Hola Yo soy una mujer 34 años cosas especifica me ganas de defecar por ejm: Cuando viajo .Salgo o Mi

Lo que describes puede estar relacionado con un patrón de ansiedad anticipatoria y condicionamiento asociado al uso del baño. Desde el enfoque constructivista, podríamos verlo como una construcción de significado que has desarrollado a lo largo del tiempo en torno al control, la seguridad y la disponibilidad del baño. Es decir, no es solo una cuestión fisiológica, sino que hay una estructura de pensamiento y emoción que refuerza este patrón.

Algunas ideas desde el constructivismo para abordar esto podrían ser:

1. Identificar el significado personal: ¿Qué representa para ti el baño? ¿Tiene que ver con una sensación de seguridad, control o privacidad? ¿Cómo se originó esta necesidad de tenerlo disponible en ciertos momentos?


2. Explorar experiencias previas: ¿Recuerdas cuándo comenzó este patrón? ¿Hubo algún episodio específico en el pasado que reforzó esta relación entre la urgencia y la disponibilidad del baño?


3. Cuestionar y reconstruir la narrativa: En lugar de decirte "no tengo control sobre esto", podrías trabajar en reformularlo como "mi cuerpo ha aprendido este patrón, pero puedo enseñarle otra forma de responder". La forma en que te hablas sobre el problema puede reforzarlo o permitir un cambio.


4. Estrategias de exposición gradual: Un enfoque constructivista puede incluir pequeñas exposiciones a la incomodidad en un entorno seguro. Por ejemplo, intentar ocupar el baño cuando está disponible sin urgencia, y poco a poco desafiar la ansiedad en situaciones donde normalmente se activaría el patrón.


5. Incorporar técnicas de regulación: La respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva y la atención plena pueden ayudarte a reducir la activación fisiológica cuando aparece la urgencia.



Si sientes que esto afecta tu vida diaria, podrías considerar trabajarlo en terapia para explorar más a fondo qué sentido tiene para ti y cómo podrías reconstruir esta relación con el baño desde una perspectiva más flexible y menos limitante. ¿Te resuena alguna de estas ideas?

Buenas tardes, que ahora tu cuerpo no sepa cómo controlarlo no significa que no lo pueda aprender. Si no hay una causa orgánica, es un problema que se puede trabajar en terapia con buenos resultados. Lo que te está ocurriendo es normal, la respuesta más común es que comencemos a evitar lugares, actividades... que cada vez sintamos más repercusiones en nuestro cuerpo y emociones (ansiedad, tristeza...), que tengamos rumiaciones constantes sobre ello, sentimientos de desesperanza de "no poder" y que todo ello provoque que el problema nos ocurra con más frecuencia (es una rueda). En sesión lograrás encontrar el origen, disminuir la sensación de malestar y poco a poco, aprender a controlarlo. Mucho ánimo

Hola, gracias por abrirte y compartir algo tan personal y difícil. Lo que describes no es raro, aunque te haga sentir aislada o "no normal". De hecho, lo que estás viviendo tiene nombre y se puede tratar: se trata de una forma de trastorno de ansiedad con componente intestinal, donde el cuerpo responde con urgencia fisiológica a situaciones concretas que el cerebro interpreta como potencialmente amenazantes o incómodas.

¿Qué está pasando realmente?
No se trata de que haya un problema físico con tu digestión, sino de una asociación entre ciertas situaciones (salir de casa, que el baño esté ocupado, viajar, estar con otras personas) y una sensación de pérdida de control o miedo a no poder ir al baño cuando lo necesitas. En ese momento, el cuerpo reacciona como si estuviera en peligro real, activando el intestino como parte de una respuesta de “huida”.

Esto tiene mucho que ver con lo que llamamos en terapia “trastornos psicosomáticos con foco intestinal”, y es más común de lo que crees. A menudo, empieza con un episodio puntual, pero el miedo a que vuelva se convierte en un círculo vicioso que lo alimenta: cuanto más temes que ocurra, más probable es que el cuerpo reaccione de esa forma.

¿Qué se puede hacer?
Desde PSYAMM trabajamos con un enfoque muy práctico y eficaz para este tipo de problemas, y te aseguro que se puede superar, sin necesidad de hablar del pasado ni dar vueltas innecesarias.

Aquí te doy algunos primeros pasos que puedes empezar a considerar:

Cambiar el intento de control: intentar controlar tu cuerpo en esas situaciones solo empeora el problema. En terapia, usamos estrategias que rompen esa necesidad de control para devolverle al cuerpo su ritmo natural.

Interrumpir el círculo miedo-reacción: trabajamos para que las situaciones desencadenantes dejen de tener ese poder sobre ti. Esto se hace con ejercicios específicos que se adaptan a tu caso.

Recuperar tu libertad: lo que más duele no es el síntoma, sino cómo limita tu vida. El objetivo no es solo que dejes de tener estas urgencias, sino que vuelvas a disfrutar de salir, viajar y estar con tu pareja sin miedo ni vergüenza.

Tu cuerpo no está roto. Tu mente solo necesita reaprender cómo sentirse segura.

Si te gustaría empezar un proceso para superarlo, estaré encantada de ayudarte. Puedes reservar una primera consulta a través de Doctoralia.es, buscando mi perfil como PSYAMM. Será un placer acompañarte en este cambio, de forma cercana y sin juicios.

