Hola mi hermana tiene 19 años y estos 3 últimos años ,ha cambiado demasiado llora por cualquier cosa

Buenas, dentro de que el llanto nos supone un alivio en la mayoría de los casos, si esto se está convirtiendo en algo que os preocupa a alguno de los dos y le puede estar afectando en su vida cotidiana, probablemente tu hermana esté sufriendo por algo que no quiere contar o no es capaz de hacerlo, o por tener una emoción o un duelo pendiente de gestionar correctamente, sería bueno que recibiese ayuda profesional para encontrar la causa de estas emociones, incluso puede ser que un acontecimiento haya hecho que sus emociones se manifiesten con mayor facilidad, pero para ello sería necesario hablar con ella e indagar por más información. Espero haberte ayudado

Lo que cuentas es preocupante y comprensible que te genere inquietud, sobre todo porque hablas de un cambio mantenido en el tiempo y no de algo puntual.

Algunas ideas importantes para situarte:
1. Un cambio emocional sostenido durante años no suele ser “solo una etapa”.
Que tu hermana llore con facilidad, se imagine cosas negativas y reaccione con mucha intensidad puede estar relacionado con ansiedad, un estado depresivo, problemas de autoestima, experiencias vitales difíciles o dificultades para regular las emociones. No significa que “esté mal” como persona, pero sí que probablemente no lo está pasando bien por dentro.
2. A los 19 años las emociones pueden ser intensas, pero no deberían desbordar así de forma constante.
La adolescencia tardía y el inicio de la adultez son etapas de muchos cambios, pero cuando el llanto es frecuente, hay pensamientos que no se ajustan a la realidad o mucho sufrimiento emocional, conviene prestar atención y no normalizarlo del todo.
3. Cómo puedes afrontarlo tú:
• Intenta escuchar sin minimizar (“no es para tanto”, “eso son tonterías” suele hacer que se cierre más).
• Valida lo que siente, aunque no entiendas del todo lo que piensa (“veo que lo estás pasando mal”, “te noto muy sensible últimamente”).
• Evita discutir sobre si “se imagina cosas”; primero conecta con la emoción, luego ya se podrá trabajar el pensamiento.
• Si la ves muy desbordada, anímala con cariño a pedir ayuda profesional. No como castigo ni porque esté “loca”, sino porque merece estar mejor.
4. Tú no puedes arreglarlo sola.
Es importante que no cargues con la responsabilidad de “salvarla”. Acompañar no es lo mismo que solucionar. Si la situación te preocupa de verdad, sería positivo que algún adulto de referencia (padres, tutor) esté al tanto, sobre todo si ves que el malestar va a más.
5. La ayuda psicológica puede marcar una gran diferencia.
Cuando hay llanto frecuente, pensamientos que generan mucho miedo o tristeza y cambios claros de personalidad, la terapia puede ayudar mucho, sobre todo si se empieza a tiempo.

Si lo deseas, puedes pedir cita online conmigo y ver cómo abordar esta situación: tanto para orientarte a ti sobre cómo ayudarla, como para valorar si sería adecuado que ella tenga su propio espacio terapéutico. A veces una primera orientación ya alivia mucho y aclara los pasos a seguir.