Fui al psicólogo y me dijo que parecía tener TOC de pensamientos negativos redundantes. Pero dejé de

Mi recomendación es que vuelvas a acudir al psicólogo y esta vez de manera consistente y frecuente, para poder trabajar en estas cosas que te generan malestar.

Hola, Lamento mucho escuchar que estás pasando por esta situación tan difícil. Lo que describes suena muy angustiante y afecta enormemente tu calidad de vida. Volver a ver a un psicólogo o buscar uno nuevo puede ser muy útil.

Hola primero de todo siento escuchar estas palabras, yo soy un psicólogo especializado en TOC que lo tengas o no puede ayudarte a salir de el mediante terapia. Tengo precios especiales para los que tienen TOC o Adicciones, puedes contar conmigo en tu recuperación. Puedes mirar mi perfil y agendar una cita conmigo y conocernos cuando quieras, ya que tb estoy online. Te mando un abrazo muy fuerte!

Hola, como dicen mis compañeros, no esperes y ponte en manos de un profesional, por aquí podemos hacer poco... Con la ayuda adecuada saldrás de ahí. Un saludo

Entiendo que lo estás pasando fatal. Es muy inválidante esa sensación.
Te digo, como mis colegas, que sería bueno para ti y tu recuperación que volvieses al psicólogo. Es quien mejor va a poder ayudarte a que te ayudes

Ese miedo o angustia por cosas que pueden ocurrir tiene que ver con la ansiedad anticipatoria. Consiste en una anticipación de cosas que creemos que van a pasar y que pensamos que van a ir mal, con resultados catastróficos. Aunque no nos hayamos enfrentado nunca a la situación que nos causa angustia, nuestro cerebro se comporta como si ya estuviéramos inmersos en ella, generándonos mucho sufrimiento.
Probablemente el querer ocultarlo, no te está ayudando. Es importante aceptar lo que te ocurre y buscar estrategias para afrontarlo. La mayoría de las veces, esas cosas negativas que anticipas nunca llegan a suceder en la realidad.
Algo que puede ayudarte es cuestionar esos pensamientos que te vienen a la cabeza: ¿Cuántas veces ha sucedido lo que temía?, ¿Qué me indica que eso vaya a pasar?, ¿Tengo alguna evidencia de ello?…
También puede ayudarte visualizar la situación de manera positiva, imaginando que la afrontas eficazmente, con seguridad y tranquilidad.
Las técnicas de respiración y relajación también son muy útiles en estos casos.
Si la situación no mejora, es importante que acudas a un especialista que te pueda ayudar a gestionarla de manera eficaz, proporcionándote las herramientas necesarias para ello.
Un saludo

Lo que te pasa no eres tú. Es algo que sufres y tiene cura. Te animo a que vayas a por ella. Un abrazo

Realmente debes estar sufriendo mucho. Y es muy normal que tus miedos se hayan incrementado desde que eres madre, porque aunque no lo comentes, probablemente te dará un miedo horrible que le pase algo a tu bebé o a ti misma y no puedas cuidarlo. Comentas que ya solías tener miedos y preocupaciones a las que te enganchabas. Pero no has comentado qué haces para intentar escapar o deshacerte de esos miedos y del malestar que te producen. Supongo que si ocultas que estás mal, es porque puede que no necesites realizar ningún tipo de acción repetitiva o ritual para conseguir librarte de esos miedos. Si no es así, no entrarías en la clasificación de TOC. Y aunque entraras en los criterios de clasificación, solo es una clasificación que hacemos los sanitarios para entendernos entre nosotros. Quizá entiendas tu mejor si te digo que se te ha disparado la ansiedad y que debes aprender a regularla. Está se expresa de muchas maneras, según las circunstancias de cada persona. Vuelve al psicólogo que te ayude a gestionarla y a aprender a vivir en el aquí y ahora. Un abrazo enorme

No es tan importante ponerte un etiqueta, dado que eso no soluciona lo que te pasa, me pregunto que te hizo dejar de acudir al psicólogo y pretender encontrar la solución a través de este medio.

No crees que este problema que tanto te angustia, lo has desarrollado a través del tiempo y lleva tiempo solucionarlo.

Date el permiso a tratar el problema y trabajarlo con alguien que te inspire confianza y confía en el proceso, no hay soluciones rapidas.


Nada de lo que te digamos aquí va a hacer desparecerlo de forma repentina.

