Hola, somos una pareja gay, estamos justos más de 4 años. Mi esposo tiene una fuerte adicción a la p

12 respuestas
Hola, somos una pareja gay, estamos justos más de 4 años. Mi esposo tiene una fuerte adicción a la pornografía gay. Se masturba hasta 3 veces diarias y a mí me deja mirando, me dice que está inapetente y que no desea tener sexo conmigo, le digo que está inapetente para mí, pero no para ver porno. Se pasan los meses y los meses y me siento realmente frustrado, se queja de mí todo el tiempo y no reconoce nada.
Dice de ir a un psicólogo, pero nunca llega el momento, dice que es su cuerpo y hace con él lo que que le dé la gana.
Entiendo lo difícil y frustrante que puede resultar vivir esta situación, especialmente cuando uno de los miembros de la pareja no muestra disposición a cambiar. En estos casos, es recomendable que al menos uno de los dos —en este caso, tú— inicie el proceso terapéutico, no solo para comprender lo que ocurre, sino sobre todo para que puedas sentirte mejor y recuperar tu bienestar emocional.

Podemos trabajar estrategias para manejar la frustración, fortalecer tu autoestima y mejorar la comunicación dentro de la relación. Más adelante, si lo consideras oportuno, también podríamos incluir sesiones conjuntas para abordar la dinámica de pareja.

Te invito a pedir una cita online; de momento te atendería a ti solo, y más adelante, si ambos estáis preparados, podemos continuar el trabajo en pareja.
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Hola, gracias por tu mensaje. Hablas de una dinámica de distanciamiento, quejas y frustración. La masturbación compulsiva es un señal que nos alerta de que algo puede estarle ocurriendo, algo relacionado con vosotros o no. Lo primero que se puede indagar es qué función cumple la masturbación de esa manera para él. Para tener esa conversación es preciso rebajar la tensión y el estado de ataque-defensa y modular la comunicación hacia un terreno constructivo. Sentirnos juzgados es igual que sentirnos atacados y eso provoca que nos protejamos, ya sea atacando, huyendo o cerrándonos en banda.
Si necesitas hablar con calma, aquí me tienes para lo que necesites
 David García Díaz
Psicólogo
Castellón de la Plana
Hola,

Gracias por compartir algo tan íntimo y difícil. Lo que describes refleja una situación de gran desgaste emocional, donde la frustración, el rechazo y la impotencia terminan afectando no solo al vínculo de pareja, sino también a la autoestima y al bienestar personal. Es completamente comprensible que te sientas así.

En casos como este, la adicción a la pornografía no suele tratarse solo de un “hábito”, sino de un patrón que interfiere en la intimidad, en la conexión emocional y en la capacidad de disfrutar de una relación sana. Es importante entender que este tipo de dificultades, independientemente de la orientación sexual, pueden tratarse y resolverse con el acompañamiento adecuado, desde un enfoque respetuoso y libre de juicios.

Con mi experiencia en terapia de pareja y en el tratamiento de la adicción a la pornografía, podría acompañaros a ambos a entender mejor lo que está ocurriendo, recuperar el diálogo y reconstruir la conexión afectiva y sexual desde un lugar más consciente y empático. Si crees que puedo ser de ayuda en este proceso, estaré encantado de acompañaros.

Un saludo,
David
 Marina Hanoos
Psicólogo
Santander
Muchas gracias por compartir esta situación tan íntima y, francamente, tan agotadora.

Permíteme dirigirme a tí con total honestidad y cercanía: el dolor que sientes es profundo y está justificado. Es absolutamente natural que se sienta frustrado, solo y confundido. Estás en una relación de pareja que se supone debe ser un refugio de intimidad, y en cambio, se ha convertido en un escenario donde te sientes constantemente rechazado y menospreciado por una pantalla.

Comprendo perfectamente tu sentir: "Está inapetente para mí, pero no para el porno." Esa frase encapsula una herida: la sensación de que es usted quien no es suficiente, mientras que una fantasía anónima sí lo es. Quiero que sepas que eso no es verdad. El problema que describes no habla de tu valor o atractivo, sino de la fuga emocional de tu esposo.

Cuando él se masturba hasta tres veces al día y te deja mirando, está instalando una pared de cristal. Y cuando le dice que "es su cuerpo y hace con él lo que le dé la gana," está usando una excusa de libertad individual para evadir la responsabilidad que tiene como compañero. Una relación no es un acto individual; es un baile de dos, y su danza se ha paralizado por esta conducta.

Sé que has intentado mucho. Sé que escuchar la idea de ir a terapia, sin que nunca se concrete, agota la esperanza. Por eso, mi primer y más urgente consejo como psicóloga es: Deja de esperar por él y empieza a actuar por ti.

Tu bienestar es lo primero. No puedes obligarlo a cambiar, pero sí puedes cambiar la forma en que te reaccionas y te cuidas.

Reconstruir tu autoestima, recordándote tu valor fuera de la mirada de su esposo.

Ayudar a poner límites firmes y sanos. Definir qué estás dispuesto a tolerar y qué acciones concretas tomará si él no se compromete con la ayuda profesional.
Espero haberte ayudado a ver la situación de manera diferente. Un saludo
Vaya, siento que estés pasando por una situación así, porque entiendo que no tiene que ser fácil para ti. Lo que comentas se parece mucho a una adicción a la pornografía: las personas dejan de tener apetencia por un contacto real y se quedan "enganchados" a la estimulación de la pantalla. Es muy buena idea que podáis consultar con un psicólogo, como pareja o cada uno con el suyo, porque os va ayudar a enfrentaros a la situación y solucionarla de la mejor manera posible. Si él no termina de ponerle fecha a su visita al psicólogo, dile que para ti es muy importante que podáis solucionar este problema y que crees que es la mejor solución. Y si él aún así no quiere ir, puedes pedir cita por tu cuenta y empezar a ir tú para hablar de todo esto que te preocupa: el psicólogo/a te ayudará a enfrentar la situación y abordar esa conversación con tu pareja.
 Aitana Díaz Simancas
Psicólogo
Torrejón de Ardoz
Hola, muchas gracias por compartir tu situación. Entiendo que te esté generando tanto malestar, es tiene que ser muy duro llegar a este punto con tu pareja.

En cuanto a la pornografía, verla no tiene por qué ser malo. Sin embargo, cuando el consumo de este tipo de contenido afecta a la pareja o genera malestar en la otra persona, como es vuestro caso, es normal que genere un conflicto.

En un caso como este, lo ideal sería que pudierais tener una conversación sincera, que él te explicara por qué se comporta así, qué el aporta todo esto, y tú pudieras contarle cómo te está haciendo sentir, y que buscarais un punto en común donde ambos os entendáis y toméis medidas que os hagan sentir cómodos. Para ello, iniciar una terapia psicológica podría ser una buena opción, ya sea de forma individual, si uno de vosotros cree que lo necesita, o bien una terapia de pareja, de forma que un profesional pueda ayudaros a gestionar la situación.

Si has intentado tener este tipo de conversación con tu pareja y no ha sido posible, o no queréis hablar del tema, podría ayudarte parar a pensar en qué cosas dependen de ti y cuáles no, es decir, qué puedes cambiar tú en la situación. Habrá cosas que no estén en tu mano (por ejemplo, cómo se comporta él ahora mismo) y, por tanto, cambiarlas no dependerá de ti; sí depende de ti pedirle que se comporte de forma diferente, pero al fin y al cabo, él es el único que puede elegir cómo comportarse. También habrá cosas que sí estén en tu mano (por ejemplo, las cosas que le digas o tus reacciones en estos momentos); sobre estas cosas puedes actuar, y trabajar en hacerlas de la forma que mejor se adapte a ti.

Respecto a las cosas que no dependen de nosotros y nos molestan, nos duelen o nos generan malestar, una vez hemos agotado todos nuestros recursos para invitar a la otra persona a que se comporte de otra forma, solo queda iniciar un proceso de aceptación, aunque esto es muy complicado. Una vez aceptamos que, a día de hoy, la otra persona se comporta de esta forma y no quiere modificarla, podrás plantearte si quieres esto para ti en tu relación, y si prefieres trabajar en tolerarlo lo mejor posible u optar por una ruptura.

Si necesitas o necesitáis ayuda profesional en este proceso de toma de decisiones, estaré encantada de ayudarte/ayudaros. Espero que todo vaya lo mejor posible.
 Lali García
Psicólogo
San Cristóbal de la Laguna
Hola, gracias por compartir tu experiencia. Lo que me surge duda de cuál es tu consulta exactamente? entiendo que la frustración e insatisfacción que sientes hace que te cuestiones cosas a nivel personal y relacional. Si están abiertos a comenzar un proceso de terapia de pareja podría ser útil para llegar a un punto de encuentro y dialogar sobre las cosas que están generando insatisfacción en la relación. Si no, un proceso individual siempre vendrá bien para aclararte en tu relación y tomar decisiones en uno u otro sentido. Espero que puedas encontrar lo que buscas a tus dificultades en la relación. Saludos
En primer lugar, gracias por compartir tu/vuestra experiencia aquí. Es normal que la líbido y apetencia sexual de una persona que se estimula con mucha frecuencia y/o intensidad se vea disminuida, y que ello tenga un impacto desagradable en la pareja. Es frecuente en casos de adicción a la pornografía que se haya condicionado el placer a ciertos tipos de estímulos (estímulos visuales, en el caso del consumo de pornografía).

Ello puede abordarse mediante diferentes enfoques de psicoterapia, siendo la exposición gradual un ejemplo -entre otros. La terapia psicológica se ha mostrado efectiva siempre y cuando la persona esté dispuesta a poner en práctica las herramientas y técnicas que se le ofrezcan. En ella, se realiza un plan de prevención de recaídas y se refuerzan positivamente los esfuerzos que hace la persona para evitar los impulsos a realizar esa conducta.

Más allá de todo esto, ser la pareja de una persona con un problema como el que comentas puede ser muy complicado en ciertas situaciones o ante ciertas emociones que nazcan en ti. Espero que puedas acompañarte a ti mismo en este proceso, y que puedas pedir ayuda si tú la necesitas. Os deseo lo mejor a los dos.
 Ariadna Castellà Sociats
Psicólogo
Tarroja de Segarra
Gracias por compartir algo tan íntimo. Lo que describes es una situación dolorosa y más común de lo que parece, aunque pocas veces se habla de ello. Cuando el consumo de pornografía se vuelve constante o compulsivo, no solo afecta al deseo sexual, también a la conexión emocional, a la comunicación y a la manera en que se vive el cuerpo propio y el del otro.

La pornografía puede alterar la forma en que se experimenta la excitación, generando una distancia entre lo que ocurre en la pantalla y lo que sucede en la relación. Y eso puede dejarte en un lugar de soledad, sintiendo que te esfuerzas por mantener un vínculo que el otro parece no ver.

Tu malestar tiene sentido. Estás intentando comprender y poner palabras a algo que también impacta en tu autoestima y en la forma en que te sientes dentro de la pareja. Más allá de lo que él decida hacer, puede ser muy valioso que tú tengas un espacio terapéutico donde poder mirar lo que te está pasando, poner límites claros y cuidar de ti sin dejarte a un lado.

A veces el proceso no empieza buscando una respuesta definitiva, sino un lugar donde poder respirar, ordenar lo vivido y entender qué necesitas ahora.
Hola, gracias por compartir tu situación. Lo que describes es muy doloroso y comprensible: estás intentando mantener un vínculo afectivo mientras la dinámica sexual se ha vuelto distante y desequilibrada.
La adicción a la pornografía puede afectar profundamente la intimidad, la autoestima y la conexión en pareja. Cuando uno de los dos evita el contacto real y se refugia en la pornografía, el otro suele sentirse rechazado, confundido y sin recursos para manejarlo.

No se trata solo de deseo, sino de cómo la relación se ve afectada por una conducta que sustituye el vínculo emocional y físico. Este tipo de situaciones pueden trabajarse desde un enfoque terapéutico para comprender qué está ocurriendo, cómo abordarlo y cómo proteger tu bienestar emocional.
Si lo deseas, podemos hablarlo con calma en una cita y explorar cómo acompañarte en este proceso y valorar qué opciones tienes para sentirte mejor dentro o fuera de la relación.
Entiendo lo frustrante y doloroso que puede ser ver que tu pareja dedica tiempo a la pornografía y descuida la intimidad contigo. No eres responsable de sus decisiones, y tus emociones de rechazo, tristeza o frustración son completamente válidas.

Es fundamental poner límites claros y cuidar de tu bienestar emocional. La terapia individual y de pareja puede ayudar, pero requiere que ambos estén dispuestos a participar. Priorizar tu salud emocional y sexual es un paso necesario para sentirte respetado y valorado dentro de la relación.

Un saludo.

Pilar Rapela.
Gracias por compartir todo esto, imagino lo difícil y doloroso que está siendo para ti. Lo que describes no tiene que ver solo con la pornografía en sí, sino con cómo está afectando a la relación: la distancia emocional, la falta de intimidad, la frustración y el sentir que tus necesidades no están siendo tenidas en cuenta.

Lo que estás viviendo es real y es válido que te sientas así.

Sería importante que puedan ver este problema como algo de la relación, no solo como algo “de él” o “tuyo”. La pornografía, cuando se usa de manera compulsiva, puede convertirse en una forma de regular emociones o evadirse, y eso puede bloquear el deseo y el vínculo.

No se trata de culparlo, sino de reconocer que **hay un impacto** en la pareja. Y también es cierto que tú no puedes resolver esto solo, ni desde la insistencia ni desde la espera indefinida.

Si él dice querer ayuda pero no llega el momento, quizá sea útil ponerlo en palabras de forma calmada, por ejemplo:

“Te quiero y quiero que estemos bien. Pero la situación me está haciendo daño y nuestra relación se está deteriorando. Me gustaría que buscáramos ayuda juntos o que puedas iniciar tu proceso. Si no hay un movimiento real por tu parte, yo también tendré que pensar qué necesito hacer para cuidarme.”

No es una amenaza, es **poner un límite sano**.trabajar juntos formas de expresar esto sin reproches y, si él está dispuesto, acompañarlo en el proceso de comprender por qué esa conducta ha ocupado tanto espacio en su vida.
Deberíais buscar ayuda profesional en una terapia de pareja.



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