitales.