Hola tengo una problema mi marido es adicto al juego se dejó un tiempo de jugar y ahora empezó otra

Lo que describes no es simplemente “un mal hábito”: la ludopatía (adicción al juego) es un problema serio que afecta a la persona que juega y también a su entorno. Es comprensible que te sientas agotada, sin fuerzas y atrapada entre querer ayudar y proteger a tu familia. Aunque tu marido sea un buen hombre, la adicción cambia comportamientos y puede llevar a ocultar gastos, vender objetos y culpabilizar al otro. La recuperación solo es posible cuando la persona reconoce el problema y acepta ayuda especializada. Mientras tanto, es importante que cuides de ti y de tus hijos, pongas límites claros y busques apoyo psicológico o grupos para familiares de personas con adicciones. No estás sola, pedir ayuda no significa rendirse: es empezar a protegerte y a crear un entorno seguro para ti y los tuyos

Hola,
Gracias por compartir tu situación, entiendo perfectamente lo doloroso y agotador que puede ser convivir con una persona que tiene una adicción al juego. Lo que describes —el gasto descontrolado, las mentiras, la manipulación emocional y la dificultad para aceptar ayuda— son conductas muy comunes en este tipo de problema, y es importante que sepas que no es tu responsabilidad “salvarlo” ni controlarlo.

La ludopatía es una adicción conductual que requiere tratamiento profesional. Sin embargo, cuando la persona no reconoce el problema o se niega a recibir ayuda, el foco debe ponerse en tu propio bienestar emocional y en aprender estrategias para poner límites saludables, proteger tus recursos y cuidar de ti y de tus hijos.

En terapia se puede trabajar cómo manejar esta situación sin sentirte culpable ni desgastarte emocionalmente, entendiendo las dinámicas de la adicción y recuperando tu sensación de control.

Si lo deseas, puedes pedir una cita conmigo para una primera sesión (también disponible online), y valoraremos juntos cómo acompañarte en este proceso y definir los próximos pasos.

Un abrazo

Lo que estás viviendo es muy difícil y es normal que te sientas cansada y sin fuerzas. La adicción al juego es una enfermedad que afecta no solo a quien la padece, sino también a toda la familia. Por eso, su comportamiento cambia, miente, se enfada y busca justificar sus actos.

No tienes la culpa de lo que ocurre, y tampoco puedes controlarlo tú sola. Es importante que pongas límites y protejas tanto tu bienestar como el de tus hijos. Aunque él no quiera buscar ayuda ahora, tú sí puedes hacerlo para aprender cómo actuar, manejar las emociones y cuidar de ti misma.

Si lo deseas, puedes asistir conmigo para recibir orientación y apoyo profesional.

Hola, lamento mucho la situación que estás pasando. Parece ser que tu marido está pasando por un período de adicción al gasto, todo y que con esta descripción no lo estoy diagnosticando. sin embargo es muy importante que pongas límites y cuides de tu dinero para que no vaya a meterte en líos. Te recomendaría asesorarte y apoyarte de ayuda psicológica para atravesar esta situación. Tal como dices, seguramente es una buena persona, pero si de verdad se trata de un problema con el juego, ambos necesitarán apoyo psicológico. Desde la plataforma te podemos ayudar. Ánimos.

En este caso hay dos aspectos importantes. Por un lado, entender qué está ocurriendo con tu marido y qué función cumple el juego en su vida. A menudo las adicciones no son solo un problema en sí mismas, sino una forma de escapar de un malestar o de una vida que no se siente satisfactoria. Trabajar sobre lo que le lleva a jugar, las emociones que intenta evitar y las necesidades que no está cubriendo puede ser un paso clave para que el juego deje de tener tanta fuerza.

Por otro lado, también es importante que revises tus propios límites. Qué estás dispuesta a tolerar, qué consecuencias hay cuando se traspasan y cómo protegerte emocionalmente tú y tus hijos. Si no se establecen límites claros, es muy probable que la situación continúe igual.

Si quieres trabajar sobre esto para recuperar claridad, fuerza y bienestar dentro de tu situación familiar, puedes entrar en mi perfil y reservar una primera reunión de valoración. Estaré encantado de acompañarte a solucionarlo.

