Mi hija de 10 años está teniendo problemas de bullying en el colegio. Es una situación bastante comp

Hola, buenos días!
Si me permites un consejo, hay que intentar analizar la situación con la máxima frialdad posible, es normal que siendo su progenitor/a surjan emociones intensas ante la injusticia y el maltrato percibido, que en ocasiones no nos permiten actuar del mejor modo posible en función de nuestros objetivos principales.
En este caso, el principal objetivo es que tu hija de 10 años deje de sufrir todas estas situaciones y que su personalidad no se vea resentida por ello el día de mañana. Esto es algo que tiene que quedar muy claro desde el principio. Después se juntan otras cuestiones de carácter secundario, como la injusticia percibida por la situación que vive tu hija, la posible dejación de funciones del colegio si no están haciendo todo lo que deberían y la sensación de impotencia ante el problema.
Te recomendaría que te centres en el problema principal, que tu hija deje de sufrir esta situación, para ello, si es necesario cambiarla de colegio, si no tiene amigos íntimos en el colegio, si afectivamente no hay nada que realmente lo impida, te invitaría a que pienses en esta posibilidad seriamente. Después para que a tu hija no le queden secuelas y pueda crear una personalidad estable emocionalmente, te recomendaría que continúe con el psicólogo trabajando en ello aunque el problema haya desaparecido, aprendiendo de lo sucedido para que no se vuelva a repetir y empoderando a tu hija para el futuro. Además, te animaría a que si no lo hace ya, realice algún tipo de deporte que pueda ayudar a que gane confianza en sí misma, no con la intención de hacer daño a nadie, si no para que sea capaz de enfrentar el conflicto de manera directa, sin asustarse, sin huir, lamentablemente los abusadores prefieren víctimas tranquilas, personas sanas que no responden agresivamente a las provocaciones, que han sido educadas para un mundo civilizado, pero que como es el caso, otros educadores no han hecho el trabajo adecuado e incluso minimizan las acciones asilvestradas de sus hijos tal y como comentas, por eso es importante que ante estos abusadores uno se sienta lo suficientemente seguro de sí mismo para hacerles frente de manera pacífica.
El siguente paso sería poner en conocimiento de las correspondiente autoridad educativa, policial o judicial, la actuación del colegio si consideras que no están actuando con la diligencia y contundencia requerida.
Y por último, te recomendaría que no te líes ni pierdas el tiempo con conversaciones vacías con otros padres que lo único que hacen es justificar lo injustificable, perderás tu tiempo y tu control emocional.
Espero haberte servido de ayuda, para cualquier duda puedes contactar conmigo, estaría encantado de poder ayudarte.
Un saludo.

Hola, buenas tardes
Primero de todo para poderte dar una contestación más concreta me faltaría más información como cuantos años tiene tu hija, cuánto hace que esto ocurre, etc. De manera global también te diría que hay aspectos por los que el colegio debería intervenir, como bien cices con el protocolo de acoso, pero haciendo acciones de restauración con las personas involucradas en este tipo de acoso y saber cuáles son estas acciones que se estan llevando a cabo. El departamento de orientación jjunto con dirección de la escuela es quien debe mediar en estas situaciones y por lo tanto con quien tienes que hablar (o volver a hablar) para informar de que la situación no está cesando. Si tu hija va a psicoterapia eso es algo muy bueno por poder descargar i poder ver la magnitud de la afectación personal de este problema. Ahora bien, también tiene que valorar-se si esa situación está derivando a algun tipo de sintomatología ansioso-depresiva o de dificultades con la conducta alimentaria. Ahí es interesante que habléis con el psicólogo para determinar cual es la situación actual en la que se encuentra tu hija y si puede necesitar de algún tipo de medicación al respecto. De igual manera, hay que cerciorarse de que las conductas de acoso en la escuela han desaparecidos y cúales son las acciones que se han realizado en el aula y el colegio para que esto cese. Un saludo

