Buenos días, formé una familia con mi marido tenemos un bebé y llevamos un tiempo mal. No soporto qu

Gracias por abrirte con tanta honestidad. Lo que estás viviendo no solo es profundamente doloroso, sino también una situación de violencia psicológica y física que requiere atención urgente. Sentirte sola, incomprendida, amenazada y emocionalmente rota no es algo que debas normalizar ni soportar en silencio. Cuando en una relación hay menosprecio, agresiones físicas o amenazas, especialmente con un hijo de por medio, la prioridad es tu seguridad y tu salud mental, y eso no puede esperar a que las condiciones económicas mejoren. Existen recursos públicos y asociaciones en España que ofrecen ayuda psicológica, legal y social gratuita o a bajo coste para mujeres que atraviesan situaciones como la tuya. Buscar ayuda profesional no es solo un acto de autocuidado, sino también una forma de proteger a tu hijo de crecer en un entorno donde la violencia y el sufrimiento emocional estén presentes. No estás exagerando ni eres débil: estás viviendo una situación límite, y pedir ayuda es lo más valiente que puedes hacer. Te animo a que contactes con un centro de atención a la mujer de tu zona, un centro de servicios sociales o incluso llames al 016, el teléfono de atención a víctimas de violencia de género en España, que es gratuito y no deja rastro. No estás sola, hay salida, y mereces vivir con dignidad, respeto y bienestar.

Gracias por tu valentía al escribir. Estás atravesando una situación muy dolorosa que afecta no solo tu bienestar emocional, sino también tu seguridad y la de tu hijo. El maltrato psicológico, las amenazas, el desprecio y cualquier tipo de agresión física no deben normalizarse. Tu sensación de soledad, tristeza y agotamiento no es exagerada: es una señal de alarma.

Buscar ayuda es urgente y necesario. Existen recursos gratuitos o de bajo coste donde podrías recibir apoyo psicológico —como servicios sociales, centros de la mujer o fundaciones que trabajan con mujeres en situaciones de violencia o vulnerabilidad emocional y económica—. No estás sola, aunque ahora lo parezca.

Tu salud mental y la protección de tu hijo deben ser la prioridad. Te animo a que busques un espacio profesional donde sientas contención y seguridad. La terapia puede ayudarte a recuperar tu fuerza interna, tomar decisiones con claridad y construir una vida en la que no tengas que sobrevivir, sino vivir en paz.

Hola, gracias por abrirte y compartir lo que estás viviendo. Lo que estás describiendo no solo es una situación dolorosa, sino también muy delicada. Sentirte sola, incomprendida, rota emocionalmente y vivir episodios de agresión y amenazas no es algo que debas enfrentar sin ayuda.
Antes que nada, quiero que sepas que mereces respeto, seguridad y apoyo. Ninguna persona debería sentirse amenazada o maltratada en su hogar. Lo que estás atravesando tiene un impacto profundo no solo en ti, sino también en tu bebé, y buscar ayuda profesional es un paso valiente y muy necesario.
Aunque ahora mismo te encuentres en un momento económico difícil, existen recursos gratuitos o de bajo coste a los que podrías acceder. En muchas comunidades hay servicios de atención psicológica, asociaciones de mujeres y recursos sociales que podrían orientarte y acompañarte desde el primer momento. Incluso hablar con tu médico de cabecera podría ayudarte a canalizar ayuda especializada.
No estás sola. Es importante que puedas salir del aislamiento y encontrar un espacio seguro donde hablar, ser escuchada y recibir el apoyo que necesitas. También es fundamental que te resguardes físicamente si sientes que hay peligro en casa. Priorizar tu seguridad —y la de tu hijo— es urgente.
Te animo a que busques ayuda lo antes posible. Si deseas, puedo orientarte hacia recursos o profesionales en tu zona. Tu bienestar merece atención, cuidado y tiempo. Gracias de corazón por confiar y compartir tu historia.

Si lo deseas, puedo ayudarte a adaptar esta respuesta para enviarla por WhatsApp o por correo, con un tono aún más cercano. También puedo preparar una versión más breve para responder en casos similares. ¿Te gustaría?

Gracias por confiar en compartir algo tan íntimo y doloroso. Lo que estás viviendo no es fácil, y es importante que sepas que **no estás sola** y que tu malestar **es completamente válido**. Lo que describes muestra una situación que va más allá de una crisis de pareja: **estás en un contexto de maltrato emocional y físico**, y es esencial que pongas el foco en tu bienestar y en el de tu hijo.

Aquí tienes una **respuesta orientativa desde la psicología sanitaria**, con un tono **muy empático, cercano, contenedor y claro**, pensada para dar sostén emocional y orientar a esta persona que está pidiendo ayuda:

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Buenas tardes, no puedo imaginar lo difícil que debe estar siendo para ti sostener todo esto sola, con un bebé, sin red de apoyo cercana y con tanto dolor acumulado. Pero quiero decirte algo muy claro: **lo que estás viviendo no es tu culpa, y no mereces vivir con miedo, menosprecio ni violencia**.