Buenas tardes. Primero quiero expresarte que, siento mucho la situación desagradable por la que estás pasando. Esa conjetura de parecer que tiene x problema sin confirmarlo no es adecuada. Por otro lado, las preocupaciones excesivas pueden generarte agostamiento muy importante. Cuando se tiene miedo a resolver un problema, puede experimentar una serie de efectos tanto físicos como psicológicos y si no busca solución de inmediato tu salud física y mental puede peligrar. Como especialista en trastornos de ansiedad te recomiendo que busque ayuda y permitas que te valoren, para que te confirmen que tipo de trastornos de ansiedad estás padeciendo. Todo esto puede provocarte bloqueo mental, aumentar el nivel de ansiedad, inseguridad como falta de confianza en tus propias habilidades para resolver problema y evitación, porque tiende a evitar enfrentar el problema, lo que puede llevarte a procrastinar. El miedo es una emoción natural y tiene una función adaptativa importante, ya que nos alerta de posibles peligros. Sin embargo, cuando el miedo es excesivo o irracional, puede convertirse en un obstáculo significativo en tu vida.
Un saludo.
Cuídate mucho.

Lamento profundamente que estés atravesando un momento tan angustiante. Tus palabras reflejan un sufrimiento emocional muy intenso, y es muy valioso que estés buscando comprender lo que te está sucediendo. Lo que describes podría estar relacionado con varias causas, pero es importante que sepas que no estás sola en esto y que hay formas de manejar la ansiedad y los pensamientos catastróficos.

¿Por qué soy así?

Lo que describes, los pensamientos negativos persistentes y el sufrimiento físico y mental, puede estar relacionado con trastornos de ansiedad, como el Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) o el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), que involucra pensamientos repetitivos y no deseados (obsesiones). Las preocupaciones sobre los peores escenarios, especialmente desde que te convertiste en madre, son comunes cuando hay un alto nivel de ansiedad sobre la seguridad de los demás, pero también pueden estar vinculadas a la necesidad de controlar o anticipar el futuro para sentirte más segura.

La ansiedad anticipatoria es un fenómeno en el que la mente se llena de pensamientos sobre lo peor que podría suceder, y estos pensamientos pueden volverse tan abrumadores que parecen más reales de lo que realmente son. A veces, la maternidad puede intensificar estos miedos, ya que la responsabilidad de un hijo puede despertar un sentido de vulnerabilidad y preocupación constante por su bienestar.

¿Qué puedo hacer?

1. Reconocer los pensamientos intrusivos: Aceptar que estos pensamientos son solo pensamientos, no hechos. Aunque son muy reales y angustiosos, no definen la realidad. Una técnica que ayuda es practicar la aceptación y compromiso (ACT), donde se aprende a vivir con pensamientos incómodos sin dejar que controlen tu vida. Podrías empezar a identificar los pensamientos y etiquetarlos como lo que son: "pensamientos ansiosos" o "miedos sin base real", en lugar de creértelos.


2. Terapia cognitivo-conductual (TCC): Esta es una de las terapias más efectivas para tratar la ansiedad y los trastornos relacionados. Te ayudaría a desafiar estos pensamientos catastróficos y reemplazarlos por pensamientos más realistas y equilibrados. También puedes aprender herramientas para manejar la ansiedad en el momento, como la respiración profunda y la atención plena (mindfulness), que ayudan a calmar la mente.


3. No ocultar el sufrimiento: Aunque has mencionado que ocultas lo que sientes, compartir estas experiencias con personas cercanas o buscar ayuda profesional nuevamente puede aliviar parte de la carga emocional. Hablar con un psicólogo, aunque no hayas tenido un diagnóstico formal, podría ser un paso importante. Existen tratamientos eficaces y, a menudo, la ayuda de un terapeuta especializado en ansiedad puede proporcionarte la guía necesaria.


4. Cuida tu bienestar físico: La ansiedad y el sufrimiento mental pueden afectar tu cuerpo, generando agotamiento físico y tensión. Practicar actividades como yoga, meditación o incluso caminatas al aire libre pueden ayudarte a reducir la ansiedad y mejorar tu estado emocional. Dormir lo suficiente, comer bien y ejercitarte también son factores esenciales para manejar la ansiedad.


