El unico mayor problema de mi relación siempre fue que no nos entendemos y cuando discutimos se vuel

Gracias por compartir tu experiencia con tanta sinceridad. Reconocer la propia responsabilidad y tomar medidas para cambiar ya es un paso muy importante. Las discusiones que se transforman en reproches y en conductas dañinas suelen dejar huellas emocionales profundas en ambos, y es normal que después de un episodio tan intenso surjan sentimientos de culpa, arrepentimiento e incertidumbre.

En este momento, puede ayudarte centrarte en seguir trabajando en ti misma, aprendiendo formas más saludables de comunicarte y regular la ira, para que el vínculo no se repita en ciclos de dolor. Por parte de tu pareja, el espacio que ha pedido es también una manera de protegerse y aclarar lo que siente, por lo que respetar ese tiempo es valioso.

Cuando llegue el momento de retomar el contacto, lo ideal es hacerlo con calma, sin exigir decisiones inmediatas, priorizando la escucha mutua y planteando la posibilidad de reconstruir la confianza poco a poco. La terapia individual y, más adelante, la de pareja, pueden ser un recurso muy útil para acompañar este proceso.

Si lo deseas, puedes pedirme una cita online y trabajaremos juntas en ello.

Gracias por compartir lo que estás viviendo, comprendo lo difícil que resulta estar en ese lugar de incertidumbre y a la vez con sentimientos de culpa y arrepentimiento.

Las discusiones en pareja pueden escalar de manera dolorosa cuando falta entendimiento mutuo y se acumulan reproches. El hecho de que ya estés tomando medidas para trabajar en ti misma es un paso muy valioso, porque muestra tu compromiso con cambiar patrones que no te hacen bien ni a ti ni a la relación.

Tu pareja, al pedir un tiempo y espacio, está tratando de ordenar sus emociones. Respetar ese espacio, como ya lo has hecho, es importante para no añadir más presión. Sin embargo, es natural que tú necesites también claridad: vivir en la incertidumbre genera ansiedad y desgaste.

Lo recomendable sería esperar un poco más antes de forzar una conversación definitiva. Retomar el contacto de manera gradual, con mensajes breves y respetuosos, puede ser un primer paso. No se trata tanto de hablar de “futuro inmediato” como de mostrar disposición a escuchar y a dialogar sin reproches. La terapia de pareja, cuando él esté listo, puede ser un espacio seguro para reconstruir la comunicación.

Mientras tanto, cuida tu propio bienestar emocional, busca apoyo si lo necesitas y sigue trabajando en ti. Sea cual sea el desenlace, todo lo que avances en tu proceso personal te ayudará a afrontar la relación —o una posible ruptura— con más fortaleza y serenidad.

Un abrazo,

Elbire Arana
Psicóloga General Sanitaria / Terapeuta de parejas
Colegiada M-42807

Buenas tardes. Por lo que estoy viendo, tú misma lo estás diciendo, no os entendéis. La discusión es una habilidad que se debe aprender por el bien de la pareja, y en este caso, no sabeis comunicaros. El reproche es precisamente la carencia de habilidad para hablar y pactar acuerdos reconciliatorios.
Si no seguis intentándo el diálogo para mejorar la convivencia y reconocer el origen del problema, no encontrareis la solución. Por supuesto , esto tendría que mejorar con la ayuda de un profesional que os guie en el proyecto de reconciliación.

Es normal que te sientas ansiosa e incierta en este momento. Lo adecuado es respetar el espacio que él pidió, mientras sigues trabajando en ti misma y en tu autocontrol. Retomar el contacto de manera gradual y tranquila, sin reproches, puede ayudar a abrir un diálogo sobre el futuro de la relación. También es recomendable buscar apoyo profesional de confianza, ya sea terapia individual o de pareja; no tiene que ser conmigo, lo importante es que sea alguien en quien confíes para manejar emociones, comunicación y límites de forma segura.

Entiendo lo doloroso y confuso que ha sido para ti este último conflicto. Es muy importante reconocer que en una discusión intensa llegaste a responder con violencia física (clavar las uñas). Esto es algo serio y requiere que lo trabajes en tu proceso personal, porque sin seguridad emocional y física no es posible construir una relación sana. El hecho de que ya estés tomando medidas para mirarlo individualmente es un paso valioso y necesario.

Más allá de este episodio, lo que señalas —la falta de entendimiento, los reproches y la dificultad de ponerse en el lugar del otro— refleja un patrón que merece atención. La comunicación es un pilar fundamental, pero no basta con “hablar”. Comunicar implica:

Conectar contigo misma: reconocer con claridad lo que sientes, piensas y percibes antes de expresarlo.

Asertividad: transmitirlo desde tu experiencia personal, responsabilizándote de lo que sientes, sin culpar al otro.

Concreción: describir hechos concretos, evitando absolutos como “siempre” o “nunca”, y usar fórmulas como: “cuando pasa esto, yo me siento…”.

Escucha empática: abrirte a comprender lo que él siente, sin juicio ni defensas.

Perspectiva: preguntarte si el conflicto toca aspectos esenciales de la relación (confianza, compromiso, valores) o si se trata de cuestiones más cotidianas que están reflejando tensiones internas.

El hecho de que él haya pedido tiempo indica que necesita espacio para ordenar sus emociones. Tu respeto a ese silencio es un gesto importante, aunque la incertidumbre te genere ansiedad. En este punto, lo recomendable es dar un paso pequeño y cuidadoso: después de este tiempo, puedes enviarle un mensaje breve, claro y sin reproches, donde expreses tu disposición a hablar con calma sobre la relación cuando él se sienta preparado. Así no lo presionas, pero abres la puerta a un posible encuentro.

Al mismo tiempo, sigue centrada en tu trabajo personal, porque solo desde ahí podrás acercarte a él —y a la relación— de una forma diferente. La clave está en que ambos tengan una voluntad auténtica de trabajar, cada uno en lo suyo y juntos en lo que comparten.

Hola ¿qué tal? Has dado un paso muy importante al reconocer la situación. En la consulta, el foco lo pondremos en comprender cómo os habéis comunicado hasta ahora, cómo gestionáis los conflictos y cómo cada uno vive la relación y los últimos acontecimientos. En las sesiones podéis expresar vuestras emociones y necesidades en un entorno seguro, sin juicios. Además, os ayudaré a establecer reglas claras de respeto y comunicación, así como a identificar los patrones de discusiones y reproches que les están causando daño, facilitando herramientas para resolver las diferencias de manera más constructiva.

Por otro lado, tu decisión de tomar distancia, buscar apoyo familiar y asumir responsabilidad por tus acciones es un primer paso fundamental hacia el cambio. En consulta, trabajaría contigo y con tu pareja el manejo de la culpa, el arrepentimiento y la reparación emociona. El objetivo es crear un espacio donde puedan hablar de cara al futuro de la relación, decidir juntos de forma consciente si desean continuar y, en su caso, trazar un camino consensuado para sanar los daños y fortalecer el vínculo.
Por tanto, empezar la terapia de pareja los ayudará a ordenar las emociones, marcar límites claros y volver a conectar desde el respeto y la empatía, reduciendo la incertidumbre y la ansiedad que sientes ahora mismo. Este proceso os orientará para tomar decisiones sanas y constructivas sobre el futuro de vuestra relación. Un saludo, Silvia

Gracias por compartir tu situación con tanta sinceridad. Es positivo que estés tomando responsabilidad y trabajando en ti misma, respetar el espacio de tu pareja también es clave. Ahora, mantener comunicación clara y pausada sobre el futuro de la relación puede ayudar a reducir la incertidumbre y la ansiedad. En terapia de pareja podréis aprender a gestionar conflictos y mejorar la comprensión mutua de manera segura y constructiva.

