El periodo de abstinencia puede traer ansiedad angustia desgano?Llevo 1 año y 2 meses sin jugar y si

Sí, es posible. Durante un periodo de abstinencia de juego pueden aparecer síntomas como ansiedad, angustia, desgano o incluso apatía, ya que el cerebro necesita tiempo para reajustarse a la ausencia del estímulo. Que lleves más de un año sin jugar es un logro muy importante, aunque es normal que en algunos momentos surjan estas sensaciones. Lo recomendable es que no lo enfrentes solo: un proceso de apoyo psicológico puede ayudarte a manejar mejor la ansiedad y encontrar motivación en otras áreas de tu vida.

Sí, lo que comentas es bastante común. El periodo de abstinencia tras dejar el juego puede generar síntomas como ansiedad, angustia, desgano o incluso sensación de vacío. Aunque ya haya pasado más de un año, a veces la mente sigue asociando ciertas emociones con el juego, y eso puede mantener malestar residual.

Es importante entender que estos síntomas forman parte del proceso de recuperación y no significan un retroceso. Con acompañamiento psicológico especializado en adicciones se pueden trabajar nuevas formas de manejar la ansiedad, fortalecer la motivación y recuperar el disfrute en otras áreas de tu vida. No estás solo en esto, y pedir ayuda profesional puede marcar la diferencia para consolidar tu proceso de cambio.

Gracias por tu consulta y por la valentía de compartir tu experiencia. Mantener un año y dos meses de abstinencia es un logro muy significativo, aunque entiendo que no siempre se sienta así porque el camino de la recuperación no es lineal.

Sí, lo que describes puede ocurrir. Tras dejar una conducta adictiva, como el juego, es frecuente experimentar síntomas como ansiedad, angustia, desgano o incluso vacío. Esto pasa porque el cerebro necesita tiempo para readaptarse, y además porque la conducta adictiva solía ocupar un lugar central en la vida y regulaba emociones intensas.

Lo importante es que esto no significa que estés retrocediendo, sino que forma parte del proceso. Algunas recomendaciones que suelen ayudar:

Validar lo que sientes en vez de juzgarte por estar mal.

1. Cuidar rutinas de sueño, alimentación y ejercicio, que son fundamentales para la regulación emocional.

2. Apoyarte en espacios de terapia o grupos de ayuda, donde puedas compartir lo que te pasa sin sentirte solo.

3. Buscar actividades nuevas o retomar hobbies que den sentido y satisfacción en esta etapa de tu vida.

En muchos casos, la incomodidad emocional va disminuyendo a medida que se refuerzan estos apoyos y se consolidan nuevas formas de bienestar.

Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807

Es totalmente normal. Una cosa es la abstinencia física. Aunque no lo parezca, incluso el juego puede provocar ciertas respuestas del cerebro similares a la recompensa de la sustancia. Pero si te das cuenta, cuando una persona con adicción a la heroína (por ejemplo) ha pasado el mono físico, sigue existiendo un mono psicológico. Por qué sigue ese mono? porque probablemente el juego, sustancia (póngase aquí la adicción que se quiera) estaba ayudando a reducir otras emociones que no sabemos gestionar. Hasta que no se aprenda que nos quieren decir estas emociones y qué podemos hacer con ellas, el mono seguirá apareciendo.

Sí, es normal sentir ansiedad, angustia o desgano tras un periodo largo de abstinencia de algo que antes te generaba gratificación o escape, como los juegos. Tu cerebro puede estar reajustándose a nuevas rutinas y formas de recompensa.

Puedes atenderte conmigo o con cualquier profesional que te genere confianza para aprender estrategias que reduzcan la ansiedad y te ayuden a mantener hábitos saludables.

Hola, gracias por compartir lo que sientes. Sí, lo que describes es bastante habitual: tras un periodo de abstinencia del juego pueden aparecer ansiedad, angustia, desgano o incluso síntomas parecidos a la depresión. Es parte del proceso de adaptación de tu mente y tu cuerpo a una vida sin esa conducta que antes servía como vía de escape.
Lo importante es que no lo vivas en soledad. Estos síntomas se pueden trabajar en terapia para que poco a poco recuperes la calma, la motivación y el bienestar.
Si lo deseas, podemos agendar una sesión y ver juntos herramientas que te ayuden a manejar mejor estas sensaciones.

¡Hola! Lo primero enhorabuena por llevar ya 1 año y 2 meses sin jugar. Sentir angustia, ansiedad y desgano es normal dentro de un proceso de abstinencia como parte de la recuperación. El juego en muchas ocasiones sirve como vía de escape para evitar emociones difíciles como la ansiedad y ahora que no estás jugando es normal que puedas sentir que esa ansiedad no se reduce. Es muy importante que puedas aprender a gestionar esa ansiedad de otras formas más saludables y, si sientes que está alargándose mucho en el tiempo o que la intensidad de la ansiedad o la apatía es muy alta, sería adecuado que pudieras buscar ayuda profesional para descubrir qué está ocurriendo. Muchísimo ánimo. Un abrazo.

