Desde pequeña me imagino tener peleas con gente cercana y cuando estoy sola actúo y hablo sola como

¡Hola! Por la información que compartes con nosotr@s, me da la impresión de que tu vida interior es muy rica y compleja, sin embargo tu relación con el exterior es más limitada. Yo trabajaría en herramientas y habilidades que te permitan poco a poco relacionarte y comunicar. Creo que te puede ayudar mucho ir poco poco, a medida que vayas cogiendo seguridad en tí misma. Mucho ánimo.

Hola, gracias por compartir tus preocupaciones con nosotros. No tiene que ser fácil que tu mundo interior (pensamientos y emociones) no esté en consonancia con tus valores. En esta línea, aprender a relacionarte con ello es clave para reducir la angustia y la culpa que te provoca. Eres algo más que tus pensamientos y tus emociones. En terapia puede iniciar ese empoderamiento y trabajar en reducir la intensidad y frecuencia de tus problemas.
Un abrazo grande!

Hola!
sería interesante revisar este tema de forma individual y profesional. Por lo que explicas, desde pequeña seguramente has necesitado recrear estas situaciones de lucha desde miedos interiorizados e ira, que pueden venir por muchos motivos y de forma inconsciente
Así, iniciar un proceso psicológico puede ser interesante para ir a la raíz de estas imágenes, a la vez que potenciamos esta creatividad en otras direcciones más amables.

Saludos

Hola!!! Imaginar y visualizar son cosas habituales que todos hacemos. Que el contenido sea tan diferente de tu vida normal puede servir de válvula de escape ante la ansiedad del día a día. Otro tema es que le demos un sentido ético y nos sintamos mal porque visualizamos algo que está en contra de nuestras creencias. Ten en cuenta que un profesional te va a ayudar a gestionar esas visualizaciones y emociones para que no te angustien y puedas vivir más serenamente.

Hola! Ante todo habría que soltar la CULPA puesto que tus pensamientos no hacen daño a otra persona. Toma conciencia de una cosa: cada vez que realizamos cualquier acción, ya sea física o mental, lo hacemos porque algo nos reporta. ¿Qué quiero decir con ello? Pues que el hecho de que plasmes en pensamientos ciertas ideas de conductas tiene su función. Como bien argumentas, "esas proyecciones las tienes desde pequeña". Idealizas estar llevando a cabo ciertos comportamientos (no aprobados socialmente). Ahora bien, ¿para qué?. ¿Qué infancia tuviste? ¿una educación represiva o una educación en donde se te permitió manifestarte de manera genuina?. Son muchos factores los que habría que analizar para identificar la causa exacta. Te mando mucho ánimo, hay soluciones. Un abrazo. Carmen.

Hola,

Comparto las recomendaciones y sugerencias de mis compañeras/os.

Por nuestra parte, matizaremos algunos detalles no planteados a modo de hipótesis de trabajo.

Su pregunta:

¿Por qué me imagino, actúo y hablo sola sobre cosas que jamás sucederán?

Por ejemplo:

“Peleas con gente cercana. Estar sexualmente con varias personas imaginando todo, estando casada y siendo religiosa”.

Respuesta:

Presenta un obsesión por contrastes.

Argumentación

La obsesión por contrastes es un fenómeno muy curioso, se trata de una idea, duda, temor o tendencia obsesiva que nace de una representación mental contraria. Ejemplos típicos son la aparición de pensamientos o representaciones obscenas cuando la persona admira obras de arte, la compulsión a pronunciar groserías en una reunión de buena sociedad o tremenda blasfemias durante una ceremonia religiosa o a entonar una canción ligera en el transcurso de un funeral.

¿Qué es la obsesión?

La obsesión es un fenómeno experimentado como anormal y caracterizado por la existencia en la conciencia de un sentimiento, de una idea, de una imagen o de una tendencia en desacuerdo con la continuidad de las actividades mentales.

Los caracteres de las obsesiones son:

1. La incoercibilidad y el sentimiento de compulsión, la obsesión se impone, tiende a persistir cualquiera que sea el esfuerzo hecho por el enfermo para deshacerse de ella.