5. No te castigues: Tus miedos no te hacen débil ni "rara". Son una manifestación de tu ansiedad, y mereces sentirte bien. Lo más importante es que tomes pequeños pasos para cuidar de ti misma, incluso cuando te sientas agotada. Tú mereces una vida en la que puedas descansar mental y emocionalmente, y es completamente posible trabajar hacia ese bienestar.



Es completamente comprensible que no desees que tu vida siga marcada por este sufrimiento, pero quiero que sepas que sí hay formas de vivir de manera diferente, con menos angustia y más paz mental. La clave está en buscar el apoyo adecuado y ser amable contigo misma mientras tomas los pasos hacia tu bienestar. Si alguna vez necesitas continuar este proceso o si te gustaría hablar sobre estrategias específicas, estaré aquí para acompañarte.

Sentir una angustia intensa y miedos que parecen incontrolables es muy duro, especialmente cuando además eres madre y las responsabilidades se suman. Lo que describes puede estar relacionado con el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o con ansiedad, donde los pensamientos negativos y los escenarios temidos se vuelven muy presentes y difíciles de manejar.
No estás sola, y aunque ahora te sientas agotada, hay caminos para aprender a convivir con esos pensamientos y reducir ese sufrimiento. La terapia cognitivo-conductual, especialmente enfocada en TOC y ansiedad, ha demostrado ser muy efectiva para ayudarte a identificar, cuestionar y manejar esos pensamientos que te bloquean.
Te animo a que consideres retomar el apoyo psicológico con un profesional especializado, que pueda ofrecerte herramientas prácticas para recuperar el control sobre tu mente y emociones. También es importante cuidar tu bienestar físico y buscar espacios para ti misma, por pequeños que sean, para recargar energías.
No te culpes por cómo te sientes. Eres valiente por buscar respuestas.

Hola, existen muchos factores que pueden haber influido en el aumento de los pensamientos intrusivos, no existe nada malo o raro en ti. Ahora bien, si estos te están causando problemas en tu día a día lo mejor que puedes hacer es acudir a un profesional, para conseguir las pautas necesarias y adecuadas a tu caso y tu tipo de pensamientos, y que te ayuden a rebajar ese malestar asociado a ellos, entender de donde vienen y poder gestionarlos de una manera más eficaz para que no te provoquen la ansiedad que estás sufriendo ahora. Mucho ánimo.

Lamento tu situación. Todo problema tiene solución y hay formas de manejar el malestar emocional. Pedir ayuda es valiente y mereces sentirte mejor. Busca apoyo en personas de confianza o profesionales; no estás solo. Aquí tienes información útil.
El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es una condición de salud mental que se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones recurrentes. Las obsesiones se definen como pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos y no deseados que generan ansiedad o malestar. Las compulsiones, por su parte, son comportamientos repetitivos o actos mentales que la persona siente la necesidad de realizar con el fin de reducir la ansiedad provocada por las obsesiones o para evitar la ocurrencia de algún evento temido.
Algunos ejemplos de obsesiones incluyen el miedo a los gérmenes, dudas constantes o la necesidad de simetría. Entre las compulsiones más frecuentes se encuentran el lavado excesivo de manos, la comprobación reiterada de cerraduras o la realización de conteos y rituales mentales.
El TOC puede interferir de manera significativa en la vida diaria, ocupando mucho tiempo y afectando aspectos como las relaciones interpersonales, el estudio o el trabajo.
Existen diversos enfoques terapéuticos efectivos para el tratamiento del TOC:
La psicoeducación constituye una herramienta relevante, ya que implica proporcionar información clara sobre la naturaleza del trastorno, sus síntomas y el funcionamiento del ciclo de obsesiones y compulsiones. El propósito es que tanto la persona afectada como su entorno comprendan que el TOC es una condición médica. Se busca también corregir creencias erróneas, promover empatía y establecer expectativas realistas respecto al proceso de recuperación. La psicoeducación incluye estrategias para identificar señales tempranas de recaída y recursos para fortalecer el apoyo familiar y social, facilitando así la adherencia al tratamiento.
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): La TCC es considerada el tratamiento psicológico de elección para el TOC. Un método destacado dentro de la TCC es la Exposición con Prevención de Respuesta (EPR), cuyo enfoque se basa en:
• Exponer gradualmente a la persona a situaciones que desencadenan obsesiones, sin permitir que realice las compulsiones habituales.
• Favorecer el aprendizaje de que la ansiedad disminuye con el tiempo, aunque no se realicen las compulsiones.
• Modificar creencias distorsionadas sobre los pensamientos obsesivos.
La EPR suele llevarse a cabo bajo la dirección de terapeutas especializados y se adapta a las necesidades individuales.
Tratamiento farmacológico: En ciertos casos, especialmente cuando el TOC es grave o no responde únicamente a la terapia psicológica, se pueden prescribir medicamentos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que pueden contribuir a disminuir la intensidad de obsesiones y compulsiones.
Terapias complementarias y apoyo: Además del tratamiento principal, otras estrategias pueden resultar útiles, como la participación en grupos de apoyo donde compartir experiencias y recursos.
En conclusión, el TOC es un trastorno frecuente y tratable. Recibir atención profesional y acceder a tratamientos basados en la evidencia, como la Terapia Cognitivo-Conductual y, si es necesario, el uso de fármacos puede contribuir a mejorar de forma significativa la calidad de vida de las personas afectadas.
Si así lo desea, puedo brindarle apoyo profesional en el manejo de su posible trastorno obsesivo-compulsivo. Le ofrezco una consulta psicológica en línea, sin costo, para iniciar el proceso de recuperación.

