Hola , me siento culpable porque deje a mi novia por mi ansiedad ?,pasa es paso un acontecimiento de

Hola, gracias por compartir lo que te ocurre. Entiendo que estés sintiendo culpa y dudas en este momento, pero lo que describes parece estar muy vinculado a la ansiedad y a cómo la vives en tus relaciones. Para poder ayudarte de manera adecuada sería importante profundizar más en tu historia y en lo que estás sintiendo. Te recomiendo que cojas una cita, así podremos trabajar con calma sobre estas dificultades y darte las herramientas necesarias para gestionarlas mejor.

Un saludo

Buenas tardes.

Siento que tenga que cargar con esa mezcla de ansiedad y culpa. Terminar una relación nunca es sencillo, y cuando la ansiedad está presente puede sentirse aún más confuso.
Que hayas puesto un límite no significa que seas culpable, sino que habla de tus necesidades y de lo que tu cuerpo y mente te estaban pidiendo en ese momento.
Para poder resolver cualquier problema, lo primero es cuidar de ti: si no te sientes mentalmente en equilibrio, es casi imposible tomar decisiones de las que no te arrepientas después. Quizá ahora lo más importante sea darte ese espacio de cuidado y, si lo sientes necesario, buscar apoyo profesional que te ayude a comprender cómo la ansiedad influye en tus decisiones, sin juzgarte por ello.

Si necesitas ayuda, estoy a la disposición.

Un saludo.

Tamiris Alves.
Psicóloga Sanitaria
MU05412

Hola, gracias por compartirlo. No eres culpable por sentir ansiedad ni por poner límites.
Lo que hiciste fue cuidarte.
Si la ansiedad sigue afectándote, hablar con un profesional puede ayudarte a manejarla y reducir la culpa.

Hola, gracias por abrirte con tanta honestidad. Lo que estás sintiendo es muy válido, y no estás solo en esa mezcla de culpa, confusión y ansiedad. Vamos a desmenuzarlo un poco.

Primero: **sentirse culpable no significa que hayas hecho algo malo**. La culpa muchas veces aparece cuando nuestras emociones chocan con nuestras expectativas o con las de los demás. En tu caso, parece que estabas atravesando un momento de mucha ansiedad, y necesitabas contención, descanso, y comprensión. Si tu pareja no pudo ofrecerte eso en ese momento, no es necesariamente culpa de ella… pero tampoco es culpa tuya por sentirte desbordado.

La ansiedad no es una elección. No se elige sentirla, ni cuándo aparece. Y cuando uno está en ese estado, las necesidades emocionales cambian. Si ya le habías comunicado cómo te sentías y lo que necesitabas, y ella te decía que “ella es así”, entonces tú también tenías derecho a decidir si esa relación te estaba ayudando o afectando.

**Dejar una relación por cuidar tu salud mental no es egoísmo, es responsabilidad emocional.** A veces, amar también significa saber cuándo algo no está funcionando para ambos. Y eso no te hace menos valioso ni menos capaz de amar.

Lo que podrías hacer ahora:

1. **Reconocer tu necesidad de paz** como algo legítimo. No es debilidad, es autocuidado.
2. **Aceptar tus emociones sin juzgarlas**. La culpa puede estar ahí, pero no tiene por qué dirigir tus decisiones.
3. **Hablarlo con tu terapeuta** si estás en proceso. Ellos pueden ayudarte a procesar esta experiencia sin cargar con más peso del necesario.
4. **Escribir lo que sentiste ese día**, lo que necesitabas, lo que te dolió. A veces ponerlo en palabras ayuda a liberar lo que se queda atrapado.

Y sobre todo: **no estás roto, ni hiciste algo imperdonable**. Estás aprendiendo a conocerte, a poner límites, y a cuidar tu bienestar. Eso es valiente.

Si quieres, podemos hablar más sobre cómo manejar la culpa o cómo reconstruir tu autoestima después de una ruptura, reserva una consulta psicológica online y hablamos de ello.

Lo que cuentas refleja más una diferencia en la manera de vivir las cosas que un problema “de culpa”. Tú necesitabas descansar y tranquilidad, mientras que tu novia prefería seguir de fiesta hasta más tarde. Cuando dos personas tienen ritmos y necesidades tan distintos, es normal que aparezca ansiedad, frustración o malestar en la relación.

No es tu culpa sentir ansiedad. La ansiedad es una señal de que algo en tu entorno no encaja con lo que necesitas, y en tu caso parece que lo que te afectaba era esa incompatibilidad en los horarios y en la forma de disfrutar.