Que una discusión llegue a las manos, que te amenacen con echarte de casa, que te digan que lo hacen “porque no te soportan” o que te hagan sentir rota, no son situaciones normales. Son señales claras de una relación que está generando un **daño emocional profundo**, y más aún, están cruzando límites que ponen en riesgo tu salud mental y emocional.

Decir que estás “psicológicamente rota” no es una exageración, es el reflejo de cuánto has tenido que aguantar. Lo más importante ahora es que puedas **protegerte a ti y a tu hijo**, y eso empieza por buscar apoyo.

Sé que mencionas que tu situación económica es complicada, pero hay **recursos gratuitos o subvencionados que pueden ayudarte**, especialmente cuando hay indicios de violencia de género:

Puedes acudir a tu **centro de salud** y solicitar una cita con el/la profesional de psicología o trabajadora social. Ellas pueden orientarte, ayudarte a encontrar recursos y activar apoyo.

También puedes contactar con el **teléfono de atención a víctimas de violencia de género**:
016 (es gratuito, no deja huella en la factura y está disponible 24h).
Allí puedes hablar, desahogarte, preguntar, sin ningún compromiso.

En muchas ciudades existen **servicios municipales de atención a la mujer o de atención a la familia**, que ofrecen apoyo psicológico, asesoría legal y acompañamiento social.

No estás exagerando. Estás dando el primer paso más importante: **reconocer que necesitas ayuda y pedirla**. Eso es valiente. Muy valiente.

Y si ahora mismo no sabes qué hacer, empieza por **hablar con una profesional**, aunque sea solo una conversación. A veces solo necesitamos que alguien nos escuche sin juzgar, para empezar a salir de ese pozo de tristeza.

Tu salud mental importa. Tu hijo también necesita a una madre segura, tranquila, sostenida. Y eso empieza por cuidarte tú.

Hola, gracias por expresar algo tan difícil y valiente. Lo que estás viviendo es profundamente doloroso, y es muy comprensible que te sientas rota, sola y desbordada. Estás atravesando una situación de sufrimiento psicológico y de violencia emocional que, según cuentas, también ha llegado a lo físico. Eso no es algo que debas afrontar sola, y mucho menos normalizar.

Tu bienestar y el de tu hijo son una prioridad. Mereces vivir en un entorno donde te sientas segura, respetada y acompañada. Cuando en una relación hay amenazas, menosprecio o agresiones, lo más importante no es entender por qué ocurre, sino protegerte y recibir ayuda cuanto antes.

Entiendo que la situación económica puede hacerte sentir atrapada, pero hay recursos gratuitos o de bajo coste que podrían darte el apoyo que ahora necesitas. Existen servicios de atención psicológica en centros de salud, asociaciones de mujeres y líneas de ayuda especializadas donde pueden orientarte y acompañarte para que tomes decisiones desde un lugar más seguro.

Pedir ayuda no es una debilidad, es un acto de valentía y amor propio —también hacia tu hijo, que necesita una madre cuidada y protegida.

Por favor, no te quedes sola con esto. Hay profesionales que podemos ayudarte a salir de este círculo de sufrimiento.

Un abrazo

Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807

Gracias por compartir tu historia con tanta honestidad. Estás atravesando una situación muy dura, y es importante que sepas que lo que estás viviendo no es normal ni debes acostumbrarte a ello. Estás describiendo una relación en la que hay maltrato psicológico, violencia física, amenazas y aislamiento. Todo esto afecta profundamente a tu salud mental y también al bienestar de tu hijo.

No necesitas justificarte ni aguantar más. El hecho de que lleves tiempo sintiéndote sola, triste y rota ya es motivo suficiente para pedir ayuda. Y puedes hacerlo, aunque ahora no estés en una buena situación económica. Existen recursos gratuitos que pueden acompañarte:

– Puedes acudir al Centro de la Mujer de tu localidad. Allí ofrecen atención psicológica, jurídica y social sin coste.
– También puedes llamar al 016, un servicio gratuito, confidencial y disponible todos los días del año.
– Los servicios sociales del ayuntamiento pueden ayudarte a iniciar un proceso de apoyo y protección.

Tú mereces una vida digna, segura y en paz. No estás exagerando, no estás sola y no estás fallando como madre por sentirte así. Al contrario: reconocerlo y pedir ayuda es un acto de valentía y de protección hacia ti y hacia tu hijo.

Si lo necesitas, puedes escribirme por privado a través de esta plataforma sin necesidad de reservar cita. Estoy aquí para leerte y acompañarte.