Siento mucho esta que estéis atravesando por una situación tan dificil. Te animo a exponerle esto a la psicóloga que lleva el caso para que pueda asesorarte, al orientador del instituto o colegio, o incluso a buscar alguna asociación de personas afectadas por el bullying, llamar a la consejería y que te pasen con el área correspondiente,... Espero que esta respuesta haya servido de ayuda. Un saludo

Si ves que la niña no avanza con el psicólogo, deberías hablar con ella y preguntarle si se encuentra bien en la terapia, si ves que no encaja deberías probar otro profesional, somos personas y en terapia tiene que haber buen enganche entre paciente y terapeuta.
tal vez a tu necesitarías consejo psicológico por la situación que estáis pasando.
El siguiente paso respecto al centro, es ir a inspección educativa de la zona en la que esté el centro de tu hija y denunciar allí si el propio centro no controla la situación.

Hola a nivel formal has hecho todo lo que se puede hacer. En este caso si todo es de esta manera y no hay forma de frenar nada, lo que se podría valorar es establecer un cambio de centro, no para sentir que ganan los demás, sino para conseguir que dejen de agredirla. De todas formas otra opción sería ir a las autoridades y presentar los mensajes que habéis recibido tanto tu como ella a ver que os dice. Un saludo

Estás haciendo lo correcto al activar el protocolo y buscar ayuda para tu hija. El bullying no es “cosa de niños”, y minimizarlo solo agrava el problema. Dado que la situación sigue afectando tanto a tu hija como a ti, es importante reforzar su apoyo emocional y valorar si el colegio está actuando con la seriedad necesaria.

Algunas acciones que podrías considerar:
Si el psicólogo que la atiende considera que necesita más apoyo, podrías buscar terapia especializada en acoso escolar.
Hacer actividades fuera del colegio donde pueda hacer nuevos amigos y fortalecer su autoestima.
Si el acoso persiste y la actitud de los padres es hostil, podrías consultar con un abogado especializado en educación.
Si el colegio no protege a tu hija, quizás sea necesario valorar otras opciones educativas.

Hola, lamento mucho la terrible situación por la que estás pasando tú y tu hija.
Estas situaciones son muy difíciles (y comunes), pero se agrava cuando los padres de los agresores no colaboran y el entorno escolar no hace todo lo necesario.
Por otro lado, si la niña está acudiendo a terapia y no es suficiente, puede que se estén quedando cosas por hacer.
Si quieres una segunda opinión, estoy a tu disposición tanto de forma online como en consulta física.
Un abrazo.

Entiendo lo difícil y frustrante que está siendo esta situación para ti y para tu hija. El acoso escolar puede tener un impacto significativo en su bienestar emocional y psicológico, y es fundamental abordarlo de manera rigurosa y efectiva.

Dado que el protocolo de acoso ya está activado en la escuela, pero la situación persiste y estás recibiendo incluso ataques por parte de otros padres, sería recomendable que se realizara una valoración objetiva del estado psicológico y emocional de tu hija por parte de un profesional especializado.

Mi recomendación es que esta valoración se lleve a cabo desde un servicio externo por profesionales que trabajen con criterios independientes. Algunas opciones a considerar serían:

- Servicios Sociales o Equipos de Atención a la Infancia y Adolescencia (EAIA), quienes pueden evaluar el impacto del acoso en la menor y recomendar medidas de protección y apoyo.
- Un perito psicólogo/a especializado/a en violencia escolar, en caso de que se abriera un procedimiento penal. Este profesional podría elaborar un informe pericial que aporte pruebas objetivas sobre la afectación psicológica de tu hija y ayude a fundamentar posibles acciones legales.

Sería conveniente plantear esta opción en la escuela para evaluar si pueden derivar el caso a los servicios sociales o considerar alternativas de apoyo. En paralelo, si sientes que el centro no está tomando las medidas adecuadas o está minimizando la situación, podrías consultar con un abogado/a especializado/a en protección de menores y derecho educativo para recibir asesoramiento sobre cómo proceder legalmente.