Entiendo perfectamente el dolor y la desesperación que sientes. Lo que describes es una carga emocional y física inmensa, y es valiente de tu parte reconocerlo. Los pensamientos que te atormentan no son un signo de debilidad, sino la manifestación de un trastorno que, como bien dices, es probable que sea un TOC de pensamientos intrusivos. Es importante que sepas que no estás sola en esto y que hay una forma de salir del pozo en el que te encuentras.

Entendiendo tus miedos
Tu mente está en un estado de hipervigilancia. Al ser madre, tu cerebro, que ya tenía una predisposición a la ansiedad, ha encontrado un nuevo foco para sus miedos: la seguridad de tu hijo y la tuya propia. Los "peores escenarios posibles" que imaginas no son la realidad; son proyecciones de tu ansiedad.

La necesidad de que "la vida pase muy deprisa" o de "descansar" es un deseo de escapar del sufrimiento. No quieres morir; quieres que el dolor termine. La sensación de agotamiento es real, porque tu cerebro trabaja sin descanso para crear y procesar estos escenarios catastróficos.

¿Por qué eres así?
No eres "así" por elección. Eres así porque tu cerebro está funcionando de una manera que genera pensamientos obsesivos y miedos irracionales. En el TOC, la mente crea una conexión errónea entre un pensamiento y una amenaza real. Por ejemplo, un pensamiento de que algo malo puede pasar, en lugar de ser un pensamiento fugaz, se convierte en una obsesión que genera una respuesta física de miedo (agotamiento, sufrimiento, etc.).

¿Qué puedes hacer?
La solución no es luchar contra tus pensamientos; es aprender a gestionarlos. Tu cerebro necesita un nuevo camino para procesar la información.

Retoma la terapia: Lo más importante es que regreses al psicólogo. Un diagnóstico en firme y un tratamiento especializado son fundamentales. La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), con un enfoque en la Exposición con Prevención de Respuesta (EPR), es el tratamiento más eficaz para el TOC.

Acepta tus pensamientos: En lugar de luchar contra los pensamientos, acéptalos. Cuando un pensamiento intrusivo te venga a la mente, no te juzgues. Simplemente, dile: "Ahí está otra vez ese pensamiento. Es mi TOC. No es una amenaza".

No busques certezas: La búsqueda de certeza es la compulsión que alimenta el TOC. Dejar de buscar en internet, de preguntar a los demás o de analizar tus pensamientos es un paso vital para la recuperación.

El camino es difícil, pero con la ayuda adecuada, puedes recuperar el control de tu vida. La felicidad no ha desaparecido; está temporalmente oculta por el miedo y la ansiedad.

Hola, siento que sufras esa angustia. El TOC es un trastorno muy complejo y para su diagnóstico se necesita que esté corroborado por un especialista. Es muy diferente tener pensamientos intrusivos o miedos irracionales a tener una sintomatología correspondiente con el trastorno obsesivo compulsivo. Te recomiendo vuelvas a terapia psicológica con un profesional experto para charlar sobre tu historia personal, cómo son esos escenarios que comentas, cuando aparecen, cómo se manifiestan...
Un abrazo, Reyes