Jean Carlos Puerto Cascarano

Hacer cambios en nuestra vida es algo imprescindible en la búsqueda personal que todos hacemos. Puede que la mayoría de las veces hacer psicoterapia no sea necesario para dar estos cambios pero hay otras en las que nos quedamos paralizados o atascados en determinados momentos. De esta forma, La ayuda profesional puede ser esa pequeña palanca que te ayude a mover la gran losa que te atrapa. Cuéntame qué es lo que te sucede y podremos empezar a poner las primeras piezas del cambio que está por venir.

La psicoterapia es una forma de colaboración basada en la relación entre una persona, pareja o familia y el psicólogo o terapeuta. La base fundamental de la terapia es el diálogo y es la herramienta para poder identificar qué es lo que sucede, qué sentido tiene y decidir qué hay que hacer para cambiar. Y todo esto ya sea de forma de sesiones individuales, sesiones de pareja o en familia. Ponte en contacto conmigo y te ayudaré a decidir qué modalidad es la más indicada en tu caso.

La mayoría de lo que nos sucede tiene que ver con los demás, con nuestro entorno, con quién nos rodea. Poder detectar cuál es el problema, darle un sentido y empezar a hacer cosas diferentes es parte del camino para poder ser más feliz.

Además, creo que los verdaderos cambios tienen que partir de uno mismo y mi idea es poder acompañarte a que puedas tomar aquellas decisiones en tu vida que te puedan llevar a estar mejor con lo que piensas y con lo que haces, que la situación en tu entorno cambie. Hablemos.



Mi recorrido

Desde bien pequeño supe que era diferente a los demás. Varias experiencias de pérdidas y conflictos familiares me enseñaron que escuchar, observar y guardar la calma pueden ser grandes herramientas cuando parece que todo se cae. La prudencia se convirtió en una bandera que empezó a definir quién soy y la imaginación mi gran refugio donde crecí creando historias con mis juguetes.

De mi madre heredé la sensibilidad por lo artístico, me encantaba dibujar, colorear y modelar con plastilina, habilidades que añadí a mi bandera imaginaria que me iba definiendo. Esta sensibilidad me hizo comprender que ser diferente a los demás no era un problema sino un gran valor.

De mi padre heredé el humor y la capacidad para resistir a pesar de que la oscuridad cubriera todo. Varias pérdidas familiares hicieron cuestionarme la existencia humana y la psicología se convirtió en un buen cajón de conocimiento donde buscar. De hecho a la hora de elegir qué estudiar en la universidad me decanté por la psicología frente a las Bellas Artes. Y a la vez que empecé la carrera también inicié mi crecimiento personal recibiendo ayuda de otros terapeutas que me ayudaron a aceptarme y a empezar a quererme como soy.

Dediqué 10 años tras finalizar la carrera a ayudar a la infancia más maltratada, colaborando en diferentes programas en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia y en una ONG de salud mental, hasta que la crisis económica de 2009 y un momento de parón laboral me llevó a retomar mi relación con las Bellas Artes. A su vez decidí comenzar a formarme en Psicología Sistémica Familiar, dos hechos que cambiaron mi vida .

En la actualidad colaboro en el equipo clínico del Centro de Terapia Familiar de Murcia y combino mi faceta de pintor con mi faceta de terapeuta sistémico. Ambas actividades se alimentan y combinan de forma simbiótica, y coronan esta bandera que representa a quién soy.