Mi peque de 5 años miente a menudo con cosas de poca importancia, en plan, esto me lo ha regalado al

Hola. Por lo que decis es un niño al que le gusta inventarse historias. En este caso una cosa que se podría hacer es establecer un juego en el que se le pregunte si es una historia de verdad o de cuento. Para que lo pueda seguir haciendo pero de una forma sana. A medida que vaya siendo mayor podría dejar de ser necesario. Espero os sirva de ayuda. Un saludo

Entiendo perfectamente cómo te sientes. A todos nos preocupa cuando nuestros peques empiezan con las mentirillas. Es algo normal a esta edad, aunque nos descoloque un poco.
Lo más probable es que esté experimentando. A los 5 años, todavía les cuesta diferenciar entre lo que es real y lo que no, así que a veces se inventan cosas para ver qué pasa. También puede ser que esté buscando llamar nuestra atención, o que tenga miedo de que nos enfademos si dice la verdad.
Lo que podemos hacer es intentar crear un ambiente donde se sienta seguro para decirnos la verdad. En lugar de centrarnos en el castigo cuando mienta, podemos explicarle por qué es importante ser honesto y cómo las mentiras pueden hacer daño. Y cuando nos diga la verdad, aunque le cueste, ¡celebrarlo! Hacerle saber que estamos orgullosos de que haya sido valiente.
También es importante que nosotros seamos un buen ejemplo. Los niños aprenden mucho de lo que ven en casa. Y si vemos que sigue mintiendo mucho o que nos preocupa, siempre podemos consultar con un profesional. Ellos nos pueden dar algunas herramientas para manejarlo mejor.

Lo importante es tener paciencia y recordar que es una etapa. Con cariño y comprensión, seguro que lo superamos.

Entiendo vuestra preocupación! Parece que tu hijo está en una de las fases de desarrollo de la teoría de la mente, y que hoy esté aquí no quiere decir que en unos meses siga. Por lo que comentas le estáis dando instrucciones válidas y centradas en la psicoeducación (lo que es adecuado y lo que no). Os animo a seguir observando cómo evoluciona y si se instaura durante mucho tiempo u os sentís perdidos sobre cómo abordarlo, os animo a valorar acudir a un psicólogo especializado en terapia infantil o infantojuvenil para asesoraros. Un saludo

Gracias por compartir tu duda y por darme la oportunidad de ayudar un poco a tu familia. La conducta que describes en tu peque es muy frecuente en la infancia. A su edad no sabe lo que está bien o mal y está desarrollando la imaginación, así que se imagina cosas y las comparte. No sabe que lo que hace se acerca a mentir. Aunque sí es una gran oportunidad para ir enseñándole con tranquilidad a ser sincero.
Si quieres saber más del tema, aquí estoy para cualquier consulta.
Un abrazo

Es completamente comprensible que esta situación os genere preocupación. Sin embargo, es importante recordar que a los 5 años los niños aún están desarrollando su comprensión de la verdad y la fantasía, y las mentiras en esta etapa no suelen tener la misma intención que en los adultos. A esta edad, mentir puede estar relacionado con varias causas:
Imaginación y juego: Los niños pequeños pueden inventar historias como parte de su desarrollo creativo.
Evitar consecuencias: Si teme ser regañado, es posible que intente cambiar la versión de los hechos para evitar un conflicto.
Obtener atención o reconocimiento: A veces, las mentiras surgen como una forma de llamar la atención o sentirse especiales.
Lo más importante no es tanto castigar la mentira, sino enseñarle el valor de la verdad sin generar miedo. Algunas estrategias que os pueden ayudar:
No etiquetarlo como “mentiroso”: En su lugar, ayúdadle a diferenciar entre imaginación y realidad, reforzando con frases como: “Es una historia bonita, ¿pero esto pasó de verdad o te lo imaginaste?”
Elogiar la sinceridad: Cuando diga la verdad, incluso si ha hecho algo incorrecto, reforzar con un: “Me gusta que seas sincero” en lugar de enfocarse solo en el error.
Evitar regaños excesivos: Si el miedo a la reprimenda es muy fuerte, puede sentirse tentado a ocultar la verdad. Mejor ayudadle a reparar el daño sin que se sienta avergonzado.
Usar cuentos o juegos: Existen historias infantiles que ayudan a reflexionar sobre la importancia de la verdad sin generar culpa ni miedo.
Ser modelos de honestidad: Los niños aprenden observando. Si ven que los adultos también son sinceros y valoran la honestidad, tenderán a imitarlo.
Es poco probable que estas pequeñas mentiras se conviertan en un problema serio si se manejan con paciencia y comprensión. A medida que madure y gane confianza en sí mismo, aprenderá que la verdad es valiosa y segura de decir.