Hola ¿qué tal? Claro que es normal lo que sientes, incluso tener irritabilidad, dificultad para concentrarte, tristeza y una disminución del ánimo, ya que tu cerebro y tu rutina estaban acostumbrados a la gratificación inmediata del juego ya que el sistema los diseñan con el objetivo de generar adicción.
En terapia, te ayudaría a entender estos síntomas mediante recursos emocionales y prácticas de autocuidado, y a encontrar nuevas fuentes de satisfacción y sentido fuera de los juegos. Como profesional, te acompañaría en el fortalecimiento de tu autoestima y en el establecimiento de hábitos saludables, para que la recuperación emocional sea completa y estable en el tiempo. Un saludo, Silvia.

Al margen de lo que otras personas puedan decirte sobre si es “normal” o no, lo importante es que lo que sientes es real y merece atención. Mencionas que llevas 1 año y 2 meses sin jugar. Puede ser útil explorar si la ansiedad y la desgana han estado presentes todo este tiempo o si aparecen en momentos concretos.

Identificar qué está generando tu malestar en tu vida actual te dará más opciones para actuar que simplemente recibir una etiqueta de “normal” o “anormal”. En consulta se puede trabajar cómo identificar estos factores y qué hacer con ellos, si quieres más información, puedes visitar mi perfil y estaré encantado de ayudarte.

Es perfectamente normal, de hecho, la abstinencia de una sustancia o comportamiento al que se es adicto genera precisamente esas dos sensaciones: gran ansiedad en ocasiones y, en otras, una sensación de desgana y apatía. Si llevas ya un año y dos meses sin consumir, lo primero ¡enhorabuena! Y, lo segundo, quizás sea buena idea acudir a un psicólogo o un grupo de ayuda de adictos al juego en recuperación, porque te van a ayudar a gestionar esas sensaciones desagradables con herramientas que puedes trabajar día a día.

Buenos días. Sí, lo que describes es algo relativamente normal en estos procesos. Esto ocurre porque el cerebro y los sistemas emocionales relacionados con el placer y la recompensa todavía se están reajustando.

Es habitual que estas sensaciones se intensifiquen en momentos más difíciles o de mayor carga emocional. Por eso, es fundamental reforzar los apoyos saludables: vínculos sociales y familiares, actividades de ocio, cuidado físico y emocional, entre otros. Todo esto ayuda a atravesar los bajones anímicos y a mantenerse en el camino de recuperación.

También es muy recomendable seguir acompañado por alguna asociación o profesional especializado, no tanto por el juego en sí, sino para trabajar la gestión emocional que sigue formando parte del proceso de rehabilitación.

Espero que mi respuesta te haya sido útil.
Mucho ánimo y cuídate.

Hola,

Sí, lo que estás experimentando puede ser parte de lo que se conoce como síntomas de abstinencia y reajuste emocional tras dejar un comportamiento adictivo. Aunque llevas más de un año sin jugar, el cuerpo y la mente todavía pueden reaccionar ante la ausencia de la gratificación inmediata que el juego ofrecía, generando ansiedad, angustia, desgano y cambios en el ánimo. Esto no significa que hayas fallado ni que estés “retrocediendo”, sino que tu cerebro y tu sistema emocional todavía se están reequilibrando.

Durante este proceso, puede ser útil contar con apoyo y estrategias específicas para manejar estas emociones, fortalecer tus recursos internos y mantener el control sobre los impulsos. Con mi experiencia en acompañamiento psicológico, puedo orientarte y guiarte para que la abstinencia deje de sentirse como un peso y se convierta en un camino de crecimiento y fortalecimiento personal.

Un saludo,
David

Hola.
Sí, es totalmente normal. Cuando dejas el juego, tu mente y tu cuerpo se están reajustando a vivir sin el estímulo constante que antes regulaba tus emociones. En ese proceso, es común sentir ansiedad, vacío, desánimo o incluso confusión.

Se entiende que esos malestares no son señales de fracaso, sino parte natural del proceso de recuperación. Estás aprendiendo a vivir con tus emociones sin recurrir al juego para evitarlas, y eso requiere tiempo y autocompasión.

Más que buscar eliminar el malestar, te ayudará aceptarlo como parte del camino, y enfocarte en las acciones que te conectan con tus valores: la salud, la libertad, la confianza en ti. Esos sentimientos no significan que vas hacia atrás, sino que estás reconstruyendo una vida más plena sin depender del juego.