Hola,

Gracias por compartir algo tan delicado. Lo que estás viviendo debe de ser muy doloroso y agotador. Es completamente comprensible que te sientas sin fuerzas, dividida entre el amor que sientes por tu marido y el daño que genera su adicción al juego. Cuando hay una ludopatía, toda la familia sufre: se rompe la confianza, se acumula la frustración, y el vínculo se llena de miedo, culpa y silencios.

Es importante recordar que el juego patológico no es una simple falta de control, sino una enfermedad que requiere acompañamiento profesional. Que él se niegue a buscar ayuda no significa que no pueda cambiar, sino que está atrapado en una dinámica de negación que forma parte del propio trastorno. En estos casos, tanto la persona afectada como su entorno necesitan apoyo especializado: él para trabajar su adicción y su responsabilidad, y tú para recuperar tu equilibrio, aprender a poner límites y protegerte emocionalmente sin sentirte culpable.

Puedo acompañarte a ti en este proceso para que encuentres serenidad y claridad en las decisiones que tomes, y también puedo ayudar a tu marido si en algún momento decide iniciar su propio proceso terapéutico. La recuperación es posible, pero comienza dando el primer paso: pedir ayuda y no afrontar esto en soledad.

Un saludo,
David

Gracias por compartir algo tan doloroso y valiente. Lo que estás viviendo no es nada fácil, y se nota que has intentado sostener esta situación durante mucho tiempo.

La adicción al juego (ludopatía) no es solo “un mal hábito”, sino una enfermedad que afecta profundamente la conducta, las emociones y las relaciones familiares. Entiendo que te sientas agotada, confundida y sin fuerzas, es totalmente humano después de tantos años intentando ayudar a alguien que no reconoce aún que necesita apoyo.

También es importante que pienses algo: tú no eres la causa de su problema, ni tampoco la responsable de solucionarlo sola. Su enfado, sus reproches o sus intentos de hacerte sentir culpable son mecanismos de defensa propios de la adicción, no reflejos de la realidad. Y aunque lo ames, es necesario cuidar también de ti y de tus hijos.

Acudir a terapia puede ser un primer paso importante, incluso si él por ahora no quiere hacerlo. Tú sí puedes empezar un proceso para fortalecerte, entender los límites saludables y decidir, desde la calma, qué necesitas para ti y para tu familia. En un espacio terapéutico podrías encontrar acompañamiento emocional y herramientas para dejar de sentirte tan sola en esta carga.

A veces, cuando uno de los dos comienza terapia, el otro acaba viéndose reflejado y más adelante accede a buscar ayuda también. Pero lo primero es cuidar de ti.

Siento que estés pasando por una situación tan difícil: los familiares de los adictos al juego tienen que lidiar con situaciones duras como las que comentas. Si él no quiere ayuda, sí puedes buscar ayuda tú: puedes acudir a un psicólogo/a especializado en adicciones como familiar afectada y ese profesional te indicará cómo puedes actuar con él. Otra opción es contactar con alguna asociación de adictos al juego, suelen tener grupos de ayuda a familiares con reuniones periódicas que constituyen un muy buen apoyo para ti, porque entiendo que la sensación de soledad tiene que ser muy frustrante.

Hola, estás relatando una situación muy complicada. Las adicciones generan estos cambios conductuales de faltas de respeto, robos, mentiras, alteraciones en el estado de ánimo, irascibilidad etc. generando en las personas que nos encontramos a su lado sentimientos de indefensión, es decir, de no poder hacer nada. Hay varias entidades que trabajan con estas adicciones como proyecto hombre u otros servicios del sistema nacional de salud. Si él no acepta ayuda sería conveniente que tu pudieses acudir para poder sobrellevarlo

hola, es normal que te sientas sin fuerzas, es una situación muy dificil y desgasta mucho. Ante todo quiero que sepas que no es tu culpa, si el no reconoce el problema es muy difícil ayudarle. Podrías poner algún limite en el tema económico con cuentas separadas, no se trata que no le quieras si no que tu también te protejas y cuides. Y me parece que no te estás rindiendo todavía, estas pidiendo ayuda. Pero recuerda que tu no puedes cambiar su adicción ha de ser él. Ánimo y si necesitas, pide ayuda profesional para gestionar estos momentos.

Lamento mucho la situación que estás viviendo. Lo que describes es muy doloroso y agotador emocionalmente —no solo por las consecuencias económicas, sino por la sensación de impotencia y desconfianza que genera cuando una persona querida no puede controlar su conducta.