Hola, gracias por tu valentía al compartir esto. Lo que estás viviendo es muy grave y no estás exagerando. Cuando hay amenazas, maltrato psicológico y violencia física, tu seguridad y la de tu hijo deben ser la prioridad. Ninguna situación económica justifica permanecer en un entorno que te rompe por dentro.
Estás agotada, sola y sobrecargada, pero no estás fallando: estás sobreviviendo como puedes. El hecho de que quieras buscar ayuda ya es un acto de fuerza enorme. Hay recursos gratuitos que podrían orientarte, incluso desde servicios sociales, centros de la mujer o líneas de apoyo psicológico.
No estás sola, y mereces una vida segura, digna y en paz. También tu hijo merece un entorno donde el amor no duela.
Puedo ayudarte a buscar opciones accesibles o derivarte a servicios especializados si lo deseas. Este puede ser el primer paso para salir de ahí.

Gracias por abrir tu corazón y compartir algo tan íntimo y doloroso. Lamento profundamente la situación que estás viviendo y, sobre todo, que te sientas sola y sin apoyo. Es completamente comprensible que te sientas sobrepasada. Nadie merece vivir con miedo, tristeza ni en una relación donde hay maltrato o falta de respeto.

Es importante que sepas que tus emociones son válidas. Sentirte triste, rota o desesperada no es debilidad, sino una señal clara de que algo dentro de ti necesita ser atendido y sanado. A veces, repetimos dinámicas sin darnos cuenta, influenciadas por historias del pasado, creencias inconscientes o modelos familiares que hemos aprendido. Pero reconocer lo que ya no queremos vivir es el primer paso hacia un cambio verdadero.

No puedes cambiar a la otra persona, pero sí puedes comenzar a mirar hacia ti, a escucharte, y a priorizarte. Aunque hoy no tengas una red de apoyo física, el simple hecho de pedir ayuda ya es un acto de valentía y amor hacia ti y hacia tu hijo.

Te animaría a buscar espacios donde puedas expresarte con libertad y seguridad. Existen asociaciones, centros de la mujer y grupos de apoyo emocional que pueden orientarte, incluso sin coste. También podrías empezar por preguntarte:
¿Qué creencias o miedos me atan a esta relación que me está dañando?
¿Qué necesito empezar a hacer hoy, por pequeño que sea, para recuperar mi fuerza interior?

Tu hijo necesita una madre que se sienta en paz consigo misma, no perfecta. Y tú mereces una vida donde te sientas respetada, valorada y libre.

No estás sola. Ya diste un primer paso al hablar. Confía en que este momento difícil también puede ser el inicio de una transformación profunda.

Hola ¿qué tal? En primer lugar, quiero transmitirte todo mi respeto por atreverte a compartir una situación tan difícil.
Venir a terapia conmigo te ayudaría a recuperar tu estabilidad interior, a entender que no mereces vivir en un entorno dañino y a descubrir recursos que quizás ahora, por la tristeza y la presión, no puedes ver. Trabajaríamos juntas para fortalecer tu autoestima, recuperar tu voz y validar tus sentimientos, que muchas veces suelen quedar anulados en medio de una situación tan tensa. Siempre hay caminos para recuperar la dignidad y comenzar un proceso de reconstrucción personal, incluso en etapas complicadas a nivel económico. No estás sola, y pedir ayuda es el primer paso hacia una vida más segura y respetuosa para ti y para tu hijo. Estoy aquí para apoyarte y acompañarte en cada paso que des hacia tu bienestar. Un saludo, Silvia.

Lamento mucho que estés atravesando una situación tan dolorosa y compleja. Lo que describes (faltas de respeto, menosprecio, amenazas, violencia física y verbal) no es algo que deba normalizarse ni tolerarse, ya que puede tener consecuencias muy graves para ti y para tu hijo, tanto a nivel emocional como físico.

En estos casos, lo prioritario es garantizar tu seguridad y la de tu hijo. Si en algún momento te sientes en riesgo, es importante que busques ayuda inmediata, ya sea contactando con familiares, amistades de confianza o recurriendo a los servicios de emergencia y líneas de atención a víctimas de violencia. En España, por ejemplo, existe el 016, que atiende las 24 horas y no deja rastro en la factura (puede que en otros países haya números similares).

Más allá de la urgencia, es clave que puedas empezar a trazar un plan de salida o de protección, aunque no puedas aplicarlo de forma inmediata. Esto puede incluir:
- Identificar un lugar seguro donde acudir si la situación se agrava.
- Guardar documentación y pertenencias importantes en un lugar accesible.
- Establecer una red mínima de apoyo, aunque sea limitada, a través de amistades, familiares lejanos o incluso grupos de apoyo para mujeres.