No estás sola en esto y es muy importante que sigas defendiendo los derechos de tu hija. La intervención de profesionales especializados puede ser clave para garantizar que reciba el apoyo necesario y para exigir medidas efectivas por parte de las instituciones implicadas. Mucho ánimo.

Debe actuar la dirección del colegio, C

Lamento profundamente lo que estás viviendo tú y tu hija. La situación que describes es muy grave, tanto por la intensidad del acoso que está sufriendo ella en el colegio, como por la violencia verbal y emocional que tú estás recibiendo por parte de otros adultos. Es comprensible que te sientas desbordada y con la sensación de que no sabes ya qué más hacer. Estás actuando con responsabilidad, coraje y amor por tu hija, y eso ya es mucho.

Por un lado, los síntomas que señalas en tu hija (dejar de comer, llorar en sueños, agotamiento, sensación de exclusión) son señales claras de un sufrimiento profundo que necesita ser abordado con cuidado. Que ella te pida ayuda es una muestra de confianza en ti, pero también una señal de que necesita una intervención terapéutica más específica y continuada. En estos casos, el trabajo psicológico no solo debe centrarse en ayudarla a gestionar el daño emocional, sino también en fortalecer su autoestima, sus habilidades sociales y su sensación de seguridad.
Por otro lado, es igualmente preocupante que, tras activar el protocolo antiacoso, tú estés siendo el blanco de comentarios culpabilizantes y despectivos por parte de otras familias. El acoso nunca es “una cosa de niños”. Minimizarlo o culpar a la víctima es una forma más de violencia. Y si el entorno escolar no responde con firmeza y claridad ante estos mensajes, se perpetúa la situación de desamparo.
Desde la psicología cognitivo-conductual, además del trabajo con tu hija, también se puede acompañar a madres y padres que, como tú, están atravesando procesos de desgaste emocional muy profundo en estos contextos. No estás sola, y no deberías sentirte culpable por defender el bienestar de tu hija.
A nivel práctico, si sientes que el centro educativo no está recogiendo ni gestionando adecuadamente todo lo que está pasando, es importante dejar constancia por escrito de los hechos, e incluso valorar asesoramiento legal especializado en temas de acoso escolar. Tu hija tiene derecho a un entorno seguro, y tú también tienes derecho a ser tratada con respeto.
Has hecho mucho ya. Y aún hay formas de acompañarte a ti y a tu hija para salir de esta situación fortalecidas, con apoyo emocional y estrategias claras.

Siento que estéis pasando por esta situación, la experiencia que he tenido con otras familias me dice que es muy angustiante. Por esa razón, es importante acabar cuanto antes. Es dañino para la salud mental de tu hija que siga recibiendo esas agresiones en su día a día en la escuela.

Seguid con el seguimiento del pediatra y del psicólogo. Señales de alarma: empeoramiento del sueño, ingesta, aislamiento... Ante cualquiera de estas señales, contactad con el profesional sanitario y considerad una valoración más urgente.

Por una parte, ese protocolo antibullying ha de integrar intervenciones directa: se ha de crear una comisión de intervención en la que docentes investiguen la gravedad de la situación, entrevistándose con ella y el resto de alumnado (tanto participantes como testigos). Tienen que poder construir un mapa de la situación que se está produciendo. A partir de ahí, se han de poner en marcha acciones para evitar urgentemente que siga dándose cualquier tipo de agresión, ya sea verbal o física. Han de garantizarte eso desde el colegio. Tiene que estar protegida y tiene que poder recibir apoyo emocional de todo el equipo docente, quizás tener una persona de confianza asignada a la que poder acudir en caso necesario (sea su tutor/a, o alguien a quien se le asigne justamente esa función, a veces se elige un docente que no le de clase), y se tiene que garantizar que tendrá apoyo social de otros/as compañeros/as y fomentar esas nuevas relaciones. Pide al colegio por escrito (email o escrito físico) y con copia:

1. Informe de las medidas tomadas (qué, cuándo, a quién).
2. Plan de protección para tu hija: supervisión en recreos y entradas/salidas, cambio de agrupamiento o asientos si procede, monitor/a en patios, evitar el contacto forzado con el grupo agresor, fomento de relaciones sociales seguras.
3. Designar una persona de referencia (orientadora, tutor/a o jefatura) que haga seguimiento semanal y os comunique avances por escrito.
3. Proponer mediación/restauración sólo si es seguro y la familia y la alumna aceptan; no aceptar mediación si tu hija se siente en inferioridad o con miedo.
4. Fecha de revisión: pedir una reunión a corto plazo (7–15 días) para evaluar si las medidas han sido efectivas.
5. Solicitad que conste por escrito qué acciones y plazos se han seguido. Si el centro no responde o minimiza, solicitad por escrito que quede constancia de la falta de respuesta.

Tienen que explicarte con todo detalle cuáles son las medidas y los pasos que integran ese protocolo antibullying. Si no estás satisfecha con las medidas adoptadas, la situación no mejora o no recibes las explicaciones pertinentes, siempre puedes acudir a inspección educativa para que se haga un análisis exhaustivo de la situación.

Por otra parte, no es extraño que esas niñas normalicen las conductas de acosadoras teniendo en cuenta que sus familias también lo son y te están acosando a ti. En ese sentido, te recomiendo que te protejas: bloquea a esas personas en tu teléfono, establece límites físico y si los sobrepasan (como acosarte en la puerta del colegio, decirle cosas a tu hija, o si continúan agrediéndote verbalmente) considera tomar otras medidas más serias. Guardad todo: capturas de pantalla de mensajes, fechas y hora, mensajes de otras madres, testimonios de testigos (niñas/os, profes), ropa o dibujos rotos, partes del protocolo y cualquier comunicación con el centro. Haced un registro cronológico con fechas y acciones (fecha - qué pasó - quién estaba presente - qué hizo el centro).

Con respecto a tu hija en casa, muy importante:
1. Validar: “Siento que estés pasando por esto. No es culpa tuya. Yo estoy contigo y voy a buscar soluciones.” Sé su soporte, hablad de ello, que se sienta segura. No dejes de mostrar emociones, pero intenta no perder el control, que ella no sienta que ha de protegerte de informaciones que, en realidad, necesitas tener. Si la ves muy angustiada, primero tranquilidad y seguridad: “Estoy aquí, estás a salvo.”; pregunta concreta y breve: “¿Quieres contarme lo que pasó ahora o prefieres estar un rato tranquila?” (respeta si no quiere hablar en ese momento); si acepta contar, escucha sin interrumpir y toma nota mental o escrita de lo esencial (quién, cuándo, dónde). Luego contacta con la escuela y con el psicólogo. Repite frases como "No estás sola, tienes derecho a sentirte segura, hiciste lo correcto al contármelo.”
2. Rutina y cuidado: sueño, comida y pequeñas actividades agradables para mantener recursos emocionales.
3. Enseñar guiones de seguridad: cómo pedir ayuda a un adulto, cómo alejarse, decir “no” firme sin agresividad, buscar compañeras/os aliados.
4. Practicar con role-play situaciones (qué decir al profe, cómo pedir apoyo) para que se sienta más empoderada.
5. Favorecer contactos fuera del grupo agresor: actividades extraescolares, amigos de otros cursos, o apoyos familiares.

Si la situación no mejora, no es ninguna locura cambiar de centro escolar. A veces las dinámicas relacionales se estancan y si los referentes educativos no consiguen solucionarlo con sus intervenciones (tanto de prevención como de actuación directa sobre la problemática activa), los niños y las niñas pueden llegar a sufrir mucho y son experiencias difíciles de olvidar.

Mucho ánimo a las dos.