Algunas cosas que pueden ayudarte a comprenderlo mejor son:
- Recordar que no hay un “culpable”, sino maneras diferentes de vivir.
- Reconocer lo que tú necesitas (descanso, seguridad, estabilidad) y valorar que eso es igual de válido que querer trasnochar.
- Pensar en qué cosas son negociables para ti y cuáles no lo son en una relación.

Si ves que la ansiedad aparece también en otros ámbitos de tu vida o que te limita mucho, buscar apoyo profesional puede darte herramientas para manejarla mejor y para tomar decisiones de pareja desde un lugar más tranquilo y seguro.

Si en algún momento sientes que necesitas apoyo extra para gestionar la ansiedad o aclarar lo que esperas de una relación, puedo acompañarte como psicóloga en ese proceso y ofrecerte un espacio seguro donde trabajar en tu bienestar. Un abrazo.

Hola,

Gracias por compartir lo que te ocurrió, porque no es nada sencillo reconocer la mezcla de culpa y ansiedad que estás viviendo. Lo primero que quiero transmitirte es que no eres culpable por sentir ansiedad. La ansiedad no se elige, y es lógico que cuando una situación se repite y te genera malestar, llegue un momento en el que no puedas sostenerlo más.

Lo que describes refleja que había una diferencia importante entre tus necesidades y las de tu pareja. Tú necesitabas calma, descanso y seguridad, mientras que ella planteaba un estilo distinto, y al no encontrar un punto de equilibrio, la ansiedad terminó desbordándote. No se trata de que uno esté “mal” y el otro “bien”, sino de que a veces las formas de vivir y de relacionarse no encajan, y eso no tiene por qué convertirlo en un fracaso personal.

Más que culpabilizarte, puede ser útil que te preguntes: ¿qué necesito yo en una relación para sentirme en paz?, ¿qué límites quiero cuidar para proteger mi salud emocional? Responder a estas preguntas puede ayudarte a ver la ruptura no como un error, sino como una decisión desde la coherencia con tu bienestar.

Si notas que la ansiedad sigue muy presente y que la culpa no te deja avanzar, sería muy positivo trabajarlo en un espacio terapéutico. Estaré encantado de acompañarte en ese proceso, para que puedas entender mejor tu ansiedad y vivir tus relaciones de una manera más tranquila y segura.

Un saludo,
David

Parece que ha sido muy difícil para ti vivir esa situación. Sentir ansiedad no es tu culpa, es una respuesta natural de tu cuerpo y tu mente frente a lo que te genera malestar. Las relaciones de pareja implican diferencias, y aprender a comunicarlas y manejarlas con respeto mutuo es un reto importante.

Mi recomendación es que no te juzgues con dureza, sino que observes que necesitas tú para sentirte en calma y cómo puedes expresarlo con claridad a la otra persona. Trabajar en terapia puede ayudarte a gestionar mejor la ansiedad y a encontrar recursos para fortalecer tanto tu bienestar personal como tus relaciones.

No es justo que cargues con toda la culpa. La ansiedad no se elige, se gestiona. Lo que pasó no significa que seas “débil” ni que no supieras amar; significa que tu cuerpo y tu mente estaban pidiéndote un entorno más seguro y regulado.

Tú ya le habías comunicado cómo te afectaban esas situaciones, pero ella respondió con un “yo soy así”. Eso muestra una diferencia importante: mientras tú buscabas acompañamiento y comprensión, ella priorizaba su forma de ser. Ninguno está “mal” en esencia, pero sí había incompatibilidad de ritmos y necesidades.

No es tu culpa. La ansiedad puede hacer que situaciones cotidianas te resulten mucho más intensas y difíciles de manejar. En una relación es importante que ambos respeten las necesidades del otro; si sentías que no había comprensión, es normal que te generara malestar. Trabajar en terapia la gestión de la ansiedad puede ayudarte a vivir con más calma y sin tanta culpa.

La ansiedad es una señal de que algo no está funcionando para ti, y escucharla y actuar en consecuencia es un acto de autocuidado, no de culpa.

Es totalmente válido decir “no” cuando algo te incomoda o afecta tu salud mental, incluso si eso implica poner fin a una relación. Los límites son necesarios para proteger tu bienestar emocional.

Date permiso para sentir lo que sientes sin juzgarte, y reflexiona sobre qué necesitas para sentirte seguro y tranquilo en tus relaciones. También puede ser útil trabajar estos sentimientos en consulta, para gestionar la culpa y fortalecer tu capacidad de poner límites de forma clara y respetuosa.

