Soy Colombiana, migrante. Me siento en duelo por mi decisión de viajar a Europa a estudiar. Busco un

Gracias por compartir algo tan importante y delicado. Lo que estás viviendo es completamente comprensible: estás en medio de un proceso de migración, lejos de tu familia, y con el peso de decisiones difíciles. El duelo migratorio no es solo nostalgia: es una experiencia profunda que puede traer ansiedad, tristeza, culpa y mucha ambivalencia, como la que tú describes.

Algunas cosas importantes que quiero decirte:

No estás sola ni estás fallando por sentirte así. Muchas personas migrantes atraviesan procesos similares.

Es natural que te preguntes si debes volver o continuar. Estas dudas no significan necesariamente que hayas tomado una mala decisión, sino que estás enfrentando un cambio muy grande con emociones intensas.

El hecho de que tus padres te extrañen —y en especial que tu madre llore después de hablar contigo— puede generarte culpa, algo muy frecuente en personas que migran. Pero querer crecer y buscar un mejor futuro no es egoísta, y tu dolor también importa.

Hablar con una psicóloga no solo es aconsejable, sino que puede ayudarte a ordenar todo este torbellino interno, a validar tus emociones, y a tomar decisiones con más calma y claridad. También puede ayudarte a dormir mejor, a manejar la ansiedad, y a vivir este proceso con más apoyo.


Si tienes acceso a una psicóloga que entienda el contexto migrante o que hable tu idioma, puede ser especialmente útil.

Lo que estás viviendo es muy común en personas que migran: no solo implica un cambio físico, sino también emocional, identitario y relacional. Estás atravesando un duelo migratorio, que puede incluir tristeza, ansiedad, insomnio, culpa, dudas constantes y una sensación de estar dividida entre dos mundos: el que dejaste y el que estás construyendo.

No estás sola en esto. Muchas personas que migran por estudios o trabajo experimentan momentos de confusión y cansancio emocional. El hecho de que tus padres te extrañen o que tu madre lo esté pasando mal no invalida tu decisión, pero sí añade un peso emocional difícil de sostener a solas.

Hablar con una psicóloga puede ayudarte a:
• Entender qué estás sintiendo y por qué.
• Ordenar tus pensamientos y tomar decisiones más claras.
• Acompañarte emocionalmente sin juicio, validando tanto tu proyecto como tus vínculos afectivos.

Es totalmente recomendable que busques apoyo psicológico, no porque estés “mal”, sino porque estás viviendo un proceso que merece ser acompañado con cuidado y profesionalidad.

Si quieres hablar de esto con más calma, puedes escribirme por privado y estaré encantada de escucharte. Y si decides iniciar una consulta, puedes reservar una cita online a través de mi perfil.

Hola! Es normal que toda esta situación esté siendo difícil para ti, es una decisión complicada que supone un cambio muy grande. Es normal sentir ansiedad ya que todo este cambio te aleja de tu familia y además ellos también sufren por no tenerte allí. En estas situaciones creo que a veces se nos olvida que lo más normal es sentirnos mal, ya que ante un cambio tan grande y una decisión tan difícil sería menos común no sentir nada al respecto. Por ello, sabiendo que sentir ansiedad es algo normal, muchas veces lo más importante es sufrir por algo que tenga sentido para nosotros, ya sea por buscar un futuro académico o por volver a casa. Si te está siendo difícil pasar por esta situación, hablar con una psicóloga podría ayudarte. Espero haberte servido de algo y espero que todo vaya bien! Un abrazo!

Migrar es una decisión profundamente difícil que impacta todos los aspectos de la vida: la familia, las amistades, los vínculos y la identidad. Es normal atravesar un proceso de duelo por la separación de las personas y lugares significativos, y ese proceso requiere tiempo y espacio para ser asimilado. Consultar con un profesional de la psicología puede ser de gran ayuda para elaborar ese duelo y adquirir herramientas que faciliten el afrontamiento emocional.

Con el tiempo, es muy probable que comiences a adaptarte al nuevo entorno y que las cosas mejoren progresivamente. Ten paciencia contigo mismo y permítete sentir lo que estás viviendo. Mucho ánimo, estás atravesando algo muy humano y significativo.

Hola, gracias por compartir algo tan importante. Migrar, aunque sea una decisión propia y con un propósito claro como estudiar y construir un mejor futuro, también es una experiencia de pérdida, de transformación profunda. Lo que estás viviendo es completamente humano: extrañar, dudar, sentirse dividida entre lo que dejaste y lo que estás construyendo. A veces, cuando el cuerpo no descansa y la ansiedad aparece, es una señal de que necesitamos un espacio seguro para ordenar todo lo que sentimos, sin juicio. Un espacio donde poder hablar de las culpas, de los miedos, de la presión de tomar decisiones importantes en soledad. Buscar ayuda psicológica no significa que estés mal, significa que estás eligiendo cuidarte en un momento exigente. Hablar con una psicóloga puede ayudarte a escuchar tu voz con más claridad, a diferenciar entre lo que viene de ti y lo que viene del dolor de los que amas. Estás haciendo algo valiente. Y no tienes por qué hacerlo sola.