Es probable que en vuestra relación haya una dinámica que os esté haciendo daño a los dos. Trabajar en ella implica entender qué ocurre durante las discusiones, qué circunstancias aumentan la probabilidad de que aparezcan y qué necesidades no están siendo atendidas. Solo centrarte en “yo soy culpable” no permite ver la complejidad de la situación.

El tiempo de espacio puede ayudar, aunque lo fundamental es identificar qué motivó el distanciamiento, porque si no se aborda, es fácil que vuelva a repetirse.

Si quieres trabajar sobre esto para encontrar una solución y evitar que vuelva a ocurrir, puedes visitar mi perfil y reservar una primera reunión de valoración. Estaré encantado de acompañarte.

Lo que estás viviendo muestra una relación con mucha carga emocional y dificultades en la comunicación. La última discusión ha sobrepasado un límite importante, y es positivo que asumas tu responsabilidad y ya estés tomando medidas para cambiar.
Ahora la prioridad no es definir el futuro de la relación, sino recuperar la calma y trabajar en ti misma. Él ha pedido espacio, y respetarlo es esencial para que ambos podáis procesar lo ocurrido. Forzar una conversación ahora podría aumentar la tensión.
Centrarte en tu trabajo personal, en gestionar la culpa y la ansiedad, y en aprender nuevas formas de comunicarte sin impulsividad sería prioritario. Cuando ambos estéis más tranquilos, podréis retomar el contacto desde otro lugar, sin reproches y con más empatía.
Por ahora, lo más sano es sostener el presente, fortalecer tu equilibrio emocional y dejar que el tiempo y la reflexión aclaren si la relación puede reconstruirse o si es mejor cerrar el ciclo con paz.

En una relación donde las discusiones se vuelven intensas y aparecen gestos impulsivos o heridas emocionales, suele haber un trasfondo de frustración acumulada, necesidad de comprensión y falta de recursos para comunicarse desde la calma. No significa que no haya amor, sino que la forma en que ambos están gestionando el conflicto les está haciendo daño.

Es muy valioso que hayas reconocido tu parte, que sientas arrepentimiento y que ya estés dando pasos para trabajar en ti. Ese es un cambio profundo y necesario, no solo para la relación, sino para tu bienestar personal. Ahora mismo, lo más importante es que mantengas ese foco en tu proceso individual: trabajar en la gestión emocional, la culpa y el control de los impulsos, para poder reconstruirte desde un lugar más sereno y compasivo contigo misma.

Respecto a la relación, es comprensible que quieras claridad y temes quedarte en la incertidumbre. Pero forzar el contacto o las conversaciones antes de que ambos estén emocionalmente más estables puede aumentar la distancia. A veces, ese espacio que tanto duele también permite que cada uno reflexione y pueda volver a hablar desde otro lugar.

Podrías aprovechar este tiempo para prepararte emocionalmente para ese reencuentro: qué necesitas expresar, qué estás dispuesta a cambiar, y también qué límites o condiciones te gustaría que existan para que la relación sea sana. Una terapia individual (y más adelante, de pareja) puede ayudarte a ordenar esas ideas y darte herramientas de comunicación más seguras y empáticas.

Vamos al grano, porque la situación que describes es seria y el dolor que sientes es más que evidente. Estás en un punto crítico, y lo que hagas ahora puede marcar la diferencia.

Aquí el problema de fondo no es LA discusión, sino que vuestro patrón de discutir es destructivo y, esta vez, ha cruzado una línea roja: la agresión física. Clavar las uñas no es una tontería, es un punto de no retorno para mucha gente y una señal de alarma que parpadea en rojo neón.