Si en el futuro notáis que las mentiras persisten y afectan a sus relaciones o a su bienestar, podéis buscar apoyo profesional para entender mejor qué está ocurriendo.

¡Mucho ánimo! Están haciendo un gran trabajo al preocuparse y buscar la mejor forma de acompañarlo en su desarrollo.

Buenas, te recomiendo que acudas a un profesional de la psicología que pueda evaluar el caso y ver qué factores están influyendo en el mantenimiento de esta conducta para que como has dicho esta conducta no vaya a más en un futuro y tenga otras consecuencias. Si os viene bien, en mi caso podría atenderos en mi consulta situada en Sevilla, en Paseo de las Delicias 1, justo en frente De la Torre del Oro.

A esta edad, los niños están en pleno proceso de desarrollo y aprendizaje de las normas sociales, incluida la distinción entre la realidad y la fantasía. La mentira en niños pequeños, especialmente en cosas de poca importancia, no siempre refleja una intención maliciosa, sino que puede ser una forma de manejar situaciones que les resultan complicadas o que no entienden del todo.
En primer lugar, puede ser una fase normal de desarrollo: A los 5 años, muchos niños comienzan a inventar historias o a decir cosas que no son ciertas, no necesariamente con la intención de engañar, sino como parte de su imaginación activa. A veces, lo hacen para obtener atención o evitar situaciones incómodas. Es probable que no haya una comprensión plena de las consecuencias de mentir en este momento.
A esta edad, la línea entre lo real y lo imaginario aún es difusa. Los niños a menudo cuentan historias que ellos mismos creen, aunque no sean ciertas, porque su imaginación está muy activa. de nuevo, puede tratarse de una exploración de su creatividad.

Es importante seguir explicándole las consecuencias de las mentiras de una manera que sea comprensible para él. Reforzar cómo las mentiras afectan la confianza es valioso, pero también es útil asegurarse de que entienda que la mentira no es un comportamiento "malo", sino que es una acción con consecuencias. Es recomendable ser consistentes con las consecuencias (sin castigos severos), pero también reconocer y reforzar su honestidad cuando diga la verdad, incluso en situaciones difíciles.
Los niños aprenden mucho observando a los adultos. Asegúrense de ser un ejemplo de honestidad en sus propias acciones. Si él ve que los adultos en su vida son honestos y responsables, es más probable que internalice esos comportamientos.
Traten de enfocarse más en reforzar los comportamientos positivos que en castigar las mentiras. Cuando diga la verdad, aunque no sea fácil, recompensar ese comportamiento con elogios puede fortalecer la honestidad.
Cuando su hijo trata de excusarse o negar responsabilidades, podría estar intentando evitar un castigo o protegerse de una situación incómoda. A esta edad, aún está desarrollando habilidades para manejar sus emociones y comprender el impacto de sus acciones.

Si sienten que este comportamiento persiste o se intensifica, podría ser útil hablar con un profesional para asegurarse de que no haya factores adicionales influyendo en su comportamiento. por ejemplo, puede excusarse diciendo que el no ha sido o negando que se ha encontrado algo por miedo a ser judgado por los padres y que por consiguiente le dejen de querer.
Pero, por lo general, esta fase suele ser temporal, y con paciencia y apoyo, aprenderá a entender la importancia de la honestidad.
Lo más importante es no perder la calma, seguir modelando la honestidad y mantener una comunicación abierta.

Hola!
Las mentiras en infancia pueden tener un trasfondo adaptativo. Es importante valorar el contexto, la frecuencia, la dimensión y el impacto de las mismas. En ocasiones, son un medio para obtener atención o librarse de alguna obligación o actividad incómoda. Sin embargo, en muchas ocasiones pueden estar relacionadas con la dificultad para asumir ciertas conductas ya que esto traería consecuencias. Como se ha mencionado anteriormente, poder contextualizar estas conductas favorecen un abordaje adecuado. Un saludo.

Muy buenas, es completamente comprensible que te sientas frustrada y preocupada por el comportamiento de tu pequeño. A esta edad, los niños están en un proceso de exploración y aprendizaje sobre la verdad y la ficción, y es común que experimenten con las mentiras, incluso si son sobre cosas triviales. A menudo, mienten no necesariamente con la intención de engañar, sino para explorar su entorno, obtener atención o evitar consecuencias. Es valioso que ya estés comunicando la importancia de la honestidad y cómo las mentiras pueden afectar las relaciones. Te animo a seguir creando un entorno seguro donde él pueda expresar sus pensamientos y emociones sin miedo a ser juzgado. A veces, reforzar el comportamiento positivo y ofrecerle alternativas a la mentira puede ayudarle a desarrollar una comunicación más honesta. Además, recordar que este comportamiento puede ser una fase del desarrollo y no un indicativo de problemas futuros puede ser reconfortante. Quedo a tu disposición. Psicóloga Leticia Martín Enjuto.

Hola, por lo que cuentas, puede tratarse de una alta sensibilidad sensorial y una baja tolerancia a la frustración. No es que esté “engreído”, ni que lo estés haciendo mal. Es importante acompañarle con calma, validar lo que siente y no forzarle. Si las reacciones son frecuentes o intensas, lo ideal sería una valoración profesional para orientaros mejor. Lo estás haciendo bien buscando ayuda.

Lo que describes es algo muy común en la infancia alrededor de los 4–6 años. A esa edad, los niños todavía están aprendiendo a distinguir con claridad entre fantasía, deseo, miedo a las consecuencias y verdad objetiva. Te cuento qué puede estar pasando y cómo abordarlo:
¿Por qué miente tu peque?
Imaginación y deseo: a veces inventan historias porque quieren que algo sea real (“esto me lo regalaron” en lugar de “me lo encontré”).
Evitar consecuencias: negar responsabilidad (“yo no fui”) es parte del ensayo de cómo funcionan las normas y los límites.
Buscar aprobación: inventar algo que lo haga ver mejor ante los demás (ej. decir que comió algo “bueno” aunque no lo haya hecho).
Juego simbólico normal: a veces lo que los adultos llamamos “mentir” es simplemente jugar con la realidad, probar roles.
A los 5 años, no son mentiras intencionales como en los adultos. Es más un ensayo de cómo funciona la verdad, la ficción y la relación con la autoridad.
Lo que ya hacen bien
Que sea educado y pida perdón es un indicador muy positivo: muestra empatía y capacidad de reparar.
Que invente historias no significa que vaya a ser un mentiroso compulsivo en el futuro: la mayoría de niños atraviesan esta etapa.
Cómo reaccionar en casa
1. Mantener la calma
Evita reacciones muy duras: los castigos fuertes o etiquetarlo como “mentiroso” solo aumentan su miedo y con ello las mentiras.
2. Distinguir mentira de fantasía
Si es un invento inofensivo, puedes decir con tono amable:
“Eso suena como una historia divertida, ¿quieres que me cuentes qué pasó de verdad?”
Así lo ayudas a diferenciar entre juego e información real.
3. Reforzar la verdad
Cuando diga la verdad aunque sea incómoda:
“Gracias por contarme lo que pasó, me gusta que confíes en mí”.
Refuerza que decir la verdad tiene consecuencias positivas.
4. Usar cuentos y ejemplos
Leer historias donde los personajes aprenden el valor de decir la verdad (ej. Pinocho, pero también cuentos más suaves y actuales).
Conversar sobre cómo se sintió cada personaje.
5. Dar ejemplos propios
Puedes mostrar con tu comportamiento que equivocarse no es malo:
“Ups, yo rompí esto sin querer. Voy a arreglarlo. Ves, todos podemos equivocarnos, lo importante es decirlo”.
6. Evitar la trampa de la humillación
Evita decir “nos haces sentir tristes” o “los amigos no te querrán” → puede generar culpa excesiva.
Mejor habla de confianza y seguridad:
“Cuando dices la verdad, yo sé que puedo confiar en ti. Eso nos hace un gran equipo”.
Cuándo preocuparse
Sería recomendable consultar si:
Las mentiras se vuelven muy frecuentes y dañinas (lastimar a otros, acusar falsamente).
Se acompañan de otros problemas serios de conducta (robo, agresión, aislamiento).
Persiste más allá de los 7–8 años sin cambios.