Gracias por compartir lo que estás experimentando. Lo que sientes es completamente válido y tiene nombre: estás atravesando un duelo migratorio, una experiencia emocional intensa y muchas veces silenciosa, que afecta incluso cuando migrar fue una decisión consciente y con metas claras, como en tu caso.
¿Qué es el duelo migratorio?
El duelo migratorio es el proceso emocional que vivimos al dejar nuestro país, nuestras raíces, la familia, amigos la cultura, nuestro entorno conocido. Es un duelo, porque significa la perdida de la vida anterior: afectos, rutinas, idioma, costumbres, identidad.
Y aunque estés en Europa buscando mejorar tu futuro, el duelo no desaparece simplemente por saber que lo has hecho por tu bien. Además, el malestar asociado aparece especialmente en la soledad, la noche, o cuando hay mensajes de tu familia que te hacen recordar la distancia.
Esto en ocasiones también puede hacernos sentir culpables por no poder estar presente en eventos importantes familiares o de amistades importantes, y podemos sentir que estamos perdiendo tiempo de compartir con esas personas.


Esto no significa que te equivocaste al migrar.
Significa que estás viviendo un proceso de adaptación al cambio de forma física, mental y emocional que requiere de ser acompañada.
Por lo que respondiendo a tu pregunta, si considero que hablar con una psicóloga te podría ayudar a tomar una decisión bien aterrizada sobre si deseas quedarte o prefieres regresar, y en esta decisión se ha de ver si sientes tristeza por la distancia de los tuyos y de tu vida anterior, o por que no has conseguido sentir que este es tu nuevo hogar.
Espero haberte ayudado

Migrar es un acto de valentía, pero también un duelo silencioso. Has dejado atrás a tu familia, tu tierra y tus afectos para buscar un futuro mejor. Esa decisión, aunque noble y esperanzadora, duele. El dolor que sientes es legítimo, no es debilidad ni fracaso. Estás en un proceso de transformación, y todo cambio verdadero conlleva incertidumbre, miedo y tristeza. No estás fallando por sentirte así, estás viviendo una experiencia humana profundamente real.

La ansiedad y la dificultad para dormir son formas en las que tu cuerpo expresa lo que tu alma aún no ha podido decir en voz alta. Estás atravesando una ruptura con tu lugar de origen, con las rutinas que te daban seguridad, y también estás sosteniendo el peso emocional de lo que tu familia siente. Es muy importante que te detengas y te escuches. No para decidir ahora mismo si quedarte o volver, sino para reconocer lo que necesitas tú, más allá de las expectativas o culpas heredadas.
Tus padres te aman, y su tristeza es parte de ese amor. Pero no es tu responsabilidad cargar con su dolor. Es natural que extrañen, que lloren, que deseen tenerte cerca. Eso no significa que tú estés haciendo algo malo. Parte del crecimiento personal es aprender a sostener el amor sin traicionarnos a nosotras mismas. Hablar con una psicólogo puede ayudarte a separar lo que es tuyo de lo que es de ellos, a sanar la culpa, y a reconstruir un vínculo más sano, aunque sea a la distancia.

Buscar ayuda psicológica no significa que estás rota. Significa que estás dispuesta a cuidar de ti, a acompañarte con más amor y menos juicio. Es un acto de madurez emocional. Allí podrás encontrar herramientas para regular la ansiedad, para procesar el duelo migratorio, y para tomar una decisión quedarte o volver desde la paz y no desde la angustia. Estás viviendo una etapa compleja, pero también llena de sentido.
un saludo .

Gracias por compartir tu vivencia. Migrar, incluso con un propósito tan valioso como estudiar y construir un mejor futuro, puede ser una experiencia profundamente removedora a nivel emocional. Lo que describes —la ansiedad, las dudas, el insomnio, la tristeza, la culpa por el dolor de tus seres queridos— son reacciones humanas comprensibles ante un proceso de cambio tan grande.
Estás atravesando un duelo migratorio: estás lejos de tu red de apoyo, de tus costumbres, de tu cultura y de todo aquello que solía darte seguridad. Al mismo tiempo, te enfrentas al desafío de adaptarte a un nuevo entorno, con la presión adicional de tomar decisiones importantes para tu futuro. Es natural sentirte dividida entre el deseo de avanzar y la necesidad de cuidar tus vínculos familiares.
Buscar apoyo psicológico no solo es aconsejable, sino una forma valiente y muy sana de acompañarte en este proceso. Hablar puede ayudarte a ordenar tus emociones, a entender de dónde vienen tus miedos y a tomar decisiones más alineadas con tus valores, tus metas y tu bienestar.
Recuerda que cuidar de ti también es una forma de cuidar de los tuyos. No estás sola: lo que sientes tiene sentido, y merece ser escuchado con respeto y sin juicio.
Un abrazo grande y mucha fuerza en este camino.