Hola, gracias por compartir tu experiencia con tanta sinceridad. Lo que describes —la necesidad urgente de defecar en situaciones específicas como al salir de casa, viajar o cuando el baño está ocupado— puede estar relacionado con un cuadro de ansiedad anticipatoria o incluso con un trastorno de ansiedad con síntomas somáticos.

No estás sola: muchas personas viven con este tipo de malestar, aunque pocas se atreven a hablarlo. El cuerpo reacciona al estrés o a situaciones percibidas como amenazantes (como no tener acceso inmediato al baño), y esto puede generar una respuesta física real, como la urgencia intestinal.

El hecho de que te limite, te cause tristeza y te lleve a evitar situaciones sociales es señal de que merece ser atendido con cuidado. La buena noticia es que esto tiene tratamiento. Con acompañamiento psicológico se puede trabajar tanto el origen emocional como las herramientas prácticas para que vuelvas a sentirte libre y segura fuera de casa.

Te animo a que pidas una cita. No estás exagerando, ni estás “loca”: simplemente tu cuerpo está intentando decir algo, y hay formas de escucharlo sin que tome el control de tu vida.

Un abrazo,

Hola, buenas tardes!
Como Psicóloga quiero tranquilizarte, ese deseo de defecar, de estar pendiente de tener un baño cerca cuando sales o tener el baño de tu casa disponible tiene remedio. Es un trauma que viene de lejos, que aparece y desaparece, tenemos que encontrar la causa que lo provoca. La etapa anal no la tienes bien superada porque aparece y desaparece.
Es tratable psicológicamente y es superable.
Saludos

Hola! Lo primero de todo es acudir a un médico (digestivo) para descartar que no haya ninguna afección fisiológica y esté causando este problema. En el caso de que se descarte que sea fisiológico y consideren que es psíquico, posiblemente se deba en ese caso a una somatización. Es decir, cuando ocurren las situaciones que comentas, al pensar en ello y tener miedo de que ocurra, vas predispuesta a ello por lo se produce la somatización y acabas teniendo que ir al baño provocado en parte, por la ansiedad y el miedo de que esto ocurra.

Entiendo que esto ha sido difícil para ti y que afecta tu vida diaria. Primero, quiero que sepas que no estás sola y que esto no significa que seas "anormal". Muchas personas experimentan algo parecido, y suele estar relacionado con la ansiedad o el estrés.

Lo que describes parece ser una reacción involuntaria de tu cuerpo ante ciertas situaciones, como cuando sales de casa o el baño está ocupado. A veces, el estrés o el miedo a no tener control pueden afectar nuestro sistema digestivo y hacer que sintamos una necesidad urgente de ir al baño.

¿Has probado ejercicios de respiración o relajación para ver si te ayudan?

Es comprensible que te dé verguenza o te provoque incomodidad hablarlo con tu marido, pero compartir lo que sientes con él puede ayudarte a aliviar la carga. Te animo a buscar apoyo profesional para entender mejor lo que está pasando y encontrar maneras de manejarlo si sientes que la problemática o la incomodidad va en aumento. No tienes que vivir con esta angustia, hay soluciones y formas de mejorar.

Hola, gracias por compartir lo que estás viviendo. Lo que describes no es tan extraño como crees y, aunque te haga sentir fuera de control, hay formas de trabajarlo. Parece que tu cuerpo reacciona con ansiedad en ciertas situaciones, lo que puede estar generando una respuesta involuntaria en tu sistema digestivo.

Cuando nuestro cerebro asocia ciertos momentos (viajes, salir de casa o que el baño esté ocupado) con una sensación de urgencia o incomodidad, el sistema digestivo puede reaccionar de forma exagerada. Esto es bastante común en personas que tienen ansiedad relacionada con el control o con la necesidad de tener un ‘espacio seguro’.

La buena noticia es que esto se puede trabajar. Técnicas de relajación, identificar pensamientos que aumentan la ansiedad y hacer pequeños cambios en la rutina pueden ayudarte a reducir esa sensación de urgencia. También podría ser útil hablar con un profesional que te ayude a comprender mejor el origen de este patrón y a encontrar estrategias personalizadas. No estás sola en esto, y hay maneras de mejorar tu calidad de vida.

Gracias por compartir lo que te está pasando. Aunque pueda darte vergüenza, lo que describes le ocurre a más personas de lo que imaginas. Es una forma de ansiedad que se manifiesta a través del cuerpo, especialmente en situaciones donde sientes que no tienes control o seguridad, como al salir o cuando el baño está ocupado. Esa sensación de urgencia no es por un problema físico necesariamente, sino por cómo el cuerpo reacciona al estrés.

No estás sola ni estás “mal”. Este tipo de malestar puede mejorar mucho con acompañamiento psicológico. Aprender técnicas de respiración, relajación y manejo de pensamientos puede ayudarte a recuperar tu tranquilidad poco a poco. También es importante que no te aísles. Aunque ahora sientas que estar en casa es lo único que te da seguridad, con el tiempo y apoyo podrás volver a disfrutar de tu vida fuera de casa sin estar tan pendiente del baño.

Se puede trabajar y tiene solución. Dar este paso y hablarlo es muy valiente.

Hola, lo que describes puede estar relacionado con ansiedad o dificultades para manejar situaciones de control, como cuando necesitas usar el baño y no está disponible. No eres rara ni estás sola. Te recomiendo buscar apoyo profesional para aprender a manejarlo mejor y recuperar tu bienestar.

— Dolo Boix, psicóloga CV18993