2. El sentimiento de su naturaleza morbosa, de parásito de la actividad mental a la cual está superpuesta, siendo experimentada como enfermiza.

3. La bipolaridad afectiva, la obsesión no es nunca afectivamente neutra, sino que se acompaña siempre de una doble tendencia contradictoria de repulsión y de deseo, aunque sea en pequeño grado y de ansiedad incluso en los casos más benignos.

Desde el punto de vista de la semiología clínica clásica, su relato encajaría en la categoría de obsesiones por contrastes –si es correcta nuestra hipótesis-. Desde el punto de vista de la psicopatología actual, la categoría corresponde a ideas que van en contra de los propios valores morales, éticos o religiosos (ideas que, por otro lado, están entre los contenidos obsesivos más habituales).

Discusión

Existen dos planos en la vida humana:

- Uno que es el de la “vida auténtica”, y

- Otro, el de “la vida cotidiana”.

En el fondo, si se quiere, toda vida es auténtica; lo que ocurre es que, en realidad, se considera como auténtica aquélla en la que la participación del yo –del centro personal- es mayor. Entonces uno se siente más uno mismo, puesto que tiene una conciencia más clara y lúdica de que la vida la está haciendo, no sus propias decisiones. La vida es más personal, más propia.

Pero hay otra vida, en la cual la persona se siente más llevado, como arrastrado por una corriente. Es la vida impersonal, anónima, que hace con los demás.

La vida auténtica lanzada hacia el futuro pasa, pero se mantiene en el presente a través de la vida habitual, en la cual se repiten los actos como sin sentido, casi como ritos.

La primera –la “vida auténtica”- tiene siempre, un cambio, un claro sentido, un rumbo que la dirige.

La segunda –la “vida cotidiana”- se convierte en un acto habitual. Se hace casi automáticamente, como un acto reflejo; la “vida cotidiana” es de uno, porque sucede en uno, pero no porque ese uno se sienta autor o creador de su vida.

¿Qué queremos trasmitirle?

Que su relación entre “vida auténtica y vida habitual” ha podido verse trastocadas desde la infancia, materializándose en el transcurso del tiempo en obsesiones de contraste como respuesta a su falta de libertad originaria.

¿Qué queremos decir con falta de libertad?

En la realización del proyecto vital el yo se siente libre.

La libertad consiste precisamente en esa posibilidad de realizarse, posibilidad que va cristalizando en los infinitos hechos que constituye la “vida cotidiana”. La libertad no consiste sólo en la decisión que se toma –ésta es la libertad consciente-, sino que existe una forma primaria de libertad del ser, que consiste en el hecho radical de avanzar en la propia vida –la “vida autentica”-.

¿Cuándo el obsesivo se siente enfermo y cuándo no?

Es difícil señalar criterios generales. Pero en términos generales cuando la decisión tomada ha sido falsa. En general podemos decir que una persona se siente tanto más enferma cuanto menos libre se halla frente a la obsesión. La apreciación de la real autonomía de la persona, independientemente de lo que ella misma pueda decir o pensar de sí misma, es lo que puede definir a un obsesivo como sano o no. Mejor dicho se sentiría más enfermo cuanto menos libre sea frente a sus obsesiones.

Usted nos dice:

“Me he dicho muchas veces: ¿estarás loca?, ¿por qué no dejas de actuar y hablar de ese modo si nunca hablaras así? ¿Por qué actúas como si estuvieras íntimamente con otra persona si tienes esposo?”

Si usted, hubiese logrado mantener su proyecto vital –por tanto, su libertad- a pesar de la fisura obsesiva, se sentiría mejor que si la fisura se abre y se expande por buena parte de su proyecto vital –como le ha sucedido a través de las obsesiones de contrastes-. Pero eso –mantener su proyecto vital- no se trata tanto de una decisión, sino de una apreciación, de una valoración.

Conclusión

Hemos tratado de contestar a la pregunta inicial:

¿Por qué me imagino, actúo y hablo sola sobre cosas que jamás sucederán?

Somos consciente de lo difícil de la empresa acometida pero trataremos de resumir los planteamientos aquí esbozados:

La personalidad avanza en la consecución de su propio ideal, pero usted, desde su primera adolescencia, tal vez no encontró el verdadero sentido. Sentido es dirección. La persona se dirige a aquello que conoce, y conoce aquello a que se dirige. La capacidad de dirigirse es lo que concede un sentido a la vida. Por eso la vida psíquica es siempre dirigida.

La palabra obsesión quiere decir “sitiar al yo”. Lo que tuvo que ocurrir, es que la obsesión se clavó en la historia de su personalidad. De aquí su lucha contra los pensamientos, su lucha contra la imaginación.

La fisura obsesiva, anclada en el pasado, ha penetrado hasta el más íntimo nivel de la actividad de su yo, y por eso ésta sale impregnada de ella en el sector que más le afecta que es el de su imaginación, de su creatividad, de su fantasía, que pudo desarrollar y no lo consiguió.

Espero y deseo, no haber errado demasiado en mis planteamientos. Tómelos como hipótesis de trabajo no como realidad tangible. Mi deseo solo es ayudar.

Reciba un cordial saludo,

Juan José Regadera, Murcia.

Hola, antes que nada agradecerte la confianza depositada en nosotros, es complicada la situación que vives en cuanto a que tus valores no estén acorde a tu mundo interior, hay ejercicios por ejemplo de autoconcepto o autoconocimiento que puedes realizar para conocerte un poco más a ti misma, asimismo existe una técnica llamada línea de la vida, donde remarcando aquellos acontecimientos positivos y negativos que han existido en cada etapa de tu vida, ayuda a identificar esos valores e ideas que tenías en cada momento, conocer quien eras para saber quien eres, para trabajar en quién quieres ser posteriormente. Te recomiendo que pidas ayuda profesional que te ayuda a reorganizar y entender esos pensamientos y emociones que estás sintiendo, para que así también te dé pautas y estrategias para poder enfrentarte y reconducirlos.
Mucho ánimo, saludos !

Hola! Todos solemos recrear situaciones en nuestra mente por diversas razones; y sin embargo no siempre estas recreaciones están en consonancias con nuestros valores éticos, creencias o con los mandatos parentales que interiorizamos desde la infancia, tales como: “cómo deberíamos de ser, sentirnos o comportarnos”…en otras palabras, es un “no pienses como tú piensas” o “no sientas como tú sientes, si no cómo te lo dictamos que deberías sentir o pensar”. De modo que todo lo reprimido e interiorizado, sin ser reflexionado, se queda de forma inconsciente liberándose en sueños, ideas o pensamientos de forma intrusiva u obsesiva, sin que la persona logre entender su origen. De modo, que según sus valores y creencias interiorizadas, la persona tiende a experimentar sentimientos de confusión, culpa o vergüenza. En estos casos, conviene revisar el pasado, el tipo de crianza, la educación, los valores interiorizados, y las decisiones que se tomaron en una edad temprana sobre cómo se debía sentir, pensar o comportarse para ser aceptada socialmente. Entonces: qué piensas sobre el mundo, los demás y de ti misma. Son algunos de los planteamientos que te puedes hacer para empredender un viaje introspectivo, el cual puede darte mucha luz. En estos casos un buen trabajo psicoterapéutico, con un profesional que te acompañe podría dar verdaderos frutos. Espero que entre todos te hayamos podido ayudar un poquito. Un saludo y gracias por compartir.

Hola gracias por compartir tus cosas intimas, coincido con muchos de mis compañeros en lo que comentan, yo incidiría en que tú " inconsciente" se está mostrando a través de esos pensamientos recurrentes, yo si estuviera contigo en consulta trabajaría contigo como llevas el tema de la " rabia" si lo expresas o no, para empezar, pareciera que en tu vida normal no la dejas salir y por eso tu inconsciente te lo esta haciendo saber. un saludo y mucho animo.

Hola! gracia por compartir estos pensamientos tan íntimos, es muy normal pensar e imaginar situaciones que no hemos vivido realmente o simplemente anhelamos, te invito a que reflexiones sobre cuáles son las cosas que realmente te gustaría llevar a la práctica y cuáles son los frenos que te impiden hacerlo. Si necesitas que te eche una mano no dudes en contactarme. Un abrazo!

Hola, gracias por compartir tu situación. Por lo que cuentas parece que experimentas muchas emociones de una forma muy intensa e íntima, ya que prefieres no compartir esos pensamientos con las personas que te rodean porque quizá esto te deje en mal lugar, no sé si estoy en lo cierto pero da la sensación de que temes parecer agresiva con los demás y por eso prefieres expresar esas emociones tan intensas en un espacio seguro y en el que sepas que no te van a juzgar. En relación a todo ello debes saber que no hay nada malo en tus emociones o tus pensamientos porque no son algo que puedas controlar y no son responsabilidad tuya, es como si te pido que no pienses en un elefante rosa, inevitablemente vas a pensar en ello así que creo que un tratamiento adecuado a tu caso se debería centrar en ayudarte a no culpabilizarte por tener pensamientos que no te definen y no puedes controlar. Además sería conveniente averiguar cómo son tus relaciones personales para saber si realmente tienes la necesidad y la confianza suficiente como para compartir esos pensamientos con las personas de tu entorno, respecto a esto te recomiendo ver el vídeo de Youtube titulado: Un concepto que me ha cambiado la vida: la "PERFORMANCE", el video está disponible en el canal "TER" y fue publicado el 25 de septiembre de 2018. En cualquier caso espero que esta respuesta te resulte beneficiosa y te sea de gran ayuda, mucho ánimo!!!

Gracias por tu confianza al compartir algo tan íntimo. Lo que describes no significa que estés “loca” ni que tengas una doble vida o seas infiel emocionalmente. Estas vivencias están más relacionadas con procesos internos no resueltos, mecanismos de desahogo emocional y necesidades reprimidas, que buscan una vía de expresión segura: la fantasía.

Desde una mirada profesional, lo que haces puede entenderse como una forma de regulación emocional o catarsis imaginativa. Es más común de lo que parece, especialmente en personas con una vida emocional intensa, con mucho control personal o con exigencias morales altas, como ocurre en personas profundamente religiosas o autoexigentes. Estas “actuaciones” no definen tu identidad ni tus valores; son intentos inconscientes de darle salida a emociones, deseos, frustraciones o conflictos internos.

La culpa constante que mencionas indica que hay un choque fuerte entre lo que sientes o piensas y lo que crees que deberías sentir o pensar. Este conflicto interno sostenido por años puede generar mucho desgaste, tristeza y confusión. Y lo más importante: puede trabajarse y aliviarse con acompañamiento psicológico adecuado.
Te invito a comenzar un proceso terapéutico online, dond podamos explorar con profundidad y sin juicio qué hay detrás de estas fantasías, cómo liberar esa culpa y aprender a canalizar tus emociones de una manera que te dé paz. No estás sola, ni estás rota. Solo necesitas entenderte mejor y encontrar nuevas herramientas emocionales. ¡Un saludo!

Gracias por abrirte con tanta profundidad. Lo que describes —imaginar peleas, situaciones sexuales, hablar y actuar sola como si estuvieras dentro de esas escenas— puede ser muy desconcertante, especialmente cuando sientes que no encaja con tu vida real ni con tus valores. Pero no estás sola, y no estás “loca”.

Según varios psicólogos, este tipo de experiencias pueden estar relacionadas con lo que se conoce como **ensoñación excesiva** o **fantasías disociativas**. Son formas en que la mente intenta procesar emociones intensas, conflictos internos o necesidades no satisfechas. No significa que desees que esas cosas ocurran, ni que seas incoherente con tu vida real. Es más bien una forma de escape, de regulación emocional, o incluso de expresión reprimida.