Buenas tardes
Es muy frecuente el llamado síndrome de Ulises que define los síntomas que indica y suele darse en personas que hace poco o relativamente poco han llegado al país. En principio, sería aconsejable que viera a un psicólogo para ver si estas dificultades adaptativas se pueden gestionar o si, realmente, no quiere hacerlo y prefiere volver. También, la familia que ha dejado está, de alguna manera, sufriendo estas mismas dificultades de adaptación ante la falta de la persona que antes veía con mucha frecuencia y a la que tampoco puede ir a visitar a diario
Todo ello, por ambos lados, y especialmente, por el suyo, generan emociones que se deben regular para poder seguir hacia delante
Saludos cordiales

Gracias por compartir tu experiencia! Lo que estás viviendo es totalmente natural, se llama duelo migratorio. Emigrar, aunque sea una decisión tomada a conciencia, con ilusión y con objetivos claros, también conlleva una serie de pérdidas emocionales profundas (la familia, costumbres, sensación de pertenencia, entorno desconocido...).
Los síntomas que describes reflejan que estás en un proceso de adaptación complejo y emocionalmente exigente.
Es completamente normal que te plantees si seguir o regresar, y que te afecte emocionalmente la distancia con tus padres y la tristeza de tu madre.
Por ello, es aconsejable acudir a terapia. Un profesional puede ayudarte y acompañarte a gestionar estas emociones, entender mejor tu situación y a tomar decisiones desde un lugar más tranquilo y consciente.

Buenos días.

Muchas gracias por plantear tu pregunta, creo que responde a la realidad de muchas personas que tienen que dejar su país en busca de un futuro mejor. Cuando sufrimos pérdidas (no hace falta que sean humanas) pasamos por un proceso de despedida o duelo para poder encajarlas mejor. La "despedida" que has tenido que hacer es muy dura: dejar tu cultura, tu familia, tus amistades, tu rutina... Probablemente estés atravesando un duelo migratorio. Si ya te está impidiendo dormir y tienes sentimientos de ansiedad, te recomiendo que busques ayuda de un profesional. Puede acompañarte en tu proceso y colaborar a que transites por estos duelos sin tanto dolor emocional. Un saludo.

Gracias por compartir algo tan profundo y valiente. Lo que estás sintiendo es completamente comprensible y muy común en los procesos migratorios, especialmente cuando se trata de dejar atrás a personas tan importantes como la familia. La migración, incluso cuando es voluntaria y con metas claras como estudiar, implica un duelo: dejas tu entorno, tus costumbres, tus redes de apoyo, y a veces incluso parte de tu identidad.

Estás en un momento de transición emocional.
Sentir ansiedad, insomnio, confusión y tristeza no significa que hayas tomado una mala decisión, sino que estás atravesando un proceso de adaptación intenso, donde se mezclan el deseo de progresar con la culpa por dejar a los tuyos. Esto genera un conflicto interno muy fuerte: entre lo que tú necesitas para tu futuro y lo que tu familia siente ahora.
¿Hablar con una psicóloga? Sí, sería muy recomendable
Una psicóloga puede ayudarte a:
- Ordenar tus pensamientos y emociones, sin juicios.
- Diferenciar lo que es ansiedad pasajera de lo que puede requerir una decisión más profunda.
- Explorar herramientas para gestionar la culpa y el apego familiar sin dejar de cuidarte a ti misma.
- Aprender estrategias para el insomnio y la regulación emocional.
- Fortalecer tu autoestima y seguridad en este nuevo camino.

No tienes que decidir entre tu familia o tu futuro, pero sí necesitas sostén emocional para poder seguir avanzando sin desbordarte.

Recuerda:
- Es válido extrañar, llorar y dudar. No son signos de debilidad, sino parte del proceso.

- Migrar no es sólo un cambio geográfico, es un cambio emocional, social y psicológico.

- Puedes amar profundamente a tu familia y al mismo tiempo priorizarte.

Si sientes que necesitas apoyo para manejar todo lo que estás viviendo, estaré encantada de acompañarte en este proceso de forma cercana y respetuosa. Buscar ayuda profesional en momentos como este no es rendirse, es cuidarte.

Buenas tardes, sí, sería aconsejable visitar algún especialista en psicología ya que estás viviendo un duelo migratorio, y te podrían ayudar mucho en entender que te está sucediendo a tí y a tú familia y como gestionarlo.