La adicción al juego (ludopatía) no es una cuestión de voluntad o de carácter, sino un trastorno que afecta los mecanismos cerebrales del control de los impulsos. Por eso, cuando tu marido se enfada o te culpa, en realidad está bajo la influencia de una adicción que le domina, y no logra asumir su responsabilidad ni ver el impacto que tiene en la familia.

Tu sufrimiento, tu cansancio y tus dudas son totalmente comprensibles. Nadie puede sostener solo una situación así durante tanto tiempo. En estos casos, además de que él reciba ayuda especializada (centros de tratamiento de ludopatía, terapia individual o grupos como Jugadores Anónimos), también es fundamental que tú tengas tu propio espacio de apoyo psicológico, para poder cuidar de tu bienestar, tus límites y tu energía emocional.

Te animo a que busques acompañamiento profesional para ti —no solo para “aguantar”, sino para tomar decisiones desde la claridad y la calma. A veces, cuando la pareja se niega a tratarse, el primer paso lo puede dar quien sufre las consecuencias, y desde ahí generar un cambio más profundo.

No estás sola en esto. Buscar ayuda para ti también es una forma de proteger a tu familia.

Un abrazo,

Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria
Colegiada M-42807

Hola ¿qué tal? Entiendo tu agotamiento y el dolor que os produce a ti y a tu familia. En consulta, trabajaríamos en varios aspectos. Primero enfocaríamos las sesiones en fortalecer tu autoestima, tus recursos personales y tu capacidad de tomar decisiones sin sentirte paralizada por el miedo o la culpa. También podríamos explorar estrategias de comunicación más efectivas y seguras, especialmente en situaciones donde él niega su problema o te responsabiliza.

Además, valoraremos juntas la posibilidad de una intervención familiar o de pareja, siempre que él esté dispuesto en algún momento, pero sin que eso condicione tu proceso. Mi papel como psicóloga sería acompañarte para que redescubras tu equilibrio y logres protegerte emocionalmente, cuidando de ti y de tus hijos, aunque él aún no haya decidido buscar ayuda. Un saludo, Silvia.

Hola.
Entiendo profundamente tu cansancio. Vivir con una persona que sufre una adicción al juego supone una carga emocional muy grande, especialmente cuando te ves atrapada entre el amor y la impotencia. Es importante recordar que la ludopatía es una enfermedad, y cuando él está en fase activa, no actúa desde la voluntad plena, sino desde la compulsión.

Más que intentar controlar su conducta (algo que no depende de ti), es esencial que te centres en lo que sí puedes manejar: tus valores y tu bienestar. Esto puede incluir poner límites claros —no como castigo, sino como forma de autocuidado— y buscar apoyo para ti, incluso si él no quiere hacerlo.

No puedes salvarlo sola, pero sí decidir cómo quieres posicionarte ante esta situación sin perderte a ti misma. A veces, acompañar también implica soltar la lucha y cuidar tu propia vida, aunque duela.

Lo que estás viviendo es una situación muy dolorosa y desgastante, y es completamente comprensible que te sientas sin fuerzas. La adicción al juego (ludopatía) no es una simple falta de voluntad o un mal hábito: es una enfermedad reconocida que altera la capacidad de una persona para controlar sus impulsos, afectando tanto su vida como la de su familia. En tu caso, el hecho de que tu marido oculte dinero, venda objetos de valor y reaccione con enfado o culpabilización cuando le confrontas son señales claras de que la adicción está dominando su comportamiento.

Desde la psicología clínica, es importante que entiendas que tú no eres responsable de su adicción ni de su recuperación. El cambio solo puede comenzar cuando él reconozca el problema y acepte buscar ayuda profesional, algo que por ahora parece estar negando. Mientras tanto, tu prioridad debe ser protegerte emocional y económicamente, así como cuidar el bienestar de tus hijos. Puedes buscar apoyo en grupos de familiares de jugadores (como Jugadores Anónimos – Grupo de Familiares) o en servicios sociales de tu zona, donde pueden orientarte sobre recursos disponibles y cómo manejar la situación de forma segura.

También sería importante que recibieras apoyo psicológico individual. No solo para aliviar la carga emocional que llevas, sino también para recuperar tu sensación de control y fuerza personal. Amar a alguien no significa aceptar cualquier situación, y cuidar de ti también es una forma de cuidar a tu familia.