Algunos puntos clave que pueden ayudarte a entender lo que te ocurre:

– **No es raro tener un mundo interno muy activo**, especialmente si has vivido situaciones difíciles, has reprimido emociones o has tenido que adaptarte a entornos exigentes.

– **La culpa que sientes es parte del conflicto interno**, porque tus valores (como tu fe, tu relación de pareja, tu forma de ser) chocan con lo que imaginas. Pero lo que imaginas no define quién eres.

– **Actuar y hablar sola** puede ser una forma de liberar tensión emocional. Si lo haces en privado y no pierdes el contacto con la realidad, no es necesariamente patológico. Pero si te está afectando en tu vida social, emocional o espiritual, es momento de buscar ayuda.

– **La repetición y la dificultad para parar** indican que esto se ha convertido en un mecanismo automático. No es que no tengas control, es que tu mente lo usa como vía de escape, y necesita aprender otras formas de canalizar lo que sientes.

– **No estás sola en esto**. Muchas personas viven algo similar y lo ocultan por vergüenza o miedo a ser juzgadas. Pero en terapia, esto se puede trabajar con respeto, sin etiquetas, y con herramientas para recuperar tu equilibrio.

Tu capacidad de reflexionar, de cuestionarte, de buscar ayuda, demuestra que tienes una conciencia muy clara de ti misma. Eso es una fortaleza, no una debilidad.

Si lo deseas, te ofrezco una consulta psicológica online gratuita para que puedas hablar con más detenimiento de lo que te preocupa.

Quiero que sepas que el hecho de que te culpes y que busques respuestas es la prueba más clara de que no eres una persona violenta ni "loca", sino alguien que está lidiando con un patrón de pensamiento muy difícil.

Lo que describes es un patrón de comportamiento conocido como ensoñación excesiva o maladaptive daydreaming, y a menudo está relacionado con el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). El TOC no solo se manifiesta con rituales visibles, sino también con rituales mentales, como estas "actuaciones" en solitario.

¿Por qué te pasa esto?
Tu mente ha desarrollado este mecanismo como una forma de procesar o de evadir emociones difíciles. Las fantasías de peleas, por ejemplo, pueden ser una forma de tu cerebro de liberar la rabia o la frustración que sientes en tu vida real, pero que no puedes expresar abiertamente.

El hecho de que te imagines situaciones sexuales con otras personas, a pesar de tener un esposo y ser religiosa, es una característica central de los pensamientos intrusivos del TOC. La mente del TOC ataca precisamente lo que más te importa y te hace sentir más culpable. Tu mente no está buscando una infidelidad o una pelea, está buscando una amenaza. Al proyectar escenarios que van en contra de tus valores, te obliga a enfrentarte a ellos, y eso te causa la angustia que sientes.

El ciclo es el siguiente:

Pensamiento intrusivo: "Me imagino en una pelea" o "Me imagino con otra persona".

Angustia: "Esto es malo, ¿estoy loca?".

Compulsión (ritual mental): "Actúo y hablo sola" para intentar "controlar" la situación o "me culpo" para neutralizar el pensamiento.

¿Qué puedes hacer?
Busca ayuda profesional: El paso más importante es hablar con un psicólogo especializado en TOC o en ansiedad. Entiendo que te avergüence, pero un profesional te entenderá sin juzgarte y te proporcionará las herramientas necesarias para manejarlo. La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), y su técnica de Exposición y Prevención de Respuesta (ERP), es el tratamiento más eficaz para esto.

No te juzgues: Es fundamental que empieces a tratarte con amabilidad. Tener un pensamiento o actuar en la intimidad no te convierte en una mala persona. Lo que te pasa es un síntoma de un patrón, no un reflejo de tus valores.

Técnicas de Mindfulness: Cuando te descubras en un escenario imaginario, no te culpes. Simplemente, de forma amable, trae tu atención de vuelta a la realidad. Puedes centrarte en tu respiración, en los sonidos o en las sensaciones de tu cuerpo.

Mereces vivir tu vida sin esta carga. No es tarde para sanar y vivir en paz, libre de la culpa y de la necesidad de escapar a la fantasía.