Respecto a la parte emocional, es comprensible que te sientas rota y sola. No es debilidad pedir ayuda profesional, al contrario, es un paso valiente. Existen recursos gratuitos o de bajo coste, como asociaciones de apoyo a mujeres, centros de atención psicológica municipales o líneas de asistencia que ofrecen acompañamiento emocional.

Como psicóloga, puedo ayudarte a trabajar tu autoestima, gestionar el impacto emocional que esta relación ha tenido en ti y fortalecer tus recursos internos para que puedas tomar decisiones seguras y conscientes. La terapia puede ser un espacio seguro donde no se te juzgue, y donde poco a poco recuperes la confianza en ti misma y la claridad para actuar. No tienes por qué pasar por esto sola, y buscar apoyo ya es un primer paso hacia tu bienestar y el de tu hijo.

Buenos días. Lamento muchísimo el dolor y la angustia que estás sufriendo. Lo que describes es una situación muy grave y, por favor, quiero que sepas que tú no tienes la culpa. Los comportamientos de tu marido, sus menosprecios, el abuso verbal, la violencia física y las amenazas de que te vayas no son algo que tengas que soportar.

El hecho de que esta situación haya empezado antes de que naciera su hijo demuestra que no se trata de una reacción al estrés de la paternidad, sino de un problema que ya existía en la relación. El odio que sientes es un reflejo del maltrato que estás recibiendo. Es muy valiente de tu parte querer buscar ayuda.

Lo que puedes hacer
Prioriza tu seguridad y la de tu hijo. El hecho de que hayan llegado a las manos es una línea roja que no se debe cruzar. Tu seguridad y la de tu hijo son lo más importante ahora. Si te sientes en peligro, no dudes en buscar refugio temporal con amigos, familiares o en una casa de acogida.

Busca ayuda profesional de inmediato. Sé que la situación económica es difícil, pero existen muchos recursos gratuitos y accesibles para mujeres en tu situación.

Asistencia social y servicios de ayuda a la mujer: En España, hay servicios de ayuda a la mujer y de asistencia social en cada municipio. Ellos pueden ofrecerte asesoramiento legal, ayuda psicológica gratuita y, si es necesario, un lugar seguro para ti y tu hijo.

Líneas de ayuda contra la violencia de género: Puedes llamar al 016, que es un servicio confidencial y gratuito que no deja rastro en la factura telefónica. Te darán información sobre cómo actuar y los pasos a seguir.

No te quedes sola. Aunque no tengas a tu familia cerca, hay gente que puede apoyarte. Puedes hablar con amigos de confianza o buscar grupos de apoyo para mujeres que han pasado por situaciones similares. La soledad es una de las peores consecuencias del maltrato.

Considera un plan de seguridad. Prepara una bolsa con documentos importantes (DNI, pasaporte, documentos del bebé), dinero en efectivo y copias de las llaves, en caso de que necesites irte de casa rápidamente.

La salud mental que tienes deteriorada es una consecuencia directa del maltrato. Un profesional te ayudará a sanar esas heridas, a recuperar tu autoestima y a entender que lo que te pasa no es un problema de tu personalidad.

Recuerda: no te mereces esto. Tu hijo no debería vivir en un ambiente de violencia. Es el momento de ponerte a ti y a él en primer lugar.

Un saludo,
Pilar Rapela

Hola,

Lo primero que quiero decirte es que lamento profundamente que estés viviendo una situación así. No hay nada fácil en lo que estás describiendo, y es completamente comprensible que te sientas sobrepasada, sola y rota emocionalmente. Cuando una relación llega a un punto donde hay miedo, insultos o agresiones, ya no estamos hablando solo de una crisis de pareja: estamos hablando de tu seguridad y de tu bienestar mental y físico, que ahora mismo deben ser la prioridad absoluta —por ti, y también por tu hijo.

Entiendo que la situación económica puede hacer que buscar ayuda profesional parezca complicado, pero existen recursos gratuitos o de bajo coste que pueden orientarte y darte apoyo psicológico y legal. En tu caso, sería importante contactar cuanto antes con un servicio de atención a mujeres víctimas de violencia (el 016, gratuito y confidencial, no deja rastro en la factura) o con los servicios sociales de tu localidad, donde pueden ofrecerte orientación y acompañamiento personalizado.

Lo que estás viviendo no es culpa tuya. Estás intentando mantener a flote algo que lleva tiempo hiriéndote, y eso agota profundamente. Aun así, el hecho de que reconozcas que necesitas ayuda, que quieras proteger a tu hijo y cuidar de tu salud mental, ya dice mucho de tu fortaleza.

Si te parece, puedo ayudarte a estructurar los primeros pasos —cómo pedir apoyo psicológico, qué recursos específicos podrías usar según tu situación, y cómo empezar a protegerte emocionalmente mientras das ese paso—. No estás sola en esto, aunque ahora lo parezca.

Un saludo,
David