Cuidar de ti mismo no te hace egoísta, te hace consciente y responsable de tu salud emocional.

Un abrazo

Gracias por compartir tu situación. Estás viviendo mucho estrés y responsabilidad, y es comprensible que a veces pierdas la paciencia. Los castigos físicos y los comentarios amenazantes pueden dañar la relación y la seguridad emocional de tu hija, aunque luego te arrepientas. Tu conciencia y arrepentimiento muestran que quieres mejorar y aprender formas más saludables de manejar estas situaciones.

Es fundamental continuar trabajando con un profesional, y si no logras conectar con tu psicólogo actual, busca otra opción que se ajuste mejor a ti. Un especialista puede ayudarte a regular tus emociones, fortalecer tu relación con tu hija y desarrollar estrategias sin recurrir a la violencia. Ponerte en manos de un profesional cuanto antes es clave para empezar tu camino de sanación y proteger tu bienestar y el de tu hija.

Hola.
Entiendo que estás atravesando una mezcla de culpa, duda y ansiedad, y es normal sentirse así después de una decisión difícil. Más que buscar si fue “culpa” de alguien, me enfocaría en comprender qué estaba pasando dentro de ti.

La ansiedad puede generar una necesidad de control y de evitar situaciones que nos sobrepasan. En tu caso, parece que había una acumulación de malestar y ese episodio fue el punto de saturación. No fue tanto “por ansiedad” como por la lucha constante con ella.

El objetivo ahora no es castigarte, sino aprender a relacionarte de otro modo con tus emociones y pensamientos. En vez de juzgarte (“fui débil”, “me equivoqué”), podrías observar:
“¿Qué aspectos estaban en juego para mí en esa relación?”
“¿Qué tipo de persona quiero ser, incluso cuando la ansiedad aparece?”

La ansiedad no tiene que decidir por ti. Puedes notar su presencia, aceptar que está ahí, y actuar desde tus valores (por ejemplo, desde el respeto, la calma o la honestidad), no desde el miedo.
Si lo ves difícil, trabajar esto con un psicólogo te ayudaría a construir una relación más libre con tus emociones y tus vínculos.

Hola, quizás aquí haya algo más de fondo que ambos tengais que trabajar, ya sea a nivel individual o como pareja. La ansiedad no es la responsable de la ruptura, es difícil dar una valoración con tan poca información. Yo te diría de probar a tener una conversación con tu novia o ex pareja si sientes que algo ha quedado por aclarar.

Hola, gracias por abrirte y contar cómo te sientes. Lo que estás viviendo no es fácil, y es normal que estés confundido.

1. Tu ansiedad no es culpa tuya.
La ansiedad no aparece porque “hagas algo mal”, sino porque tu cuerpo y tu mente están intentando avisarte de que algo no te está haciendo bien.

2. Tus límites son válidos, aunque la otra persona no los comparta.
Si para ti es importante descansar, tener tranquilidad o sentir que tu pareja comprende tus necesidades, eso es completamente legítimo. Que ella diga “yo soy así” no significa que tú tengas que adaptarte a algo que te hace daño.

3. Terminar la relación puede haber sido una forma de protegerte.
Cuando llevas tiempo sintiéndote sobrepasado y sin ver cambios, es normal que la ansiedad suba y que acabes tomando decisiones desde el agotamiento. No es raro reaccionar así cuando ya no puedes más.

4. La culpa aparece cuando pensamos que deberíamos haber sido distintos.
Frases como “exageré”, “no debía sentirme así” o “yo soy el problema” son típicas de la ansiedad. Pero que las pienses no significa que sean verdad.

5. ¿Qué puedes hacer ahora?

Pregúntate qué necesidades tuyas no estaban siendo atendidas: descanso, apoyo, estabilidad…

Valida lo que sentiste: no te castigues por sentir ansiedad; es una emoción que te da información.

Trátate con amabilidad: piensa qué le dirías a un amigo si estuviera pasando por lo mismo.

Si lo ves necesario, podrías hablar con ella desde la calma, solo para aclarar, no para presionarte ni para regresar si no lo sientes.

Trabaja en manejar tu ansiedad con técnicas de respiración, identificar pensamientos que te hacen daño y aprender a poner límites sin sentirte culpable.

Si notas que tu ansiedad está apareciendo mucho o interfiriendo en tus relaciones, hablar con un profesional puede ayudarte a ordenar todo esto y sentirte más seguro de ti mismo.

De verdad, lo que estás sintiendo tiene sentido, y no estás solo en esto.