Dicho esto, analicemos la jugada:

Tu reacción es la correcta. Lo primero y más importante: chapó por ti. Reconocer tu culpa, sentir arrepentimiento, hacer la maleta e irte y, sobre todo, buscar ayuda individual es el acto de mayor responsabilidad y valentía que podías tener. Estás haciendo el trabajo duro, el que te toca, para entender por qué llegas a ese punto. No lo pierdas de vista, porque ese es tu salvavidas ahora mismo.

Su silencio es su salvavidas. Entiendo perfectamente tu ansiedad y tu necesidad de cerrar la incertidumbre. Es una tortura. Pero tienes que entender lo que él está haciendo: se está protegiendo. Después de una explosión así, con agresión física de por medio, su cerebro está en modo "supervivencia". Necesita ese espacio no para castigarte, sino para procesar el shock, el dolor y el miedo, y decidir si se siente seguro en la relación. El "contacto cero" es su única herramienta para poner en orden su cabeza sin la presión de tu arrepentimiento o de tus ganas de arreglarlo.

¿Qué debes hacer AHORA?

Tu impulso es hablar del futuro para calmar TU ansiedad. Es humano, pero estratégicamente es un error. Forzar esa conversación ahora mismo sería como gritarle a alguien que se está ahogando que te diga si quiere ir al cine la semana que viene. No puede, está intentando respirar.

Aquí tienes la pauta:

Sigue respetando su espacio. Cada día que pasas sin escribirle, sin llamarle, sin presionar, le estás demostrando con hechos, no con palabras, que entiendes la gravedad y que eres capaz de controlar tus impulsos. Ahora mismo, tu silencio es la mejor prueba de tu cambio.

Enfócate en ti con uñas y dientes (metafóricamente, claro). Tu prioridad número uno no es la relación, eres TÚ. Sumérgete en esa terapia. ¿Qué hay debajo de esa rabia? ¿Qué te lleva a perder el control? Entenderte a ti es lo único que puede, a la larga, salvar la relación o, más importante aún, salvarte a ti para futuras relaciones (con él o sin él).

Cuando llegue el momento de hablar, cambia el enfoque. No puedes llegar diciendo "¿Y bien? ¿Seguimos o no?". Cuando retoméis el contacto (y debería ser él quien dé el primer paso, o tú tras un tiempo prudencial con un mensaje muy cauto), la conversación debe ser sobre el reconocimiento del daño. Algo como: "Entiendo el daño que te he hecho. Estoy trabajando en mis problemas para que esto no vuelva a suceder jamás. No quiero presionarte, solo quiero que sepas que estoy asumiendo mi responsabilidad".

La incertidumbre es terrible, lo sé. Pero intentar ponerle fin a la fuerza solo te llevará a la respuesta que más temes. Demuéstrale que has cambiado con tus acciones. Y prepárate para cualquier escenario. Tu trabajo ahora es sanar tu parte. Si él decide acompañarte en ese camino una vez vea tu compromiso real, estupendo. Si no, tendrás que aceptarlo, pero al menos tú habrás salido de ese agujero siendo una persona más consciente y dueña de sí misma.

Fuerza, que el camino que has elegido, el de la autocrítica y el cambio, es el correcto.

Hola.

Estoy de acuerdo contigo en que hay situaciones que no son nada fáciles de gestionar emocionalmente e incluso a veces nos sobrepasan. Con el afloramiento de emociones en ese momento y sentimientos pueden surgir muchos y muy variados, entre ellos la culpa. En este sentido, hay que ver que está pasando, ¿por qué surgen estas emociones y no otras? ¿Qué es lo que necesito ahora? O ¿por qué actué como actué en ese momento? Estas son algunas preguntas que podríamos preguntarnos tanto profesionales como planteraselas a la propia paciente.

Ahora mismo parece que estás pasando por un momento difícil y complicado. Es por ello que si has pensado en hacer terapia, animarte a pedirla. Por último, expresarte que también hay otros tipos de terapia, como la individual que tal vez puedan ayudarte a aclarar ciertos aspectos.

Espero que este mensaje te sea de ayuda.